Partida Rol por web

La criatura que nos salvó a todos

6. Día 2: Abrazo de Sarah

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19/09/2023, 18:20
William Whorf

William apenas detuvo su avance cuando sus compañeros le vinieron a recibir. Lo único que impulsaba sus movimientos era el ansia - no, la necesidad - de matar a esa bestia.

Impulso que se desvaneció cuando llegaron al final del camino. William paró en seco, dejando caer el arpón. Su boca empezó a abrirse y cerrarse, como si las palabras no quisiesen salir. Al final de las huellas se hallaba una joven desangrándose. Una joven que reconocío al instante. Una joven que había poblado sus sueños desde el día de su muerte.

- ¿S-Sarah...? - balbuceó el marinero.

Y entonces, como respondiendo a sus temores, un llanto de bebé resonó en su cabeza y la voz de Sarah le llegó amortiguada.

¿Por qué no nos salvaste, William?

 

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22/10/2023, 00:02
El Horror

Aquel espejismo echó a llorar en un estallido de lágrimas. El arpón clavado en su estómago se movía arriba y abajo, sincronizado con los sollozos que contraían y relajaban su vientre. La persona estaba sangrando un espeso líquido negro. Era más denso y oscuro que la sangre y parecía que tenía vida propia.

—¡Yo ya estoy muerto, Lucy! ¿No lo entiendes? —dijo el padre James en una voz gutural mientras apartaba de un empujón que la hizo caer al suelo a Lucy Belt y James Norris. Cada uno por su propia razón, se había lanzado a abrazar a la persona.

Sonaba como varias voces a la vez, tanto masculinas como femeninas. Apartó a la joven de un empujón. Para los otros tres miembros del grupo, la persona se convirtió por un momento en el apuesto sacerdote en un abrir y cerrar de ojos. —¡Tú me mataste! ¡Por tu infinita bondad tuve que irme! ¡Me desterraron de Jonesport, entiendes? ¡Me echaron de mi casa, de mi parroquia! ¡Quienes venían a que yo expiara sus pecados y confiaban en mí! —su cara estaba totalmente desencajada, la vena de su cuello bombeando— ¡Dios no existe, Lucy, es todo un invento, no hay bondad en este mundo! —y se cubrió el rostro con las manos, echando a llorar.

Cuando bajó de nuevo las manos, su voz era ligeramente distinta. Su cara, desde luego, era la de otra persona.

—Alexis... —dijo aclarándose la garganta. Seguía sin la voz clara debido a las lágrimas y los mocos, pero se discernía cierto odio en su tono—. ¿Ni siquiera ahora, que estoy muriendo, eres capaz de abrazarme? —elevaba poco a poco el tono, haciendo pausas entre palabras para que cada una de ellas se clavara bien hondo en el pecho del poeta antes de pronunciar la siguiente, como si el silencio retorciera cada una de ellas—. ¡Ni siquiera ahora, que ya morí una vez por ti! ¡Porque te amaba, porque fui claro! Pero tú te quedas ahí, mirando como un idiota, como lo que siempre fuiste, un idiota y un cobarde —otra pausa. Esta vez miró a los demás de arriba a abajo, por encima del hombro. En especial a Lucy, que se encontraba en el suelo a su lado, pero luego fijó su mirada de nuevo en el poeta. Inspiró hondo, expiró y después, en un tono más calmado y afilado, sentenció: —Mi propio padre fue quien mandó mi ejecución, Alexis. Si no te hubiera conocido, ahora seguiría vivo, así que gracias.

Tras esas palabras, como sintonizando una televisión —aunque se inventaría casi un siglo más tarde—, Joel cambió de apariencia, pero seguía con la misma mirada de odio. Tenía una espesa barba muy arreglada, muchas arrugas y el pelo cano, pareciendo ahora de buena familia. Su voz era ciertamente más grave.

—Claro que puede ser, James, ya me morí una vez —dijo severo—. Te dije que no fueras un blandengue, así que no llores. Sigue viajando, no seas como yo. Me pasé la vida haciendo lo que se esperaba de mí. Dejé pasar al amor de mi vida porque era con quien me tenía que casar, tu madre estaba embarazada de ti. La gente... —sollozó—, la gente, James, no está preparada para ver felices a los demás. Si te enamoras de quien no debes —miró a Lucy, después a Alexis—, te matan. Por me tuve que ahorcar, hijo, ¡por eso! —trató de levantarse, pero no pudo—. ¡Porque tú naciste y truncaste mis sueños!

