Partida Rol por web

Villtur dormía plácidamente cuando unos gritos le sobresaltaron de repente, no estaba en su cama, había sido teletransportado a un nuevo lugar.  El lugar está a rebosar de personas que gritan y silban, podéis ver en los palcos a los patrocinadores haciendo sus apuestas. Un pequeño gnomo se acerca a un micrófono después de que los patrocinadores le den instrucciones.

Vincent que estaba avanzando de repente se ve inmerso en un nuevo lugar, distinto al que se encontraba, pero ya conocido por él, el destino había vuelto a mandarlo a la arena.

-Bienvenidos a la arena tributos, ahora lucharéis entre vosotros, el ganador ganará 800 monedas de oro, también uno de los objetos al azar del inventario de vuestro contrincante. La pelea no será a muerte, en cuando caiga inconsciente vuestro adversario se dará por concluida la pelea, si por designios de los dioses el ataque fuese mortal, el vencedor podría quedarse con el inventario completo de su adversario. ¡Que empiece la lucha!

Otra vez...

Otra maldita vez...

Otra jodida maldita vez...

¿Es que no iban a cansarse nunca de enviarle a ese lugar, y enfrentarle a otros claramente más débiles? Era ya la tercera vez que acababa ahí, y en todas las ocasiones sus oponentes habían sido poco más que un inconveniente sencillo de solventar. No eran verdaderas amenazas, sino obstáculos que se interponían entre él y la victoria, haciéndole perder el tiempo. No iba a andarse con tonterías; resolvería rápido ese nuevo retraso y continuaría su camino.

    Villtur sintió como si una fuerza lo arrastrara fuera de su santuario súbitamente haciendo que todos sus sentidos se disparasen al momento alertados, un fogonazo lo cegó y cuando por fin logró recuperar la visión se encontró en una extraña arena, hombres poderosos los rodeaban a la espera de que se enfrentara a alguien... Fue entonces cuando logró reconocer al que parecía que sería su contrincante, sus músculo se pusieron en tensión mientras un escalofrío le recorría el espinazo, sabía quien era, había coincidido con Vincente al inicio de las pruebas y ahora querían forzarlo a luchar contra él.

    No tenía una idea del todo clara de lo que podría esperar de él pero eso no era algo precisamente bueno, adoptando una posición defensiva se preparó para lo que estaba por llegar.

Tranquilamente, descolgué la ballesta que llevaba a la espalda y empecé a cargarla con un virote. Tenía prisa, pero había que hacer las cosas bien.

    Resignado a aceptar lo que sin duda esperaban de ellos, Villtur se preparó para evaluar rápidamente la situación, Vincent parecía haber preparado un arma a distancia así que no tenía que darle la más mínima oportunidad a utilizarla, dando un paso al costado comenzó a pronunciar palabras sagradas que le permitieran realizar el conjuro que había preparado, aquello no le llevaría demasiado y cuando finalmente conjuro el sortilegio sobre si mismo pasó a la siguiente parte.

    Su cuerpo se inclinó hacía delante conforme convulsionaba de una manera antinatural al forzarse a llevar a cabo esa acción de manera más precipitada de la que solía requerir normalmente su rito. Repentinamente un manto de pelaje oscuro cubrió su cuerpo y de la comisura de sus labios pronto brotaron una pareja de sobredimensionados colmillos conforme el resto de su rostro se alteraba tomando un aspecto más feral. Un instante después, en el lugar de Villtur se encontraba un imponente lobo negro que no perdía de vista al hombre que se encontraba frente a él.

Así que un druida o algún tipo de cambiante. No recordaba haberse enfrentado a ningún cambiapieles, pero suponía que moriría como cualquiera, solo tendría que tener un poco más de cuidado.

Serio, terminó de cargar la ballesta y, tras eso, dio un poderoso salto que le llevó unos pasos adelante, desde donde podía interponer el pilar central entre los dos, evitando de primeras una posible carga.

    Al ver cómo su rival trataba de ocultarse para evitar su ataque el lobo comenzó a aullar repentinamente conforme un remolino comenzaba a materializarse a una distancia hasta adoptar la forma de una silueta animal, la bestia estaba convocando a su manada y asegurar así el ataque.

Así que aquello era una caza. Bien, su oponente pronto iba a descubrir que la presa no era la esperada. Movió unos pasos hacia delante y apuntó hacia la figura que se estaba formando.

Un gran oso negro aparece en escena cuando Vincent acciona su ballesta y le dispara, clavándose de lleno en el oso y dejándolo gravemente herido, el oso carga contra Vincent pero éste es más rápido y esquiva el ataque sin ningún problema

Lobatov aparece en la arena, pero no está solo, ya hay un combate manteniendose en la arena. Vincent está luchando contra lo que parece ser un lobo y un oso negro. El lobo está más alejado de Vincent cerca de donde acaba de aparecer Lobatov

-Ya conocéis las reglas, solo uno puede quedar en pie -os recuerda Dobby

Entrecerrando los ojos, y lanzando un profundo suspiro, niego con la cabeza ante lo que parece el cansancio de la gente. Quizás no les baste con vernos pulular por esos pasadizos y enfrentarnos a monstruos, sino que tienen que vernos combatir y morir directamente.

Y de nuevo tenía a Vincent delante. Con el anterior combate parecía algo casi decidido, pero tendríamos que combatir y comprobarlo. 

De momento, pronuncie una palabra apenas audible por nadie a parte de mí, y me preparé para el combate, localizando al que será mi primer objetivo.

Lobatov acababa de aparecer, susurrando unas palabras para sí mismo se prepara para el combate, aunque aún no ha decidido cual de los dos, tres si contamos el oso de Villtur, será su objetivo. Su mirada pasa a Vincent, recordando la última vez que habían estado en esa situación, en aquella ocasión la suerte no le favoreció

Observó con una sonrisa de medio lado al nuevo contendiente, uno ya conocido; volvían a verse las caras allí, por segunda vez en la Arena y tercera en la contienda general. ¿Cómo quedarían en este nuevo combate? Tenía ganas de descubrirlo, así que lo primero era acabar con el que sobraba: el druida y su mascota debían irse.

Rápidamente se dirigió al enorme oso que había aparecido de la nada y lanzó una patada con fuerza, dispuesto a terminar con el animal antes de que tuviera tiempo a siquiera saber dónde estaba.

Vincent se lanzó hacia el oso negro, esperaba acabar con él para reducir la amenaza, pero le faltó fuerza, o eso pensaba, pues el oso cayó al suelo muerto, al segundo se desvaneció tal y como había llegado. Vincent no sabía que tan bueno podía llegar a ser Villtur, pero de algo si estaba seguro, él era mejor que esa bestia que no supondría ninguna amenaza para él.

Villtur cargó contra Vincent, pero como había pasado con el oso, Vincent moviendo ligeramente el cuerpo pudo evitar el golpe.

A los patrocinadores parecia que el combate le estaba aburriendo e hicieron que tres criaturas parecidas a un cruce entre un humano grande y un buitre enorme, que poseen piernas fuertes y nervudas, cubiertas por pequeñas plumas grises, un cuello largo y rematada por una cabeza de buitre e inmensas alas emplumadas apareciesen en la arena.

Estas tres criaturas aparecieron dos en la parte izquierda de la arena, por donde Vincent había entrado, pero otra de ella sobrevolaba por encima de Villtur