Partida Rol por web

La Caida de la Camarilla I: Noches de Gloria

III - Camino a Mediolanum

Cargando editor
21/12/2010, 17:32
Agustus Aquila

Aquila no podía relajarse aún, pese a las pruebas, lo mejor era seguir alerta, pero contestar a la Mekhet:

- Depende de otras cosas ajenas a mí y de lo que me retenga en Roma... Si algo aprendí en mi vida como mortal es que todo es relativo y a veces no somos capaces de predecir donde estaremos mañana. Como alguien dijo una vez... Ab imo pectore, Alea iacta est* - Dijo en un suspiro, recordando tiempos mejores.- En cualquier caso, ¿Qué harás cuando esto acabe?

Notas de juego

Ab imo pectore: Con total certeza/Con todo mi corazón Lit: "Desde lo profundo de mi pecho"

Alea iacta est (esta imagino q la sabéis): La suerte está echada Lit: "Los dados han sido lanzados" (O algo similar, atribuido a Menandro, en una de sus obras)

Ambas atribuidas a Julio César, para que Amnaris no diga que no cito a fuentes reales :P

Cargando editor
22/12/2010, 13:26
Helena

Miro con una sonrisa a Aquila.

—No se aún que pasará, depende un poco de lo que mi sire, Alexandros, decida. De momento tengo que investigar un par de cosas y tengo cierto interés en conocer a ese profeta del que hablaba el escultor. Estaré entretenida. Pero si vas a estar por la ciudad, podríamos quedar para seguir entrenando— respondo a mi compañero de clan mientras estoy atenta a los movimientos de Lucrecia.

Notas de juego

Cita:

para que Amnaris no diga que no cito a fuentes reales :P

Amna es un master justo y querido. Su palabra es la ley </peloteo> :P

Cargando editor
24/01/2011, 12:46
Director

Tras dejar atras el pequeño campamento de los comerciantes a pesar de las advertencias del viejo mercader sobre los peligros del camino, habeis perdido un tiempo precioso conversando con los mortales al lado de la hoguera y tras comprobar que ni son bandidos ni son presa fácil para sutilmente vaciarlos de sangre continuais el camino por la gran y empedrada vía.

En las noches subsiguientes rehaceis el camino en sentido contrario al que usasteis para ir de Roma a Mediolanum, empleando los mismos refugios que usasteis y con pocas novedades o anecdotas dignas de mención. El mundo nocturno parece aun más apagado fuera de las ciudades y hay poco movimiento cuando los plebeyos sin distinción se van a la cama cuando el sol se pone.

Tras unas noches divisais las murallas de Roma la Magnifica, la cual no parece parar ni de noche. En poco tiempo estareis en la mansión de Corbulo con la estatua en vuestro haber.

Notas de juego

Cargando editor
25/01/2011, 11:40
Publio

Llegais sin problemas a la lujosa villa de Corbulo. Os abre uno de sus tullidos esclavos, este un pobre diablo cojitranco que a duras penas consigue apartarse de vuestro camino y haceros la reverencia adecuada, y os dirigis al patio que esta en penumbras, apenas iluminado por un brasero que parece más carbon encendido que llama.

Allí no está Corbulo pero si su esclavo predilecto, el tuerto Publio.

-Bienvenidos sean señores a esta casa. Mi señor no puede ahora mismo atenderles, esperen un poco aqui hasta que vuelva.-Pronuncia con su desgana habitual.

Cargando editor
25/01/2011, 20:29
Tullius Publius Vorenus

Se le había hecho corto el viaje... era bueno llegar al hogar, ver de nuevo las enormes columnas de los templos y tener tiempo para hacer algo más que caminar. Al final, lo de los bandidos quedó en nada, lo de los perros también... no había sido un viaje demasiado difícil gracias a la red de carreteras y refugios. La civilización tenía sus ventajas, sobre todo para los propinqui.

- Claro amigo, esperaremos... aunque no sea la mejor de nuestras aficiones.

Todavía estaban a tiempo de tirar la estatua por un barranco y renunciar a la alianza con Corbulo, pero se cuidó de no hacer tal comentario no fuera que alguno aceptara...

- Señores parece que el viaje ha terminado con éxito, más que la fiesta que lo precedió. Estamos de enhorabuena y ya podemos pensar en el siguiente... banquete.

Ahora en la ciudad, con tanto suministro de sangre podía de nuevo tontear con Lucrecia así que disimuladamente, cuando los demás no se fijaban, apretó uno de sus glúteos para jugar un poco.

