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La Destrucción viene del Cielo

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15/08/2012, 19:45
Rei "Cero"

El origen de Kalth-iagos

Derek, vestido con una túnica sencilla, fue a buscar a Rei a su habitación, despertándola con cuidado, no era conveniente asustarla, y acuclillándose al lado de la cama.
-Ey, princesita... despierta... tenemos que enseñarte una cosa
Si, aunque la hubieran encontrado en mitad de una destrucción que posiblemente causó ella, para Derek siempre sería su princesita, la había cogido cariño desde que fue a recogerla y ella le miró a sus ojos sin pupila con curiosidad, no con miedo.
El pelo de Derek, de un color dorado, siempre atraía la atención de Rei, no sabía porqué pero siempre se dedicaba a cariciarle de los mechones puntiagudos y cortos.

Rei
-Mnnnn-rezongué por lo bajo abriendo con dificultad un ojo azulado.-De...rek-musité extendiendo las manitas hasta su rostro, dibujándolo bajo mis dedos.
En seguida mis dedos gatearon hacia su sien buscando su pelo, tan suave, tan... tieso. Sí, tieso era una palabra adecuada.
Para llegar hasta ahí me había puesto de rodillas, poniéndome al borde de la cama, con el pelo lila arremolinándose sobre el colchón. Las dos antenitas que hacían un par de mechones le daban a él en las mejillas.

Derek
No pude evitar una risilla ante las cosquillas con esos mechones de pelo.
-Oye, vamos... tienes que espabilarte que te quiero enseñar una cosa- con esto la cogí en brazos como si fuera un pegote pequñito y la llevé al baño.
-Tienes que lavarte la cara, es una cosa que no querrás perderte... ya que en parte es gracias a tí -la dí un toque en la nariz, juguetón, sabía que costaba despertarla pero tenía que despertar su interés para conseguir despertarla a ella.

Rei
Hundí la cara en la túnica, a la altura de su pecho, cerrando las manitas en el cuello de la túnica.
-¿Me has traido un regalo?-después de soltar la frase me puse a rezongar con un gruñidito constante, como si estuviera mordiendo algo, poniendo morritos de pato y moviendo los pies contra los brazos de Derek, como si tamborileara el ritmo de alguna canción.

Derek
-Bueno... no es un regalo... pero seguro que te gusta y... no sé, creo que os llevaréis muy bien -la siento en el retrete y con un pañuelo húmedo la limpio la cara, las legañas y demás- ¿o es que prefieres quedarte durmiendo en la cama? En parte siempre es importante las primeras personas que se ven... no es que las vea como su madre, pero si como seres importantes, ¿sabes?
Sigo intentando despertar su curiosidad... cuando se pone a rezongar es difícil que escuche algo que no sea “ale, vete a dormir”.

Rei
Arrugué la nariz al notar el pañuelo húmedo e hice un ruidito ahogado mientras soltaba varias veces aire por la nariz, a disgusto, echando la cabecita un poco para atrás.
-No te entiendo Derek, no te entiendo...-me quejé parpadeando aún algo desorientada mirandole con el gruñidito constante más bajo. Tenía sueño, y si no dormia bien, quemaría el sitio hasta sus cimientos. Seguro.

Derek
-Ya, pero es que no te puedo decir más si estropearte la sorpresa... digamos que tiene que ver con empezar tu entrenamiento en serio, ¿sabes? porque quieres ser fuerte ¿no? -solté una risilla y la cogí de nuevo en brazos, esta vez de vuelta a la cama para buscarla algo de ropa.
La senté en la cama y la señalé con el dedo- sabes que si te metes en la cama de nuevo, no tendré tanto mimo y te cogeré a las bravas, ¿recuerdas?- hago enfasis en la última palabra para que se acuerde de nuestras peleas por levantarla.

Rei
Ya había agarrado de nuevo la sábana y estaba colando un piececillo desnudo debajo cuando ese dedo insultante de Derek me apuntó. Hinché los mofletes ofendidísima por su falta de confianza.
Que tuviera razón daba igual,pero aun así saqué el pie y lo dejé colgando junto al otro, dando golpecitos en el borde del colchón.

Derek
Saqué una túnica y unas sandalias para Rei y se las deje en la cama
-¿Te vistes sola en lo que te desenredo el pelo?- pregunto mientras me dirijo al baño a coger un cepillo para el pelo.

Rei
Me puse de pie sobre el colchón tambaleándome para recuperar el equilibrio. Aun así los mechones casi rozaban las sábanas. Me quité el camisoncillo amarillo pálido y lo dejé sobre la almohada.
La túnica estaba fría asique me quejé con un nuevo gruñido, me senté dejando caer el culo al borde del colchón y deslicé los pies por las sandalias.
-Ya está Deeeeereeeek-canturreé aún algo ronca por el sueño. Derek siempre había sido como un príncipe con ella, incluso cuando le mordía.

Derek
Volví junto a ella y la senté en mi regazo, un poco de lado para que el pelo callera hasta casi el suelo.
-Vaya melenas que tienes ya, ¿eh? ¿no te molestan?- dije mientras comenzaba a cepilalrla el pelo, con cuidado, no se como lo hacía para que se le desenredara tan fácilmente- estoy pensando en dejarme el pelo yo un poco largo también... ¿que te parece la idea? -en lo que responde comencé a tararear una cancioncilla, era la misma que ella tarareó el primer día que estuvo aquí, parecía que la tranquilizaba y Derek se la aprendió casi en el momento.

