Partida Rol por web

El mago y el brujo se intentan zafar de las estirges sin mucho exito, aunque eso si, sus ataques mágicos son demoledores el fuego y el hielo mágico las deja maltrechas. Una presenta horribles quemaduras mientras a la otra se le congela la sangre en las venas.

Nia apuñala salvajemente a la bestia que la tiene sujeta, la sangre caliente y apestosa mana de la fea herida por su brazo. Pero ni aún así parece que el engendro esté dispuesto a renunciar a su presa y sigue aferrandose con garras y dientes a la carne de la joven ladrona que pugna por liberarse.

Mi hechizo si le afecta que creo que si pq esta maltrecha, le hace tambien el siguiente efecto creo..." el objetivo queda atontado(dazed) hasta el final de tu próximo turno."

si es asi no podria atacar ni chupar no??

Nia pega un tirón y se logra zafar de la estirge intercambiando posiciones con su hermano para tratar de ganar espacio donde maniobrar.

Las estirges de las murallas pegan un sonoro mordisco que hace salpicar sangre, parece que han encontrado vena, además al dracónido le empiezan a succionar la sangre.

Abajo entre el barullo las estirges no logran agrandar las heridas con sus bocados, el guerrero puede dar gracias a su armadura que molesta al bicho en su afán de incar los dientes en su carne.

Las que tienen agarrados a Pecham y Tyfid empiezan a beber su sangre, pero no logran empeorar las heridas con sus afilados dientes.

Los sucesivos embites de los estirges se estrellan sucesivamente contra mi escudo o mi armadura. Mi entrenamiento de combate esta resultando merecer la pena. Salgo indemne de su andanada ofensiva y, cuando se paran para tomar aire, contrataco:  habia acabado mi defensa con el escudo frente a mi y el brazo de la espada cruzado por encima del brazo del escudo, a mi izquierda. Bajo el escudo lentamente a la vez que pongo en mi movimiento mi hombro derecho. el escudo desciende a la vez que mi brazo realiza un barrido horizontal de izquierda a derecha, hiriendo a las tres criaturas con un arco salvaje. Además, me cebo especialmente con la la 6ª gárgola, con la que, con un giro de muñeca, dejo mermada de velocidad.

Acabo mi movimiento con  el brazo extendido a mi derecha, cerca de la cara de Nia. La sangre derramada me alcanza ahora en la cara y me mancha la armadura. Algo me dice que no será la última vez en que se bañe en sangre hoy.

   Gryg recibe el duro impacto de la estirge que tenia a su lado en dos oportunidades, rápidamente se la quita de arriba con toda su fuerza y ejectura dos golpes muy velozmente contra su cuerpo.

   Maldita criatura, acabare con esto rápido pues no me gusta tu modo lento y doloroso.

   "No tengo a mi lado a mis compañeros, tu final fué rápido producto a eso".

Dos estirges caen bajo los poderosos golpes del guerrero y el señor de la guerra.

Me muevo con el estirge enganchado mientras en mi mente se va formando las palabras adecuadas para lanzar un misil magico, cuando acabo de memorizarlos las pronuncio lo mas rapido que pudo y lo lanzo sobre el estirge que tenia agarrado al hombro esperando que este golpe lo matara de una vez por todas.

Pecham teniendo la estirge apoyada en el piso apoyando sus codos y rodillas encimalevanta su cabeza para despendersela del hombro. La estirge no puede mantener la presa y pega un alarido al ver como se le escapaba la cena.

Asi, en una misma accion el brujo brinca para genmerar un poco de distancia y dar un salto para disparar su rayo, el cual por el esfuerzo pega en el suelo.

Rhoswen trata de quitarse de encima a la estirge haciendo palanca con la punta de su lanza, intentando de paso herirla. Afortunadamente el dracónido ya se ha librado de su oponente y esta estirge parece malherida, las cosas no van mal por aquí arriba, pero abajo algunos están sufriendo mucho: ¡No, Tyfid está herido! Tengo que ayudarle, suéltame maldita bestia...Piensa mientras pega un último tirón con todas sus fuerzas.

Contemplo como Collwyn inicia el movimiento para cambiarme la posición inmediatamente después de decírselo. Una picarona sonrisa se dibuja en mi rostro, de pronto, los años no han pasado, no he crecido, soy una niña y lucho junto a mi hermano enfrentándonos juntos al mal. Mi corazón ronronea complacido por este antiguo recuerdo despertado por la situación y me entrego a él. Esto provoca una extraña reacción en mi, de pronto olvido los odios, los años de dolor, de tristeza, de llantos y me entrego al combate.

Inicio el movimiento más algo me sujeta, la estirge que ataqué, aunque saqué sus colmillos de mi, sus garras están clavadas en un costado. La criatura se agita y me atrae hacia ella mientras intenta con sus apéndices bucales engancharme del cuello nuevamente. No lo pienso, solo actúo. En una de las sacudidas, sitúo mi pierna en el pecho de la bestia

¡¡¡¡SU-EL-TA-ME!!!! Con la energía obtenida del grito y la que impulsa mi corazón a luchar hasta el final, hago fuerza con la pierna estirándola por completo. La criatura se resiste pero no puede con mi fuerza de voluntad viendo como sus garras se separan finalmente de mi cuerpo alejándola de mí. Aprovecho el impulso del empujón para intercambiar posiciones con mi hermano el cual, de un mandoblazo destroza a la misma estirge que me acabo de quitar de encima.

Mi turno

Otra estirge se yergue ante mi, amenazadora, agitando sus garras, buscando mi carne, deseando mi sangre. Pero no se la entregaré, no sin luchar. Evitando sus cuchillas, me alejo de ella unos pasos y la rodeo velozmente hasta que la flanqueo aprovechando la posición de mi hermano.

Eres mia

Con la espada en la mano, lanzo un fuerte tajo intentando cercenarle uno de sus brazos

Intento soltarme del bicho y parece que lo consigo y acto segido me separo un poco del grupo para poder lanzar mis hechizos con normalidad

Los colmillos de la estirge se hunden en el aire, Nía los esquiva con facilidad mientras aprovecha para rebanarle el brazo, llevandose con el trozos del ala y salpicando de sangre a su hermano que la acosaba por detrás. La estirge cae el suelo desangrandose hasta morir.

Las que aún quedan en pie se afanan en vosotros, pero ya más avezados evitáis esos colmillos sedientos y os disponéis a acabar con las que aún aletean.

   Gryg golpea a la Estirge que se encuentra cerca de Rhoswen con gran determinación, por lo que he visto eres muy lenta exclama en dirección a la elfa.

   "Vienen resistiendo bien, sino no hubiera dudado en saltar hacia abajo".

El dracónido no clava su hacha muy profundamente y eso hace que aunque sangrando por todas partes la estirge aún sigue viva.