Partida Rol por web

Tras la noche del ataque las caras son largas por la noche de sueño y las múltiples vidas perdidas. Se reparte comida entre los que moran la plaza del ayuntamiento, y una gran lista de espera aguarda para entrar a recibir los cuidados del animista de Minas Tirith y el herbolario del pueblo.

Los guardias van arriba y abajo ayudando y llevando todo aquello necesario a las gentes que lo piden, pero no son duficientes, si nunca habían sido muchos, tras el ataque nocturno, aún son menos. Algunos jóvenes del pueblo han sido enrolados voluntariamente a la guardia de Andanaule.

tras ayudar a mis compañeros a reponerse de sus heridad... Compañeros, voy a ver si puedo ayudar a estas gentes a aliviar sus dolencias y heridas... y de paso localizar un arco para mi equipo, pues sino de poco podre ser de ayuda en un posible nuevo ataque.

Si me necesitais buscarme entre los heridos

lo primero que hago es localizar un arco y reponer mi carcaj de flechas....y despues me voy a las tiendas de los heridos a ver en que puedo ayudar.

No te cuesta encontrar un arco y flechas, pues la casa que ayudasteis a salvar de las llamas es la del arquero/flechero y cazador del pueblo que ante la ayuda prestada no le cuesta entregarte cualquier tipo de arco que quieras y la munición deseada.

Tras luchar contra el fuego, el cazador se olvida de todo y se va a dormir. Pero poco puede conciliar el sueño. Los momentos vividos han sido muy duros, más aun cuando uno de sus compañeros ha... muerto...

Al día siguiente, cansado y dolorido, recibe la noticia de la suspensión de la cacería de ese día. Así pues, se dirige al pueblo. Lo primero, intenta localizar alguna de las flechas del día anterior. Luego, intenta colaborar con los guardias en lo que pueda. Sobre todo, presta atención a las heridas que presentan los diversos heridos, aunque con el animista, pues poco más puede hacer...

Cuando vas en busca de flechas por la zona donde tuvísteis el combate el hombre de la casa que salvasteis del fuego sale en tu busca con un par de carcajs repletos de flechas:

- Muchas gracias por haber salvado a mi hija y mi casa-taller, ¿Necesita un arco nuevo, uno largo o de algún otro tipo? No son de tan buena factura como los de los elfos pero le servirán.

Tras luchar con el fuego, intento buscar el cadáver de alguno de los lobos. 

Quiero investigar el cuerpo y ver si hay señales de algo en el.

Hay múltiples cadáveres de lobos amontonados en medio de la plaza del ayuntamiento para quitarles las pieles, ves lobos de diferentes pelajes: grises, negros, rojizos e incluso un par blancos.

Me vendría muy bien, gracias, pero le pagaré... en cuanto me den la recompensa. Con haberles servido de ayuda estoy más que contento, de todos modos. Repone el cazador al escuchar al hombre. La verdad, pensaba precisamente usar el dinero que consiguiese en mejorar algo su equipo. Si puede irlo haciendo... pues no le vendría mal.

- No, no señor esa será mi reompensa por habeme ayudado, le debemos la vida mi hijita y yo.

Pues muchas gracias, haré buen uso de ellos le respondo, con una sonrisa en los labios.

Camino sobre la plaza, viendo a los diferentes lobos y sus diferentes pelajes, me llaman la atención unos de color blanco y me acerco a ellos.

No ves nada raro en los lobos que pueda explicar su comportamiento. Pero te extraña ver lobos que son de lejos de esta zona. Tras haber peleado con ellos te das cuenta que no parecen tener ningún miedo pero tampoco es rabia o alguna enfermedad, parece algo más "mental" de comportamiento, pero no que hayan sido entrenados, es como si algo les obligase a actuar así. Los lobos normales huirían cuando la cosa estuviese mal, aprovecharían el terreno en su favor y no atacarían siempre al mismo objetivo sin importar que otro le ataque por la espalda.

Obviamente los lobos blancos son del norte, los rojos de la zona de Fangorn, o su cercanía, los negros son de lejos también de zonas más boscosas, y los grises son los normales de por esta zona.

La lucha del día anterior había sido dura, y el trabajo posterior apagando el fuego también. Habían perdido a uno de los suyos, y Yagho había ayudado a enterrar los restos de Mikko para que pudiera descansar en paz. Tras descansar algo y esperar a que le curaran sus heridas, el enano se dirige hacia los lobos caídos para limpiar las calles del pueblo de esos malditos animales. Se para tras el montaraz, y le pregunta mientras mira los cuerpos:

- Hmmmbrrr... ¿algo interesante, Lathan?

No ves nada extraño en los lobos ni crees que haya nada raro en esos lobos, suelen ser así, criaturas malignas y malévolas que intentan matar a aquellos que moran tranquilamente en la superficie, por eso es mejor no salir a la superficie y quedarse en las cuevas.

Tras mirar los cuerpos, escucho la pregunta de Yagho.

No hay señal alguna de que estos lobos, tengan alguna enfermedad física que explique su comportamiento. No hay rabia, ni nada por el estilo. A mi opinión esta actitud de los lobos es netamente mental, como si alguien los controlara o los obligara a actuar así.

A su vez me extraña otra cosa. Estos lobos, digo señalando a los grises, son lobos de está zona, sin embargo los blancos son del norte, los negros son también de zonas mucho mas boscosas y los rojos son de Fangorn. Es muy raro que estén juntos, mas cuando los lobos son territoriales.

Aquí hay algo mucho mas grande atrás de todo esto.