Rei
-No, no me molestan, y así puedo hacer esto-respondí con cierta coqueteria moviendo la cabeza para que las antenitas le dieran de nuevo.
Echaba la cabeza hacia atrás según cepillaba, por como se tensaba el pelo.
-¿y tú para qué lo quieres largo?-volví la cabeza y abrí mucho los ojos mirando su iris carente de pupila, seguro que los principes no tenian pupila para hacerse más interesantes-¿¿si te lo dejas largo no podré jugar con él??-por un instante el azul de mis ojos se oscureció de preocupación y amagué un puchero.

Derek
-¿Y porqué no ibas a poder? ¿es que ya no te gustaría? -amagué un puchero yo también y terminé de cepillarla el pelo- ¿no querrías cepillarme el pelo tu a mí?- con esto la acaricié su nariz con la mía y me puse en pie, con ella aun en brazos y me encaminé hacia afuera.
La brisa de la mañana era fresca y Rei se apretujó contra mí, y yo la cubrí un poco más con los brazos.
-Mira, Rei, ¿a que no habías visto amanecer aquí? sí, sí, es muy temprano, pero creeme, merecerá la pena.
Y dicho esto me encaminé hacia el laboratorio, donde se investigaban y desarrollaban las armas y novedades para la Jürgand.

Rei
-Vale, yo te cepillo el pelo Derek-cedí, imaginando como sería jugar con unos mechones dorados que pudiera coger a manos llenas.
Hacía frío aunque él me cubriera con los brazos asique me apreté más, trepando por su pecho hasta casi colgarme del hombro. Abrí medio ojo para mirar el cielo, con estrellas, pero de un azul más claro y por algunas partes era como amarillo... o rosado... era raro.
-¿Luego me vas a contar un cuento?-musité esperanzada  rodeandole el cuello con un bracito.

Derek
-¿Un cuento? pues no sé si podré... hoy tengo un día ajetreadoo, y tenía intención de que... bueno, ahora me dirás -dije con una risilla divertida.
Entonces entramos en el laboratorio y saludé a los científicos que había por allí hasta encontrarme con Silena, la jefa de investigaciones y la encargada de la creación de nuevos reclutas.
-Vaya, veo que vienes con compañía,-dice Silena acariciándo el pelo de Rei- ¿como está hoy tu princesita? ¿la traes a ver que le parece tu... iniciativa? -dice divertida.
-Si bueno, la verdad es que creí que se llevarían bien- entonces la bajé y la llevé de la mano hasta una sección en la que había muchos tubos llenos de un líquido azulado y con niños y niñas de la edad de Rei dentro, ésta apretó su manita contra la mía y puso mi brazo por delante de su cara, no le gustaba esa zona asique sería mejor aligerar el paso.
Pasándo por un pasillo y por otro llegamos al que me interesaba. En él había un niño con el pelo plateado muy largo con algunos mechones rojos.
-Mira... este es Kalth-iagos... hoy es su “nacimiento” por decirlo de alguna forma, y en parte es gracias a tí -la acaricié la cabeza y me acuclillé a su lado- verás, Kalth es fruto de la ingeniería genética, es decir, que ha sido creado por los científicos célula a célula, y parte de ellas son tuyas, de cuando te sacamos sangre al venir, para ver si estabas enferma y, decidimos, que como tenías potencial, podríamos usarlo y lo unímos al mío y al de un par más de los mejores agentes... y bueno, creemos que podría ser un buen compañero para tí, ¿no crees? ¿querrás jugar y entrenarte con él?

Rei
Miré a Derek  confusa y luego al niño.
-Kal-Resumí con un hilillo de voz mirando al niño sin soltar a Derek. Tiré de él al acercarme al niño y la mano libre se lanzó hacia el cristal.

Derek
Sonreí al ver la reacción de Rei, no pude evitarlo.
-Entonces... ¿te parece bien? -digo acercándome al tubo y que ella se quede pegada a él- Ahora tenemos que vaciarlo y despertarle... ¿estás preparada?

Rei
miré a Derek con miedo y me escondí un poco bajo su pecho, sujetándole con toda la fuerza de la que era capaz haciendo un ruido afirmativo.
No me gustaban esos tubos, ni como flotaban los niños dentro.
Parecían pepinillos en vinagre...pero en grotesco.

Derek
Me incliné un poco y activé el botón de desagüe y el tubo se empezó a vaciar, mientras esto ocurría una corriente eléctrica paso por el líquido y dió un chispazo que hizo que Rei se apretujara más a mí con un gritillo y tras el que Kalth abrió un poco los ojos.
Cuando el tubo se vació, Kalth estaba sentado en el tubo con cara de somñoliento
-Mira, Rei, se parece a tí cuando te despiertas- tras decir esto Kalth abrió los ojos y se pudo ver un destello rojo, no tenían pupila y eran rojos, como los de Derek, pero brillaban más, como si tuvieran una luz propia.
Me agaché e intenté dejar a Rei en el suelo -sería conveniente que le saludaras, siempre es importante el primer trato- dije poniendo mi mejor sonrisa y con el tono de mayor ánimo que podria poner mientras la daba un pequeño paquete, que era una especie de mono de vestir de color gris.

Rei
abracé el mono grisáceo y me acerqué al niño titubeando.
-Kal- le llamé acercándome un poco más, extendiendo el paquete. Tenía los mismos ojos que mi príncipe. ¿Tendría el pelo como él?

Kalth-iagos
Abrí los ojos y tenía a un hombre con una niña en brazos delante mía.
Él es Derek y ella Rei me dijo una voz en mi subcosciente, entonces ella apareció con un paquete en las manos, lo miré y era un mono, estaba desnudo asique con un “gracias” lo cogí y me vestí con mi mayor de las sonrisas mientras la comentaba lo que se vivía y que sabía quien era y demás.

