Partida Rol por web

Gasto pv para Coraje
La segunda de humanidad no cuenta. Lástima xD

Todos despertais, alejados algunos pues cada pareja se encuentra en su caravana mas al mirar a los ojos de vuestro acompañante compartis la misma sensación: Calor.

Hace demasiado calor, sois conscientes de que es de dia, y eso os preocupa, hace que algo en vuestro interior se estremezca.

Afinais mas el oido, fuera se escuchan el crepitar del fuego devorando la madera. Y casi peor que eso, gritos, gritos de victoriosos y no es que reconozcais las voces de quienes los lanzan. Por fin alcanzais una conclusion logica, una emboscada.

Lhyria, alertada, mira a su alrededor, situándose:

Estaban siendo atacados, y no había tiempo que perder.

Se alza e intenta organizar a quienes la rodean:

-Rápido, será mejor que os mováis o acabaremos siendo simples cenizas...

Toma a la "princesa", con delicadeza, para protegerla, a la par que busca a su alrededor alguna forma de ver en el exterior, para saber qué sucede con exactitud...

Throkell despierta notando un calor, un calor sofocante y no es el despertar de su Bestia. Ve como las llamas empiezan a abrirse paso y a comerse la madera... Todo, demasiado rápido como para pensar en otra cosa que no sea una emboscada.

-¡¡Maldición!! -Grita con rabia e impotencia.
-¡¡Kodran, informa a tu señor de lo que ocurre!! ¡¡Kodran, responde!! -Llama a este desenvainando su espada y cubriéndose como puede con las pieles que tiene puestas por capa. -¡¡Voy a salir, cubre a tu señor con tu capa, no puedo dejar que me de el sol!!

Espero que no haya muerto sin mas, seria un problema si me diera el sol directamente...

Palidanoche sale a plena luz del día, pues espera poder ocultarse entre la sombra lo mejor posible y no consumirse por el fuego como una vela.
Da un potente salto desde su posición asta la sombra mas cercana, a ser posible a la de un árbol y así estar también cubierto de un posible fuego enemigo.

Sach despierta de su posición natural de sueño, como un perro aovillado en el suelo, levantando primero ligeramente un ojo, y luego pesadamente el otro.

Pregunta tranquilamente, sin darle más importancia al hecho: - Vamos a morir? - Al ver que nadie le responde, prefiere responderse a sí mismo: - Noooo...Albertus no puede morir! Todavía le quedan muchas cosas que hacer!!!

Se despereza tranquilamente, sabedor que afuera es de día y que el carruaje está en llamas. Organiza como mejor puede su rota conciencia y se asegura de llevar consigo todos sus útiles más básicos. Es entonces cuando se da cuenta de lo que hace Thorkell, y dice despreocupadamente: - Bueno...si he de morir, que no sea solo...jijiji

Sale detrás de Thorkell, pero no llamando a Kodran. Total, sabe que los ghouls del brujah sea más probable que centren toda su atención en defender y proteger a su amo. Se cubre como mejor puede con su largo hábito (el cual por suerte le proporciona una densa protección) y sale corriendo tras el primero, con la cabeza por delante cual jugador de rugby preparándose para placar lo que se cruce en su camino. La visión del malkavian es algo más parecido a una bala de metro ochenta envuelta en tela azulada que otra cosa...

Intentará seguir así hasta llegar a la fresquita sombra del bosque, y así poder asimilar mejor la situación.

Malditos humanos perros!! Noooo!! Eso es lo que pasa siempre que confías en ellos!! Noooo! nooo-no-no-no-noon-onoon...NO!!! Malditos! Cuando pueda, los mataré a todos!!!

Cada cual como puede sale de su carro, apenas sois conscientes de vuestro entorno pues la claridad de la luz del sol os ciega y solo ois flechas silbado a vuestro alrededor y gritos, los cuales no podeis identificar.

Lo unico seguro es que nadie a salido en vuestra ayuda. Como podeis conseguis llegar hasta la proteccion del bosque...

...El resto es oscuridad...

...Despertais al anochecer, conseguis llegar hasta el camino y descubrir las carvanas.

