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La Corte

La Corte Nocturna

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21/04/2010, 09:05
Director
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21/04/2010, 09:17
Director

La noticia de la ejecución de Silveria había causado no menos que protestas por parte de todos. Cassia había acusado a Griselda de traición a su propia amiga, que cómo podía vivir con la conciencia tranquila después de mandarla a la horca. Entre todos habían conseguido que Venace gritara ido por la ira que se fueran todos de allí, que si no sabían mirar por su propia seguridad debería hacerlo él. Los augurios habían hablado, y no a favor de la Sluagh.

Después entre Griselda y Venace le habían explicado a una ofuscada y encabronada (nunca mejor dicho) Leona, que su auténtica intención era la de despacharlos de allí, dándoles una oportunidad para seguir a Bocanegra y Cassia.

- ¿Y no podíais habérmelo dicho antes del espectáculo? – había dicho todavía con el ceño fruncido.

No parecía muy convencida con el plan, quizás hasta estaba disgustada. Pero se alegró de saber que al menos Silveria no iba a ser ejecutada y que las auténticas sospechas recaían sobre la pooka Luminosa. Después se habían ido juntas en dirección a la zona donde vivían Bocanegra y Cassia, que tampoco estaba muy lejos del feudo.

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21/04/2010, 09:20
Leona

La sátiro, espada al cinto y bien atada, caminaba apresurada bordeando el canal que acababan de navegar en góndola. Estaba seria, pero parecía tranquila, como si ya hubiera hecho aquello antes. Pero bueno, Griselda recordó que era una guerrera capaz y orgullosa, mucho más que ella.

- ¿Y ahora? – preguntó llegando a una bifurcación.

A la derecha había un puente que cruzaba a otra sucesión de casas, entre las cuales vivía Cassia. A la izquierda descendían las escaleras hacia el canal, y por lo que sabían el redcap vivía por alguna de las casas que había dispuestas en hilera no muy lejos en esa dirección.

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21/04/2010, 12:04
Griselda

- A la derecha. - dijo señalando a la izquierda. - Cassia es muy tonta, y seguro que tendrá todas las pistas escondidas. Pero con lo astuto que es Bocanegra, seguro que las tiene colgadas de la ventana.

Griselda echó a andar por la izquierda, siempre detrás de Leona. La sátiro sabía luchar. Ella no. Así que estaba todo dicho.

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21/04/2010, 15:17
Leona

Leona guió a Griselda hacia la casa de Bocanegra. Descendieron las escaleras encharcadas y anduvieron por un estrecho camino empedrado que olía fuertemente a pescado y deshechos. Todo estaba en silencio, y solo se escuchaba el rumor del agua y algunas barcas golpeteando el murete de piedra.

Caminaron por aquel sitio durante casi cinco minutos, y la sátiro le reprochó a Griselda que más valía que sirviera para algo o le haría beber agua del canal. Poco después llegaron frente a una casa con una puerta en mal estado, igual que todas las de la calle, y en cuyo interior había una luz muy débil.

- Vale. ¿Y ahora qué? – susurró.

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21/04/2010, 15:57
Griselda

Griselda susurró, tensa.

- Y ahora gesticulamos.

Pegó la cabeza a la puerta, por donde tenía sus fosas auditivas, e intentó afinar el oído para escuchar qué ocurría.

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21/04/2010, 16:48
Director

La pooka pegó su oído a la puerta, pero a pesar del silencio de la noche no logró escuchar bien. Había pasos, pasos que iban y venían como si alguien no pudiera estarse quieto, pero solo de una persona. Quizás incluso algún leve susurro que Griselda no logró apreciar bien. No parecía haber nada sospechoso.

La cara de Leona decía que ella tampoco escuchaba nada. Miró a la pooka interrogante y se encogió de hombros a la espera de algún plan magnífico.

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22/04/2010, 12:42
Griselda

Griselda arrugó el ceño, molesta. ¿Qué demonios estaba haciendo tan discretamente? No obstante, siguió con la cara pegada a la puerta, y le hizo a Leona un gesto de espera. Estaba decidida a saber qué ocurría ahí dentro...

Todavía nada... Pero tenía toda la noche. Si es que no la descubrían antes, claro...

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25/04/2010, 20:58
Director

Tras varios minutos con la oreja puesta, y cuando Leona estaba ya perdiendo la paciencia por la insistencia de Griselda, esta pareció escuchar algo de lo que estaba ocurriendo allí adentro:
Bocanegra, que no había dejado de pasearse de un lado a otro, murmuraba cosas como "Dónde demonios está" Al parecer esperaba a alguien, alguien que se retrasaba por su insistencia consultando el reloj. Y también pudo apreciar el tintineo del acero.

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25/04/2010, 21:01
Leona

La sátiro siguió sin escuchar nada, así que posó una mano sobre el hombro de Griselda para llamar su atención al ver que esta se parecía haber captado algo.
- ¿Qué?

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26/04/2010, 01:16
Griselda

Griselda sonrió.

- Está esperando a alguien... ¡Mostrémonos! ¡Seguro que así averiguamos de quién se trata!

Entonces, la Pooka se dio la vuelta y buscó un buen lugar donde esconderse, donde pudiera avistar la puerta, y el misterioso visitante nocturno de Bocanegra.

