Partida Rol por web

Rio alto al oir hablar al gato redondo. 40 dolares un maldito coctel? Si no fuera por el banco que había atracado hace poco habría tenido suerte si le hubiera dejado algo más aparte de una pelusilla.

-Has tenido suerte con el color de la bebida , pero no te pases. Eso depende amigo...-chasqueo mi enorme mandibula- ¿De que sector... negociaremos? Tengo cierto interés en un mercado que no esta socialmente bien visto, no se si me entiendes.-Dibujo la palabra ILEGAL con el dedo en el aire y un corazon como puntito de la I. 

Muevo las cejas con una sonrisa mientras saco un pequeño cilindro de metal de un bolsillo mío.

-¿Que beneficios esperas obtener, aparte de mi deliciosa compañía y la de mis... amigitos cuadrados y verdes?

Hablaremos del negocio en privado. No quiero que todos estos nos escuchen. Dijo señalando al resto de habitantes de la casa. Pero primero me traigo algo entre manos con ella, dijo señalando a la mujer borracha. Después hablaré contigo. Pero no, no es nada... y escribió también, en el aire, la palabra "ilegal" con sus pequeñas manitas sin dedos.

Alicia, que seguía inmersa en su paranoia filosófica del juego yo nunca no se enteró del anuncio del judío despreciable. Tampoco pareció reparar en la presencia de nuevos inquilinos pero la del gato no le pasó desapercibida.
-Tú, gatomierda, empieza a comportarte como el animal que eres, maldita sea-le espetó- Wonder y yo estamos intentando jugar a un juego, ostia yaa..-y, como salida de un hechizo miró al caraverde, clavando los ojos en el llamativo sombrero amarillo plátano.-Uaaaaaaah, hola Sombrereroooo-canturreó alegremente cambiando completamente de carácter dibujando una amplia e ingenua sonrisa en el rostro

Como afectado por un rayo me giro en redondo y me quedo mirando a Alicia.

-¿Que me has llamado querida?-sonrio encantado. No tenia ni idea de quien era ese sombrerero, pero si siguiendola el juego me ganaba un huequito en su corazon (o en su cama), tampoco le haría asco la verdad- Me temo que te confundes de persona, cielo... Y eso que con mi cara eso no suele pasar muy amenudo.

Alicia ladeó la cabeza y el cabello rubio cayó como una cortina dorada sobre uno de los hombros mientras señalaba con un dedo el atuendo del hombre de cara verde y de enorme dentadura que ni en los anuncios de Licor del Polo.
-¿No eres mi Sombrerero?-preguntó algo contrariada. Miró a Wonder, la Reina Roja y su vaso vacío pues aún no había tomado una sola gota de alcohol por lo que su alterada percepción de la realidad no se había visto enturbiada por mezclar medicación y alcohol-Me habré equivocado, por el sombrero, ya sabes-asintió y, en un instante raro de lucidez vio claramente en su mente como Doraemon sacaba un consolador gigante y le petaba el culo al cara verde...¿sabía él dónde se metía y qué le meterían si iba con el gatoloscojones?-Peeerdoooón-gorgeó inclinando la cabeza hacia delante.

Antes de que terminara de hablar cojo la mano de la rubia. Me gustaban las que estaban tocadas por la locura. Eso siempre animaba las cosas. Incluso al memo de Ipkiss le gustaría esta encantadora muñequita.

-Pide por esa boquita carita de angel-rio y beso su mano-, ¿Quieres que sea tu sombrerero? Sea lo que sea...

En cuanto Wonder Woman vio entrar a los entes masculinos en la casa se quedó un momento paralizada. Quería saltar encima de ellos, reventarles la cabeza contra la pared, hacerse un collar con sus dientes... pero no podía, tenía que recordar los pasos de la terapia.

Iba a jugar con Alicia; pero parecía entretenida con el hombre del sombrero y ahora Doraemon seguía hablando de "verdes" con ese ser inferior- Podemos hablarlo aquí... -dijo mientras, de pronto señalaba a la nada- ¡ALICIA! ¡ALLÍ HAY ALGO! -dijo hiperconvencida, como saliera Alicia corriendo se reiría... pero ahora pensando tenía que hacerse con una cosa para reirse más aún.