Y ese grito se convirtió en el grito de una mujer hermosa. Esa mujer hermosa se llevaba las manos a un abultado vientre. Se encontraba claramente encinta, pero tenía, al igual que todas las demás formas de esa aparición, una herida de arpón clavado en el vientre. A estas alturas, el extraño líquido negro ya había cubierto toda la arena y la vegetación alrededor suyo, y Sarah estaba totalmente impregnada en ella.

—Nos dejaste morir a las dos, William —acusó llevándose ambas manos con mimo al vientre—. ¡A las dos! —Sollozó, perdiendo fuerza por momentos—. Eres igual que todos, nunca debí haberme dejado seducir ni haberme subido a esa sucia barca —tosió sangre—. Hasta nunca, William...

Fue entonces cuando se arrancó el arpón, desgarrando la carne a su paso y profiriendo un grito que quebró el cielo en dos. Los pájaros echaron a volar despavoridos y todo quedó en silencio, con un cuerpo sin vida en un charco negro. Un cuerpo que quedó pronto cubierto por el charco y comenzó a deshacerse hasta fundirse totalmente con él.

Todo quedó en silencio.

Notas de juego

Creo que esto pide una buena tirada de horror.

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23/10/2023, 15:57
Alexis Locke

—No... no está bien... ¿por qué?

Sentado en la arena Alexis miraba con los ojos anegados de lágrimas a aquella cosa que los acusaba y atacaba a todos por igual. Una cosa, porque eso es lo que era y no las personas que pretendía suplantar, ya había leído sobre criaturas que podían tentar y hacer caer a los hombres en sus garras, como las sirenas o los fuegos fatuos en los pantanos, la literatura estaba llena de aquellas entidades, no iba a engañarlo, le dolía, sí, porque usaba la verdad como espada, pero no podía engañarlo. Lo sabía en su cabeza, pero más importante, lo sabía en el fondo del corazón.

—¡¿POR QUÉ NOS HACES ESTO?! —Gritó desde atrás sin preocuparse de mantener las maneras. Ya todos los sabían, todos de habrían dado cuenta de... lo que era. Quizás lor perdería ahora así como había perdido a su padre, su madre y a sus compañeros de trabajo. Pero eso tendría que esperar, en estos momentos esa cosa estaba ensuciando la memoria de Joel y eso no se lo iba a permitir. Con el puño en alto, la argolla de oro que Joel le había regalado después de besarse por última vez en la orilla de la playa brillaba en su mano cerrado como si su propio recuerdo viniera en su apoyo —ÉL JAMÁS ME HABRIA TRATADO ASÍ, NO LO ESCUCHEÍS, JOEL ME AMÓ Y YO LO AMÉ A ÉL. SÍ, NUNCA PUDE SER TAN VALIENTE COMO ÉL, PERO SU CORAZON SIEMPRE FUE GENEROSO HASTA EL FINAL, ¡TÚ NO ERES ÉL! ¡TÚ NO ERES ELLOS, NO TE ATREVAS A ENSUCIAR SUS RECUERDOS!

Se había puesto de pie en tanto gritaba y avanzaba a paso firme hacía aquello, sus gritos tratando de sobreponerse a los de aquella cosa cambiaformas, sus lágrimas dibujando un camino junto a las huellas de sus pies desnudos, pero el grito que soltó cuando se arrancó el arpón no había manera de cubrirlo. Alexis se calló y se agachó por la sorpresa  cubriéndose la cabeza, apenas abrió los ojos para ver cómo el cuerpo de la criatura se disolvía en un asqueroso amasijo de sangre oscura sucia y oscura. 

Volvió a ponerse de pie y corrió en el silencio a socorrer a sus compañeros, a ayudarlos a levantarse comenzando por Lucy, pero en último momento dudo a centímetros de ella. Sabía de la profunda religiosidad de la chica —¿Aceptaría su ayuda?— y la duda lo obligó a pensarlo dos veces.

- Tiradas (1)
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23/10/2023, 17:54
William Whorf

Algo en el interior de William se quebró por fin. Mientras intentaba balbucear algo indiscernible, vio como el cuerpo de Sarah desaparecía, el aullido que había lanzado resonando en el interior del pescador.

- No, no, por favor, otra vez no...

William empezó a temblar, todavía de rodillas, y cerró los ojos con fuerza. Esa no era Sarah, ¿verdad? No podía serlo. Su Sarah jamás habría dicho esas cosas, ¿verdad?

