Partida Rol por web

Un torbellino de sentimientos se te arremolinaban en la cabeza. Los hechos se habían acelerado de forma drástica. Ahora tenías a tu madre en el hospital en estado crítico y a tu padre muerto. Muerto por ti, parricidio, con todas las letras. Y no es que no lo mereciera pero… No era un hecho trivial.

Con los ojos húmedos de lágrimas de odio, miedo y quien sabe que más saliste de casa de tus padres para meterte directamente en el coche. Sería media mañana y no había mucho tráfico en la pequeña ciudad … Menos mal pues estabas muy alterada, y lo último que te convenía ahora era tener un accidente de tráfico.

Saliste del núcleo urbano y pudiste relajarte un poco, no mucho dada la situación, pero parecía que nada te iba a detener. De todos modos había mucho en lo que pensar ¿Y ahora? ¿Coger el primer vuelo a áfrica? ¿Cuál sería el plan de Robin?

Cuando salí de casa de mis padres, monte en el coche a toda velocidad sin pensarlo mucho, solamente quería huir y cuando mas lejos y mas rápido lo hiciera mucho mejor. El coche de alquiler de Boston no era ningún bólido un Ford focus , pero era suficiente rápido para huir a toda velocidad. Iba por la carretera exterior a unos ciento setenta kilómetros por hora con una martillero en mi cabeza consistente en la culpa, el odio el dolor y un montón de sentimientos encontrados por lo que acababa de hacer y las lagrimas no disminuían. En ese momento pensé que si no aminoraba tendría que un accidente , con las lagrimas no veía y no tenia la cabeza en la carretera por no mencionar que podría cruzarme con algún policía. Poco a poco aminore la velocidad a algo mas normal.

-¿Joder Robin que coño has hecho?. Hable para mi algo que solía hacer cuando estaba muy nerviosa y no recordaba haber estado mas nerviosa en mi vida.

¿Y que hago ahora? ¿ Vuelvo a Africa?. Pero mi madre seguía en estado critico no podia irme sin mas , cosa que me haría parecer mas sospechosa y si descubrían lo que había hecho seria una fugitiva y no podría volver mas a Estados Unidos.

Poco a poco pare el coche en el arcén. Me baje y tire escondí la jeringuilla entre unos arbustos antes la frote con la camiseta para no dejar huellas no sabia si serviría pero lo había visto en las películas.

-Ya se lo que hare. Volveré al Hospital y diré que me fui a dar un paseo y que no he ido a mi casa. Claro Robin y si el jodido Doctor Rogers no se cree que mi padre se cayera borracho y le da por ser competente y encuentra que esta hasta arriba de barbitúricos seguro que nadie piensa en la hija medica que odia a su padre…

Me senté en el asiento del coche con las piernas en el suelo. Nunca había estado tan perdida como ahora.

-Supongo que siempre puedo negarlo todo , tampoco es que nadie me haya visto matándolo. Y al decir la palabra no pude evitar que las lagrimas volvieran a aflorar. Era un cerdo asqueroso pero era una persona y lo había matado, yo que era medico y mi misión en la vida era salvar y no matar.

Con lentitud me metí en el coche y di la vuelta para volver al hospital. No podía dejar a mi madre sola.

Demasiada velocidad, no sólo el riesgo de accidente sino además de que te pudiera parar la policía, pero afortunadamente nada de eso ocurrió. Pudiste poco a poco auto-controlarte, primero volviendo a conducir de una forma normal y luego recapacitando hasta detener el coche.

Te deshiciste de aquella jeringa que te implicaba de forma directa, aunque seguías sin tener muy claro cuales serían los pasos a dar. La cabeza te hervía con muchas ideas y posibilidades, finalmente optaste por dar media vuelta. Apenas habías hecho la maniobra, cuando...

