Partida Rol por web

La Destrucción viene del Cielo

01 - La Destrucción viene del Cielo - Lo que se creía imposible

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02/05/2013, 21:33
Katherine

Estaba ayudando a Lionel a recuperar los cuerpos de nuesrtos agentes orgánicos cuando le vi venir. Sí, era mi pequeño, era Melfis, y había conseguido sobrevivir a ese desastre.

Con una sonrisa en la cara me acerqué a él y le planté un beso en la cabeza- Veo que al menos se te da bien sobrevivir -tras eso me fijé en su Jürgeneth- y veo que te vas uniendo poco a poco a tu Jürgeneth, eso está muy bien. Cuéntame que tal se te ha dado y que ha ocurrido por vuestro flanco.

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02/05/2013, 21:45
Rei "Cero"

-¡Noo!-grité lanzándome a por la figura que se convulsionaba. Trece aún sujetaba mi brazo , inflexible, con lo que retrasó mi carrera y, para cuando quise llegar, el ser había muerto de forma terrible. Esa pupila esmeralda me estaba atravesando como un arpón que estaba destinado a arrastrarme más allá del borde de mi locura. 

La mano ,entonces inerte, señalaba aún a Seline. Seline, la que había cuidado no solo de Kalth mientras estaba en el tanque, sino también de Trece y de otros niños probeta. Seline, cuya mirada brillaba cuando el príncipe estaba cerca y de cuyos labios rosados salían suspiros enamorados. 

-S-S-e~el-llamé con voz entrecortada, trastabillando para acercarme a ella mientras la mirada del ser me quemaba sintiéndola vacua y fija sobre mí.

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05/05/2013, 15:34
Trece

Una mueca de espanto se grabó en mi rostro. Solté la mano de Rei, dejándola libre. En el aire, retrocedí medio metro, alzándome la misma distancia. Miré a Kalth, con un puño cerrado. Por un momento dudé.

- Es sólo un proyecto a mitad- dije para mi, atando cabos.

Por un momento pensé que podía ser un enemigo. Pero no. Aquello parecía salido de los laboratorios de Imperium. Y había caído el solo, incapaz de sobrevivir con un cuerpo inmaduro e inconexo. Aquello era un fallo. Un modelo fallido. Dama tenía razón al decir que yo era un éxito. Y por suerte, sabía que las probabilidades de que fuese un hermano directo eran mínimas.

Dejé a Rei hacer lo que pudiese con Sel. Yo entre tanto seguí elevándome en el aire, echando una visual a los alrededores. Tras acabar, bajé y me posicioné al lado de Kalth, respetando el espacio de Rei. Ese era su momento.

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06/05/2013, 21:40
Melfis Firesoul.

Sonreí al ver a mi madre, era bueno encontrarla y sin duda saber que estaba bien, su voz me calmó los nervios y comencé un leve resumen.

- Nos tocó perseguir a un grupo de... Cuervos creo que se llamaba, los perseguimos por el bosque y nos encontramos alguna que otra resistencia, al final nos encontramos a un mounstruo que había matado a una compañera y atrapado a Mortimer en una especie de portal, querían traer ha...- pensó durante unos segundos ya que el nombre siempre se le olvidaba-Voilath, creo que era, Trece consiguió dejar K.O a Mortimer y cerrar el portal... no hice demasiado la verdad.

Se metió una regaliz en la boca mientras observaba el lugar, estaba todo muy mal incluso el camino hacía allí lo estuvo.

-¿en que puedo ayudar?

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06/05/2013, 22:18
Master

Cuando Rei se acercó a Seline, vio que seguía viva, muy mal herida y que sangraba por varios sitios, pero viva. Kalth se acercó y comenzó a tirar de ella para levantarla mientras hacía unos gestos a Rei.

Trece veía algo desolador. No parecía que quedara nada intacto ni con vida, aunque igual que Seline seguía viva, podría haber alguien más.

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06/05/2013, 22:23
Kalth-iagos

Ayúdame a subirla a mi espalda o a que Trece cargue con ella.

Los gestos eran rápidos y concisos, solo esperaba que no se saltara ninguno.

