Partida Rol por web

yo tambien tuve dados pesimos...jajaja, me falto una cifra para haber pasado la tirada

Otra cosa, aca en Colombia casi no se usa pero "Pea" tambien significa borrachera.

Al ver que mi embriaguez empeora por momentos (y que a los demás les pasa lo mismo) decido ignorar el repentino cariñosismo de Beatriz, la sequedad de Cross y los comentarios del resto para cargar nuevamente con Mendez (o cargarnos mutuamente ¬¬) y llegar como sea al refugio.

Vamos...

Я самый счастл, меня есть ты человек ... потому что у меня есть ты. (*) Digo algo más alto de lo normal, mientras intento seguir en pie, npo uedo ni con mi alma.

Ustedes ven que Amparo se ve mas lejos. Tras notar que Ivan no había hablado mucho ya con lo anterior se acaban de dar cuenta que esta muy borracho, es mas le cuesta un poco hablar. Así que el grupo se divide, mientras unos van al refugio Cross y Malone llevando a rastras a Méndez. Ivan acompañado de Beatriz van también caminado un poco más rápido.

No demoran en llegar al refugio..

Beatriz que no sabe Ruso, no entiende nada de lo que le están diciendo; Jose Mendez  mientras, murmura cosas sin sentido.  El italiano asegura que el no esta borracho, y Cross es el UNICO sobrio…

Que harán? Quines Irán a la playa?

Corres rapido, pasas por muchas casas. El olor de tierra caliente es distinto, nunca lo habias sentido. Nunca!!!... Guua tantas sensaciones, y el mar se ve tan cercano... tanto que desde lo lejos ya vez la playa en la oscuridad.

llegas y te quedas en silencio observando el agua...

Un cumulo de sensaciones te llena... estas confundida, feliz, el miedo con la droga a mermado, pero eso no deja de ser inquietante.

Cross lanza al Dr sobre el sofá y se queda en el refugio. Comienza a moverse analizando las estancias.

Después de dar una vuelta por el salón Chris sube las escaleras hacia su habitación (suponiendo que haya escaleras xD)

Voy a hacerme con el refugio.

Al llegar a mi cuarto un rápido vistazo deja patente la inutilidad de los sistemas de seguridad

¿Un cerrojo? ¿Están de coña? - ¿Dónde podría esconderme para descnsar?, dónde, dónde, dónde. - Chris mira el armario. - A no. Tú otra vez no. Esperemos que esta panda de borrachos sepa lo que se hace...

Me dirijó a mi habitación, tarereando una canción, muy alegre, muy mareada y muy borracha. De a momentos una sonrisa tonta se dibuja en mis labios mientras que revuelvó entre uno de mis dedos uno de los mechones de mi cabello.

¡Ah, qué lindo todo esto! ¡Santa Marta es tan bonita! - digo en voz alta, más para mí misma que para los demás. Al oír a Iván volviendo a hablar en ruso, me paró un momento, viéndolo extraño. - Pero mi querido señor Gradsky, ¡no le entiendo! Si podría traducirme quizá así sí lo entendería - rió.

Vuelvo a centrar mi atención en la puerta de la habitación. Con mano torpe, casi atropellándome con la puerta, sujetó el picaporte para abrirla.

 Justo cuando entras a la habitación suena el celular que te dieron de dotación, dado que el tuyo fue robado no sabes quien te llama.

Inmediatamente te suena el celular cuando llegas al refugio. El Doctor Mendez esta balbuseando cosas en un sofa. y Cross se ha ido.

Recogen las cosas y torpemente se van caminando hacia la playa.

Voy caminando con cierto aire de torpeza esas seis cuadras hasta la playa, tanto así que en uno de esos aventones me agarró con firmeza del brazo de Iván. Una sensación de seguridad invade mi cuerpo, como si soltarme de ese brazo significaría una caída fatal.

¿Qué estará haciendo la señorita Amparo? Seguro que ya se metió al mar, ¡y con ropa! ¡Pobrecita!

Palpó mi bolso de viaje, como asegurándome a mí misma que allí estaba el traje de baño que le prestaría a Amparo. ¡Si sólo hubiera esperado un poco! Suspiró. No podía culparla, ¡se veía tan emocionada! Y hasta yo lo estaba, no iba a la playa desde...

Señor Gradsky, ¿allá en su tierra hay playas? ¿Es la primera vez que viene a una? Si es así, ¡seguro que esta experiencia le encantará!

Asientó con la cabeza, como confirmando mis palabras, mientras que en un gesto todo confianzudo pasó el brazo del que me agarró sobre mi espalda. Me recuestó en su hombro, y, con otro movimiento todavía de más confianza pongó la mano de ese brazo sobre mi cintura, y encima de ella mi propia mano.

Chris mira con curiosidad su teléfono móvil. Después descuelga y se acerca el teléfono a la oreja.

¿Sí?

Al ver que suena el teléfono me dirijo a mi habitación mientras miro por la pantalla de quién se trata, al entrar cierro la puerta y cojo el móvil.

¿Diga?. - Digo tratando de controlar al máximo mi acento marcado por la embriaguez.