Escuchaste como un trueno repentino y seco. Tan intenso que te dolieron los oídos. ¿Qué había sucedido? Con el coche detenido alzaste la mirada, ni una sola nube, tan solo un pequeño avión, uno de esos que sirve más que nada para ver el paisaje y para probar la experiencia de volar. De pronto ese avión estalló en el aire, aquello te dejó petrificada y no entendías que estaba sucediendo. A unos cien o doscientos metros de altura los trozos en llamas comenzaron a precipitarse a tu alrededor. Demasiado tarde para poder escapar de esa lluvia de fuego con el coche, tan sólo podías confiar en la suerte.

Casi no había echado a andar con el coche camino al hospital cuando escuche un ruido atronador. Me lleve las manos a los oídos, por el ruido que era dolorosamente alto.

-Que coño… con la sorpresa se me calo el coche y me quede  mirando por la luna,  se veía una avioneta turística volando en el cielo. Estaba  cerca mío. De pronto estallo en mil pedazos. Mis ojos se abrieron como platos. Había explotado en un instante. Poco a poco trozos en llamas empezaban a caer cerca del coche.

-¡Joder!  Me solté todo los rápido que pude en cinturón de seguridad , los trozos caían y no podía huir corriendo, el coche se había calado y no me daría tiempo a arrancar y marcharme, por lo que opte por tirarme entre el asiento delantero y el trasero , al menos el techo del coche y los asientos me protegerían en el hueco de las piernas, me hice un ovillo , mientras esperaba que esto no fuera una especia de castigo divino por lo de mi padre.

Aquello fue impresionante, en aquella avioneta debía de ir alguien que… seguro que había fallecido. En un intento desesperado por protegerte te metiste en el centro del coche y la reacción de supervivencia hizo el resto, que te acurricaras todo lo que los asientos te permitías. ¿Sería el fin?

Los cascotes comenzaron a caer alrededor y sólo podías rezar. De pronto uno golpeó el coche, desde tu posición no viste donde lo hizo, pero el coche se levantó unos centímetros en el aire por el impacto y tras unos segundos más todo cesó.

Oliste a queroseno quemado y eso te hizo reaccionar ¿Y si el coche se ponía a arder? En cuanto levantaste la cabeza pudiste ver que el coche estaba bastante intacto, hasta que miraste para adelante. El capó estaba aplastado como si fuese de plastelina, pero sobre el techo no había acabado nada. De todos modos el coche de alquiler era siniestro total.

A tu alrededor habían restos del avión, algunas partes en llamas.

Cuando unos de los restos del avión golpeo el coche y este se le elevo un poco del suelo no pude evitar gritar.

-¡¡¡AAAAAAAAAHHHH!!!! El olor a queroseno lo estaba inundando todo.

-Tengo que salir de aquí y si el coche explota. Lentamente me levante del hueco de los asientos y me asome para ver la zona. Por fortuna el coche no parecía muy dañado hasta que vi el capot del coche al parecer un resto bastante pesado había impactado ahí y lo había destrozado. Me baje del coche. Y mire por la zona. Era medico y no me hacia ilusiones el piloto estaba mas muerto que el Conde Dracula.

-Joder que día llevo. Comente mientras volvía a recogerme la coleta. Tenia que avisar a alguien. Había restos de fuego por no mencionar que alguien mas tendría que haberlo visto que mi coche estaba destrozado y no podía irme sin mas. Adiós a mi plan de no tener que ver a la policía.

Saque mi teléfono y me dispuse a llamar al numero de emergencias para avisarles de los sucedido.

Tras el momento aterrador seguías en tensión, por el momento el coche no parecía que fuese a arder y los restos del aparato, la mayoría de ellos se comenzaban a apagar poco a poco.

Aún estabas dentro del coche por lo que tu perspectiva del entorno tampoco era demasiado buena. Te llamó la atención una zapatilla converse chamuscada, a unos tres metros del coche. Aún tenía el pié dentro que había sido arrancado a la altura del tobillo.