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06/05/2013, 22:26
Katherine

-Cumpliste tus objetivos y sigues vivo, eso es una misión cumplida -dije con una sonrisa- tu primera misión cumplida para ser exactos -le volví a revolver el pelo- puedes ayudar a retirar los cuerpos de los muñecos y apilarlos allí.

Los muñecos, esos seres que te habían hecho pasarlo mal en el entrenamiento estaban destrozados, no parecían haber sido algo tan difícil de destruir para las tropas enemigas.

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06/05/2013, 22:57
Rei "Cero"

-Tranquila, que se ocuparán de ti-balbuceé afectada intentando cargar con el peso de la mujer para ayudar a subirla a la espalda de Kalth... si él tenía que llevarla a cuestas cada paso para ella sería un infierno- ¿Trece?

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08/05/2013, 23:02
Trece

Me limité a asentir con pesadumbre. Mecánico y autómata, agarré con una mano al peso muerto de la mujer, liberándolo de Rei. Estábamos hablando de una fuerza al límite de lo sobrehumano, justo a punto de traspasar el límite con una proeza sólo posible por dioses o aquellos que habían roto todas las barreras. Hablábamos de, si se quería, toneladas de fuerza.

Acto seguido, me alcé unos pocos metros en el aire, quedándome a solas con el cuerpo pese a poder ser observado desde abajo. Adopté una forma amorfa, clínica, de cinco metros, y me senté en el aire, cual oriental meditando. Senté el cuerpo sobre las piernas cruzadas, consciente de que había una generosa cantidad de superficie sólida y muy pesada donde dejarlo. Una roca improvisada y levitante.

Y observé. Cual médico de campaña. Hice lo que pude por adivinar qué la afectaba y cómo tratarla. El objetivo principal era devolverle la consciencia. Sólo así podría hablar, aliviar a Rei, a Kalth, y aportar información útil para la causa. Hablábamos de primeros auxilios. Sino, la llevaría inmediatamente al médico jefe, comunicándolo a Dama por el camino.

Lo primero era lo primero.

- Tiradas (1)
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09/05/2013, 22:15
Seline

Oscuridad. Todo era oscuridad y gritos, pero entonces una luz volvió y ví el rostro aniñado de Trece. Una sonrisa surgió en mi rostro, pero un latigazo de dolor me hizo quitarla casi al instante.

-Trece -dije mirando al experimento- todo mi trabajo se ha ido -musité. Otro espasmo de dolor. Un quejido. 

Y la oscuridad volvió.

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09/05/2013, 22:17
Master

Seline parecía haber perdido el sentido, ya fuera por el dolor o por estar débil, estaba inconsciente de nuevo. Parecía que no era muy grave. Viviría, pero necesitaría los cuidados de un médico con más experiencia.

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09/05/2013, 22:19
Kalth-iagos

Vi como se llevaba Trece a Seline y salía del edificio y me centré en Rei. Estaba en su tamaño de verdad, pero no lo dudé, me acerqué a ella y comencé a hacer unos gestos.

-Vamos, aquí no podemos hacer nada, tenemos que irnos de aquí.

En mi rostro se veía mi tristeza. Pequeños hermanos en mayor o menor medida, pero ya no estaban. Así pues, cogí a Rei y me la subí a la espalda.

-Vayamos hacia el Hospital a ver si Sel está bien -la dije, aunque sabía que no tenía ganas de nada- o a dormir, que nos lo hemos merecido.

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09/05/2013, 22:41
Rei "Cero"

-Lo siento mucho, Kalth-dije con la voz rota, dejándome  levantar.-Lo siento mucho-hundí la cara en el cabello plateado de mi compañero y le sujeté con fuerza, temblando con solo imaginar que él podía haber estado ahí. ¿Y si hubiera sido mi Kalth?

-Lo siento-sollocé de nuevo. Las manos me dolían al sujetarle como si en algún momento fuera a desaparecer.

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10/05/2013, 00:28
Trece

Pasé una delicada mano por el cabello de la científico. Miré hacia abajo, descendí ligeramente y recuperé la forma habitual. La dejé al alcance de Rei, pero seguía teniéndola en brazos.