Con manos temblorosas, William empezó a buscar su brújula. Necesitaba ver el rostro sonriente de Sarah, no esa mirada de odio que acababa de ver. Abrió los ojos de nuevo, asustado. ¡¿Dónde estaba?! Del los bolsillos sacó su cuchillo y la pistola, y dejo que las dos cosas cayeran al suelo. ¡Lo que necesitaba era ver a Sarah! Entonces, como si de un recuerdo lejano se tratase, vio como la brújula caía por la borda. Ya no la tenía...

De repente, todos los recuerdos de Sarah empezaron a transformarse. Solo la veía a ella, tirada en el suelo, con la tripa hinchada, y desangrándose. Mientras él, de pie junto a ella, sujetaba un arpón ensangrentado.

William empezó a golpearse la cabeza con desesperación. La imagen de Sarah no desapareció ni cuando abrió los ojos. El aulido de Sarah y los llantos del bebé seguían resonando en su cabeza. Entonces William gritó.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Aunque William intenta aferrarse al recuerdo de Sarah, no funciona y pierde del todo la cabeza. Me añado los estados moribundo y alineado (sumando ya 7), y el resto de jugadores ha de decidir que hago a continuación. 

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24/10/2023, 16:55
James Norris

La visión de su padre y las cosas que le dijo le crearon una importante herida de la que no iba a ser sencillo recuperarse. Tan solo el poder ver como aquella entidad iba encarnando diferentes cuerpos y reaccionaba de forma muy distinta con sus compañeros, solo eso, fue lo que le hizo pensar que se trataba de alguna especie de truco o engaño. No podía ser todas aquellas personas, de hecho no era ninguna de ellas. 

Aun así, fue doloroso el recuerdo de su padre, sus palabras y sus recriminaciones, fueron muy duros aquellos momentos, y debido a que no se alargaron demasiado, y que aquella criatura cayo y se disolvió en su propia oscuridad, tan solo debido a ese poco tiempo, logró no salir dañado en exceso. Tenía el corazón alborotado, casi parecía que iba a salirse de su pecho.

Pero al final parecía que todo había terminado.

-¿Cómo es posible? ¿Qué era eso? Porque esta claro que no eran nuestros seres queridos.- Fue lo único que logro pronunciar, casi para el mismo. Aquello no podía haber sido su padre, no, aquello era alguna otra cosa. Algo que escapaba de su humana comprensión. Como lo escapaba la naturaleza del lugar en el que se encontraban. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Quema posesión reloj de su padre e intenta aferrarse a este y su recuerdo.

Se queda con la primera tirada, total un 10.  

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25/10/2023, 18:55
Lucy Belt

Lucy cayó al suelo, empujada por el súbito empujón de James, el sacerdote. A su lado, su amigo Norris también fue derribado de la misma manera. 

La joven se giró en el arenoso suelo, dus cabellos llenos de sal y tierra, su cara, sucia, de los chorretones como surcos en sus mejillas, formados por sus lágrimas, la arena, sangre…

Miraba de hito en hito al cura, escuchando, sin comprender, las atrocidades que salían por una boca malvada, mentirosa, grosera. Negaba con la cabeza,

-No, no, no… no… -la pobre no entendía lo que sucedía. James se transformó, en Sarah… Joel, el amigo de Alexis … , el padre de Norris… Aunque aturdida, su mente alerta reaccionó, defendiéndose de ese ataque, negando la realidad, aferrándose a la idea de que eran víctimas de un engaño, de un espejismo, de una cruel burla.

-Todo es mentira. No escuchéis…no.

Uno tras otro, sus amigos respondieron a las acusaciones. Ella no encontró palabras.

-Y si estamos muertos y esto es… el Purgatorio. La antesala del Infierno. -Quizás esa era la respuesta más natural.

Fue cuando llegó el horrible y gutural grito lastimero de James, o de esa horrenda cosa, desapareciendo el cuerpo en un abominable charco de sangre o lodo negro. Lucy se tapó los oídos con las manos, sintió arcadas. El abrazo y la ayuda de Alexis, la reconfortaron, logrando ponerse en pie, tambaleante, abrazada con fuerza a Locke. *

Notas de juego

*Posiblemente, Lucy no es consciente de la relación Alexis-Joel. Está gestionando mucha cosa que la sobrepasan.

 

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26/10/2023, 06:41
Alexis Locke

—Lucy, vamos Lucy, no mires ahí, mira aquí —musitó entre sollozos Alexis tratando de mantener a Lucy en su sitio—, ven ayúdame. 

Casi como si estuvieran condenados a repetir sus pesadillas la escena del naufragio volvió a repetirse. Un arpón, gritos y mar, dolor, llantos y más, nuevamente Alexis siguió su camino hacía James, que estaba más cerca, aunque está vez si podía ver al capitán Whorf debatirse en su dolor. Al ver que el profesor parecía sobreponerse le hizo una seña. 