Derek
-Oh, no... no me digas que...- no pude evitarlo, al verle mover la boca y soltar aire pero no pronunciar ni una sola palabra...- ¡SILENA! ¡VEN, TENEMOS UN PROBLEMA!- entonces se hizo el silencio en los dos niños y ambos me miraron con cara de extrañados... al llegar silena señalé a Kalth y solo dije dos palabras... - es mudo.

Rei
Inconscientemente me puse delante de Kalth-iagos cubriéndole con el cuerpecillo.
¿Mudo?... sí, claro, es mudo...¿y qué?
-¿De...rek?-pregunté algo asustada por el grito, la tensión  había salido de alguna parte. ¿Estaba enfadado?

Derek
-Tranquila, no le vamos ha hacer daño- entonces hago una señal a Silena mientras cojo en brazos a Rei- solo va a mirar si es por un efecto secundario del crecimiento o una malformación, tranquila -la vuelve a acariciar con su nariz en la de ella mientras Silena hace una inspección en el cuello y garganta de Kalth.
-Está mudo porque no tiene cuerdas vocales, no sé que ha podido pasar, pero por lo que veo, todo lo demás está bien.- tras lo que se vuelve apuntando algo en un cuaderno.
-¿Ves? Ya ha terminado.

Kalth-iagosVeo la tensión en los ojos de Rei y luego a Derek gritar que soy mudo... ¿soy mudo?, entonces viene Silena, la doctora, y comienza a tocarme en el cuello y a mirarme la garganta, tras lo que dice que si soy mudo y que carezco de cuerdas vocales.
Entonces miro a Rei, que me mira asustada.
No se puede asustar, tengo que animarla y protegerla
Asique la miré y esbocé una sonrisa enorme, como queriendo decir “no pasa nada”
Me terminé de poner el mono y me acerqué a la pareja, esperándo que había que hacer.

Derek
-Mira, ¿ves? no pasa nada... ya os enseñare a comunicaros por gestos, ¿vale?- digo poniéndola de nuevo en el suelo para que esté con Kalth.
-Al tener parte de tus células puede que tengáis cosas en común o facilidades para hacer algo, por eso quiero que os entreneis juntos, ¿vale? y además su cuarto estará cerca del tuyo.

Rei
Asentí haciendo bambolearse las antenitas y eché a correr hacia Kalth-iagos abrazándole.
El niño retrocedió varios pasos antes de sujetarme con sus bracitos.
Su pelo no tenía el mismo tacto que el de mi príncipe... seguro que era por esa guarrería en la que estaba flotando.
-No pasa nada, ¿vale?-le dije cogiendole por los hombros-Mira..-le cogí el dedo índice y dibujé un circulo en mi palma libre. Un cero.-Cuando me nombres o quieras llamarme, tócame haciendo eso...¿sí?-no podía evitar estar preocupada, Kalth-iagos era “defectuoso” y eso no lo toleraban, pero Derek quería que le cuidara porque era algo suyo, asique lo cuidaría mucho.
Sonreí retirándole el pelo de la cara con mimo, mas o menos como Derek hacía conmigo... aunque a mí no se me daba tan bien.

Derek
-Venga, vámonos, que tiene que saber donde vive y tenemos que bañarle, ya he pedido que lleven ropa limpia a su cuarto -con esto cogí de la mano a Rei y comencé a andar y ella hizo lo mismo con Kalth- me ayudarás a lavarle bien, ¿verdad? esa porquería es difícil de quitar... aun recuerdo cuando tuve que estar en uno de esos... puagh, que asco- dije con una sonrisa y esbozando una mueca de asco infantil.

Kalth-iagos
Les veía hablar y no pude evitar hacerle la seña a Rei, cuando me miró me toqué el pelo y la cara aun pringosa e hice un gesto de asco yo también, tras lo que esbocé una sonrisa amplia.

Rei
Me eché a reir sacudiendo un poco los hombros, algo fascinada por la sonrisa. Miré a Derek que también sonreía y volví a mirar a Kalth-iagos. Eran.. iguales, todo lo iguales que podrían ser.
-Vale , te limpiaremos mucho y bien, y luego Derek nos contará un cuento, sí, sí, sí.
empezaba a dar saltitos al andar, balanceando los brazos y por lo tanto, haciéndoles balancearse a ellos también.

Derek
Llegamos al cuarto de Kalth, que está puerta con puerta con el de Rei, y comencé a llenar la bañera con agua caliente en lo que ellos hacian un poco el cafre en la cama... no.. cama... entonces me asomé y los amenacé- si os meteis en la cama no os leo el cuento- digo tras lo que vuelvo al baño a prepararlo todo para la guerra con dos niños pequeños.

Kaelth-iagos
Entro en lo que será mi cuarto y comienzo a trastear mirando armarios y cajones, viendo lo que tengo y demás cuando veo que Rei estaba metiéndose en mi cama y Derek la echa la bronca. No puedo evitar reirme en silencio, la verdad es que es divertido.
Tras esto me acerco al baño, impaciente por quitarme toda esta porqueria de encima

Rei
Pero que injusto es Derek!!!! COMO SE ATREVE A INSINUAR QUE ME IBA A ACOSTAR!!!!!
No tenía pruebas, y mi pie dentro de la cama no cuenta.
Le saco la lengua moviendo un poco la cabeza, pero saco el pie.
-Derek es un rollo-dije en voz alta-No le gusta que duerma...-tire la sandalias moviendo los pies hasta que saltaron por los aires.
-Nooooooo eeeeeeeeeeeeeeees juuuuuuuuuuustooooo-canturreé dando vueltas por la cama, enroscándome en la melena lilácea para desenrollarme desandando el camino con más vueltas.

