Partida Rol por web

Una vez recogidas las monedas, y comprobado que el hombre lagarto no llevaba nada más, continuo inspeccionando la sala.

En primer lugar, empujo el cuerpo del lagarto contra la puerta que está en frente, y luego me acerco hasta el otro arco, apartando la cortina con el bastón. Si hubiera algo en esa estancia, ya habría oído los ruidos de lucha, por lo que no tenía sentido tener demasiada precaución, salvo por las malditas trampas.

Vincent consigue golpear al zombie e intenta derribarlo, pero no lo consigue, momento que aprovecha el zombie para moderlo, o eso es lo que hubiese pasado si el joven no llega a moverse justo cuando los dientes estaban por clavarse en su cuello

Buscas en la sala, no encuentras nada, pero una bolsita de cuero sale de la nada, al chocar contra el suelo se abre y ves que en su interior hay 40 monedas de oro, dentro hay también hay una nota: "Bien hecho. Patrocinador Kron"

Pasas a la siguiente habitación que está tapada por cortinas, en su interior no hay nada, solo dos viales en el suelo, no tienen etiqueta alguna, por lo que no sabes que son, aparte de eso no hay nada, aparte de una puerta en la parte norte

El zombie era torpe, pero también implacable; intentar mover aquella masa de carne era inútil, principalmente porque una criatura sin reflejos ni conciencia ninguna tampoco ofrecía demasiado apoyo para sus refinadas técnicas. Solo quedaba esperar el momento adecuado, evitar los lentos ataques del monstruo, y darle el golpe de gracia cuando llegara el momento adecuado.

Con una sonrisa, se contorsionó para evitar cualquier posible represalia, y se escabulló, retrocediendo con pequeños saltos hasta quedarse a una distancia segura. Una vez más el zombie estaría obligado a seguirle.

* * * * *

En cuanto lo tuvo dónde quería, se lanzó a por él, lanzando dos rápidas patadas contra el cuerpo en descomposición del renqueante ser.

Recojo las monedas y las guardo con las otras que había encontrado. En cuanto a las redomas, las abro para olisquear. No tenía ni idea que podía ser, pero esperaba que fueran para cerrar algunas heridas. Si no me curaba algo, tendría problemas.

Una vez guardadas las pociones, me encaminé la puerta donde había dejado el cuerpo del lagarto.

Como primera medida, intenté escuchar a través de la puerta. Una vez hecho esto, intenté empujar la puerta con el bastón para comprobar si estaba abierta, o cerrada. Posteriormente, cogí la mano inerte del cadáver del lagarto y la usé para agarrar el pomo de la puerta e intentar abrir, para comprobar si estaba cerrada.

Cargas contra el zombie del hombre lagarto, pero realmente estabas combatiendo bastante mal, no sabías si por el miedo de atraer más enemigos o porque en cualquier momento podría aparecer un tributo, el caso es que los golpes eran lentos y descordinados, por suerte, estabas consiguiendo parar todos los ataques del zombie

El zombie falló, pero no lo haría eternamente. Tampoco él. Con rapidez y agilidad, volvió a retirarse ño suficiente y, cuando el hombre lagarto le persiguió, esperó el momento adecuado, y atacó a la carga de nuevo.

Esta vez sus brazos se rodearon de un fuego ardiente que, sin embargo, no quemaba su piel. Sus puños golpearon el cuerpo putrido de la criatura, atravesando sus defensas.

Empujas la puerta con el bastón y compruebas que estas cerrada, entonces comienzas a escuchar, pero no oyes nada, con la mano del hombre lagarto muerto, giras el pomo de la puerta, ves que no cede, entonces decides ir por la via bruta, con el bastón golpeas la puerta hasta romperla y poder pasar por ella.

Al entrar en la habitación notas que el olor a humo llena el lado oeste de la habitación, y varias monedas de cobre dobladas se encuentran dispersas por toda la habitación. Pero no es lo único que encuentras, hay un ghoul en la habitación, que ha sido atraido a tu posición por culpa de los golpes en la puerta. Aparte de eso, no parece haber nada más de interés en esa habitación, por lo menos en lo que a objetos se refiere, porque hay dos puertas en la zona oeste

La estrategia volvía a hacer la misma, te retiras para esperar que el zombie te persiga, entonces cargar contra él, en esta ocasión te salió bastante bien, arremetes contra él y con certeros golpes impide que te ataque, pero aparte lo dejas claramente malherido

El humo impregnaba toda la habitación, y seguramente provocado por un fuego intenso a tenor de las monedas dobladas que había en el suelo. ¿Pero qué había provocado ese fuego y por qué se había consumido? no tenía las respuestas, y quizás no fuera buena idea enfrentarme a ese no muerto. Mi primera reacción había sido de repulsa al ver a una persona convertido en eso, haciendo que pensara sobre los siguientes pasos a dar.

