Partida Rol por web

Marcus suspiró amargado - iré a buscarle, Gaheris, habla con los sargentos y que los hombres hagan guardias y estén listos, se discreto por favor... Dru... tu pon un ojo en los invitados, a ver que hacen, si se quedan la noche en vela o que. Cuando encuentre a Albert, iré a buscar al Lord... no quiero dejarle más tiempo solo - acarició la empuñadura de su mandoble y torció el gesto. Esperaba que se equivocaran. 

Dru asintió. Miró alrededor del patio y decidió subir un rato a la Muralla. Desde allí podía ver todos los movimientos que ocurrían.

Se acercó a Creisen para hablarle por lo bajo. - Estamos en alerta total. Has que estén todos preparados, duplica los hombres, arcos a mano. Ojos en la espalda... Señaló a los mercenarios en el patio. - Esta noche nadie duerme. Ante cualquier señal mía los quiero llenos de flechas, que no se salve ni uno.

Al ver el fervor de Dru, traté de calmarla un poco, diciendo en voz baja:

- Tranquila, no debemos precipitarnos. Ellos no saben que sospechamos. Además, lo primero es organizarse sin llamar su atención y descubrirnos. Si nuestros hombres comienzan a realizar todas esas maniobras de manera tan evidente, es obvio que nuestros "invitados" sospecharán algo...

- Se está preparando un ejército entero, es lógico que haya movimientos poco comunes. Igualmente, tendremos cuidado, no lo haremos tan obvio. Germain va contigo Marcus? Miró a los mercenarios nuevamente. No le gustaba nada aquello.

El mencionado miro a Dru ligeramente de lado. No le gustaba que hablaran de el como si no estuviera alli.

-Iré al pueblo. +declaro+ Es el unico lugar donde queda buscarlas. Ademas, a mi no han estado vigilándome, si es cierto eso.

No necesitaba autorizacion para obrar como le placiera, ni tampoco la espero. Solo saludo secamente, para irse a por un caballo, dejando a los tres jefes que se ocuparan de todo ese lio con Parren y sus hombres. A el solo le interesaba Tayla...

- Está bien, pero ten cuidado. A la menor señal de que algo va mal, regresa al castillo... - Le dije. - ... Si encuentras a alguna de ellas, infórmale de la situación y diles que se presenten ante mí cuanto antes.

No hay rastros de Albert; su mision le ha mantenido fuera del asunto probablemente. Asi que despues de un rato, no queda mas que regresar con lord Swift

Este se encuentra todavia en la sala de reuniones. Parren le acompaña en cierta medida, aunque realmente esta haciendole honores a una gran fuente de comida y una jarra de vino, ocupandose en llenar la panza. Tu lord por el contrario parece no tener apetito, solo bebiendo pausadamente.

-¿Como van... los preparativos, c-capitan? +pregunta con voz algo vacilante, indicativo seguro que va mucho mas de una copa, aunque ni de lejos suficientes para emborracharlo. Su mirada algo roja pero nitida lo confirma.

Los hombres están listos y las ordenes dadas, al alba partiremos con el bueno de nuestro aliado y sus hombres - ese hombre siempre estaba titubeante, era débil y no era fácil verlo, solo si se rodeaba de hombres fuertes daría buena pinta, pero ahora, parecía un mero niño - ¿qué le preocupa mi lord? - preguntó directo. 

-¿Preocuparme? +pregunta, algo sorprendido+ No... Nada en absoluto. Lord Parren confía en que sssu… estrategia funcionara. Una victoria sangrienta pero segura. Nadie se lo espera… Nadie.

Parpadea con ojos algo húmedos. Suspira, y de pronto parece algo mas lucido, un segundo aire.

-Solo pensaba en las bajas, y eso me llevo a lo de esta mañana. ¿Hay nuevas del pueblo? ¿Como se encuentra la gente?

Una sonrisa se dibuja en la cara de Dru ante la reacción del espía. Asiente con la cabeza.

- Tienes razón, a ti no te vigilan. Haz tu magia y traelas!Yo subiré un rato a los muros. Si no habia mas que hablar se dirigiría a la muralla.

