Partida Rol por web

Te parece ver algo extraño en uno de los habitantes del pueblo que están disfrutando de la velada, algo de arrepentimiento justo en ese punto del pasaje.

El bardo continúa con la historia:

Música de horror y locura- Carcharoth con el Silmaril en su interior enloqueció por el dolor que lo abrasaba y llegó a Doriath donde mató a muchos y asustó al resto.- Música de esperanza y fanfarria militar- Cuando Beren se recuperó se organizó la Caza del Lobo (que aquí en Andanaule se conmemora cada año) a la que partieron Thingol el rey, Beleg Arcofirme el guardián de los bosques de Doriath y Mablung, capitán de la guardia de Doriath, Beren el manco y Huan el perro de Valinor.-Música de misterio y agua- Encontraron a la bestia bebiendo en un lago calmando su dolor e intentaron darle caza, pero los despistó y atacó a Thingol, Beren se interpuso y fue malherido, y Huan le atacó y lo mató, aunque fue herido de muerte. Mablung abrió las entrañas de Carcharoth y sacó el Silmaril pero nada pudo sanar a Beren y murió- música de victoria seguida de gran pesar- y poco después murió de pena Luthien para estar con su amado, aunque se les permitió volver a la vida, a ambos como mortales al norte de la Tierra Media.

El silmaril quedó a cargo de Thingol y cada día lo amaba más y pasaba más tiempo con él observándolo, apareció Húrin muchos años después y le entregó el Nauglamir, la más grande y bella de las joyas creadas por los artesanos enanos de la antigüedad, creada para Finrod, provocando así la ira de este pueblo contra Thingol. Húrin lo hizo como venganza por que sus hijos, a cargo de el rey Thingol tras la Nirnaeth Arnoediad (la batalla de las lágrimas innumerables), habían muerto.

El rey al ver la joya quiso engarzar el silmaril en ella y unir las más grandes obras en una, pero una vez terminado el trabajo los enanos ansiaron la joya y mataron al rey, pero la joya fue recuperada y Melian la dejó a cargo de Mablung que murió en el asalto de los enanos al reino élfico como venganza, donde muchos murieron, causa de la eterna enemistad entre enanos y elfos. Pero cuando volviían a las Ered Luin (las Montañas azules) Beren y su hijo Dior al frente de los elfos silvanos atacaron y mataron a muchos enanos, incluidos su rey, recuperando la joya. Que fue enviada con Dior tras la muerte de Beren y Luthien.

Este intentó devolver el antiguo esplendor a Doriath, pero los hijos de Fëanor habían hecho un juramento y querían la joya, y arrasaron el reino de nuevo, muriendo muchos en la contienda, incluidos tres de los hijos de Fëanor y Dior, pero el silmaril escapó con Elwing la bella, hija de Dior que se casó con Eärendil el marinero, los hijos de Fëanor al conocer su paredero acudieron con violencia dando muerte a elfos y hombres, y al desaparecer Elwing en el mar se llevaron a sus hijos, Elros y Elrond (señor de los elfos de Rivendel), cuando llegó la ayuda de Círdan y Gil Galad, rey supremo de los elfos de la Tierra Media, ya era demasiado tarde.

Ulmo señor de los mares salvó a Elwing y la llevó con Eärendil, que partió hacia Valinor y gracias al poder de la joya, esta vez, llegó y pidió perdón por los crímenes de los eldar y ayuda contra Morgoth. Acudieron con un gran ejército con los elfos que allí habitaban, liderados por el general de Manwe (vala supremo), Eonwe, mataron a todos los balrogs, dragones y orcos (sólo unos pocos quedaron escondidos) y apresaron al vala oscuro Morgoth y recuperaron los silmarils. Pero los dos último shijos de Fëanor, Maedhros y Maglor mataron a sus guardias y robaron las joyas, pero estas les abrasaron por sus crímenes, Maedhros se lanzó al interior de un volcán por no poder cumplir el juramento hecho a su padre, y Maglor lanzó la joya a las profundidades del mar.

Así cada silmaril habita un lugar, uno el cielo con Eärendil, otro en el fuego interno de Arda que consumió a Maedhros y otro en el mar y no podrán volver a ser reunidos hasta la destrucción de Arda.

La música termina y las lágrimas y la alegría llenan los ojos y los corazones de los presentes, el bardo se levanta hace una reverencia al público y se marcha por detrás del escenario. Todo el mundo vuelve a sentirse libre y puede hacer lo que quiera.

tras fijarme en aquel lugareño extraño... les hago una señas a mis compañeros, para que me sigan... yo por mi parte y sin perder de vista al humano, lo sigo en un alarde de corazonada, pues algo era posible que supiera al ver la reaccion de esta ante el relato en el momento de hablar de la caceria....