Derek
En cuanto el baño estuvo listo Kalth se metió dentro, sabía que era esa sensación pegajosa.
-Rei, vamos que necesito tu ayuda - asique me puse a frotarle el pelo con un cepillo y echando mucho jabón mientras Kalth se limpiaba el cuerpo- limpiale la espalda y si quieres meteté con él y os baño a los dos a la vez.

Rei
paseé hasta la bañera y me quité la túnica, dejándola sobre el váter.
-Está calentiiita-sonreí complacida por el calor del agua-¿Te gusta, Kal?
Le dividí el pelo en dos y se lo eché hacia delante, por encima de los hombros, dejándole la espalda desnuda.Tanteé una esponja que era una redecilla de color azul oscuro y se la tendí a Derek, que vertió gel encima.
-¿Podemos bañarnos siempre juntos?-pregunté buscando la aprobación de Derek-¿quieres, Kal?
abrí y cerré la manita hasta que brotó espuma y la froté por su espalda.
-¿Te hago daño, Kal?

Kalth-iagos
Estaba entretenido quitandome la sustancia pegajosa del cuerpo cuando me dijo lo de que si nos bañabamos juntos a lo que asentí y a la pregunta de que si me hacia daño negué con la cabeza.
Derek estaba peleándose con mi pelo y oía hacer ruiditos de esfuerzo a Rei mientras me frotaba la espalda... esto tardará un tiempo.

Rei
Fruncí un poco el ceño, el moco era resistente y salpicaba al llevar la esponja donde ya cubría el agua.
-¿tú también tenías esto por tooodo el cuerpo, Derek?-pregunté con un gruñido de esfuerzo-no me extraña que lleves el pelo corto.
Sacaba la punta de la lengua por el esfuerzo y la concentración. Kal debía estar limpio para cuando se metiera en la cama.

Derek
Tras un par de horas frotando y frotando, parecía que Kalth ya estaba limpio, asique comencé a limpiar a Rei también a lo que Kalth se unió sin pensarselo.
Rei estaba cantando mientras chapoteaba con los pies y kalth nos sorprendió, porque comenzó a seguir la melodía silbando, a lo que sonreí.
-Mira, tiene tu gusto por la música- dije sonriendo tras lo que me uní a ellos con la canción. Unos minutos más tarde estaban los dos secándose y yo limpiando la bañera para que no se quedara esa sustancia pegada.
-Princesita, ¿puedes cepillarle el pelo a Kalth? ahora termino y te lo cepillo a tí, ¿vale?

Rei
-Siiiii
tomé un cepillo y arrastré a Kalth hasta la cama.
-Siéntate  y échate la sábana por encima-ordene con mi vocecilla de mandona, gateando por la cama haciendo el hueco justo para que Derek se sentara con la espalda apoyada en el cabecero.
Kalth obedeció como esperaba y empecé a peinar esa mata de pelo plateada con hebras rojizas. A veces daba un tirón y le pedía perdón estrujándole por la espalda y hundiendo la cabeza contra su cuello, dándole con las antenitas.

Derek
Al terminar de limpiar el baño me dirijo al cuarto y veo a Rei con su cara de concentración y la lengua sacada terminando de cepillar el pelo de Kalth.
Sonriendo me acerco a la cama y la doy un toquecito a Rei- Venga que ya lo tiene desenredado, déjame mi hueco para que te lo desenrede- tras lo que me siento apoyando la espalda en la pared y comienzo a desenredarle el pelo a Rei mientras Kalth se tumba en la cama del todo con los bracitos estirados y cogiendo la túnica de Rei.
-Hace muchos años...

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19/08/2012, 21:33
Alice

Un conejito de trapo

Fingía ser su hija a pesar de que las dos sabíamos que no lo era. Ella me acostaba y me contaba cuentos, cantaba para mi y me arropaba. A veces incluso me abrazaba o me daba un beso en la frente. A veces sentía que era su hija. A veces.

Otras se mantenía más distante y pensaba en ella, la de verdad. El conejo de trapo había sido suyo, su favorito. Pero ella... Ella había nacido con los huesos frágiles, quebradizos. Aún con cuidados constantes no pasó de los cinco años.

Después me habían creado a mí, en el tanque. En realidad ni siquiera tenía parte de su código genético porque lo habían considerado... defectuoso. Pero creo que cuando me miraba a veces la veía a ella.

Me habría gustado ser de verdad su hija, que me viera a mi cuando me cantaba, pero era algo que sabía que jamás tendría y un día, sin previo aviso, dejó de venir.  Decidieron que ya éramos suficiente mayores, que no necesitábamos nada de aquello.

Así que ya no hubo más cuentos, canciones o abrazos.  ¿Pero qué había esperado? Los probeta no tenemos padres. Sólo me quedó el conejo de trapo y una sensación de vacío, todo lo demás, interfería con el entrenamiento.

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20/08/2012, 21:24
Melfis Firesoul.

Melfis y Lilith se conocen.

