Partida Rol por web

El campamento base se encuentra a tan sólo unos cientos de metros por encima de la línea de bosque que cubre las laderas de menos altitud de las montañas del Muro del Cielo, desde aquí hay una precios vista de las tierras circundantes, campos de cultivo y casas esparcidas, la vista alcanza muchas millas, pues la altura ya es considerable. Las terrazas semi inundadas brillan con una luz plateada. El campo base no es más que tres cabañas de madera abandonadas rodeando un gran lugar central donde quedan los restos de una hoguera de hace mucho tiempo y un corral semi derruido en la parte este.

El guía mira el paisaje y revisa por encima el campamento. Luego deja su mochila, el otro hace lo propio mientras os dicen:

- Nosotlos quedar aquíi y esperal hasta que ustedes volver con Capitana Amara Li, nosotlos dal mapa ustedes de camino, no más de un día.

Acostumbrado como estaba a la vida en las cavernas subterráneas, aquellas visiones de campos y montañas infinitos impresionaban a Vaskalinsvel. Desde que llegaron al campamento base, había dejado de parlotear con su compañero Abrosthor para quedarse largos ratos embobado, con un cigarrillo en los labios y simplemente mirando el paisaje.

Finalmente llegó el momento de partir. Por lo visto, los guías no los acompañarían, quizá temían a la superstición del demonio o lo que fuera que había asolado el Monasterio.

Cuando vinieron a buscarlo para partir, Vaskalinsvel apagó el cigarro y saltó de la roca en la que había estado sentado.

- Sí, claro, vámonos. Estaba empezando a aburrirme.- mintió.

Asiento con la cabeza al escuchar a Vaska y dando un paso al frente, apoyo su propuesta.
Por mi de acuerdo. Ya que nos hallamos cerca del objetivo, apresurémonos en cumplir con la misión.
Tras estas palabras, mi mirada vuelve a examinar el lugar conocido como "campamento base".
Básico es desde luego.
Por tanto, señalando con el pulgar de mi diestra detrás de mi, hacia la ruta a seguir, añado.
Es hora de trepar un poco mas compañeros. Ademas, no negare que tengo curiosidad por ver que es lo que nos espera
Y no puedo evitar que en mi rostro aparezca cierta clase de sonrisilla.
Por tanto, me adelanto unos pasos en dirección al guía que nos ofrece el mapa de la ruta e acceso y lo agarro.
Lo examino y mientras lo hago, me inclino lo suficiente como para que todos los miembros del grupo, puedan hacerlo tambien.

Abrosthor sonríe al ver a su compañero de nuevo renovado. Entendí que un gnomo de lava como él se viera maravillado por tales vistas, tal inmensitud... él en cambio ya había recorrido bastante mundo: ese el espíritu de un gnomo viajero.

Mientras sus compañeros estaban preparándose para partir, él comenzó a conjurar y, al cabo de breve rato, volvió hacia ellos montando en un "amigo. 

- Muchachos, os presento a Sybil. ¿Qué os parece mi pequeñin? Jejeje.

Ante vosotros, el gnomo se encontraba encima de una especie de serpiente de aspecto dragonil con una cola acabada en un aguijón. El tamaño de la criatura era mediano, similar al de un enano. Tenía unos largos bigotes, sus escamas eran de muchos colores en una progresión de degradados, y su vientre plano era blanco y cruzados por filigranas naranjas. Ahora la runa de Abrosthor brillaba en su frente, y la misma llevaba Sybil en lugar visible.

- ¿Cuándo partimos?

Los guías os miran mientras fruncen el ceño un poco ante vuestra prisa y los extraños rituales que hace Abrosthor y la criatura que luego aparece junto a él y en la que el gnomo monta.

Mirando con mucho recelo a la extraña criatura y la runa que brilla en la frente de Abrosthor dicen:

-Mmmmuy bbbiennnn, tenel plisa pathfindels...nosotlos milal campamento base habel si habel algo, aunque mucho tiempo atlás abandonado.

Una vez que he permitido echar un vistazo a los míos al mapa en cuestión, lo enrollo con aire distraído hasta que Abrostito, se pone a conjurar.
Un suspiro se me escapa recordando a otro conjurador que conocí una vez.
Y por lo tanto, mientras Abros sigue, yo miro al suelo en torno mía esperando, nunca se sabe, ver aparecer cualquier tipo de engendro, momificado o purulento o las dos cosas.
Pero cuando Abrostin termina, me permito arquear una ceja sorprendido mientras me rasco el mentón.
Me aproximo, contemplo a la criatura y digo.
Bonito bicho. Muy bonito. Si vas a seguir camino sobre el o ella o lo que sea, espero que sea obediente.
Tras estas palabras me giro hacia los guías asintiendo.
Y puesto que todo esta ya dicho me limito a señalar detrás mía con el pulgar de zurda.
Hacia la ruta a seguir.

Creo que nadie se ha dado cuenta que algo no esta bien en este momento. No me fio de los guias, ni un pelo. 

Pues vamos caballeros, contra antes lo hagamos, antes volveremos para poder tener algo caliente que llevarnos a la boca. Que narices vamos a tardar mas de un dia en llegar a donde sea y seguro que no llegaremos bien.

Los guías se acercan al campamento base y empiezan a montar el campamento tras revisar lo que queda del campamento base original.

Vosotros partís sin más, los guías soprendidos ante vuestra actitud dejan lo que estaban haciendo y os despiden desde la distancia.

Libros, estanterías, firmes suelos, mapas, mesas de madera y un confortable hogar donde arde la leña, de ese modo he pasado los últimos cincuenta años, una vida para muchos apenas una etapa para un elfo, la impaciencia de aquellos cuya vida es mas efímera me resulta curiosa, quieren vivir y disponen de poco tiempo para ello, me despido de los guías, de forma un poco apresurada para mi gusto pero me temo que de otro modo impacientaría aún mas al resto del grupo, no sin sorpresa veo que cuando termino de despedirme  Abrastor ha conjurado un animal peculiar bonita montura  acomodo la mochila en mi espalda desentumeciendo los músculos, pese al abrigo puedo notar mas allá de mi cara el frió que nos rodea, caminar lo alejara un poco vamos, a ver si llegamos a un refugio seguro antes de que nos aborde la noche he leido historias de lo traicioneras que son las montañas, confió en que, aunque abandonado, el camino expedito se encuentra alejado de los peligros naturales y dispone de algún refugio donde guarecerse antes de llegar al templo.

Mientras discutís y sin que nadie lo haya visto, y eso que Karasu y Elrohir están muy seguros de haber mirado hacia ese lugar varias veces y no ver nada, un pequeño félido de piel blanca que se ocultaba entre la nieve de los márgenes del camino se lanza contra Karasu intentando morderle y darle dos zarpazos, pero sólo uno de ellos impacta contra el tengu causándole una fea herida.

- ¿Pero qué demonios...?- gritó Vaskalinsvel, al oír el grito de Karasu.

Se apartó del grupo para poder ver lo que pasaba, y vio como un leopardo moteado de piel blanca se había abalanzado sobre el tengu. Musitó una palabra y extendió el brazo. Un rayo de fuego salió de la palma del gnomo en dirección al animal, impactándolo de lleno y haciendo que ardiera. El aullido del leopardo resonó por todo el campamento.

El rayo de fuego del gnomo impacta contra el animal abrasando su pelaje, pero este sigue en pie, de momento.