Partida Rol por web

Era realmente extraño, ver a través de los ojos de otra persona, sentir lo que sentía el Lord era desconcertante. Mire mi atuendo con extraña familiaridad, mire mis manos con desconfianza y toque mi rostro. No era mi rostro, es más, las personas que me acompañaban también habían cambiado.
La experiencia de las visiones había pasado al siguiente nivel, nos habíamos convertido en parte de ella.
Trate de examinar los pensamientos del Lord, claramente compartía con el Lord algo del desprecio que sentía hacia Jonathan, por su culpa era que nos encontrábamos atrapados en esta casa.

¿Elizabeth, pero que has hecho? ¿Porque has cortado las muñecas?.

¿Y tú qué haces aquí? me dirigí a Jonathan.  Pensé que te había advertido que te alejaras de mi prometida. Era el Lord hablando en ese instante, como si se tratara de un acto reflejo.

Me toco el golpe devuelto, lo he sentido como cualquier otro, miro las muñecas de Marta y me pregunto si ella también sentirá esos cortes como suyos. Puede que no tengamos mucho tiempo y esta gente pierde el tiempo jugando a los roles.

- Vamos a ver, Lord Fred y Lady Miguel, qué tal si nos centramos y olvidamos las caretas estas que nos han puesto por un solo momento. Ésto es lo que yo pienso, las veces que nos ha hablado Sarah, no nos habló la niña dulce, la víctima, nos habló un espíritu atormentado, oscuro y el cual, personalmente, me da bastante miedo. Habló sobre Ella y sobre el Amo como personas de las que cuidarnos pero a las que sigue. Creo que la sombra que está en la cruz no es ningún anticristro, es Elizabeth atrapada, el espíritu que está en el cuerpo del zombie es el demonio, del que tenemos que deshacernos. El ritual de resurrección no es una opción. Toda la búsqueda de materiales ha estado dirigida por ese Amo, creo que hemos hecho el gilipollas. De hacer un ritual, cosa que no me gusta, pero si Martha está decidida a ello no crea que pueda decir mucho al respecto, el que tendríamos que hacer es el de reencarnación, para volver el alma encerrada en la cruz al cuerpo al que pertenece y dejar encerrado en el pentagrama al espíritu que la poseyó. Bantha lo dijo en la visión de la capilla, ella quería morir, el ritual de resurrección sólo traería problemas. Y para hacer lo que propongo aún necesitamos la máscara.

Mientras hablo no puedo evitar que mi mirada se vaya a las muñecas abiertas de mi pequeña Liz...

- Este recuerdo vivido es anterior al del altar, es el recuerdo de cuando Bantha aun estaba de acuerdo con el ritual...- digo en voz alta mientras reflexiono sobre lo que hemos visto.

Mientras todo mundo daba su opinión de que sería mejor hacer o no, Liz cogió el libro del ritual: para su sorpresa, entendía a la perfección aquellas letras que antes le parecían desconocidas. La única explicación posible era que dicho idioma no era extraño a su pasado y su mente ahora recordaba el significado de las palabras. 

Los otros, viendo la cara de sorpresa de la joven, se acercaron y también vieron que el lenguaje antes indescriptible, era claro como el agua:

"Para reencarnar debéis hallar el lugar sagrado. Selladlo de espíritus perversos. Las yerbas buenas tienen el poder junto con una oración poderosa: Utsunam Debri Ignatum"

Allí es donde aparece el dibujo de la mujer, encerrada en ese círculo de sal, y ese vapor que sale de su boca. Los chicos siguen leyendo.

"El mal dejará su vehículo y encontrará otro a menos que las cosas sean hechas como corresponde, pues el Demonio es perverso y os buscará engañar. Debéis conservar atado al cuerpo mientras el alma busca retornar a él, el mal sino volverá y lo animará, pero debéis aseguraros de sacarlo de allí. Repetid luego la oración: Lesasmus diore ignitus".

"Clavad el cuchillo tres veces en el pecho cuando el demonio quiera retornar, y lo hará. En la tercera vez, tres veces tres, será cuando el alma llegue y acabe el hálito del mal. No os asusteís por la sangre, la sangre se secará. El cuerpo volverá a la vida ya libre del mal que lo aquejó y ni siquiera habrá marcas de daño. Fuerte es el Espíritu que invocado destruye al Oscuro y a su prole."

Luego venía más texto:

"Entonces recordad el Ritual: el círculo de sal, la poseída atada de pies y manos, el cuchillo del ritual. Primero la oración primera y luego el alma negra querrá salir pero se hará manifiesta. Luego matad para renaced, y el alma será cambiada por la verdadera, la que ahora no halla consuelo. Luego la segunda oración y las yerbas sobre el cuerpo que está a punto de liberarse del todo. Finalmente el bien sanará las heridas del mal, pero no oigás al Demonio mientras está saliendo, pues sus palabras son mentiras fieles y porque os pondrá uno contra el otro."