 

Melfis salió de su habitación, cerrando la puerta tras de sí y mirando el pasillo que en ese momento estaba cuanto menos solitario.
“Genial”
Saco de su bolsillo la pitillera donde guardaba sus regalices, cogiendo una y llevandosela a la boca, luego la guardo y acomodándose la lanza y el escudo se dirigió a la sala de entrenamientos, a esa hora debería estar casi desértico, todos estaban o en clases teóricas o haciendo alguna otra tontería, así que era la mejor hora, al menos eso esperaba el.
Varios pasillo, alguna que otra persona que iba al baño o a saber a donde, a él no le interesaba, llegó a la sala y entro, terminando la regaliz y comprobando que las armas estuvieran preparadas.

En el interior de la sala de entrenamiento hay una chica de largos cabellos negros, tan largos que una persona normal se preguntaría por qué no se lo corta de una maldita vez, que da calor verla hasta en invierno. En su mano lleva una espada de entrenamiento mientras que en la otra parece acumular energía bastante oscura y poderosa. Se lanza hacia el muñeco de entrenamiento para acabar destrozándolo de una sola vez. Detiene el movimiento y mira hacia la puerta. Su expresión no dice mucha cosa... aunque parece que podría estar enfadada.

Mira al chico que ha interrumpido su entreno.

-Tengo la sala reservada.

Lilith parece mayor, incluso más alta que muchas chicas mayores... pero Melfis la ha visto en alguna de sus clases así que seguramente tiene su edad.

Se giró lo justo para mirarla y cogió su lanza y su escudo, dirigiéndose a uno de los muñecos de entrenamiento, tanteo la lanza ¿lanzarla sería demasiado precipitado? Su mente preparaba planos de combates mientras oía la voz de la chica repetir una y otra vez lo de la sala reservada.

Finalmente se lanzó contra el muñeco.

La lanza se clavó en la boca del estómago mientras casi al mismo tiempo, es escudo golpeaba la cabeza, casi arrancandola. Sacó la lanza y chasqueo la lengua.
Un ataque efectivo, pero insuficiente, en su mente el tiempo de ataque no había superado el de reacción de un enemigo y volvió a colocarse mientras el muñeco se volvía a cambiar.

- Esto es sencillo, no nos molestamos y no será desagradable.

-He dicho que tengo la sala reservada.

Golpea la lanza del chico con el filo de la espada mientras lo mira con sus fríos ojos azules. Su cara sigue sin mostrar ninguna emoción, como un rostro de mármol que no cambia una vez está cincelado.

-Vete, estorbas mi entrenamiento.

Sin poder evitarlo, parece que a su alrededor tiene un aura de peligro bastante marcada que hasta Melfis puede notar.

Giró la lanza en un movimiento rápido que golpeó de vuelta su espada.

- Las salas no se pueden reservar, más que para entrenamientos de una clase entera, la norma del que llega primero se la queda no significa que sea reservado.

Melfis notaba esa aura, pero no iba a dejar, por mucho peligro que hubiese, que le fastidiaran el entrenamiento, si ella no quería compartir sala que se largara y volviera más tarde, el no iba a moverse.

Se colocó nuevamente preparado para golpear al nuevo muñeco que aparecía delante suyo.

Le corta la cabeza al muñeco que aparece frente a Melfis. Si llamitas quiere pelea para quedarse con la sala, no le dejará ganar porque ELLA estaba antes y eso es indiscutible y un engreído como él no le va a decir lo que tiene que hacer. El prepotente se cree con el derecho de disponer de todo solo porque sus padres son agentes de ese lugar. Que se vaya él y vuelva más tarde cuando ella haya acabado.

-Vuelve más tarde. Tu patética presencia me distrae del entrenamiento. ¿Te ha quedado claro, pelirrojo?

Lanza la espada justo en el momento en el que el monigote aparece en la sala, para dejar claro que como no se vaya, será él que tendrá un agujero en el pecho.

Miro el monigote y luego a la chica, creía recordar su nombre pero no era importante, nunca se aprendía los nombres, los llamaba por lo que hacían o por su comportamiento y esta lo tenía clavado en la frente.

- Creeme, mala leche, tampoco me agrada tu presencia pero no tengo la obligación de irme y no lo hare, si quieres entrenar eres libre de hacerlo, no voy a molestarte como lo estas haciendo tú.

Se dirigió al monigote y sacó la espada, devolviendola, si pensaba que unas pocas amenazas iban a hacer que perdiese los estribos era mas estupida de lo que creía y por lo que veía, para Melfis era bastante ingenua.

Espero a que saliera de nuevo el monigote, sin mostrar ni un ápice de intenciones para irse del lugar.

Coge la espada con las dos manos y se lanza a por él con el arma en mano y la intención de pelear contra él. Si piensa que se va a quedar asustada en un rincón o va a dejar que se salga con la suya, va apañado. Hace el amago de saltar para golpear su cabeza desde arriba, pero muestra una gran agilidad en sus movimientos y su cabello es solo un borrón en el aire cuando aparece en el lateral de él para golpearle en el costado con el filo de su arma. Como es de entrenamiento seguramente no le hará ninguna herida, salvo dejarle un morado como una catedral.

Rápidamente, se retira para prepararse para otro ataque.

No lo vio venir, intentó levantar el escudo para defenderse, pero le atacó en un costado, dándole un golpe y haciendo que se arrodillara. Sin armadura el golpe había hecho que perdiera el oxígeno y tosía para recuperarlo, mientras la miraba hecho una furia.

- Atacando sin avisar... como una cobarde... me imaginaba que ese sería tu estilo...- Se levantó mientras recogía la lanza del suelo y se la colgaba a la espalda mientras se dirigía a la puerta, sabía aceptar una derrota, pero también sabía decir la verdad - Disfruta de tu soledad, seguro que ella al menos te aguanta.