—James, esa cosa... no sé que era esa cosa... no quiero saberlo —dijo mientras trastabillaba hacía William quien no dejaba de golpear su cabeza, con las pocas fuerzas que quedaba trató de afirmar sus fuertes brazos para que dejara de hacerse daño—James, ¡te necesito James!

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26/10/2023, 17:28
James Norris

Los gritos de Alexis sacaron a Jemes del estupor en el que había caído, preguntándose que había sido aquello. Y donde estaban, ya que nada de lo que estaba ocurriendo era sencillo de entender. 

-Si amigo, voy.- Y entonces fue consciente del estado de William y también de Lucy. Aunque Alexis y el habían salido bastante bien de la situación, parecía que el resto iban a necesitar ayuda. Se acercó rápido a William que era el que pero parecía encontrarse.

-Tranquilo William, no era verdad. No pasa nada.- Trato de consolarle y reconfortarle un poco, y aunque no era médico, pronto vio que el pobre pescador no se encontraba nada bien, y no sabía si podrían ayudarle. 

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28/10/2023, 19:44
El Horror

Los visitantes de ese lugar, desestabilizados, no podían más que consolarse los unos a los otros frente a tan traumático hecho. Aquello que tanto temían les miró directamente a los ojos para verbalizar sus miedos, convirtiéndose finalmente en un viscoso charco negro.

El charco fue extendiéndose lenta pero inexorablemente, cubriendo la astillada cabina del Abrazo de Sarah que se encontraba a su lado. Terminó engulléndola por completo como un ácido disolviendo un cuerpo. La cabina había formado una profunda grieta en la tierra.

Cuando la cabina se hubo disuelto del todo, el charco se filtró por la grieta, haciendo temblar la tierra. O más bien haciendo temblar la isla entera. Se produjo una sacudida que tiró al suelo a quienes habían conseguido levantarse, acompañada por un gutural rugido de ultratumba que les recordó al ataque de la noche anterior en alta mar. El rugido parecía no provenir de ningún punto en particular y a la vez de todas direcciones.

Más allá de la vegetación, desde la playa, la línea del horizonte se encontraba en movimiento. ¿Era el mar lo que se movía o era la propia isla la que lo hacía? Fuera lo que fuese, el cielo estaba despejado y en el horizonte podía intuirse una tierra firme que no se encontraba allí en primer lugar, cuando despertaron la playa.

Pronto vislumbraron un relieve en el horizonte que conocían bien: la costa de Jonesport.

Notas de juego

@Lucy Te falta la tirada de horror

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29/10/2023, 17:29
James Norris

Aquella pesadilla se disolvió en algo oscuro como la pez, y luego acabó con la cabina de la embarcación y hasta produjo una grieta en el terreno. Al llegar al suelo todo se movió, la isla entera, si es que aquello era una isla, todo cobró movimiento como doliéndose de una herida. Y fue a parar al suelo. 

Desde el suelo de la playa se fijo en el extraño aspecto de lo que se podía ver, daba la impresión de que se estaban moviendo, como si surcasen los mares. Y no tardo en aparecer el relieve de Jonesport al fondo.

-No entiendo lo que nos pasa, ni donde nos encontramos. Claro me queda que nos movemos, y si la vista no me engaña aquello parece nuestro pueblo.- Dijo mientras señalaba al resto la silueta de Jonesport que se iba dibujando cada vez con más claridad y mayor tamaño en el horizonte. 

Pero si aquello se movía no podía ser una isla. ¿Qué era? ¿Dónde se encontraban?

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01/11/2023, 10:28
Lucy Belt

El horrendo ser que no podía ser su amado James, se descompuso en un charco de bilis negra que acabó incluso por tragarse lo que quedaba de la barcaza.

De rodillas, entrando en pánico, Lucy boqueaba buscando ansiosamente aire para sus pulmones a la vez que balbuceaba.

-Es el infierno… Nos ha tragado y ahora pagamos por nuestros pecados. Mi amor… mi amor ofendió a Dios. Soy la peor de las mujeres, una ramera, me merezco el castigo y la condena.

Se dejó caer de bruces sobre la arena, enterrando su cara y su vergüenza, ajena a los tres hombres, a la imposible costa de Jonesport, un espejismo, una burla más de su aciago y tormentoso destino.