Pssss... Psssssss seguirme compañeros quiero comprobar algo, un palpito me ha dado al ver a ese hombre, dije haciendo unas señas con los ojos en la direccion donde este estaba...

Miro hacia donde señala el elfo, preparándome para seguirle. Aunque sólo sea un pálpito... bueno, habrá que ver donde le conduce.

- Vayamos, te sigo - dijo el hobbit saliendo de su ensimismamiento. Las palabras del bardo parecían atraparte, te entristecían el corazón en ocasiones, en otras enlazaban el coraje...

El hobbit se levanto, sacudió la cabeza y miro hacia donde señalaba Dustin.

El enano parecía no enterarse de mucho, oye decir algo ininteligible al elfo y ve que este señala a un hombre que pasaba. Al ver levantarse a sus compañeros hace lo propio, aun sin saber demasiado el por qué

El bardo y sus relatos me adormecieron, pero ahora que recuperaba los sentidos una necesidad extrema me izo ausentarme unos minutos de la sala, ahhhh que ganas tenia. me sacudo y con las manos atándome el pantalón reflexiono... no he venido a escuchar un cuento. si hay una ventana cerca asomo la cabeza y contemplo el pueblo el linde del bosque olfateo el aire llenando mis pulmones.(percepción) Y seguidamente busco a mis compañeros para hablar de que hagan o haremos.

No ves nada anormal en el entorno del bosque donde estáis.

Las palabras del bardo fluía por la sala como pequeñas olas llevadas por la marea a mis oídos, el tiempo parecía detenerse. el montaraz estaba tranquilo y calmado, lejos parecían ya las tensiones de el día anterior.

Parecía que sus compañeros también necesitaban ese descanso.

disculpadme amigo Gildor, durante el relato me pareció que querías decir o señalabas algo.  Si alguno de nosotros sigue roncando, le doy en el pescuezo. ¡¡he despierta!! no te querrás perder lo que nuestro amigo deba contarnos.

Me acerco a Gildor, era raro que errase en lo que el denominaba palpitos. Llevo el arco agarrado, simplemente por costumbre."¿Que habra notado Gildor?". Obviamente los ojos del elfo estaban mas desarrollados que los mios, pero era extraño, yo no era una persona obtusa sino mas bien perspicaz y no notaba nada en los lugareños.

¿Que sucede Gildor? ¿Para que nos has hecho venir aqui? Le susurro al estar a su lado.

Amigos, no se como explicarlo, pero hay algo raro en aquel lugareño, es la forma de sentir que tiene al escuchar el relato del Bardo... no se, hay algo en el como un sentiiento de culpa, algo que quiere ocultar pero eque en determinadas partes del relato parecia sentir no dolor, si no verguenza... es posible que no sea nada pero no tenemos nada por donde empezar y ese es un principio tan bueno como cualquier otro...

Yo voy a seguirle y por el camino vere que hacer, si me acompañais , mas cabezas pensaran mejor que una sola...

El elfo habia dicho que notaba algo extraño en el lugareño, pese a que yo no notaba nada haria caso a mi instinto y este me decia que escuchara a mi compañero, que los de su raza se distinguian por sus apreciaciones.

De acuerdo yo mismo te acompañare, pero si vamos muchos podria percatarse que le seguimos, asi que igual seria conveniente que le siguieramos nosotros, y luego informar al resto de lo que pasa, a menos que alguien opine lo contrario. Con un tono que demostraba la premura de tomar esa decision, para no perder a su objetivo.

No seré yo quien te contradiga, o si. Vaya cuando los mas bajos hablen... si te siguen iremos todos, si te dejan partir... ya volverán con las nuevas. Me giro sobre mi y inclino ligeramente la cabeza esperando que los medianos declararan sus intenciones.

Fyodor sonrio cuando se refieron a el como pequeño. No le molestaba en absoluto, en verdad era pequeño, al menos para la medida de los hombres. Otra cosa es como se lo tomara el enano, ellos tenían peor humor.

- No creo que debamos ir demasiados, cierto es que un elevado numero podría delatarnos con facilidad. Sera mejor que solo uno o dos investigen - dijo el hobbit. - No lo perdáis, nosotros buscaremos por otro lado, quizás intentar seguir el rastro de los lobos, podríamos dar con su cubil, o al menos saber hacia donde dirigirnos para hacerlo...