Partida Rol por web

-Amanda, no es gas venenoso ni nada asi es mas que otra olor a descomposicion-me dirijo de nuevo a Emily-anda ven aqui, es mejor que te acuestes un rato, te avisaremos cuando la cena este servida, de acuerdo?-le sonrio para que este mas tranquila y la voy llevando a la habitacion mas alejada del baño.

Entro en la habitación

Miré al muerto y traté de mantenerme digno, aunque el estómago se me revolvía y quería devolver lo del día anterior; cuando veo a Amanda pasar gritando.

- Hey Amanda, que huela a podrido no significa que sea tóxico...- le comenté, mientras ella trataba de salir y tratar de cerrar la puerta- vamos, sé fuerte, pues creo que realmente el enfermo va en serio con eso de matarnos.- entramos de nuevo a la habitación con la chica.

-debemos sellar esta habitación o deshacernos del cuerpo, por el problema de que se transforme en algo peor y nos enferme e infeste el lugar, pero antes, quizás deberíamos buscar si trae consigo alguna identificación, o algo que nos ayude a salir de aquí- les dije a los demás, esperando a que alguien me ayudara.

Salgo de la habitación sacudiéndome las manos,-Aquí dentro no hay nada mas que un muerto, será mejor que cerremos la puerta antes de que este hedor invada toda la casa. Me dirigí a toda prisa a la cocina, la carne seguro que ya estaba en su punto, aunque tenía el estomago medio revuelto por el olor.

Un vez en la cocina apagué el horno.

Me acerco al marco de la puerta del cuarto para ver de dónde procede el olor. Quiero investigar exactamente los motivos, mi preocupación va gradualmente a más según ocurren cosas que aumentan la tensión. 

Me preocupa mucho Amanda. Es una buena chica, y lleva esto lo mejor que puede. me gustaría poder hacer algo más por ella, pero tengo la impresión de no poder hacer nada ni por mí misma.

Tengo que empezar a llegar al fondo de todo esto, pero la organización es la clave. Que cada uno se dedique a lo que mejor sabe.

-Amanda, cariño, voy teniendo hambre, ¿querrías ir mirando cómo va esa carne? Matt, ¿cómo está Emily? -Me agacho, a ver si puedo comprobar si hay algo extraño en ella a primera vista. -Dillon, ¿querrías ayudar a Matt a reincorporar a Emily?

Probablemente, ninguno habrá escuchado atentamente lo que he dicho. De hecho, todos estaban ya haciendo esas tareas en parte. Pero me da la suficiente naturalidad como para levantarme tranquilamente y meterme dentro del dormitorio del que sale esa funebre fragancia.

Siento un poco de calma al momento que Matt me rodea con sus brazos y pregunta por mi estado, aun sin poder organizar palabras en mi boca respondo asintiendo con la cabeza pero aun temblorosa y confundida. Trato de incorporarme nuevamente con la ayuda de los que estén cerca de mí; -¡NO!- sale un grito casi ahogado ante las palabras de Matt a decir que vaya a la habitación, -Ya estoy mejor, no es necesario además no quiero quedarme sola, por favor- aprieto su mano, sin hacer daño, lo suficiente para que note mis nervios.

Quizá hacerme la chica ruda en principio no fue un buen plan y por ello estaba pagando las consecuencias. –Lo siento chicos pero yo… yo creo que no tengo apetito-.

-La comida está lista- , anuncio a todos. -Yo tengo bastante hambre, además hace horas que ni comemos ni bebemos. Pongo sobre la mesa la bandeja de carne con patatas y champiñones, agua, vino, servilletas platos, tenedores y cuchillos.

¿Qué tal si nos sentamos, comemos y hablamos un poco para relajarnos?, Me siento en la mesa y espero un poco para ver qué hacen los demás. 

-Tranquila, es normal, ver un cadaver le revuelve el estomago a cualquiera-la acompaño al comedor junto al resto-si quieres puedes ir a la biblioteca para relajarte, la hemos encontrado en una de las puertas que estaban cerradas  y esta bastante bien, yo me puedo quedar contigo, al fin y al cabo de revisar los ordenadores que hay-espero su respuesta para asi saber si hoy ceno o tendre que esperar un poco.

-Lo siento Amanda, pero yo no creo poder comer, la verdad se me ha quitado el apetito… espero que entiendas- La idea de Matt no estaba mal, quizá si distrajera mi mente en otra cosa que no fuera la de pensar en ese cuerpo hecho trizas sería mejor. –Me parece bien, vamos, enséñame donde está- Aun así, no me iba confiada, ya les habían clavado la espina del asesinato, no quería ser la primera en ser abierta como un trozo de carne para asar, además de que Matt no era del todo confiable, desde un principio siento algo que no me deja poner confianza en él; estaré preparada para cualquier cosa que acontezca.