Leí el ritual con asombro. Tantos símbolos satánicos para devolver un alma a su cuerpo. ¿Era esa nuestra misión? ¿Y teníamos que matar a Marta para conseguirlo? Así sólo haríamos que su alma desapareciera. No era el cuerpo de Marta lo que necesitábamos...

Creo que todos tenemos claro que tenemos que ayudar que el espíritu de Elizabeth vuelva a su cuerpo, y devolvamos al demonio que la posee al infierno del que nunca debió haber salido. Pero no, me niego a aceptar que haya que hacer eso señalé a la parte del texto que hablaba de acuchillar al cuerpo de Marta. Ella está viva, y si la matamos, no retornará su espíritu, sólo lo hará otro demonio

Sigo con mi idea. Hay que encontrar el cuerpo de Liz y hacer el ritual

- Está bien Jonathan, pero antes tendremos que comprobar si podemos salir de aquí. Creo que la casa no está del todo explorada y aún no hemos encontrado el cadáver. Quizá debamos investigar las habitaciones que nos quedan e incluso volver a mirar en las que ya hemos visto. El baño, donde vimos aparecer el cadáver podría ser una buena opción. Después podemos ir a la habitación de Bantha, quizá su fantasma pueda volver a ayudarnos en todo esto. Son solo ideas pero antes de hacer nada creo que deberíamos registrar todo antes.

- Me parece bien el investigar los lugares de la casa que queda por mirar, pero no creo que encontremos el cuerpo de Elizabeth y en caso de hacerlo sera como el de Sarah, solo huesos, pensad que esto paso hace mucho tiempo. Si leeis bien, pone que si todo sale bien las heridas se curaran, por lo que aunque parezca que morire no lo hare, tenemos estas apariencias por algo, es la forma de los miembros de la casa de decirnos que es la hora, no creo que nos volvamos a encontrar con ningún fantasma del pasado ya que hemos ocupado sus "cuerpos". Tenemos las hierbas, tenemos el cuerpo, el mio, y tenemos el ritual, yo creo que va siendo hora de hacerlo, solo entonces todos los miembros de la casa encontraran la paz, incluidos nosotros mismos

Leo con detenimiento los textos que antes no eran para todos más que borratajos e intento memorizarlos a conciencia, quién sabe si la casa no volverá a arrebatarnos esta capacidad de poder leerlos, perderemos el libro o vaya a saber Dios o el Diablo qué. Me cuesta mucho no desviar mi mirada de la lectura a las heridas en las muñecas de Marta.

- Totalmente de acuerdo contigo Nacho- recalco bien su nombre para que mis compañeros no se dejen influir por lo que ven y se pierda entre las ilusiones de la casa-. Pero antes tenemos que asegurar que las heridas de Marta no vayan a peor, recordemos que Elizabeth murió aquí y ahora ¿Cómo te encuentras? ¿Sientes las heridas como tuyas o sólo son ilusiones de la casa?

Corto dos tiras gruesas del mantel para improvisar unas vendas aunque no estoy muy seguro de que esa tela sea la mejor para ello, por lo menos sé que son reales... más o menos. Levanto la vista de la tarea cuando habla Marta.

- ¿Estás decidida entonces? Pero si conseguimos hacerlo traeremos a Elizabeth y si no al demonio otra vez ¿Qué pasará contigo?

A David no le hacía mucha gracia que jugáramos un poco con nuestros nuevos roles. Aunque no podía evitarlo, aquellas ropas y aquella piel me empujaban a hacerlo.
Me sorprendió que ahora pudiera leer el libro. Atentamente le di un vistazo a los detalles del ritual como todos.
El lugar sagrado debe ser la iglesia dentro de la casa,  estoy seguro que podremos encontrar la sal que necesitamos en la cocina.
No me agrada mucho eso de los apuñalamientos en el pecho. No habrá otra Elizabeth? Una  Elizabeth zombie que no le importe ser sacrificada? A esa bestia no parecía importarle nada, lo unico que parecia motivarla era devorar a los habitantes de la casa.

- Sin duda debemos investigar el resto de la casa, quizá nada encontremos, pero no podemos quedarnos con la duda. Total por un poco más de tiempo que pasemos en este largo y extraño día no creo que pase nada. Aunque me preocupa que no pudimos salir de aquí después de que se marchara Goliath, ¿alguna sugerencia sobre como escapar de esta habitación?

Ayudadme. Voy a mover muebles y todo lo necesario. Si esa puerta está cerrada, seguro que hay otra oculta

-¿Por qué no probamos por la entrada por la que vinimos?  No sería la primera vez que una puerta está bloqueado momenténeamente por la casa y luego se nos abre el camino. Además tengo curiosidad por lo que haya querido monstrarnos Goliat en un principio.

Aunque algunos muebles se estaban corriendo, la idea de Bantha no fue desperdiciada. La puerta principal que pertenecía al cuarto de los padres de Liz ahora se encontraba abierta. Goliat esperaba afuera, moviendo la cola animosamente, y no extrañado al parecer por los nuevos cuerpos del grupo.

Quedaban dos puertas por investigar: dos y toda la casa habría sido visitada, dos y sería el momento de enfrentar las decisiones, no había ya vuelta atrás. 