Desde la lejania podeis ver que estan completamente quemadas y rodeadas por un monton de cuerpos inertes.

Y asi heridos, desposeidos y humillados volveis a estar como estabais...O peor.

utilozo 1 de Fuerza voluntad

impecable! ^^

-1 FV

Los rayos del Sol no habían hecho mella en la curtida piel del brujah. Abandonó un poco la espesura del bosque para comprobar si sus hombres habían caído inútilmente en aquella emboscado o si lo habían abandonado sin mas. ¿Derrota o traición? Debia comprobarlo antes de dar un paso mas asta su destino... El cainita empezaba a dudar que la recompensa fuera proporcional al riesgo que corrían.

-¡Maldigo la noche en que os conocí, Vencel! Murmura entre dientes. Si salgo de esta sera el ultimo favor que le haga a un principe. Sigue diciéndose a si mismo, grabándoselo a conciencia mientras intenta identificar el cuerpo de sus hombres entre los caídos.

Sach reacciona inmediatamente, y sigue a Thorkell en dirección a las carretas...o lo que queda de ellas.

¡¡¡Maldita sea!!! ¿por qué? ¿Por qué no lo ví venir? ¿Qué pasará ahora? ¿Nos han traicionado? ¿Asaltado? ¿Robado? El sol pica, quema y mata lo que ya está muerto, no dejaremos que vuelva a ocurrir, pero...¡Oh! ¡¡¡Algo podría haberse salvado de la quema purificadora del fuego y sol!!! Sach debe intentar encontrar restos, ¡Sí!

Se acerca junto con el pálido brujah a los restos, pero para comenzar a rebuscar si se puede salvar algo: libros, utensilios...cualquier cosa que no haya sido robada, quemada o destrozada.

- El saber...no podemos perder el saber. Seríamos completamente inútiles sin él...no, no nononono - Balbucea mientras rebusca con sus ampolladas manos.

Miro desde la distancia las carretas arrasadas por el fuego,entre los restos están ya el monje y Palidanoche......espero unos instantes intentando recomponer los hechos de nuestra huida.....pero nada,solo el fuego y una huida sin freno hasta llegar a un lugar mas o menos seguro......pero ahora volvemos como un perros apaleados con el rabo entre las piernas.....

El monje rebusca conocimiento entre los restos calcinados,y no se que hace exactamente el otro,yo observo desde el linde del bosque un poco aturdido aun por los acontecimientos......faltan mas de nuestros compañeros,las chicas,el cochero Tomas......miro a mi alrededor buscándolos con la vista.....dándome cuenta de que mis manos están sobre las armas,preparadas para usar estas en el momento que sea necesario......

Todo sucedió demasiado deprisa como para esperar una reacción heroica, y eso precisamente era lo que Evangeline no quería. Su sueño en el que el fuego carcomía mente y alma de sus compañeros se estaba cumpliendo. A su alrededor, una extensa manta de fuego empezaba a envolverlo todo, y la luz... aquello de lo que fuimos privados, por fin volvía a aparecer. Ante una situación así ni siquiera Eva quiso curiosear las razones de por qué los carros ardían, simplemente decidió salir a la espesura del bosque para refugiarse. Curioso ya que vio como sus dos compañeras abandonaban el carruaje, y ella se quedo unos minutos allí... inmóvil, pensativa... hasta que reaccionó.
Cogió la caja de madera que le había servido de asiento durante todo el viaje, le arranco rápidamente uno de los extremos y se la puso sobre la cabeza, coincidiendo la parte rota de la caja con su parte frontal para poder ver, y sobre la caja puso alrededor una larga manta que su acompañante usaba para taparse las piernas (cosa que nunca llegué a comprender puesto que siempre las llevaba tapadas). Con ese equipamiento decidí salir de alli tan rapido como pude, en dirección al bosque.
Desperté... antes de lo normal. Mi cuerpo dolorido por las quemaduras se posaba sobre unas rocas cerca de un río. Miré a mi alrededor, y comprendí el camino que había tomado, lleno de ceniza y hojas desperdigadas por doquier. No me podía creer que yo hubiera echo esto. Cogí algunas de las hojas, y quise devolverlas al árbol de las que procedían, pero ni siquiera de puntillas era capaz de llegar hasta arriba, así que desistí de hacerlo, y decidí no borrar mi propio rastro para no ser abandonada aquí por mis compañeros.
Seguí mi propio rastro, y tocando el el lado derecho de mi abrigo, me di cuenta que el señor oso no había abierto la boca en ningún momento."Claro... estará traumatizado después de esto". Las pistas me condujeron de vuelta a las caravanas, donde Palidanoche, Sach y el tipo de incognito ya estaban allí. Palidanoche maldecía a no se qué y no se quién a saber por qué, aunque bueno, mirado las quemaduras de mi brazo me hago una idea del porqué de su malestar general. Sach estaba inspeccionando las caravanas y el tipo de incognito hacía lo que más le gustaba... nada..., bueno mirando mejor parece que le esté dando un masaje a una de sus dagas... que cosas... quien quiere dagas teniendo al señor oso conmigo...
Lo pasado, pasado está. Yo les advertí de esto mismo, de lo que podía pasar, y los hechos hablan por sí mismos.
- El fuego nos ha juzgado, ahora debemos pensar en por qué lo ha echo... Tal y como dije, el fuego purgará nuestra alma y limpiará nuestro espiritú... pero aún no es el momento para eso ¿verdad?.
Y mientras va diciendo estas palabras se sienta cerca de una de las caravanas e inspecciona un poco la forma en que se ha quemado, cogiendo trozos de madera y entralanzándolos cual puzzle de 1000 piezas.
 