- No hay nada mejor que estar otra vez en Roma, verdad travesura. 

Cargando editor
25/01/2011, 22:21
Helena

Roma. La maloliente, atestada y corrupta Roma. Al fin volvíamos a casa. Sorprendentemente, al menos para mi, sigo viva. He viajado con un grupo en el que he sido de utilidad, he aprendido a desenvolverme y defenderme por mi misma y he conocido a seres interesantes. No ha estado mal, no del todo.

No puedo evitar una mueca de disgusto ante la presencia de Publio. Tras escucharlo me siento a esperar a que Corbulo recoja su horrible estatua.

«Por todos los dioses, podría irse. Podemos esperar solos. Me irrita su presencia» pienso con impaciencia.

Sonrío ante las palabras de Tullius, que me distraen un poco.

—Ha sido un viaje productivo y hemos tenido suerte—

Cargando editor
26/01/2011, 11:26
Lucrecia Aria

Nunca pensó que se alegraría de volver a la ciudad. Estaba deseando volver a casa, darse un baño aromático para quitarse el polvo del camino, llamar a sus esclavos para beber y disfrutar de sus cuerpos, de estar a solas con Cicerón para agotarlo de todas las formas posibles, de llenarlo de caricias, arañazos, mordiscos y besos, de cazar algún jovencito despistado, de torturar alguna muchacha y tentarla para hacerla caer en las redes del placer, de buscar nuevos hombres para su negocio... Hasta que el golpecito en el trasero la sacó de su ensimismamiento. Se había olvidado por completo de Tulio, pobrecito.

- Cierto - respondió la Daeva con una sonrisa. - A ver cuanto tarda nuestro anfitrión en aparecer para disfrutar de su escultura para que podamos largarnos de aquí. Necesito darme un baño, frotarme la piel, y beber algo ardiente que me abrase la garganta... - ronroneó con un pestañeo sensual dirigido al vampiro.

Cargando editor
27/01/2011, 11:33
Lucia Cilo Anneia

Suspiro. Me adeltanto un poco al criado, sin separarme demasiado del grupo. ¿No podemos dejar aquí el encargo? Comprenderá que estamos muy cansados después de tanto viaje.

Miro a mi esclavo. Lo único que me apetece es ir a mi casa, encerrarme y descansar. Unas horas más en esta casa y tendré gritar...

Cargando editor
27/01/2011, 11:45
Helena

—No creo que sea prudente dejar aquí la escultura y no esperar por Corbulo. Pero si deseas irte ya, puedes hacerlo. Podemos disculparte ante él. No creo que pase nada— ofrezco a Cilo, que parece muy nerviosa.

—Lucrecia, gracias por el vestido, lo lavaré y te lo devolveré en breve— digo a la simpática vampiresa.

Cargando editor
28/01/2011, 00:07
Macellarius Corbulo

Tras un incomodo silencio, que parece solo ser disfrutado por el sirviente personal de Corbulo, el anfitrión aparece con una amplia sonrisa y un gesto teatral. Puede que la espera solo haya sido parte de la función.

-¡Amigos mios! Veo que habeis vuelto sanos y salvos de un camino tan largo. Me alegro por vosotros y por mi de tener a amistades tan amables. ¿Habeis traido la estatua?- La pregunta es meramente retorica, ya que la estatua esta tras vuestro y, aunque cubierto por una lona, su forma es distintiva.

Cargando editor
28/01/2011, 10:01
Lucrecia Aria

- Oh, no te preocupes por eso Helena, puedes quedártela si te gusta - le dijo Lucrecia con una sonrisita. Entretanto, Córbulo hacía acto de presencia, revoloteando hasta el grupo, no sin antes colmarles de agradecimientos (qué menos, después del viaje) - Aquí está...

Lucrecia se acercó a la estatua y retiró la tela que la envolvía.

Cargando editor
30/01/2011, 22:46
Tullius Publius Vorenus

Le había resultado curiosa la reacción de Lucrecia, no había soltado nada ingenioso ni reaccionado a su mano. Debía estar muy cansada o perdida en sus pensamientos.

Luego llegó el orondo patrón. Tullius se mantuvo firme mientras le descubrían la estatua.

- Salve Córbulo. Ha sido un largo y tedioso viaje pero parece que todo ha ido bien.

Eso lo descubrirían ahora, según la reacción del vampiro al ver la obra.