Sacaste el teléfono y macaste el número de emergencias, pero daba señal un momento y se cortaba, te fijaste en el comportamiento del móvil. La cobertura, parecía no haber, apenas una rayita pero desaparecía de inmediato. Lo intentaste varias veces pero resultó imposible. 

Estaba intentado llamar sin éxito. Cuando un zapatilla medio quemada llamo mi atención. Tenia el pie dentro todavía. Había sido cortado por la explosión del avión. Algo un poco raro.

El teléfono seguía sin dar tono.

-Mierda. Mire el teléfono y vi que apenas tenia señal.

- Tendré que ir andando a avisar.

Aunque tenia curiosidad por los restos del avión y por saber si había peligro de algún incendio. Me acerque al maletero y cogí una manta y  me dedique a andar por la zona buscando restos del avión o del piloto. Llevaba la manta por si encontraba lo que quedara del piloto para poder taparlo. Estaba acostumbrada a ver cadáveres en todo tipo de estados pero la gente no.

Y sin mas empecé a buscar.

Eras una chica decidida y fuerte y de entre todas las opciones elegiste la más humana, aunque algunos jamás lo entenderían, tu profesión había pujado buena parte por ello.

Los restos del aparato se habían diseminado por una zona de unos cien metros, algunos estaban aún en llamas. Sólo nos matorrales del margen de la carretera se habían pendido, pero el fuego no iría más allá. Esa línea de matorrales acababa en un camino secundario que se incorporaba a la carretera, así que el fuego no revestía peligro.

Encontraste la mayor parte de la cabina. A un par de metros encontraste el resto del cuerpo. Parecía corresponder al de una mujer de unos cuarenta y muchos. Estaba inerte y en una postura antinatural por lo que al menos el cuello lo tenía roto.

Pero en tu inspección una cosa te llamó la atención, los restos no estaban esparcidos de forma “normal” en vez de estar en círculo o en óvalo, la forma era un semicírculo o semi-óvalo. Era muy extraño que los trozos se hubiesen puesto de acuerdo en formar esa figura. Además... tampoco ninguno de los pequeños fuegos sobrepasó esa línea “imaginaria” del semi-óvalo

Seguí andando por la zona viendo los restos del avión que había por la zona que abarcaba unos cien metros.

-Menos mal que el avión era pequeño. Espero que no hubiera nadie aparte del piloto.

Encontré un par de matorrales ardiendo que estaban en los márgenes de la carretera. No puede evitar pararme para ver como se quemaban ,el fuego tiene ese poder es algo casi hipnótico , ver la llamas bailando a un ritmo que solo ellas puede escuchar. Después de unos segundo sigo caminado y encuentro la mayor parte de la cabina. La piloto era una mujer de unos cuarenta años.

-Que raro a quedado muy entera. Tape los restos pensaba en ello cuando vi la disposición de los restos en un extraño semicírculo. Era el accidente aéreo mas raro que hubiera visto en la vida , vale que no era una experta pero en África una vez el avión de suministros tuvo un accidente y era bastante diferente. El fuego parecía haberse contenido en ese semicírculo. Seguí caminando hacia el para ver si había algo que justificara aquello.

Ya era casi el medio día, por lo que comenzabas a tener un poco de hambre. Pensando un poco en la invitación de Jack entraste en el hospital. Parecía haber algo más de gente de la habitual.

Te dirigiste hacia la habitación de tu madre, el camino ya te lo conocías. Mientras te fuiste dando cuenta de que los ascensores no funcionaban y no había luces por los pasillos ¿Acaso no habían conseguido restablecer la luz? El corazón se te aceleró.

Cuando por fin llegaste a la habitación contuviste el aliento. Tu madre seguía en la cama y con un respirador en funcionamiento, también seguía con el gotero puesto. Debía de haber luz eléctrica, pero sólo para los elementos importantes. El pecho de tu madre subía y bajaba de forma lenta y constante, indicado que respiraba bien. Seguía con los ojos cerrados, inconsciente.

