Partida Rol por web

El aliento de fuego acabó con todos los ciempiés excepto uno de ellos, también acabó con uno de los hombres ratas e hirió a otros dos.

Al seguir siendo invisible para los enemigos, éstos siguieron luchando entre ellos, el ciempiés fue a atacar a uno de los hombres ratas que había sido quemado, de un fuerte mordisco hizo que las heridas empeorasen y acabó matando al hombre rata. Los hombres ratas intentaron acabar con el ciempiés atacando ambos a la vez, pero el invertebrado se movía más rápido de lo que parecía

El ardid de volverse invisible había surtido efecto para que sus enemigos se despistaran lo suficiente como para permitirle abrasarlos. No todos habían caído, pero los pocos que quedaban no durarían demasiado.

Dio un paso al frente, seguro de si mismo, y golpeó en un visto y no visto. Primero lanzó una patada baja, golpeando en el estómago a uno de los hombres ratas y dejándole sin aliento. Casi al instante, atacó con el codo, aprovechando la altura para dejarlo caer sobre el otro mutante.

Acabas con los dos hombres ratas, solo quedaba el ciempiés, o eso parecía, ya que por la puerta aparecen cuatro nuevas criaturas

Sorprendentemente y contra todo pronóstico, el ciempiés había conseguido atravesar tus defensas y morderte en una pierna, gracias al antídoto que te has tomado con anterioridad no eres presa del veneno que tienen sus dientes, pero si sientes el dolor en tu pierna. Uno de los enemigos recién llegados acaba con el ciempiés que quedaba para poder de este modo rodearte

Estaba claro que Kron había elegido bien el sitio al que mandarle. No había terminado el combate, cuando otras cuatro criaturas aparecieron por las puertas, rodeándole; sorprendido no logró siquiera rozar al primero de los que se habían atrevido a desplegarse a su lado, pero tras un traspié iniciar se puso en guardia. El dolor de la pierna no era más que una sensación lejana en su mente, no iba a detenerse, no iba a fallar.

Dispuesto a no alargar eso, lazó dos golpes contra el que había cubierto la esquina, fallando uno pero logrando impactar con el segundo.

Das un traspiés que casi hace que caigas al suelo pero consigues reponerte rápidamente y de un fuerte golpe aplastas la cabeza de tu enemigo contra la pared y acabando de este modo con su vida. Te posicionas donde él estaba quedando resguardado por la esquina y asegurandote de que no te flanqueen. Desde esa posición y con tu gran destreza hace que los golpes de tus enemigos sean casi imposible de que te den, lo intentan en vano, pues todos ellos son parados con gran facilidad

Si Kron le quería muerto, iba a tener que esforzarse más; aquellos seres no eran una verdadera amenaza, y uno tras otro caerían en breve, sus vidas segadas como el trigo maduro.

Decidido, con dureza, golpeó a otra de las criaturas, causando un gran daño de nuevo.

Un nuevo puñetazo y un nuevo muerto, nada podían hacer contigo, tus ataques eran rápidos y certeros, el primer puñetazo acabó con la vida de una de las criaturas, el segundo estuvo muy cerca de golpear a uno de ellos aunque no impacta, los ataques de los enemigos son desviados con una gran facilidad, que no consiguen tocarte, ni siquiera rozarte

Aquello estaba durando demasiado; era hora de ponerle fin. Dispuesto a terminar ya con la pantomima, golpeó con fuerza dos veces, decidido a rematar a ambas criaturas antes de dar tiempo a que volvieran a actuar.

El combate estaba durando demasiado, no podía ser que unos seres inferiores te restasen tanto tiempo, un tiempo precioso que tenías para intentar adelantarte a los demás, con certeros golpes acabas con las dos amenazas que tienes delante, teniendo nuevamente el camino despejado

Con aquellas criaturas muertas, el camino estaba al fin despejado. Ahora podía continuar y hallar rápido la salida hacia el siguiente nivel. Debía hacerlo cuanto antes.

Con eso en mente, salió rápidamente hacia delante, internándose por el pasillo de la izquierda, veloz aunque siempre cauto.