Cargando editor
31/01/2011, 13:40
Macellarius Corbulo

Los esclavos, ya sea legales o de sangre, retiran apresuradamente la lona, mostrando la grosera estatua en su "esplendor". Corbulo asiente complacido y se vuelve hacía el grupo.

-¡Bienhallados amigos! Habeis tenido un viaje muy largo y seguramente arduo... y cansado. Pero habeis vuelto con la estatua que os pedi, mereceis una recompensa y mi eterna amistad. Pero ahora descansad de tan arduo viaje. Marchad... seguiremos en contacto.- Dice grandilocuente con grandes gestos a la medida de sus palabras.

Cargando editor
01/02/2011, 10:59
Director

Siendo libres para hacer lo que quieran el grupo marcha, dejando a su orondo patrón atrás. Quien sabe lo que depararan las noches venideras. Pero parece que no será aburrido, han acabado eligiendo bando entre dos poderosas figuras del Senex y no saben si eso les habrá condenado. Solo los dioses lo saben...

Notas de juego

Ganáis todos Mentor 4(Corbulo) y 5xp

Tras esta "introducción" al mundillo vampirico de la Roma antigua pasa un año hasta el próximo capitulo de Noches de Gloria, año en que cada uno deberá explicar en su sección personal a que lo dedica.

Cargando editor
02/02/2011, 22:40
Tullius Publius Vorenus

Tullius observó la extraña figura del senador despidiéndose de ellos. Pareciera que quisiese atender los asuntos de la recompensa en privado, era lo más lógico.

- Sea pues, nos veremos pronto senador. Buenas noches.

Esperó a que todos se despidieran de Córbulo.

-  Qué os parece si nos tomamos unos días de descanso y luego volvemos a organizar la fiesta, con más calma. Esta vez celebramos que hemos vuelto enteros y la única pérdida ha sido la de una prescindible tinaja de vino. La fortuna ha sido generosa.

Tullius se fijó en sí mismo, embutido en la armadura... no venía mal echarse unos días al camino para desentumecerse de tanta fiesta, orgía y circo. 

 

Cargando editor
03/02/2011, 14:12
Servius Niger Corvus

-Orgias, orgias, y mas orgias, parece que solo teneis una cosa en mente, aunque estoy de acuerdo, nos merecemos un descanso.

Si, pense y dije algo hastiado, este viaje se habia hecho eterno, y realmente dudaba de si la recompensa habia valido la pena. Tener que aguantar a Corbulo parecia mas una carga que una bendicion, suerte que la reunion ha sido corta y nos hemos... discutido... ¿mucho sobre el viaje?

-Mmmmhhhh, ahora que lo pienso ¿No deberiamos haberle contado a Corbulo, todo el asunto de un Mesias diciendo a sus contactos que es un monstruo come-almas?- Pregunte dubitativo, llevandome la mano al menton.

Cargando editor
03/02/2011, 17:33
Lucrecia Aria

- ¿Orgías? - dijo Lucrecia con su habitual tono travieso. - Estáis enfermos, ¿sabeis? No hacéis más que pensar en sexo, sangre, sexo y sangre, por los dioses, ¿es que no hay nada más en Roma que los delirios de la carne y de la sangre?

Le dio un golpe a Servius en el hombro para sacarlo de sus tribulaciones.

- Querido, alguien como Córbulo sabe lo que dicen de él. Estoy segura de que es altamente consciente de que lo consideran un monstruo come-almas, pero no le importa en absoluto. Además, asunto zanjado, ya no tenemos que preocuparnos por él...

Y salió de la villa de camino a su casa.

Cargando editor
03/02/2011, 21:55
Helena

—Bueno, Tullius ha hablado de una fiesta, no tiene porque ser una orgía. Aunque parece que en Roma siempre acaban así— digo con una media sonrisa —si me invitas, estaré encantada de ir. Además ahora, gracias a Lucrecia, tengo un atuendo más adecuado. Espero veros pronto—

Escucho al nosferatu hablar sobre Corbulo.

—Creo que su fama es algo que se ha ganado a pulso. Casi podría afirmar que la ha buscado el mismo—

Cargando editor
06/02/2011, 18:54
Lucia Cilo Anneia

Se mordió el labio, pensativa. Ya sabes lo que te puede pasar si no tienes cuidado. Aunque... seguro que a Corbulo le divierte la idea.

Mira, algo nostálgica, la villa y da un abrazo a Helena, Nos veremos pronto, con un gesto se despide de todos, dispuesta a separarse del grupo con la única protección de su escuálido esclavo. Sin embargo, se gira y, mirando a Tullio, susurra, Gracias.