Entre en el Hospital algo mas alegre por la invitación de Jack mi vida personal era prácticamente inexistente y saber que seguía existiendo era agradable. Mire el reloj un casio Protrek solar. Con brújula y multitud de funciones en África aquí solo me servia para saber la hora, faltaba poco para el mediodía.

Iba caminando a la habitación de mi madre cuando caí en la cuenta de que los ascensores y luces no funcionaban. Y note una punzada en el estomago.

-Joder. Y eche a correr hasta la habitación de mi madre. Al llegar contuve el aliento. Las maquinas seguían funcionando , el hospital estaba ahorrando energía por lo que solo la daban a lo importante.

Había notado como el corazón me daba un vuelco pero por fortuna mi madre estaba bien. Su pecho movía rítmicamente y seguía con los ojos cerrados. Agarre una silla y me senté a su lado cogiéndola de la mano suavemente para besarla y mantenerla entre las mías.

- Mama...A pasado mucho tiempo. Pero estoy aquí y tienes que ponerte bien...te he echado muchos de menos y te quiero mucho tienes que ponerte bien.

Comencé a decir entre lagrimas abrumada por la situación de mi madre y por lo que había hecho. La muerte de un padre. Pero una cosa es que mereciera ese destino por todo el mal que había hecho en su vida y otra muy distinta era matar a tu propia padre.

Aunque su cuerpo no reaccionó a tus caricias, al menos su calor te consoló un poco, Y ver como respiraba era la felicidad para tus ojos, aunque fuese con la ayuda de un respirador.

Descansaste allí un rato, acompañando a tu madre, te fuiste relajando poco a poco hasta que finalmente te quedaste un poco adormilada.

Una voz te sobresaltó un poco – Vaya, vaya. No esperaba verte por aquí, te hacía ya camino de África – Junto a la puerta el Doctor Rogers con media sonrisa en el rostro. El cual no despertaba en ti ninguna simpatía, ni tú la despertabas en él.

Mi madre seguia en coma y por mucho que la tocara o la hablara no cambiaria nada. Era lo malo de ser medica y saber todas las palabras de consuelo que se decian. Pero el tocarla y hablarla si funcionaban para algo para aliviarme a mi. Me quede apoyada sujetando su manos y poco el cansancio la culpa y el largo viaje me fueron sumiendo en un sueño con dias mejores. Dias de cuando era niña y jugaba con mi madre , cuando era ella quien me curaba cuando me caia y sangraban mis rodillas.

Por desgracia escuche una voz que me sobresalto y cuando me gire para ver quien era no disimule mi mala cara.

-¿En África? No si aquí estoy como allí hay mucho chacal suelto. Bueno igual era un poco hostil pero no le soportaba y odiaba esa forma que tenia de mirarme. ¿Hay algún cambio en su estado? Con toda esa cosa de la barrera y los cortes de electricidad.

Hubo un momento de silencio, como si estuviese calibrando lo que habías dicho – Ahí colgada de la cama tienes su evolución, sírvete tú misma – Dijo refiriéndose al portafolios qeu había colgando del pie de la cama. Fue su manera de devolverte “el golpe bajo” - No te preocupes, me voy a donde no me muerdan, afortunadamente aún existe gente que sabe que conviene llevarse bien con quien cuida de sus enfermos...

Ops... ¿Acaso eso fue una velada amenaza? ¿Una advertencia? ¿O simplemente un bofetón en toda regla? Dicho y hecho, el hombre dio media vuelta para salir de la habitación

Cuando escuche el comentario de Rogers torcí el gesto.

-Obviamente esta ahí. Pero pregunto por que no todo viene ahí. Aun así no dije nada y me levante comenzando a leerlo.

Pero cuando dijo su siguiente frase me gire de golpe y le mire de manera abiertamente hostil. Aunque se dio la vuelta y se marcho.

-Sera gilipollas. Dije mientras seguía leyendo el informe.