Lloraba, no cesaba de hacerlo, lloraba y rezaba a la Virgen María, rogando por su alma, por el perdón de sus pecados. Un llanto frenético, un mar de lágrimas que rivalizaba con la inmensidad del océano alrededor de los cuatro. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

He lanzado 2d10 aferrándome a las creencias de Lucy. Qué suerte :D

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01/11/2023, 17:12
William Whorf

Cuando Locke intentó que William dejase de golpearse, éste le propinó un puñetazo que lo mandó directamente al suelo. Cuando el pescador levantó la cabeza, tenía los ojos inyectados en sangre y una mirada que solo podía compararse a la de un loco.

- ¡No te acerques a mi, bestia! - gritó William, enajenado, mientras se incorporaba y cogía su cuchillo. Con manos temblorosas, lo apuntó hacia el poeta - ¡No dejaré que os llevéis a mi niña!

La mente de William se había fragmentado. Ante él solo veía sombras sin cara que le acechaban. Acababa de ver a Sarah morir en la playa, pero no había rastro del bebé. El bebé tenía que estar bien, ¿verdad? ¡Tenía que estar en casa!

William giró la cabeza para ver como Jonesport se aproximaba lentamente.

- ¡Atrás! - gritó mientras se alejaba lentamente hacia el mar. Cuando notó que el agua le tocaba ya las rodillas, se llevó el cuchillo a la boca y, mientras lo sujetaba entre los dientes, se lanzó a nado hacia el pueblo. ¡Tenía que llegar a casa antes que esos monstruos!

 

Notas de juego

He hecho un poco un popurrí de lo que habéis comentado en el offtopic, con un toque de cosecha propia para darle más dramatismo/salseo.

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02/11/2023, 04:05
Alexis Locke

Alexis cayó de espaldas bajo el peso del arriete que era el puño del fornido marinero. Sintió que la sangre la amaba y le cubría los labios y, en medio del mareo que le provocaba el dolor, buscó fuerzas para poder correr detrás del señor Whorf. El hombre llevaba un cuchillo, pero no podía dejar simplemente que se ahogase en aquellos mares tormentosos. 

Le debía la vida a ese hombre. 

Mientras corría noto que el hombre se llevaba el cuchillo a la boca y entendió que era ese momento o nunca. Una presa exitosa podría obligarlo a escupir el cuchillo y lo dejaría indefenso... Sin contar sus puños de roca. 

Miró a James para ver qué había mientras había lo posible para conseguir sus objetivos, sin escuchar por esta vez los sollozos de Lucy.

 

Notas de juego

Algunas intenciones. Que nuestro Dire decida en que quedan.

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09/11/2023, 20:26
El Horror

Totalmente fuera de sí, William finalmente fue vencido por la desesperación. Con el cuchillo en la boca, se lanzó al mar, pero el oleaje le oponía resistencia. El movimiento de la isla formaba corrientes bravas a un lado y a otro sin ningún sentido aparente. De todas formas, eso ahora a William no le importaba.

Lucy rezaba arrodillada viendo toda la escena, suplicando al Señor por el perdón de sus pecados. Pero, ¿qué eran sus pecados si no los pecados de la Humanidad? ¿Podría el Señor parar a la isla que lenta pero inexorablemente se aproximaba a la costa de Jonesport?

Alexis Locke no se lo pensó dos veces. Tenía el pómulo totalmente hinchado por el puñetazo del marinero. Probablemente, hasta le había roto el pómulo. Pero eso al poeta ahora no le importada. Sacando fuerzas de la recién explorada lealtad que le unía al marinero, se lanzó tras él y consiguió agarrarle de la bota. William se zafó con dificultad, pero el brusco movimiento le hizo perder la estabilidad y una nueva ola consiguió hundirle mientras tragaba agua.

La fuerte marea arrastró a Alexis hasta la costa, dejándole tendido sobre la arena de la playa y con la vieja bota de pescador la mano. La cabeza le daba vueltas y su pómulo ardía. No había rastro de su cuchillo, como tampoco lo había de William Whorf. Uno de los extraños pájaros autóctonos se posó sobre su pecho.

* * * * * * *

William había pasado suficientes horas en alta mar como para saber que no iba a salir vivo de ahí. El viejo lobo de mar se hundía poco a poco mientras los sentidos se le apagaban uno a uno...

Entonces las corrientes de agua cesaron. Un reflejo plateado nadó a gran velocidad a su alrededor, envolviéndole y arrastrándole todavía más profundamente. Una voz de mujer le susurró algo al oído. No era la voz de Sarah, pero le resultó igual de familiar:

«Ayúdanos...»