Sach suelta alaridos con cada página que recupera del suelo y tiene la tinta totalmente corrida por culpa del calor, o está ilegible por culpa del humo, y las va arrojando a su espalda, para al momento darse la vuelta y volver a realizar la misma conducta.

-No puede ser... malditos humanos, caminan hacia su propia destrucción en cada curso de acción que toman, todo es destrucción y... estas páginas, tan cargadas de conocimiento... Ya sabíamos que venían a por nosotros... son los enemigos...

-No... ignorantes... es lo que más odio... ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quién? ¿Dónde? - la frase de Albertus va cambiando hasta que comienza a convertirse en una cantinela. -  ¿Quién? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Cómo?... ¿Pregunté por qué?

La cantinela se ve interrumpida por un siseo penetrante y una mirada de odio ancestral hacia los restos.

-Sí, estoy de acuerdo, acabaremos con ellos, los rastrearemos uno a uno y serviran de alimento para nosotros... ¿verdad? Pero antes... es más importante el alimento para la mente... sssí... vuestro fín se acerca...

Albertus se introduce en la boca un puñado de palidulces que mastica con fruición quedándose en el suelo sentado y balanceándose con un movimiento estereotípico. De pronto se levanta y comienza con otra cantinela.

-Esto visto había antes, en las brumas más allá de la Visión, contratiempo nos hallamos ante, pero para esto estar yo... GUIANOS, VISIÓN, LLÉVANOS A NUESTRO DESTINO, QUE EL FUEGO ARDA Y ARRASE LAS ALMAS DE LOS QUE TRATARON DE HACER ARDER LA CARNE NO VIVA.

Albertus se concentra, pues sabe que a pesar de haberse destruído las encuadernaciones probáblemente pueda salvar algún libro.

-Dad tiempo a Albertus, y Albertus os conducirá, sí, seguir rastros es fácil, como Albertus estaba mostrando a su amigo Caranoche Pálidatiza... Sach está nervioso, Sach está furioso... y Vâsile... maldito... ocúltate entre las sombras, pues sabías lo que iba a suceder... ¿es esa tu venganza?

Albertus busca con mucho interés entre los libros destruídos. Supone que los que estuviesen más en el centro estarían más protegidos del fuego y tal vez no hayan sido destruídos. Odia firmemente la destrucción del conocimiento, y aquí se ha perdido mucho. Este odio le lleva a recuperar una cordura momentánea que le hace recordar su sueño, si visión de antes de partir de Buda.

Especialmente busca el tomo de su visión, el tomo que se calló y que tal vez no ardió. El tomo que guardará entre sus múltiples bolsillos para un examen posterior lejos de ojos indiscretos y estúpidos.