Partida Rol por web

Jonova llegó a la gran caverna con el oro debajo.

—¿Nadie tendrá una cuerda? Estamos cansados y con las heridas recién curadas, no quiero tocar ese oro. Me da una mala espina terrible.

Diegen parecía confuso...

Mientras el grupo se mantiene quieto en la entrada de la cueva mirando el mar de monedas dubitativo y calculando cada salto por los pilares, en el fondo de su cabeza oyen un ruidillo que no puede ser real, como si algún ser de otro mundo agitara unos dados.

- Creo que deberíamos ir pensando qué vamos a decir a Rokova y a las alimañas (*)

...comenta Diegen a Dorwas y a Jonova mientras les ayuda a saltar de bloque en bloque. Secretamente, desea que Jaali se caiga al oro a ver qué pasa. Después salta él...

Jaali mira hacia Jarael que les espera al otro lado de las columnas. El jaguar le mira, menea aburridamente la cola y se lame una de sus patas. Nota el pergamino debajo de su ropa, palpitando de poder.

Que secretos esconde? Por que es tan importante? - piensa concentrado mirando un momento a las enormes pilas de oro.

Nota una fluctuacion por el rabillo del ojo y mira en esa direccion. El jaguar le mira, menea aburridamente la cola y se lame una de sus patas.

Mierda.

Hay que subir arriba y sellar la salida. Ahora.

El mago salta de columna en columna sin problema, al evitar llevar los pesados ropajes que usaba en el pasado. Itzala le sigue, saltando alegremente. En el ultimo salto, al llegar a la plataforma, se queda un poco corto y empieza a mover los brazos en molinillo en el borde entre caerse o no. El mago pone los ojos en blanco.

Que he hecho yo para merecer esto - piensa. Hace un gesto con la mano y una fuerza magica empuja a Itzala en la direccion correcta de la plataforma. El bardo trasbillea y acaba metiendole un cabezazo a Jaali en el estomago. Mientras el resto del grupo pasa, Jaali esta en el suelo intentando recuperar la respiracion.

Amara iba saltando gracilmente e indicaba a sus compañeros el lugar donde pisar para no caer a las monedas.

Jaali, Diegen, Itzala y Amara comenzaron a saltar las columnas para pasar al otro lado mientras Jonova los iba diciendo.

Vamos, hasta que salgamos de  aquí, la supervivencia es prioritaria. Diegen, te quiero en las escaleras, controla que no baja ningún grupo ni Zayifid en solitario. Amara, tú defiende el perímetro, todo lo que se acerque hazlo retroceder o hazlo añicos. Jaali, tú asegura ese pergamino, asegurate que no explota en rayos que no controlas. - se gira hacia Turling. - Tú y yo iremos los últimos tras esta lucha. Y Dorwas...

El enano estaba bebiendo otro de sus odres cuando la druida y trató de responder, consiguiendo emitir solamente un ¿¿Grmph??

La druida puso los ojos en blanco y luego señaló hacia las columnas.

¡SALTA!

El enano sonrió y comenzó a dar unos saltos faltos de toda agilidad pero compensados por unas fuertes piernas hasta que llegó al otro lado.

Diegen, te quiero en las escaleras, controla que no baja ningún grupo ni Zayifid en solitario.

Zayifid no puede bajar aqui, necios - piensa el mago intentando recuperar el aliento 

Turnling cruza el mar de oro detrás de Itzala.

No es para ti. Dentro de poco no lo vas a necesitar y tengo que cruzar si ayuda de nadie... Espero que esta armadura nueva no me desequilibre

Parece que por una vez el noble llega sin problemas al otro lado.

Jonova volvió a saltar de columna en columna con la misma falta de habilidad de la otra vez.

El milagro fue que no se precipitara al oro de cabeza.

Mira que intenté que colaboráramos antes de entrar en esta fortaleza con una subida por una pendiente con una cuerda... pero parece que somos incapaces de colaborar un poco en un plan.

- Creo que deberíamos ir pensando qué vamos a decir a Rokova y a las alimañas (*)

...comenta Diegen a Dorwas y a Jonova mientras les ayuda a saltar de bloque en bloque. Secretamente, desea que Jaali se caiga al oro a ver qué pasa. Después salta él...

...y salta un poco corto, pero Amara está cerca y le tiende la mano para que se equilibre. Ambos saltan el resto de pilares sin más incidentes.