Y William recuperó los sentidos, pero no eran los suyos. Sintió la rabia, pero no era la suya. Sintió que los humanos tenían que pagar por tantos años de cacería. Sintió la consciencia de cientos y miles de animales que habitaban la isla. Sintió sus mentes, que ahora eran una. Lo sintió todo, pues ahora eran sentimientos suyos. Sintió que su mente había trascendido. Que la isla no era una isla, sino una gran criatura.

Abrió los ojos y vio la cara de Alexis, tendido en el suelo. Y Alexis observó cómo el pájaro le miraba con unos humanos ojos tristes.

Un gran géiser se alzó donde se había ahogado William y la gran aleta de la criatura que hundió el Abrazo de Sarah salió a la superficie, lanzándose a gran velocidad contra la costa. William sentía que él también se lanzaba sobre la costa, puesto que ahora su mente formaba parte de la colmena, igual que la de la criatura. La criatura que les iba a salvar a todos.

Notas de juego

Bueno, acaban de pasar muchas cosas.

Aclaraciones del post (leer después, spoilers ahead):

William ha perdido su cuerpo material y ahora sienta las mentes de todos los animalillos del Señor que habitan la isla y alrededores, y por supuesto de la criatura. Todas ellas sienten una gran rabia. William, aún así, todavía puedes actuar. Tú dirás lo que se te ocurre.

Los demás habéis visto cómo se ahogaba y después aparecía la criatura en su lugar.

Es un momento ideal para que gastéis vuestros últimos puntos de ímpetu (si os queda alguno) creando alguna realidad para resolver la situación. Las cosas se han precipitado por momentos y van a terminar en 3, 2, 1.

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12/11/2023, 12:38
William Whorf

Mientras se ahogaba, William sintió por fin unos instantes de paz. De claridad. Por fin iba a reunirse con Sarah. Por fin, su sufrimiento llegaría a su fin. Esos instantes no duraron demasiado.

De repente, una tormenta de emociones arremetió contra William. Sintió como correteaba por la hierba mientras jugaba con sus hermanos. Sintió como saltaba de una rama a otra en busca de comida. Sintió como huía despavorido de un depredador. Y también sintió como ese mismo depredador daba caza a su presa. Sintió tanto el dolor de la muerte como el alivio de saber que sobreviviría un día más.

Seguidamente, se sintió volando al rededor de la isla. En la costa, encontró a tres humanos. Por instinto, descendió hasta ellos y se posó sobre el pecho del que estaba tirado en el suelo. Lo miró con extrañeza. Sentía que lo reconocía. Que, de alguna forma, era parte de su bandada. De su manada.

Finalmente, el hombre anteriormente conocido como William, empezó a percibir todas las mentes que formaban parte de la isla. Con precaución, tocó la mente más grande y agitada que habitaba el lugar. Estaba herida. Furiosa. ¿Desesperada? Todos esos sentimientos le resultaban familiares.

Sintió como se abalanzaba contra la isla, dispuesto a matar a aquellos humanos que habían osado poner pie en ella. Pero en un último instante, algo le impidió atacarles. Un sentimiento de camaradería.

Además, algo mucho mayor lo impulsaba en otra dirección. Sentía que Jonesport le llamaba. Y sentía que la isla volvía a moverse.

Notas de juego

Bueno, ante todo, espectacular girito de los acontecimientos. Mis dieces.

Lo he llevado un poco por el tema de la mente colmena que comentabas, dando más bien "impulsos" que no controlando a la bestia en si ni nada por el estilo. Si te parece que habría que manejarlo de otra forma, ya me dices.

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12/11/2023, 18:51
James Norris

James hacía tiempo que nada de lo que pasaba entendía, todo era demasiado extraño, altamente raro como para poder asimilarlo. Pero lo que parecía evidente, es que el buen señor William había muerto, o algo parecido. Ya que hasta parecía haber ocupado el cuerpo de un extraño pájaro, todo en aquel lugar era extraño. La isla no era tal, sino algo en movimiento y al parecer cada vez más cerca de Jonesport.

Ayudo a Alexis a incorporarse, al menos a sentarse. Y también miro por el estado de Lucy. No sabía como proceder, aquello, lo que fuese parecía dirigirse al pueblo, pero no sabía si sería para bien o para mal. Mucha comida había allí, y buena falta les haría en el pueblo. Pero también había un rencor, un odio, hacia lo humano, hacia lo que eran y lo que hacían con el mundo.

Estaba abrumado, se sentó junto a sus compañeros, sin saber muy bien como proceder. Pensando que tal vez deberían arrojarse al agua y tratar de llegar a nado a la costa.