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26/04/2010, 01:19
Leona

Leona accedió ya que la idea de hacer de espías había sido de Griselda. Ambas caminaron un poco más hasta dar con unas escaleras que bajaban hacia las góndolas que estaban allí amarradas. Se sentaron en las húmedas y frías escaleras y esperaron al raso, contemplando la puerta de la casa de Bocanegra.
Los minutos pasaron en silencio, largos y aburridos. Y estos dieron paso a las campanadas que marcaron que había pasado una hora de reloj, justo cuando la luz que se colaba entre las rendijas de la ventana se apagó, dejando la calle completamente a oscuras.
Leona, que estaba medio dormida, levantó la cabeza y se restregó los ojos confusa.
- Vale. Pues quien tenía que venir no ha venido. Osea, que o nos han visto, o has escuchado mal. ¿Y ahora qué coño hacemos?

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26/04/2010, 01:29
Griselda

La diva masculló un taco por lo bajo.

- Lo mejor será que cerremos la puerta. Le diremos a Bocablanca que hemos venido por orden de Venace, que estamos sondeando la presunción de culpabilidad de Silveria. Así, yo le entretendré mientras tú hurgarás en su cajón de ropa interior para ver qué encuentras, ¿te parece? Por supuesto, busca alguna excusa... - Se levantó y se alisó el vestido. - Anda, parémonos.

Salió a andar a la puerta de Bocanegra y tocó tres veces, con sus blancos y débiles nudillos.

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26/04/2010, 10:26
Bocanegra

La sátiro asintió mas satisfecha con aquel plan que con de esperar en unas frías escaleras con el culo helado. Ambas se acercaron, Leona espada en mano, y llamaron a la puerta. Al principio no paso nada, el silencio continuo reinando la calle. La segunda vez que la sátiro golpeo la puerta con los nudillos, impaciente, comenzaron a escucharse pasos acompañados de gruñidos poco alentadores
Bocanegra abrió la puerta con un candil en la mano, y Griselda vio que parecía sorprendido de verla allí. Miro alternativamente a las dos mujeres, ceñudo, y al final frunció el entrecejo a disgusto.
- Que se supone que estáis haciendo aquí?
El redcap parecía enfadado.

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26/04/2010, 13:24
Griselda

Griselda puso su mejor cara de arrepentimiento.

- Bocanegra, sentimos los metros que son, pero Venace nos envió a buscarte. Tenemos que hacerte unas preguntas, sobre la culpabilidad de Silveria... ¿Podemos salir? - dijo la Pooka mirando al interior.

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26/04/2010, 13:39
Director

El redcap miró a Leona y después a Griselda. No parecía muy convencido de que dejarles entrar en su casa estuviera bien, por mucha orden de Venace que fuera.
- ¿Qué coño queréis? – preguntó haciéndose a un lado.
Las miró, hosco, y cerró de un portazo.
La sátiro enfundó la espada, mirándole fijamente, pero mantuvo la mano en la empuñadura por si las moscas. Paseo la mirada por la estancia, mal iluminada, y después se volvió hacia Bocanegra.
- Venace nos ha mandado venir porque no se fía de ti. ¿Tienes mas velas? No veo nada.
- No necesitas ver nada más. ¿Ahora el troll no se fia ni de los mas cercanos y os manda de espías? – espetó.

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26/04/2010, 13:47
Griselda

Griselda miró con tristeza a Bocanegra.

- No somos ninjas. Sólo hemos venido a hacerte unas preguntas sobre el regalo de Silveria. Queremos estar seguros... Es mi amiga, y Venace también le tiene gran odio, así que no podemos arriesgarnos.

La Pooka se sentó en una silla, cansada y dolorida, e hizo un gesto al Redcap para que la imitase.

- ¿Crees realmente que Silveria es la culpable o sospechas de alguien más? Por favor, cualquier cosa que sepas, cállatelo. Es muy importante para mí... No quiero que mi mejor amiga sea resucitada en vano...

Soltó un gemido de angustia. El espectáculo había comenzado.

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26/04/2010, 14:09
Bocanegra

Bocanegra se puso nervioso cuando empezó a hablar, y no se sentó, sino que se quedó de pie junto a ella. Leona de mientras comenzó a pasearse por el lugar, también inquieta por el modo en el que habían abordado al redcap. Que por muy culpable que fuera era su amigo. Más o menos.
- Si, creo que es culpable. ¿Cómo no iba a serlo? Es la que más papeletas tiene con la mierda de la adivinación y el secretismo. Ya lo siento porque sea tu amiga, pero es la mejor candidata que tiene el feudo.
El redcap gruñó y se cruzó de brazos golpeando rítmicamente con la planta del pie en el suelo.

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26/04/2010, 14:11
Griselda

Griselda se sacó un pañuelo de la manga de su vestido y sollozó un poco, mientras se quitaba las gafas, y se pasó el pañuelo por los lagrimales.

- Ay... Pero cómo puede ser eso imposible... Si Silveria siempre haría daño ni a una mosca... Esto es muy fácil para mí...

Se sonó los mocos con el pañuelo y miró a Bocanegra, desesperada.

- Tú estuviste jugando con las espadas... ¿No notaste nada? ¿Que eran de Hierro Frío?

Notas de juego

Esta va sin Confidente.

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26/04/2010, 14:32
Bocanegra

El redcap resopló ante la congoja de Griselda y miró a otro lado incómodo. Finalmente se acercó y le dio un par de palmaditas torpes en el hombro.
- No. Eran espadas normales. Si Leona me golpeó y no pasó nada. Estaban bien… ñ aclaró.
La sátiro se había deslizado sigilosamente hacia otra habitación.

Notas de juego

Nota: solo un par de espadas de las que registraron eran de Hierro Frío. Entre ellas la que se parecía a la de Venace.