-¿Eso es todo? ¿Huyes de alguien que te propone un combate? ¿Es así como piensas ganar batallas? Acepta que no has sido lo bastante rápido para ver el movimiento y no me des la espalda. Si no puedes verlo ahora, lo verás más adelante... pero nunca lo sabrás porque le das la espalda a aquel que te ha ganado... huyes del problema.

Está con la espada apoyada en el suelo y ella apoyándose en ésta, despreocupadamente.

-Si no tratas de vencerme, será una vergüenza para ti. ¿O no?

Sacó la lanza nuevamente y apunto a la pared en la cual estaba el cartel de “para todos los miembros que aún no han cumplido la mayoría de edad esta prohibida las batallas contra otros sin la supervisión de un adulto o miembro que se haga cargo”

- No trato de huir, tampoco trato de vencerte, no eres mi enemigo, al menos no aún. La vergüenza sería mayor si supieran que desobedezco las normas de la Organización por una trifulca o por intentar defender mi hombría ante una chica, son cosas que no me interesan, las batallas se ganan y se pierden, eso no quita que deba enfrentarme a todas solo para ser el mejor.

La mirada de Melfis estaba clavada en ella a la salida de la sala, mirandola fijamente, intentando ver que diría o haría ahora ¿alguna puya sobre la cobardía por seguir las normas? ¿o sobre que es un cobarde?, ya las había oido todas, cosas de que la gente piense que te crees mejor por tener padres en la organización, se creen con derecho a juzgarte por ello o a presuponer, ella no sería diferente.

-¿Eso es lo que te preocupa? Mi maestro ha ido un momento al baño...

Sigue mirándole. Esas normas las ve una estupidez porque se supone que con su edad tienen que ser capaces de enfrentar combates reales sin la supervisión de un adulto... al fin y al cabo, los enviarán a misiones en solitario y en esas misiones solo te tienes a ti mismo para enfrentarte a lo que tienes delante... los tratan como niños.

-Aunque es aburrido convencerte. Seguramente, me decepcionarás.

Lanza la espada junto a las otras y se encamina hacia la salida, despreocupadamente.

Melfis seguía mirando a la chica se se dirigía a la puerta y sonrió.

- No tengo que probar nada hacia ti, puedo decepcionarte o no, la verdad es que ambas cosas me parecen irrelevantes, no va a causarme un gran pesar ni me deprimire si lo hago, ni me sentiré mejor y más hombre si no lo hago, pero si te vas a ir, en ese caso usare yo la sala.

Una sonrisa arrogante se marcó en su cara mientras volvía a dejar sus cosas en un banco cercano y miraba a Lilith.

-Claro, adelante. Ya he acabado mi entrenamiento. Seguro que estás esperando a que me cabree o algo para que me quede, ¿verdad?

Sabe que ese es su juego, que quiere ser superior a todos lo que le rodean quizá debido a que es hijo de miembros y se siente desplazado y a la sombra de sus padres. Es lo que pasa con todos esos niños que nacen de agentes... lo ha podido observar en todos ellos. Unos sufren traumas por ser niños probeta y otros sienten traumas por tener padres agentes. Que pena por ellos... bueno, los primeros tienen trauma porque esa sociedad en la que viven ha hecho que sea así, no por otra cosa.

-Lo que pasa es que en realidad quieres chulear de lanza frente a una chica y quieres que me quede para eso.

Melfis se rio con una fuerte carcajada mientras dejaba la lanza.

- Si de verdad quisiera presumir de algo, sería de esto.


Cuando cerró los ojos, su pelo se convirtió poco a poco en una marabunta de llamas, su mano se levantó hasta el monigote y de la nada una llama se prendió, primero pequeña hasta que una llama gigantesca lo cubrió por completo. Mientras su pelo volvía a la normalidad, se dirigió de nuevo a su lanza y espero al nuevo monigote.

- Pense que te quedarías a esperar a tu maestro, aunque puedes pillarlo por el camino, si no, le avisare que te has ido. Dime donde tengo que decirle que te vaya a buscar.

Se apoya en una de las paredes mientras mira como se vuelve la antorcha humana para intentar presumir de poderes y esas cosas.

-¿Puedo llamarte llamitas a partir de ahora?

Aunque parezca mentira, le muestra a Melfis una sonrisita ¿de que tipo? No se sabe. Eso le toca decidirlo a él que es quien tiene que interpretarla. Se separa de la pared y se acerca a él. El fuego le gusta bastante y es una de las vías de la magia que decidió aprender, a pesar de que sus maestros estuviesen en contra.

-El fuego es bonito...

Melfis se extraño, de la sonrisa, del acercamiento de lo de “el fuego es bonito”  cuando había pasado de ser el chico que intenta ligar al, chico que al que se quieren ligar, suspire y le devolvi la misma sonrisa enigmática a mi manera, es decir que asomara un poco de arrogancía, no era queriendo, era así y punto.

- Puedes llamarme como quieras, no me importa demasiado, si te es mas facil que mi nombre adelante.

Melfis miro al monigote y lo señalo.

- Deberías aprovechar antes de que lo cambien y lo apaguen.

-¿Y que se supone que debo aprovechar? Quizá quieres más fuego...

Extiende la mano y concentra su don en la mano para crear fuego en la palma y enseñárselo a llamitas. Lanza la bola de fuego contra el monigote para acabar de churrascarlo con su magia, que tampoco se queda corta.

-Aunque lo del pelo mola, prefiero tenerlo como el mío. Tiene más estilo.