-¿Qué hacemos? ¿Intentamos llegar nadando a la costa?- No se le ocurría otra manera de escapar de aquella locura, aunque sería posiblemente para morir ahogados, con aquellos movimientos las corrientes deberían ser terriblemente fuertes. 

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13/11/2023, 07:20
Lucy Belt

Cuando Lucy se giró, la cara embadurnada de arena y lágrimas, vio a James auxiliando a Alexis, el océano revuelto y encabritado y, más allá, la aleta del demonio, nadando hacia la costa donde un desamparado Jonesport aguardaba un trágico fin. 

Ni rastro de William. Comprendió que había sido tragado por las aguas. 

Dejó de llorar. Con su ropa, hecha jirones, se limpió un poco la cara, y permaneció sentada sobre la arena.

-Estoy bien, James -se encogió de hombros. Ahora, escucharse a sí misma en voz alta pronunciar ese nombre, le sonaba como un rasposo arañazo metálico. -¿Cómo está Alexis?

En ese momento, Lucy, que no entendía nada o casi nada de lo que sucedía, creyó que su alma se iluminaba con un rayo de esperanza enviado por el Buen Dios y su madre la Virgen María. Se puso en pie y caminó hacia los dos hombres, posó una mano en el hombro de Alexis y con la otra cogió la de James. Negó con la cabeza.

-Tenemos que quedarnos, James. Tenemos que cuidar y proteger la isla y la hermosa vida que vive en ella. Los tres, junto con Will. Siento en mi corazón que, de alguna manera, él sigue aquí, vivo, parte de la isla. 

La isla se detuvo entonces. Y la criatura, que ya antes había frenado su avance, también lo hizo.

-Debemos demostrarle a la isla que no somos como el capitán Anderson, o el alcalde o el alguacil, que no pactamos con el diablo ni sus viles criaturas para destruirla a ella y los seres, grandes y pequeños, que nacen y viven aquí. 

Se fijó en el pajarito aquel. Reconoció esos ojos. Le habló al alma de William. 

-No habrá más saqueos y muertes. 

La criatura decidió volver a la isla, y esta, pareció moverse en dirección contraria. Se alejaban de Jonesport.

Para siempre. 

Los peces regresarían a las aguas que bañaban la costa. La pesca sería abundante y alimentaría a los buenos ciudadanos de su querida Jonesport. 

Ellos tres no verían nunca más la iglesia, el colegio o la taberna de Irving. Tan solo en sueños.

O, tal vez, todo esto lo imaginaba la delirante mente de Lucy mientras caía en el dantesco abrazo de la locura.

Notas de juego

Lo mismo me he excedido en crear esta verdad. Por eso he añadido que podría tratarse de una alucinación de la chica ;-)

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13/11/2023, 13:17
Alexis Locke

No lo había logrado, no lo había logrado, no lo había logrado

Alexis se había quedado de espaldas a orillas del mar con los ojos aportando sal a aquel fatídico océano. Había tenido la pierna de William entre sus dedos, si sólo hubiera sido un poco más rápido, un poco más hábil, un poco más fuerte. Y ahora él también se había marchado, su cuerpo estaría hundiéndose en aquel mar que ahora lo bañaba con rabia. 

un día iré hacia ti, hacía tus salados brazos abiertos. Me fundiré en tu abrazo y tu húmedo beso me robará el aliento. Me hundiré en tu cuerpo y seré, como tú, parte del océano. 

Había preparado esas líneas los primeros días que había llegado a Jonesport, cuando su corazón aún penaba por la perdida de Joel, una carta de despedida a su hermano y el resto mientras juntaba fuerzas para dejar que el abrazo del mar lo llevase al lugar donde su amor descansaba. Había estado a punto, de pie junto a la pleamar listo para caminar hasta el más allá, y sólo se había detenido porque había encontrado una joven mujer sentada junto al mar cerca de la playa con una carta en las manos y una expresión que solo había visto en si mismo y en Joel.

Sintió que algo se paraba en su pecho y abrió los ojos. Aquella ave que los había recibido volvía otra vez a despedirlos, quizás esperaba que murieran para darse un festín, pensó, mientras miraba los oscuros ojos de aquel exótico animal. Pero había algo detrás de esos ojos, no era solo curiosidad, quizás ¿Tristeza? 

—¿William? —musitó con duda, ya nada le parecía imposible en aquel lugar, el pájaro se elevó nuevamente mientras Alexis sentía como James lo ayudaba a incorporarse.