Alicia, que aún se preguntaba para qué querría un hombre de Sombrerero si no tenía ni idea de sombreros giró la cabeza con rapidez hacia donde Wonder señaló y salió disparada hacia esa dirección, arrastrando consigo a Verde en su carrera. Frenó en seco al llegar al rinconcillo y la corta falda ondeó ligeramente.
-...¿qué se supone que había?-rezongó mirando de un lado a otro sin encontrar nada digno de mención. Cuando quiso darse cuenta mantenía a Verde sujeto de la mano.-¡AH!--le soltó ruborizándose y se llevó las manos a la espalda-¿Y tú qué buscas?-preguntó como si no le hubiera arrastrado ella hasta allí

Me quedo mirando desde abajo a la chica. Este sitio promete... Pese a la interrupción de la exuberante y ebria morena (o quizas gracias a ella) estaba disfrutando de unas vistas realmente maravillosas

-¿Yo? Estaba comprobando que los gatos invisibles se hayan ido... Son muy molestos apareciendo y desvaneciendose sin previo aviso, robando las bebidas... Fijate que creo que la mujer morena tiene uno en la cabeza y todo.

Alicia abrió los ojos de par en par volviéndose hacia Wonder. ¿Tenía un gato invisible? Tal vez escondido en la espesa cabellera negra... y por supuesto el gatoguarrodecolorpitufo.
-¡¡¡PUAGH NO!!!-declaró con una mueca de asco que bien podría ser pánico-Tienes que salvar a la Reina Roja-señaló a Wonder-Está triste porque antes era un chico pero su madre le hacía vestirse de chica-explicó la muchacha-la cortaron el pito y por eso necesita hacerse amiga de... del mediometro sin orejas, para que le dé uno y volver a ser un chico entero-sujetó a Verde por las solapas amarillas y tiró de él un poco con intención de zarandearle, pero Alicia nunca destacó por su fuerza física y ni le movió-No dejes que los gatos la violen¡¡será terrible!!-frunció los labios en una mueca infantil mirando al vacío un par de segundos-¡Y no dejes que los gatos invisibles vengan a por mí otra vez!

Sorprendido enormemente por su reacción dejo que mi mandibula cuelgue sola unos segundos antes de rodear su pequeño cuerpo con un brazo y ponerle mi sombrero encima.

-Con esto ya no te reconocerán y no vendrán a por ti... Pero no te queda muy bien. -sin soltarla esnifo un poco de polvo de la alegría del tubo que luego guardo de nuevo en un bolsillo.- Bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeno encantadora muñequita... ¿Donde duermes?

Alicia levantó un poco el ala del sombrero para poder ver a tiempo algo que Verde volvía a guardar en el bolsillo. No le dio gran importancia, alzando la barbilla para alcanzar a verle la cara.
-Ah, pues donde todas las chicas, aunque mi cama no tiene sujecciones para los tobillos ni las muñecas-explicó con gran desilusión tirando de la manga de Verde guiándole por el pasillo-¿Ves? no hay ninguna cama con correas, éstas son la de las chicas y esos de ahí..-avanzó un poco más-es la ... eso, ya sabes... leonera de los chicos, aunque ahora mismo es un establo pues no duermen personas-después de todo, Doraemon no era una persona ni por asomo.-Se volvió hacia Verde balanceándose sobre los talones con las dos manos a la espalda, intentando ver algo sin que el sombrero se le deslizara hacia delante-[b]Será mejor que vaya a buscar lo que decía Roja, o se enfadará y lo mismo empieza con no se qué de limpieza... con lo fácil que sería decirle al plumero guarrillo-Daysi, presumiblemente-que hiciera algo productivo.¿Conoces a Holli? Es también así como muy rubia, la Reina Blanca... pero no habla mucho, solo observa-se puso un dedo en la barbilla-A lo mejor es lo que le mola...-divagó mientras Verde decidía si instalarse en el cuarto de los chicos eligiendo cama, armario o lo que hiciera falta

Asiento a medida que la chica habla. Valgame el cielo, esta mujercita esta como una regadera... y para que eso lo diga yo ya es un señor cacao mental. Me encanta. Me siento en la primera cama que encuentro. Tampoco tengo equipaje ni nada mas, así que no hay mucho mas que hacer.

-¿Holli? Ay la pobre ya fué expulsada, niña. Su nombre estaba en las papeletas.-Me inclino hacia delante al tiempo que hago un gesto para que se siente conmigo.- ¿Que te trajo hasta aqui? ¿Quieres librarte de la reina?

Al oir la historia de Alicia no puedo evitar soltar una sonora risotada, gatos... Aish... Despues de dos minutos riéndome sin parar por lo irónico que me había resultado eso, miro sonriente a los nuevos. Bien venidos. Espero que os lo paséis bien aquí. Vuelve a reirse un poco por lo que dijo aAlicia y esta vez, mira a las que van a jugar y se dirije a Wonder. Eh, moza, me apunto al juego.