-Arf!! Arf!!

Dijo el perro y esperó, no se movió por lo pronto... entonces corrió. Lo siguieron y se encontraron en ese pasillo que doblaba en tantos sectores (desde donde habían accedido al baño donde Liz se había querido cortar las venas esa vez) Entonces el perro se sentó, entre las dos puertas que quedaban sin abrir.

-AUuuuuuuuuuuuuuu!!

Gimoteó.

David tenía razón, la puerta de la habitación que antes se había cerrado ahora estaba abierta. Goliat parecía querer mostrarnos algo.
Creo que Goliat quiere que revisemos estas habitaciones. Decisiones, decisiones... Lo pensé por un momento.
Creo que tomare la de la izquierda. Trate de abrir la puerta de la izquierda para poder ver los secretos que ocultaba.

Toqué las heridas, salían sangre, pero no sentía dolor, no sabía si eso era bueno o malo, si me terminaba de desangrar no sabía si podía morir o no al no sentir el malestar que debió sentir Elizabeth

- Yo...estoy bien, eso creo, no siento dolor, pero estoy conforme en que vendemos las heridas no se si podré desangrarme, asi que mejor prevenir

Dejé que me pusieran unas improvisadas vendas en las muñecas, para intentar parar la hemorragia, ande detrás de todos hasta que Goliat se paró, solo quedaban dos habitaciones que mirar

- Solo quedan dos habitaciones, deberiamos separarnos, estamos muy cerca para que si pasa algo nos podamos encontrar rápidamente, asi terminariamos de revisar todo antes, no es por meter prisa, pero no me gusta nada que las heridas que tengo sangren.

Sobre lo del ritual..., creo que está hablado y decidido que debe ser este cuerpo, no se que pasara conmigo si conseguimos traer a Elizabeth, quizas quede en otro plano o algo asi, quizas no pueda volver a mi cuerpo hasta que todo este solucionado y la casa esté en paz, pero eso ya dependera de vosotros y de como hagais el ritual, es un riesgo que hay que tomar

Marta, parece que estás deseando morir. La única que ha decidido utilizar tu cuerpo para traer el espíritu de Liz eres tú, los demás no parecemos muy dispuestos.

Está bien, separemonos. Miguel y yo iremos a la puerta de la izquierda. Los otros tres, por la derecha. Creo que, si ocurre algo, con gritar será suficiente para oírnos

- Me parece buena idea, sinceramente me temo que algo malo va a pasar, pero así terminaremos cuanto antes.

Fred, Miguel y Nacho, en sus nuevos cuerpos, cruzaron una de las puertas y se dispusieron a intentar develar si la habitación contuviese algún misterio. Se encontraron conque el cuarto era de mujer. Tenía una cómoda en dónde unas muñecas de porcelana danzaban un baile invisible. Las paredes estaban tapizadas en color pastel, con algunas rosas rojas.

Había una cama de una plaza y al lado una vieja cuna. El resto del cuarto, exceptuando la cuna, parecía nuevo.

Un espejo oval ocupaba una de las paredes. Ese espejo reflejaba un cuadro del otro extremo: en él había una mujer de color teniendo entre sus brazos a una bebé de piel clara. Abajo alguien había escrito: "Liz y su nana, Bantha".

La cómoda tenía unos cajones que dentro contenían pañuelos, ropas, y un relicario con un retrato de Liz.

Parece que éste era el cuarto en dónde la nana la cuidó por muchos años, cuando la joven era aun una bebé.

David acompaña a Marta a una de las puertas, en la otra Fred y los otros dos chicos ingresan, cada uno en su búsqueda de resolver este misterio.

Entran a un cuarto de baño. La puerta está llena de moho, lo mismo que las paredes y todo el suelo. Hay un hedor a humedad tan intenso que se necesita una gran fuerza de voluntad para no dar un paso atrás y salir de este sitio.

Un inodoro se encuentra a la izquierda del cuarto, con la tapa bajada y algunas cucarachas caminando por su superficie. Del otro lado hay un lavatorio antiguo.

También una tina ocupa un extremo de la habitación, está medio llena pero el agua es fangosa, no se puede ver bien lo que hay en el fondo.

Por último, arriba del labatorio, hay un hueco oscuro en el sitio en el cual el espejo debería encontrarse.

Entre con cuidado a la habitación con mis amigas puntiagudas por delante y miré a mi alrededor una muesca de asco, no por el moho, no por las cucarachas, si no por ese hueco negro en la pared. No sé qué podría haber en ese hueco, ni siquiera si podía haber algo o sólo era falta de luz, pero me daba náuseas.

- No me gusta este sitio. No te separes de mí, pequeña. Yo te cuido la espalda y vos cuidás la mía, yo ya no me fío de nada en esta casa.

Con la punta de las tijeras levanto la tapa del retrete y si allí no hay nada reviso la cisterna.

- No pierdas de vista ese agujero negro, no sé si me estoy volviendo paranoico o qué, pero no me gusta.