El profesor lo ayudó a levantarse y a volver a la costa, mientras aquella ave seguía dando vueltas sobre ellos. Vió a Lucy acercarse a ellos y sintió su mano en su brazo. No pudo evitar notar como los ojos de ella estaban aún más enrojecidos que los suyos y recordó aquellos años atrás cuando tímidamente le había pedido que leyera la carta que había recibido del padre Bandorino. Las preguntas de James le devolvieron lo sacaron de sus ensoñaciones. Negó con la cabeza.

—No podría llegar nadando, no hay manera que pueda cruzar eso —dijo al mismo tiempo que Lucy respondía y escuchó en silencio el resto de su discurso. El ave parecía también hacerlo, pues se había parado cerca de ellos, sobre el mismo zapato que, sin quererlo, le había lanzado minutos (¿O serían horas?) antes.

Asintió con ella. Sería un buen final para su vida. Solos en aquella isla, miró de reojo a James, quien no parecía compartir aquel funesto destino y luego a la costa de Jonesport que se acercaba con premura. La aleta dorsal de la criatura era una flecha en el compás de la isla apuntando directamente hacia el puerto. 

—Pero... —dijo con duda, como si sus palabras pudieran romper la delicada atmósfera espiritual que Lucy habla levantado—, ellos no tienen por qué morir... No se hambre al menos.

Clavó la vista en el ave. Sentía que todos pensaban lo mismo: de alguna manera el alma de William seguía con ellos, o quizás alguna otra entidad que se valía de el. Pero había algo más detrás de aquellos ojos, algo que podía escucharlos. 

—Nosotros nos quedamos aquí, cuidaremos la isla por ti, pero otro sacrificio debe hacerse este día William, sé que lo entenderás, fuiste pescador, llevabas el sustento a todos los habitantes de Jonesport —su vista se desvío del ave un momento y se poso nuevamente en el gigantesco animal marino que los precedía, aquella criatura podría mantener alimentado al pueblo hasta que la pesca volviese a reestablecerse—, lleva tu pesca al puerto una vez más, William, alimenta a tu familia... Es lo que Sarah hubiese querido. A

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13/11/2023, 18:46
James Norris

James pensaba que sus compañeros habían perdido el juicio, el no entendía nada, pero hablar con la isla le parecía un acto de locura. O tratar de hacerlo con William, o no. O tal vez aquella isla no era lo que parecía, y el viejo pescador había pasado a formar parte de aquello. Podía ser, todo podía ser en aquel lugar del que nada entendía, y en el que las leyes de la naturaleza no parecían funcionar, o al menos, no lo hacían como en otros lugares.

-Si Lucy, es posible que tengamos que quedarnos aquí.- Le dijo a la joven que hablaba con la isla. -No creo que ninguno lo lográramos, tal vez este lugar sea nuestro destino.- Le dijo a su amigo obsesionado con dar de comer al pueblo. 

Ambos hablaban, o al menos lo intentaban con aquella cosa, que isla no era. El no entendía nada, y mucho menos como salir de allí. Vivencias más propias de un sueño que de la vida real, cosas inexplicables ante las que no sabía como proceder. Probablemente se estuviese volviendo loco, todos iban a gran velocidad hacia una locura total y completa. 

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18/11/2023, 10:18
El Horror

Los deseos de los visitantes de aquella extraña isla eran sinceros. La rabiosa mente colmena podía sentirlo de alguna forma. Los ojos del pájaro que se encontraba en la playa brillaron con inteligencia, derramando una lágrima antes de alzar el vuelo. 

El ave dibujó círculos en el cielo, graznando en una llamada a la naturaleza. Pronto, el mar se tornó del color de la plata, brillando y reflejando la luz, pues un gran banco de peces de todo tipo se unió a la criatura. También se unieron a la gran estampida algunas aves, cubriendo parte del horizonte. Y todas esas mentes que eran una sola se dirigieron todavía más rápido a tierra firme. Ya se podía apreciar el puerto y algunas casas bajas desde la playa de la isla, y así las reconocieron los visitantes.

Lo que no sabían esos visitantes es que sería el último recuerdo que tendrían de Jonesport, puesto que la vista de su ciudad desapareció poco después en el horizonte entre una neblina, como si de un espejismo se tratase. Con ella, desapareció también el ruido, la criatura, los peces y las aves. Aunque todavía quedaban peces y aves en la isla, por supuesto.

Todo estaba en calma. No hacía ni frío ni calor y el sol brillaba en lo alto. El mar se encontraba ya en calma y el suave ruido de las olas en la playa les envolvió. Por primera vez, allí tumbados en la arena y con su ropa hecha jirones, se encontraron en paz.

Notas de juego

Y aquí termina nuestra historia. Cerramos con la escena de Epílogo.