Partida Rol por web

Diegen ve a Jaali saltar con cierta torpeza de pilar en pilar. En una ocasión está a punto de perder el equilibrio y caer al oro, pero se salva en el último momento con un gesto algo extraño de las manos. El semielfo mira a Jonova y dice: 

- Su orgullo nos ha resuelto el problema. Espero que no nos salga caro. Vamos?

Después sigue a Jonova saltando de pilar en pilar. Confiado en esta fácil tarea, mira hacia atrás en el último salto para ver si Dorwas tiene problemas y no ve que Jonova ha aterrizado con problemas y está cerca del borde. Diegen choca con ella pero se recupera rápidamente y ninguno cae al oro. 

- Perdón ---dice el paladín, avergonzado. 

El mago, ignorando al patan del semielfo, mira a su alrededor para ver a donde han llegado

Al otro lado del charco de oro quedan Dorwas y Turnling pensando como pasar.

Mientras, al otro lado, desde el fondo del túnel que sale de la habitación se oye un extraño ruido, como si algo muy pesado se arrastrara por el suelo y un montón de arena resbalara.
 

Mientras los demás pasan delante de el Turnling no puede apartar la vista del oro...

puedo llenar los bolsillos interiores de mi capa con un buen puñado de estas y sanear mi economía por una buena temporada

Se agacha sobre el primer pilar y trata de alcanzar las monedas de la parte superior...
ya es mío.

De repente un ruido sordo hace temblar el pilar y el noble resbala por el borde, aunque en el último momento consigue permanecer encima sin nada más que el tintineo de algunas monedas rozadas con el borde de su capa...

Rápidamente se incorpora y azuza al grupo hacia adelante
no me miréis a mí. ¡Id a ver qué ha sido eso!

Dorwas dejó que todos pasaran primero, por si alguno caía abajo y tenía que tirarse a rescatarle.

Entonces, al ver que todos llegaban sanos y salvos, tomó carrerilla, la que le dejaron sus cortas y regordetas piernas, pero la fuerza que en ellas poseía parecía suficiente para impulsarle de una columna a otra.

En ese momento el bardo pasó disimuladamente una moneda a Jaali.
Tenías razón... - murmuró.

Ya te dije que los dioses están aún jugandose quién tiene que aguantarle toda la eternidad y aún ninguno ha perdido lo suficiente...

Jonova ordenó a Jarael desde el otro lado de los pilares.

—¡Ve para arriba, y guarda el lugar mágico ese!. ¡Volveré enseguida!

Las cavernas no era el lugar para el jaguar. No se sentía agusto.

El grupo abandona la habitación del tesoro y se interna por el túnel que acaba en una puerta doble medio caída. Tras ella se puede ver una habitación dañada, con fisuras en las paredes y el techo y un suelo de arena. En el medio de la habitación hay un ser gigantesco, con múltiples tentáculos aparentemente congelada en una concha de energía mágica. Detrás de la extraña bestia hay una larga hilera de runas escrita en el mismo lenguaje que las del ascensor.

Jonova miró al monstruo con escepticismo. Y luego a sus compañeros. —Hala, avanzad, todos sabemos que lo haréis, el monstruo se descongelará y lo reduciréis a trozos. Os conozco. 

Jaali se planta a cierta distancia de la puerta (junto al resto del grupo) y pronuncia unas palabras magicas mientras mueve los brazos y una pequeña bola de energia se crea entre ellas

Facio, Voco, Ferre

La bola desaparece en un estallidos silencioso. En ese mismo instante, parte de la arena cerca del extraño ser se levanta y se convierte en una especie de remolino con forma humanoide.

En cuanto el Jaani entra en la sala la extraña elipse de energía se desvanece y el gigantesco kraken lanza sus tentáculos contra el Jaani.

El elemental de arena se acerca al pulpo y le golpea, ajeno al peligro. No tener un cerebro, como bien sabe Dorwas, ayuda a ser mas valiente.

- Turnling, conservas aún esas flechas envenenadas?

- Ehmm... ¿Exactamente cual es el plan, abrirse paso con las espadas o tratar de esquivar esos tentáculos y pasar la puerta que tiene detrás? - preguntó Amara agarrando la lanza con fuerza. Estaba claro que ese bicho les pegaria a todos si entraban en la sala, asi que debian de atacar todos juntos.

El elemental en cuanto ve que la bestia empieza a moverse se lanza rápidamente entre los tentáculos alcanzando con un fuerte puñetazo el cuerpo de la bestia. Pero el kraken no parece inmutarse.

Surah el effretti aparece detras de la criatura y golpea con fuerza la cabeza del calamar.

Atento mago! Algun dia apareceras en mi plano y te hare esto a ti!

una llamarada sale de la espada, extendiendose al cuerpo de la criatura.

El ataque del efreet tampoco parece afectar al gran calamar.