-¿Se ha ido?-parpadeó abriendo sentándose en la cama con las rodillas juntas y alisándose la falda sobre los muslos al hacerlo-Oh, pues es una lástima que haya sido ella y no uno de los animalitos-dijo sin ningún reparo echándose un poco el sombrero hacia atrás como si fuera una pamela. El hombrecillo de cara verde era conversador y a ella no le importaba informar. Que lo que dijera fuera mínimamente real o coherente era otra historia, ella no hacía diferencias.
-Ah, no no, la Reina Roja es bastante maja... pero confraterniza con gatos. ¡CON GATOS!-dijo como si tal idea fuera ridícula e imposible-el problema es el gato, debe desaparecer...y la pata, aunque no es desagradable, sigue siendo incorrecto que animales o incluso la niña alada, esa, la luciérnaga, ¿la has visto?-le preguntó cogiendo un mechón rubio y enroscándolo en los dedos distraída-lo que decía, no está bien que los animales anden en la mesa, mis padre me lo decían cuando estaba en el hospital
Alicia sonrió y hasta ellos llegó la vocecilla aflautada de Daisy que hablaba sobre el juego que había intentado establecer Wonder con la proposición de Alicia.
-Bueno, me abandonaron en la puerta de los estudios porque creyeron que se habían pasado de rosca conmigo entre los naipes y tal, me desperté y aquí estoy-se encogió de hombros-¿Te sabes algún juego? Íbamos a jugar a algo... por si te apuntas-la jovencita soltó el mechón de pelo-¿No traes nada?¿de dónde vienes? -resopló por la nariz y ladeó la cabeza tanteando el pastillero del bolsillo palpando por encima de la tela, no le quedaría mucho para tener que tomarse oootra pastillita.
Jo, pobrecito, seguro que también le han acosado los gatos y por eso tiene un sombrero que te libra de los gatos invisibles.

- Wonder, el negocio que quiero hacer debe hacerse en privado. Si lo rechazas quizá hable con Verde, seguramente él me sirva de la misma ayuda que tú. Así que tú decides, pero cuanto antes hablemos será mejor para los dos. Créeme.

Fry entra detrás de verde con un veliz negro tiene chapa y todo, alcanza a ver todo el teatríto que arman con la desequilibrada de Alicia. 
- Gracias gatito, brindemos - le dice al gato y la bebe de un solo trago.

Se ríe a carcajadas de como le toman el pelo a la rubia, y de lo que la rubia dice, - Vaya que este programa es mas divertido en vivo que cuando se le ve por TV -  Fry camina hasta la sala donde se disponen a iniciar un juego, se acomoda en el sillón no sin antes servirse otra copa del extraño brebaje del gato azul.

- ¿De que va el juego señorita wonder? - le dice sonriendo.

Se acerca asta el oído de Wonder W para decirle algo.

-Es verdad lo que dice la desequilibrada de usted?- 

Rio sin poder evitarlo. La chica me hace gracia. Su locura es gratamente refrescante.

-A mi no me molestan los animales. Pero si no te gustan siempre pueden ir desapareciendo. No es complicado, basta con votarles para que se vayan igual que la otra rubia encantadora.-digo tranquilamente. Al oir la pregunta de los juegos miro a Alicia a punto de reirme. esto es demasiado-. Ohhh me se un par o dos. Por ejemplo hay uno con dos personas muchas correas, latigos... Pero no se si te gustaría.

Cierro la boca y miro al frente luego.

-No traigo nada, por que no necesito nada. O casi nada la verdad. Vengo de un sitio muy lejano, tanto en distancia como en tiempo. Un pais cubierto de nieve lleno de bosques blancos donde los humanos malvivían como podían.

Alicia sintió una profunda penita por Verde así que le dio un abrazo frotando la mejilla contra la de él.
-Pero ahora estás aquí-afirmó muy contenta-y podemos ir a jugar todos, aunque lo de los látigos creo que hace bastante daño, una vez pegué a un naipe con uno y me tuvieron atada a la cama durante tres días, para lavarme me tuvieron que lavar ellos con una manguera, sí sí.

Se incorporó y dio una vuelta sobre sí misma.
-este sitio es enooooooooooooooooorme-dijo abriendo los brazos-si tienes frío buscaremos algo con lo que puedas calentarte.-madre decía que si le das fuego a un hombre estará caliente un rato, si le prendes fuego lo estará el resto de su vida. Metió la mano sacando el pastillero y se tomó una píldora morada, volviendo a guardar la cajita metálica. Las pupilas se dilataron y se sentó sobre las rodillas de Verde, entrando en un viaje psicotrópico-¿Donde vivías teníais todos la cara verde y sin orejas? Es muyyyy muyyyyyy verde-pasó los brazos alrededor del cuello de Verde y las yemas de los dedos pasaron por la superficie pulida del cráneo-¡uah!-le miró la boca, cuyos protuberantes labios se hinchaban de forma hipnótica en su visión de los mundos de Yupi.