Su estado no había variado lo cual era bueno aunque seguía estando grave. La presión en el cráneo no había aumentado. Pero todavía no había despertado del coma. Volví a dejar el historial en su sitio y me senté en el butacón de al lado de mi madre. Y resople frotándome los ojos , estaba bastante cansada. Mire el reloj y vi que todavía tenia bastante tiempo para la ``cita´´

- buff. ¿Hace cuanto que no tienes una cita Robin? Si es que es un ``cita´´

Sin muchas cosas que hacer quede sentada al lado de mi madre hasta que llegara la hora de marcharme. Se que lo correcto seria estar todo el rato a los pies de su cama . Pero no poda hacerlo. La quería de eso no había duda. Pero entre nosotras habían ocurrido demasiadas cosas como para tenerla un amor incondicional. El hecho de que me echara de casa por defenderse nos había distanciado mucho.

Ademas el salir un poco me haría despejarme de lo que había hecho en mi casa. Todavía estaba intentando asimilarlo. En África había visto gente matar a otra por un cigarrillo y no mostrar la menor duda o remordimiento.

-¿Por que yo me sentía tan mal por haber matado a un cerdo que casi había matado a mi madre?

Seguramente el Doctor no es que no te contara nada más porque te malinterpretara, sino porque no quiso. Y es que tu comentario mordaz no le dejó indiferente.  Ahora tenías que conformarte con leer las constantes de tu madre.

Aún eran las tres de la tarde, y tu estómago se encargó de recordarte que no habías comido nada. Podías hacerlo en la cafetería del hospital, allí habían menús económicos, aunque claro, uno no abandonaba aquella atmosfera de pacientes y demás. La alternativa era buscar un bar o restaurante bien por los alrededores o ya por la cercanía del hostal. El hostal no ofrecía ese tipo de servicio, así que esa opción quedaba descartada.

Un rugido en toda regla de mi estomago me hizo recordar que eran las tres y no había comido nada. Y la comida del Hospital no me parecía para nada apetecible demasiadas veces la había probado cuando era pequeña acompañando a mi madre o cuando estudiaba.

Me levante y di un beso a mi madre en la frente.

-Adiós Mama. Vuelvo en un rato.

Me marche de la habitación y me encamine por los pasillos para llegar a la salida queria comer algo de verdad. Algo típico de comida natal. En África los menús a veces eran...interesantes en el mejor de los casos.

Cuando llegue a la calle el sol brillaba en lo alto. Seguía habiendo bastante trajín de gente entrando y saliendo. Lo normal es que siendo medica me dedicara ayudar. Pero no me encontraba para nada bien. Me temblaban las manos , estaba cansada me dolían los ojos y la cabeza. Y seguramente todabia me duraba el shock de la cúpula y lo de mi padre...

Lo malo de ser Medica era que podías diagnosticare en segundos.

Empece a caminar cuando recorde un restaurante al que iba con mi madre servían unas costillas riquisimas y ahora mataria por esas costillas. Me acordada de donde estaba no muy lejos por fortuna pero no del nombre.

- Sweetbriar Rose dije con una sonrisa al acordarme y comenzar a andar para llegar allí.

Dejaste atrás el ajetreo del hospital y te lanzaste a la calle. No tardaste en localizar aquel restaurante, pero… por desgracia estaba cerrado. Fue casi un golpe bajo a tus recuerdos. Pero a veces esas cosas pasan. Algunos lugares cierran, otros abren… Los locales de un pueblo parecen tener vida propia.

En esa misma calle había un bar abierto, parecía uno de esos clásicos. Se llamaba el bar de Joe, con el luego y las paredes en madera, tanto por fuera como por dentro, uno de esos locales que llevan toda la vida ahí. Posiblemente no fuese el mejor local de la ciudad pero cumplía su función y era económico. Tenía mesas acolchadas en tapicería roja junto a una enorme cristalera y taburetes junto a la barra. Al menos salía buen olorcito a comida. Podías entrar allí o seguir buscando, aunque cada vez era más tarde.