El fuego no es su magia más poderosa, pero tampoco es cuestión de enseñarle como crea oscuridad a su alrededor, no vaya a pensar que quiere estar en un cuarto oscuro con él... solo le faltaba eso para agrandar su ego.

La llama que había chocado contra el monigote era debil, pero bueno, no era cuestión de ponerse a criticar poderes, quizas no fuera su fuerte, luego llego el comentario del pelo.

-Si, tienes el pelo precioso, no tienes nada que envidiar- dije con otra sonrisa, esperando a que el nuevo apareciera y pensando cómo debería atacar, el movimiento que había hecho antes fue demasiado lento y debía mejorar su velocidad.

- Por cierto ¿al final te vas o te quedas?- la respuesta podía dármela despues, me lanze a por el monigote haciendo el mismo movimiento, mirando la velocidad y el intervalo entre cada golpe... un poco mas de velocidad 2 segundos era demasiado.

Se aparta para observar mejor los movimientos de llamitas. Demasiado lentos para su gusto, aunque parece que en prima más la fuerza... seguro que es de los que llevan armadura completa y eso hace que si sus movimientos son lentos sin la armadura, lo serán aún más con ella puesta... a no ser que comience a entrenar velocidad con pesos.

Espera a que acabe con el monigote para acercarse.

-¿Qué te dice tu maestro cuando entrenas? Creo que deberías entrenar con la armadura... o tus movimientos serán demasiado lentos con ella... incluso si luchas a distancia gracias a tu lanza. Y por cierto - toma uno de los mechones de llamitas - creo que el fuego te estropea las puntas.

Cuando llegaba espero pacientemente mientras hablaba para al final decir algo que no venía a cuento.

- Debería entrenar con la armadura, pero hoy no me apetecía usarla, si mis movimientos son algo lentos sin ella con ella lo serán aún mas aunque por suerte, me he acostumbrado a la mía- paro un segundo mientras se miraba el pelo - nunca le he dado importancia, la verdad. ¿algún consejo para las puntas?

[Continuara]

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24/08/2012, 04:05
Trece

Día Uno.

El sujeto Nº 13 ha sido introducido su probeta. A la espera de resultados.

Día Dos:

El proyecto avanza favorablemente.

Día Siete:

El líquido de suspensión es estable. El embrión comienza a desarrollarse de forma acelerada siguiendo el plan previsto.

Día Trece:

Extraña malformación parece alterar a intervalos irregulares el tamaño y forma de las células.

Día Catorce:

El proyecto para a ser considerado secreto de sumario.

... ... ... .. . . . . . . . ... ... .... . . . . ......... . . .... ....... . ....... . . . ..... .

Informe Final del Primer Trimestre de Gestación:

El embrión se desarrolla favorablemente. Los proyectos en vías de desarrollo parecen dar frutos. Las células no desarrollan mutaciones malignas, y son capaces de alterar su tamaño y forma, pero no su cantidad.

Informe Final del Segundo Trimestre de Gestación:

Espíritu de Jayán implantado con éxito en el cuerpo. Potencial físico reforzado a costa de un merme psicológico. Desarrollo celular excepcional. Se aprecian muestras de levitación sin confirmar.

Informe Final del Octavo mes de Gestación:

Debido a la fuerza de Nº 13 ha tenido que ser traslado a una Probeta más resistente. El trasvase ha sido un éxito. Tamaño excepcional para su nivel de desarrollo. Peso totalmente desmesurado para su tamaño y complexión aparente, posibles problemas para la marcha al término. Apariencia inestable. Causa de la misma el potencial metamórfico del sujeto siguiendo el plan de potenciación. La levitación sobrenatural alivia el exceso de masa corporal del cuerpo. A la espera de garantizar una evolución favorable.

Informe de Fin de Gestación:

Altura no identificable. El sujeto altera constantemente su apariencia. Examen físico imposible. Peso a término fuera de gráfica. Debido a la levitación mística se ha procedido a la inmovilización de Nº 13 por su seguridad. Posible fuerza sobrehumana con el desarrollo de los años.

Informe de Cuarto Año:

Fuerza sobrehumana confirmada. Retraso en la deambulación y la marcha paliado con la capacidad de levitación. Posible trastorno maníaco-depresivo de la personalidad provocado por el potencial celular metamórfico.

Informe de Octavo Año:

Fuerza sobrehumana en aumento. Deambulación y marcha deficientes, pero potencial de vuelo estable. Trastorno multipolar de la personalidad por las razones citadas anteriormente. Alteración permanente del ritmo circadiano y defecto crónico de las fases del sueño. 

Informe Clasificado. Resultado de Proyectos:

Visión de Matrices; Éxito.

Metamorfismo Humanoide; Éxito.

Implantación de Alma Jayán; Éxito.

Potencial de Vuelo; Éxito.

Exteriorización Nula de los Ocho Chakras;  Fracaso. Efecto Invertido. A la espera de solución con Nº 14.

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24/08/2012, 04:44
Trece

Sus sueños no se entendían. Cambiaban. No tenían una estructura fija. Nunca se repetían. Sólo uno. Uno.

Un hombre, de pie, en mitad de la oscuridad, con una luz cayendo del cielo. Se tiraba del cabello, cambiaba de forma, volvía a la original. Una y otra vez. Sin éxito.

Y salvo aquello, nunca se repetían. Cada sueño era distinto. Cada sueño tenía una mente distinta. Eran mil personas en un cuerpo. Atrapadas. Encerradas. Sin salida. Esclavizadas. Locas.

Atrapado en una probeta. Soñando lo que no recordará. Era una niña inocente. Era un gigante de cinco metros. Era un monstruo. Era un príncipe. Lo era todo. Y no era nada.