Tenía dos puertas, y la salida podía estar en cualquier sitio. Podía ignorar estar y seguir otro camino, pero ¿qué me decía que no me fuera a encontrar a esta cosa en cualquier otro momento inoportuno? Debía de acabar con él, sin darle opción a que me atacara. Era arriesgado, pero era la única oportunidad que tenía.

Quizás, incluso si me diera la vuelta, algunos patrocinadores pensaran que era un cobarde y dejarían de apostar por mí. Niego con la cabeza, decidido a acabar con esa cosa.

Con una posición defensiva, me muevo a su alrededor, esperando confundirle con mis sombras, esperando que la cosa esa dé el primer paso, para golpearla

Aquello funcionaba, pero no era suficiente. Al cuerpo reanimado del hombre aún le quedaba suficiente energía para mantenerse en pie, aunque fuera a duras penas. Necesitaba un golpe demoledor para terminar de hacerle caer, y sabía perfectamente como.

Una vez más, se retiró con agilidad, esperó y, en cuánto estaba a unos pocos pasos, se lanzó a por él.

El ghoul se acerca a ti preparado para atacarte, te adelantas y lo golpeas con fuerza, tus golpes son bastante potentes, dejandolo gravemente herido y sin fuerzas para devolverte el ataque

Una vez más retrocedes y cargas contra el enemigo, pero ya se notaba el cansancio del combate y solo uno de tus golpes dio en su objetivo, la dura piel del hombre lagarto impedía que tus ataques hicieran todo el daño que debían, por suerte eras bueno esquivando los golpes que te lanzaban

Aprovechando el momento inicial lanzo dos nuevos golpes, impactando el primero en todo el rostro y haciendo saltar trozos de carne putrefacta. El segundo de ellos se pierde al moverse la criatura antes del impacto.

Todo parece que ese será el último golpe, sin embargo, decido dar un paso atrás.

Era difícil doblegar un cuerpo que actuaba por inercia, que no sentía el dolor. La carne de aquél ser no se lastimaba con cada golpe, la sucesión de puñetazos y patadas no surtían el efecto que habría tenido en una persona, o prácticamente en cualquier ser vivo. Para derrotarlo era necesario atacar sin descanso, esperando no desfallecer antes de que se agotara la energía oscura que había levantado al zombie, o con suerte destrozarle tanto que ni con magia ni sin ella pudiera dar un solo paso, menos aún alzar un brazo o lanzar una dentellada. Todo, evitando su implacable deseo de sangre.

Ignorando el cansancio, habiendo descubierto ya una manera de golpear aprovechando todas sus cualidades, Vincent volvió a retroceder, esperar y, en el último instante, atacar. Una vez, y otra. Las que hicieran falta.

Acabas con el ghoul con bastante facilidad, más de la que creíste en un principio. Una vez sin enemigos a la vista escuchas detrás de la puerta pero no oyes nada, arrancando la mano del lagarto* abres la puerta, no salta ninguna trampa, pero la puerta no se abre, la terminas abriendo tú a golpes, ante ti ves un largo pasillo

Vuelves a cargar contra la criatura y en esta ocasión acabas con él, ha costado, estas sudando, pero has conseguido acabar con aquella criatura de una vez por todas

Tras hacer caer finalmente al zombie, resopló, dejando escapar toda la tensión acumulada. No había recibido ni un arañazo, pero había costado acabar con aquella cosa; si no empezaba a tomarse las cosas más en serio, iba a encontrar problemas. Por suerte, pese al ruido de la pelea y lo que ésta se había extendido, no parecían llegar más enemigos. Era una buena señal, tenía tiempo.

Con calma, se agachó sobre el cadáver y, a conciencia, conteniendo la respiración para evitar el olor a muerte, registró el cuerpo en busca de cualquier cosa que pudiera ayudar a su misión. Luego, una vez comprobado bien todo, se dirigió de nuevo al otro pasillo, hasta la máquina señalizada con un "Exit". Tal como la moneda le había sacado de la Cornucopia, seguramente ese trasto le haría salir del nivel. Tentado por acabar ya, se contuvo en el último instante, asaltado por un pensamiento pasajero.

Si quería ganar ventaja, necesitaba arriesgar. El combate había sido duro, pero completamente inofensivo al final. Podía jugársela un poco más, aunque fuera un poco. Rápidamente, se dirigió a la puerta más al norte y la empujó, dando al momento un salto atrás por si saltaba alguna trampa.