- Vivirá. Sólo está inconsciente. No es vital, pero necesito encontrar al jefe de médicos para que la trate en un margen de tiempo asequible. No me fío de mi mismo- dirigí una mirada al lugar por el que habíamos venido, aquel que conducía a Trece-. ¿Vamos?- pregunté. Podían seguir por ahí, investigando por su lado, o valorar qué sucedía cuando recuperase la conciencia.

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14/05/2013, 16:52
Master

 

Epílogo

Mientras Melfis ayudaba a separar los restos de los muñecos de los cadáveres, tanto de agentes de la Jürgand como de enemigos, Kalth cargaba con Rei y Trece con Seline de camino al hospital.

Una vez allí, los diferentes médicos los metieron en una habitación grande, con otros heridos y comenzaron a tratar a Seline, que estaba muy grave. De ella se encargó personalmente Anderthael, mientras que otros médicos o agentes que tenían alguna habilidad curativa se encargaban de los demás. 

A Rei, Kalth y Trece no les permitieron salir del hospital en tres días. El primero estaban en observación, mientras que los otros dos les ordenaron que ayudaran con el traslado de heridos, de las zonas graves a las salas donde se quedaban los que tenían un estado leve o estable. Fueron días duros, en los que apenas dejaban descansar y cualquiera que pudiera caminar ayudaba dentro.

Después de ese día, se les ordenó a todos los agentes de categoría baja volver a sus habitaciones, donde les dejaron descansar varios días. Trece descansaba y meditaba, intentando mantenerse a pleno rendimiento mientras que Melfis salía de vez en cuando a ayudar en alguna actividad con sus padres. Rei y Kalth durmieron cuatro días seguidos, y nadie fue a despertarlos. Se despertaron ellos solos cuando el cuerpo empezó a exigir comida.

Una semana después del ataque, se había conseguido retirar todos los cuerpos de la base, y se ordenó todos los agentes que acudieran a la Plaza central. Allí esperaban todos los instructores y agentes de alto nivel menos Seline. Dama estaba en el centro y comenzó a dar un pequeño discurso.

-En estos días hemos aprendido una lección. El mundo de los humanos a demostrado saber de nuestra existencia, o al menos algunos de ellos. Y lo que es peor, se creen que pueden hacernos frente. Nos han hecho daño, sí. Hemos perdido mucho, pero eso fue porque nos creímos invencibles. Para la gente de abajo éramos solo leyendas, una historia que se cuenta a los niños para que no hagan maldades, pero no, ahora ya no.

Dama se levantó y avanzó un poco por la Plaza, haciendo que su vestido se moviera con la ligera brisa y arrastrando cables pesados que la conectaban al trono en el que normalmente estaba sentada- He recibido órdenes del Alto Mando, de todos los miembros, y tenemos trabajo que hacer. Nos han exigido que devolvamos el golpe, pero no de forma quirúrgica. Hemos obtenido información que indica que una organización llamada Wissenschaft averiguó de nuestra existencia por medio de unos agentes renegados y decidieron atacarnos para intentar robarnos nuestros conocimientos sobre tecnomagia -miró hacia todos- ellos se esconden entre la población, y el problema que tienen es que no saben que a nosotros nos da igual la población de abajo.

Mientras caminaba, sus pasos levantaban una pequeña polvareda, mientras caminaba de nuevo hacia su trono- Normalmente se mandan agentes en solitario para las misiones de cambiar un curso importante de la historia. Eso va a cambiar. Las misiones ahora no van a ser tan discretas. Queremos que sepan lo que está ocurriendo. Queremos que sepan que han desatado el Apocalipsis sobre ellos. A partir de ahora, vamos a tener misiones de obtener información y destrucción. Las misiones que se os encomendarán serán para causar caos y destrucción y, sobre todo, para mostrar a todos que por culpa de esa organización su mundo puede ser arrasado hasta las cenizas.

Miraba con tranquilidad la cara estupefacta de muchos, y no pudo evitar una pequeña sonrisa- El hombre ya olvidó en una ocasión, y vamos a demostrarles porqué olvidaron aquello, porque hay recuerdos que no se deben de mantener. Vamos a demostrarles cual es su lugar de verdad.