-Bien, sigueme-la llevo hasta la biblioteca pero antes me detengo y le digo a Amanda la cocinera-cenare mas tarde, nos vemos luego-me despido del resto y sigo guiando a Emily hacia la biblioteca-.

-Bueno yo voy a comer, si gustan-Me sirvo un trozo de carne con guarnición y abro una botella pequeña de agua,-¿Creéis que vuestros conocidos ya os habrán echado en falta? No se si mis padres se habrán dado cuenta de mi ausencia -Igualmente tenemos ninguna referencia de dónde estamos metidos, ni si es de día o de noche. Winter me pone un poco nerviosa con su silencio,-Oye, ¿a ti te ha comido la lengua el gato?, tía desde que te encontramos casi no has articulado palabra, te vendría bien desahogarte un poco. Respiro hondo, aparto el plato y me llevo las manos a la cara,uffffff menuda mierda.

Vuelvo al pasillo y miro el estropicio que he liado. Voy a la cocina y busco una fregona y un cubo. Los cojo, lleno de agua el cubo, también cojo un bote de fregasuelos que encuentro en uno de los cajones de la cocina y salgo al pasillo a recoger mi vómito. Después, digo desde el pasillo en voz alta: -He tenido un día muy duro chicos, creo que es hora de descansar por hoy. Por favor, no me molestéis si no es importante, me apetece estar sola, y creo que, dadas las circunstancias, no soy la única. -Me paro un segundo en la puerta de mi cuarto. Me doy la vuelta y esbozo la mejor sonrisa que puedo. -Buenas noches chicos. Tranquilos, saldremos de aquí. Sed fuertes.

Entro en mi cuarto y cierro la puerta tras de mí.

Salgo de mi cuarto y llevo el cubo de la fregona, la fregona y los demás utensilios que cogí de vuelta a su sitio. Observo, cuando ando camino de la cocina, quién queda en el salón. En un punto de la cocina visible desde el salón, tiro el agua del cubo y lo limpio. También dejo el fregasuelos en el cajón del que lo saqué. Ser rehén no implica ser desordenado, Amanda.

Después de pasar nuevamente a la sala donde estaban todos reunidos, me despido, pensaba que era mejor ir a descansar un poco, aunque sentía que no podía pegar el ojo, era mejor aunque fuera recostarme y ganar un poco de energía, no quería que cualquier situación me cogiera por sorpresa. –Bueno chicos, yo pasaré a una de las habitaciones, a la que desperté iré a descansar un poco, a lo mejor recuerde algo de antes de llegar aquí-

Me dirijo a la habitación, al llegar allí, cierro a mi paso, si tiene alguna manera de asegurar la puerta le pongo el respectivo seguro, si no, pues será dejar por el momento la situación así.

Despues de que todos os acostarais, extrañamente, todos encontrais alivio en vuestro sueño.

Parece ser como si llevarais una eternidad dormidos cuando un pitido constante hace que os vayais despertando, parece ser que es la hora de moverse.

Entre abro mis ojos, había dormido casi placentero si no fuera porque toda la noche me la pase despertándome y observando la puerta aun sabiendo que estaba asegurada, pero con todo lo que ha pasado creo que cualquier cosa puede pasar; muy al fondo comienzo a escuchar un pitido casi desagradable que me alcanza a descomponer el estómago, pero por un momento me calmo y me levanto.

Camino hacia la cómoda, observo la ropa que hay allí, me llama la atención un pequeño sobre que hay, aunque paso de el por el momento y me pongo algo de la ropa que hay allí, luego tomo el sobre y lo voy abriendo mientras salgo de la habitación hacia el lugar donde comieron los compañeros la noche anterior.

Salgo de la habitación y en el pasillo me encuentro a Emliy, -Buenos días Emily, ¿qué tal has dormido?, aun tiene cara de dormida y me fijo en que sostiene un sobre,-Que, ¿un regalito de nuestro amigo el colgado?

En mi camino al salón me encuentro a la Amanda del cabello lila, que me saluda muy formal, -Buenos días Amanda, pues bien… quizá, si, bien- digo asintiendo con la cabeza pero pensando en que por mi rostro era notorio que no la había pasado muy bien esa noche. Me quedo mirando nuevamente el trozo de papel, y respondo a su pregunta, -Si, quizá sea de él, la encontré anoche, aunque no tiene mucha importancia- continuo mi camino hacia el salón.

Sigo mi camino hacia la cocina para prepararme algo para desayunar. No se si el resto ya se han despertado. No he pasado la mejor noche de mi vida pero las he pasado realmente peor. En el trayecto hacia la cocina no oigo movimiento en las habitación por lo que deduzco que el personal sigue durmiendo. Me muevo con cuidado para no hacer mucho ruido.

Ya en la cocina me sirvo un tazón de leche, le añado una cucharada de cacao en polvo, cojo una caja de cereales y me siento en el comedor a desayunar tranquila. No me apetece pensar en nada, sólo yo y los cereales.