Y lo buscó. Fuera de la probeta. A Nº 13. Pero no era fácil encontrarle. No tenía de forma. No tenía personalidad. Tenía todas las formas. Tenía todas las personalidades. Lo era todo. Y no era nada. No era fácil capturarle.

Y esperó. Y le encontró. Con paciencia.

Y tras mes, entrenando, se calmó, creció. Maduró como las frutas que crecen en los árboles. Y no cambió, pero dejó de sacudir su cerebro.

No tenía personalidad ni forma estable, pero algo había en su interior. Era un niño atrapado en mil cuerpos o mil niños atrapados en uno. Lo mismo daba.

Podía imitar a Alice, ser igual que ella. Podía probarse toda la ropa que quisiera. Era un vestuario con patas, brazos, y cerebro. Era fantástico. Era el amigo que toda niña probeta querría. Pero no era real. No del todo. Era una sombra de un ser humano, pues, por mucho que fingiese, no era una persona. Era todas. Y un cuerpo no puede tenerlas a todas. Colapsa.

Pero entrenaron juntos. No podía moverle, pues Nº 13 pesaba demasiado. Mucho. Era una roca. Y no caminaba. Sólo volaba. Pero cambiaba, y eso hacía que aburrirse fuera imposible. Cada día era alguien distinto, eso le daba emoción, rompía la rutina. Y era fuerte, muy fuerte.

Trece apenas vio pasar los años, pero pasaron. Trece años ya. Nº 13 tenía... trece años. Era raro. Aparte de por la paradoja, por su cuerpo. Podía ser quien quisiese. Podía ser un anciano o un recién nacido. Costaba creer que en realidad tenía siempre trece años. Pero los tenía.

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24/08/2012, 12:18
Alice

13

Me recordaba a las criaturas de los sueños, pero no lo era. No sabría decir exactamente qué era, pero había algo en él que me recordaba a mi o a Valerie. Era como nosotras. Y tampoco sabía exactamente porqué, para mi era un "él" y no "ella". Era de esas certezas que dan los sueños pero que no puedes explicar. 

Le visitaba en sueños, pero al principio no parecía darse cuenta de que estaba ahí. Su forma de hombre en la oscuridad, que cambiaba y giraba, estaba aislada. Me costó mucho que llegase a verme. Le llamé Smiley porque Trece no me parecía un nombre. Le traía pequeños regalos de otros fragmentos del sueño, pero para él o ellos o lo que fuese, parecía que no estaba ahí. 

Un día me vio, delante suyo. Y de pronto tenía mi aspecto. Me reí, cambié y él lo hizo conmigo, era un buen juego, uno de esos en los que vas probando. La lástima es que pocos cambios los iniciaba él. Pero parecía gustarle que le trenzase el pelo o le pusiera vestidos, así que le enseñaba cosas. 

Y cuando despertamos, él seguía ahí, cambiando. Eso parecía desconcertar a todos, pero para mi aquello era lo normal. En realidad era el único normal y el único que no se extrañaba cuando cambiaba yo. Así que entrenamos juntos y seguía llamandole Smiley, aunque todos los demás le llamasen nº Trece. Y seguíamos jugando a cambiar. Que nadie más nos entendiese era lo de menos. En cualquier caso a mi no me molestaba que cambiase de humor o de forma, era Smiley y era uno de nosotros. 

Notas de juego

Ahí tienes la respuesta. Por cierto, mi PJ te llama Smiley porque ha decidido que Trece no es un nombre de verdad XD

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07/09/2012, 16:47
Mortimer Hardther
Sólo para el director
Posesión

Me despierto y no recuerdo nada. Escucho gente hablando a mi alrededor y me encuentro atada a una camilla.

- Era una niña tan dulce y de repente se volvió agresiba. Todo se enloqueció pero nada que no podamos controlar - Dijo alguien que mi memoria no recuerda.

- Mas vale tenerla vigilada. Sabiamos que este dia llegaria y no será la primera vez que ocurra - Escucho con voz recta al instructor.

Todo me daba vueltas y me parecía confuso. Mi mundo se oscureció y me volvi a desmayar. Al parecer intentaban mantenerme dormida y no entendia nada.

El tiempo pasó y lo descubrí... Sufro de posesiones... Me deben mantener vigilada, aun mas, gracias a eso. Pero esto lo creó un ente que se trajo varios detrás. Nadie debe saber esto... Al menos nadie que no sea una autoridad...

Otra mañana desperté otra vez en una camilla. Habia producido molestias durante la noche por otra posesión. Esto me está preocupando.

Nuevamente amanecí confundida. Esta vez logré escuchar que implementarian medidas mas extremas. Me siento mal y estoy triste. Es por esto que no me relaciono con nadie. Debo mantenerme alejada... O alguien saldrá lastimado... Incluso yo...

El exorsismo fue doloroso. Ese ultimo ser no quiso dejarme... Estoy mareada y casi lloro de dolor. Por supuesto me están atendiendo pero debo ser fuerte y no permitir que me vean llorar.

Pasó un tiempo sin posesiones pero algo fuerte se apoderó de mi... Fué la gota que rebalsó el vaso... No sé que me hicieron... No recuerdo nada yo *desmayo*

Años después: Es mejor mantenerse en sombras y evitar el contacto a menos que sea estrictamente necesario hablar. Pasaron unas semanas y no hubo posesiones. Deberé consultar a algun superior si no es preocupante.

Notas de juego

Historia secreta de Morti. Ahora no tengo tiempo pero la iré extendiendo :)