Partida Rol por web

El teletransportador te lleva a una habitación que está completamente a oscuras, no eres capaz de ver nada

Al ver que me encuentro en una oscuridad total, recuerdo las velas que cogí de la primera de las habitaciones, encendiendo una para ver dónde me encuentro.

Si en esta ocasión se trata de un laberinto totalmente oscuro, me podía dar por jodido.

Después de comprar algunas cosas que te proporcionen luz, te adentras en el teletransporador con luz en mano para que no vuelvan a pillarte por sorpresa.

Apareces en una habitación vacía con una única puerta que conduce al sur, la puerta es de madera

Con la antorcha en una mano, y en la otra el bastón, me acerco a la puerta de madera, con cuidado, mirando donde piso. Había perdido mi mano de la suerte, y ahora tenía una palanqueta para intentar forzar la cerradura. Las cosas iban y venían, pero nunca tenía todo completo.

Una vez al lado de la puerta, toco el picaporte, esperando notar la descarga o cualquier otra trampa saltando, antes de ver si está abierta.

No encuentras nada en la habitación, te diriges a la puerta y la empujas, está abierta, no necesitas usar la palanqueta. En la nueva habitación hay varios nichos que están colgados en las paredes norte y oeste, y un gran ídolo demoníaco con ojos de rubí se sienta en la esquina suroeste de la habitación.

No ves nada de utilidad, solo una puerta al este

Al ver los nichos, suspiro ante la idea de lo que pudiera salir de allí. La estatua no me dejaba más tranquilo, pues en este lugar, todo podía pasar.

Mirando el bastón, entrecerré los ojos y, con un leve encogimiento de hombros, lo activé para darme mayor protección. Acto seguido, me dirijo hacia los nichos, para ver qué puede haber dentro. En estos laberintos no solo había que sobrevivir, sino que había que intentar conseguir cosas para mejorar tus posibilidades.

Una vez seguro de mí mismo, me acerco primero a los nichos y luego a la estatua, intentando oir algún ruido de animales que pudieran estar dentro antes de alumbrarlos con la linterna.

Escuchas tras los nichos de la pared norte, puedes escuchar el ruido de ratas, puedes distinguir hasta siete chillidos; en los nichos de la pared oeste no escuchas nada

Dejando a las ratas en paz, pues ya tenían bastante al estar atrapadas en este lugar como yo, me acerco al símbolo demoníaco, mirando los dos rubís que tenía por ojos.

Durante unos segundos, pensé en cogerlos, evaluando cuánto podrían costar.

Miras los rubies de los ojos, calculas que puedes sacar unas mil monedas de oro por cada uno

Calculándolo a ojo de buen cubero, y sin tener ni idea del valor real, si puedo conseguir 1000 oros por cada uno, bien merece la pena el esfuerzo.

Me dirijo hacia la estatua y la examino durante un rato, dando alguna vuelta a su alrededor antes de intentar coger los rubís.

Tras el intento, me dirijo hacia el sur, hacia la única puerta que veo.

No encuentras ninguna trampa, por lo que coges los dos rubis que conforman sus ojos, cuando quitas el ojo derecho aparece una puerta al este, en la puerta hay una representación de una diosa de la magia, al quitar el ojo izquierdo aparece una puerta al sur en la que hay una representación mitológica antigua

Alzando los ojos con una sonriso, miro las dos puertas, rascándome la cabeza un poco indeciso. Poco o nada sabía de la magia, y era algo que no acababa de gustarme demasiado. Las historias antiguos de héroes y caballeros me atraían en mayor medida, así que opté por esa otra puerta.

Justo cuando fui a tocarla, recordé lo de otras veces, por lo que volviéndome a rascar la cabeza, empujé la misma con la palanqueta para comprobar que estaba cerrada. En caso de estarlo, tendría que forzarla.

Avanzas por la puerta del sur, te lleva a un pasillo en la que cuando avanzas un poco con tu antorcha siempre ardiente encendida, ya que es la única fuente de luz que hay, ves que el camino se divide en dos, el pasillo sigue al sur y hay otro que se desvia hacia tu izquierda

Iluminando con la antorcha el pasillo que se dirige al este, miro durante un rato, para acto seguido negar con la cabeza y encogerme de hombros para seguir por el pasillo del sur.

Mientras avanzo, intento no hacer ruido, a la vez que afino el oido por si algo en la oscuridad estuviera acechándome.

Avanzas hasta la entrada de la puerta sin llegar a escuchar ningún ruido, observas la puerta, parece abierta, la empujas y lo confirmas, en su interior ves una sala vacía con un tapiz desvaído y desgarrado que cuelga del muro norte, y alguien ha garabateado "El Guardián de Monederos será asesinado por la Lanza del Dolor cuando la Serpiente Ardiente descanse sobre la tumba" en el muro norte.

De repente todo se vuelve oscuro y comienza a desvanecerse todo