Partida Rol por web

Extraje la espada del pecho de esa criatura del infierno y miré a mi alrededor para saber si su grito había atraído la atención de algún enemigo más, pero parecía que no había sido así. Me arrimé a las sombras para continuar avanzando hacia mi objetivo: 100 metros al norte y observar a los enemigos. 

Con la hoja presta para atacar, seguí caminando tratando de ir lo más en silencio posible.

Miro al primer enemigo y me lanzo contra él lanza en mano, esperando no cubrir demasiada distancia, con el escudo delante, primero un golpe alto y seguido otro bajo, intentándo abarcar la mayor parte de su cuerpo, si podía darle en dos partes era lo mejor, pero de momento no estaba fino.

Había protegido a Smiley con mi escudo y yo misma estaba protegida por otro. Eran tres así que me preocupaba que se viera sobrepasado. Por eso me decidí a intentar ayudarle. Y no es que supiera demasiado cómo hacerlo. Pero supuse que podía intentar una ilusión contra uno de ellos. Me concentré en imaginar un ataque en dirección a la criatura, algo que la obligase a esquivar y apartarse. Claro que me sentía nerviosa y no tenía demasiado claro cómo enfocarlo. 

La imagen ilusoria tenía el aspecto de uno de los múltiples muñecos que había en el complejo, muy similar al que había sido incapaz de derrotar. Fue lo primero que me vino a la cabeza que podía resultar creíble aunque, tal vez, no estaba preparada para este tipo de enfrentamientos...

El combate se ponia peliagudo, ya que Trece no habia sido tan efectivo como contra el muñeco, el primer demonio esquivo lanzando un ataque, el segundo ataque destrozo al segundo demonio que se estrelló contra el suelo y cayó de bruces al suelo, y el tercero tambien le esquivo y le lanzo un garrazo mientras descendía en picado contra Melfis.

Os seguisteis moviendo con sigilo... dentro de lo que cabía, y ya estabais pegados al edificio en ruinas. Estabais casi a la distancia máxima que os había encomendado Gert... pero se oyen como unos pasos al otro lado de las ruinas... ¿investigar o volver?

Sigues moviéndote en un sigilo bastante bueno, y llegas a la esquina de un edificio. Te parece escuchar algo; pero no sabes bien que es y empiezas a estar cerca de tu objetivo.

¡No!

Cuando aquel bicho que parecía haber surgido de uno de los tres infiernos esquivó el golpe, no pude sino pensar que acababa de vender a Alice. Si yo no podía defenderla y ella no lo conseguía... no quería ver el resultado.

Por suerte, el demonio decidió atacarme a mí. Gracias a Imperium. Preparé el puño para atizar al segundo, rezando para que aquella cabriola en el aire me salvase del impacto del bicho. Lo que no quería era tener que encajar dos golpes en el mismo asalto.

Miré a Kalth y le hice una serie de gestos. La herida dolía la existencia, pero no podría volver y mirar a Derek a la cara si volvía en cuanto me arañaban... porque era un arañazo y era mejor no mirar qué tipo de arañazo era, que me dolía con solo pensarlo.

"¿has oído eso?"

Asentí a lo dicho por Rei y fui a asomarme... pero a Rei se le daba mejor eso

-Yo te cubro y tu te asomas para ver lo que hay, ¿de acuerdo?

Asentí, segura de que Kalth me cubriría, pero no iba a permitir que estuviera en peligro. Me deslicé hacia las ruinas pisando con ligereza el suelo, como si levitara rítmicamente sobre la tierra. No había dolor, no había ataque al complejo, solo estaba la mirada rubí de Kalth siguiendo cada movimiento mío pendiente de cualquier indicio que supusiera ponerme en peligro.

No iba a darle esa oportunidad, ya le había preocupado bastante.

Ves a un tipo que destaca sobre otros tres que están encapuchados. No parecen demonios y les ves murmurar algo.

-...os dije que la resistencia era muy fuerte para esto -parece hablar a su mano- os dije que esto les venía grande.

Entonces de la nada apareció un gigantón, alguien que podría rivalizar con Oulos en tamaño

-Ya he sido capaz de derrotar a Oulos, asique no creo que sea nada difícil... aunque tenéis razón. Los Golianos no son suficientemente poderosos como para derrotar a los Muñecos, y nos es imposible acceder a la Dama desde aquí- dice mientras parece estar destilando odio por cada poro de su cuerpo- lo que tenemos que encontrar es a La Puerta, esa chica está siendo usada para entrar a este mundo por parte de Voliath, y si no lo controlamos cuando entre no nos servirá de nada esta operación ni quedará nada de este mundo.

El primero en hablar gira mirando a su alrededor y vuelve a mirar al gigantón- Aun no creo que sepamos controlar a Voliath; pero si Laenrear cree poder dominarlo no podemos hacer nada en su contra, ¿no crees?

El gigantón volvió a hablar- No, ya sabes que tiene el favor de los miembros del Consejo, debemos centrarnos en encontrar a La Puerta, poneros a ello -dice y desaparece en una nube de humo negro

Me agazapé tras mi parapeto tirando de las antenitas del pelo para no descubrirme.

¿Ese ... Ese... es quien le hizo eso a Oulos?

Me inquietaba, como si hubiera sido un mal sueño, una pesadilla de niña el oír ese nombre, pero nunca lo había oído, lo recordaría. Y por otro lado estaba la rabia. ¿Cómo se había atrevido ese fantoche enorme a herir al cabrón de Oulos? 

Parpadeé intentando  comprender a quien se referían.

Una chica... una puerta...nombres que no me sonaban de nada. Miré hacia atrás en busca de Kalth para comprobar que estaba bien.

Juntos no podríamos echarle genio a quien parecía dirigir el ataque. ¿Y si usaba entonces el cilindro?

Ví como Rei se estremecía asique me acerqué un poco hacia ella

-¿Estás bien? ¿Volvemos a la Forja e informamos a Gert?

"Perdiendo el culo, Kalth, perdiendo el culo", gesticulé a toda prisa echando a correr, doblada de dolor.

Puta herida....

Tenía que llegar y contarle a Gert tenía que hacerlo, trastabillé y me quedé sin aliento al reprimir el gemido de dolor.

¡Menudo día de mierda!

Ví como iba a caer Rei asique me adelante un poco, me lancé hacia delante y la enganché al vuelo, terminando con una voltereta y de cuclillas.

Tras esto me la eché a la espalda y salí corriendo como alma que lleva el diablo a la Forja

Por suerte, parecía que ahora ya conseguía esconderme bien y moverme mejor, aunque claro... también podría ser porque no parecía haber ningún enemigo en su camino. Justo llegué a la esquina de un edificio cuando comencé a oír ruidos extraños... por ahí seguro que estaban los enemigos preparando algo gordo.

Justo a tiempo, después de golpear a aquel bicho ahora otro se lanzaba contra mi, levante el escudo a tiempo para golpear aquel golpe, mierda, esto se estaba volviendo complicado. Agarré la Lanza listo para dar un ligero paso atrás y dar otro lanzazo su le daba al menos creo que Trece o como se llamara podría ocuparse del resto.

"No Fallare, esta vez no."

Estaba claro que no iba a conseguir nada usando mis poderes psíquicos, así que decidí que era mejor acumular energía para intentar un encantamiento que evitase que esas criaturas pudieran entrar en un circulo de 20 metros. Era mejor que nada y no sabía si habría más. Miré a Smiley, parecía que, de momento, lo tenía todo controlado. Con suerte podría mantenerlos a ralla lo suficiente para que pudiese usar la magia...