Y con ese discurso todo cambió. Los agentes de campo ya no eran sutiles, y llegaban noticias de ciudades arrasadas por tormentas, castillos quemados hasta las cenizas, y que hombres solitarios acababan con ejércitos enteros. El mundo de abajo era un caos, era una pesadilla y todos echaban la culpa a la Wissenschaft, fuera lo que fuera. El problema era que había muchas otras organizaciones de ese estilo, y todas estaban siendo arrasadas por la arrogancia de una.

La Guerra en la Sombra se había convertido en el Fin del Mundo.

Notas de juego

 

Fin

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16/05/2013, 13:42
Rei "Cero"

Pese a que era incapaz de retomar la concentración necesaria para adaptar el tamaño de mi yo de seis años, Kalth me cargaba como si no pesara nada.
Qué iba a hacer el pobre si no.
Trece bajó, aún llevando a Seline entre los brazos pero eso no impidió que le sujetara , haciendo que su nívea y nueva cabellera se agitara ligeramente creando una estela al acercarle a nosotros.
A él también le pedí perdón.
Perdón por sentir compasión por ellos y por lo que habían perdido, perdón por no haber hecho nada para evitarlo.
Se deshizo de forma elegante de mi agarre, que por otra parte era débil e inseguro mientras Kalth avanzaba con paso firme hasta llegar a una zona que no supe identificar del todo.
Había médicos, sería el hospital... o no, ya no sabía qué había quedado en pie y qué no.
El rumor de las alas de Anderthael levantó una ligera brisa al acercarse hasta Seline.

-No quiero que se muera-dije antes de que ocultaran a Seline de nuestra vista. Era cierto que según había ido creciendo, quizá le había cogido tirria por sus aspiraciones para con el príncipe, pero claro, ¿qué mujer no reaccionaría así?

Fueron tres días tediosos, no me dejaban dormir, todo eran pruebas, ignorando mis vehementes afirmaciones sobre mi estado de salud. Tenía la cabeza sobre los hombros, ya era más de lo que podían decir otros, y era consciente de todo lo que ocurría.
-¿Dónde está?-preguntaba sin saber en realidad a quién llamaba, pero nadie respondía, sólo hacían más y más pruebas...hasta que simplemente me dejaron ir, regresar a mi residencia. La puerta de Kalth no había sido sustituída por una nueva, no estaba en su cuarto.
Al llegar al mío le encontré, hecho un ovillo con un brazo extendido sobre el sitio donde yo me aovillaba para dormir.
-Mudo idiota-le increpé sentándome en la cama. No tenía sentido despertarle, no lo conseguiría, y si lo conseguía me tiraría de mi propia cama. Levanté su brazo y me colé debajo, encogiendo poco a poco mientras el cabello liláceo se extendía hasta el borde del colchón y caía rozando el suelo con las puntas. Estiré las manitas y le sujeté bostezando.
Abrí los ojos tras lo que me pareció un parpadeo, la tripa de Kalth rugía como si de un animal hambriento se tratara y la mía contestaba con similares gruñidos.
Cuatro días durmiendo...¡CUATRO! Kalth tenía un ojo semiabierto, observando con ese iris rojizo igual que el del príncipe.
-A mí no me mires así, robacamas-le reñí empujándole. El cuerpo de Kalth cedió rodando hasta desaparecer más allá del otro lado de la cama.
Eso era, en nuestro lenguaje, buenos días.
Era algo confuso, la sensación de mantenerse aún en un sueño se resistía a desaparecer y, cuando quisimos darnos cuenta los avisos resonaban por todas partes llamando a formación a la Plaza Central.
Los edificios seguían destrozados en parte, una cicatriz para recordar el ataque sufrido y lo que se había perdido.
Casi todo el mundo estaba ahí y, sin poder evitarlo, quizá por la costumbre, busqué a Derek, mi querido Derek entre aquellos que ya estaban formando.
Estaba ahí, claro que estaba, y por muy épico que fuera el discurso de Dama, el cabreo monumental que volvía a mí con renovadas energías tras haberlo estado reprimiendo sí que era épico.
Se había cambiado el orden establecido y no iba a dejarme amedrentar ni por Derek ni por nadie. Las filas se rompieron y di la espalda a la Plaza para tomar a Kalth y arrastrarle hasta Trece, haciendo un gesto a Melfis para que se acercara.
-Vamos a jugar-anuncié con sencillez.