La respuesta no le convenció, pero asintió con sequedad - los ánimos siguen caldeados, ha habido deserciones, muertos... le propongo que inicie una investigación con amenazas de horca al pueblo, encierre a los indicados y llegado el momento, dictamine que habrá un perdón generalizado, quizás de ese modo se gane algo de afecto - era una idea, muy verde, pero al fin y al cabo una medida. 

Le lanzó una rápida mirada a Parren que seguía comiendo pero no le dijo nada. 

Parpadea muchas veces, intentando asimilar la idea en un esfuerzo por pensar. Pero el vino ya ha hecho su magia y es difícil concentrarse en la astuta propuesta de Marcus.

-Lo… lo pensare. +decide finalmente, postergando aquel asunto+ Luego de que las tropas partan será mas fácil… hablar con ellos. +calla, pero enseguida añade+ Gracias.

Probablemente sea la primera vez que te lo diga. Pero tras  esto te dispensa con un gesto leve, indicando que puedes retirarte. No hay mucho más de que hablar por su parte.

El otro comensal es una cuestión diferente. Parren no esta nada ebrio y ha oído todo detenidamente. Su mirada no deja traslucir nada… salvo que te esta prestando atención muy seriamente.

Marcus desaparece por la fortaleza en busca de su explorador, mientras que Germain lo hace por el portón en dirección al pueblo. Los dos quedan medianamente solos en el patio, si se exime al montón de tropas, tanto propias como de Parren.

Los hombres que ustedes han entrenado están divididos en tres grupos. Los que se van, quienes descansan o se relajan, eximidos una vez dejaron listas sus cosas. Los que están de guardia, y un grupo reducido de heridos. Faltan, sin embargo. No todos regresaron del poblado y sin duda el castillo quedara con muchos menos cuando la mitad partan al siguiente día.

Si van a hacer algo, tienen que hacerlo pronto. Aunque bien puede ser que la siniestra guardia de Parren se marche con él. 

Miré a mi guapa compañera y le pregunté:

- Bien, ¿que quieres hacer?. Yo no puedo salir sin que me sigan, tal vez tú tengas mejor suerte...

Dru observó como partían sus compañeros y luego volvió sus ojos a los mercenarios. Sin despegarlos de ellos respondió luego de unos segundos:- ¿Que quiero hacer? Umm... un buen revolcón... sexo salvaje no vendría nada mal... tal vez esta noche...

Miró a Gaheris con cierto brillo juguetón en los ojos y se acercó bastante. - Si, esta noche... iré por una de mis chicas. No se ven muchos hombres interesantes últimamente por este lugar. Sonrió y continuó caminando pasando muy cerca de Gaheris.

- ¿Salir para que? Yo subiré a los muros, no pretendo salir por ahora. Luego debo ver qué pasa con la revoltosa de arriba. Espero no cortarle la lengua apenas la vuelva a escuchar...

- Mierda, precisamente ahora tiene que salir con esas, con la cantidad de veces que he soñad con escuchar algo parecido de sus labios... - Pensé, tragando saliva, mientras ella pasaba cerca de mí. Mentiría si dijese que no la consideraba una de las mujeres más bellas, atractivas y fascinantes que había conocido en mi vida, sin contar conque era uno de mis amigos más queridos. Tras sobreponerme, le respondí, con igual brillo juguetón. - ... Bueno, pues sería un placer para mí recibir a ti y a tu amiga más tarde, cuando estemos seguros de que no hay peligro inminente.

Luego me reí acerca de su comentario sobre nuestra invitada y le respondí, comprensivo:

- No podía reprocharte nada si lo hicieras, después de haber estado yo mismo un rato con ella, pero no creo que nuestro jefe fuera tan comprensivo, así que, por tu bien, te recomiendo que, de momento, no saques la daga, por favor...

Asintió ante su señor y se dispuso a marcharse hasta que se percató de la mirada de Lord Parren. Antes de irse, lo miró con fijeza, como el buen hombre y guerrero que era - ¿ocurre algo Lord Parren? parecéis contrariado - le preguntó directo, con el semblante serio y firme, seguro de si mismo; no se le olvidaba aquella vez que lucharon que lo mantuvo a raya sin saber muy bien porque. 

Chasquea la lengua, despejando el bocado mientras devuelve la mirada.

-Solo pensativo. Ya quiero ver que tendras para decir en la tienda de mando, cuando estemos frente a nuestro destino... +replica en tono contenido+ Puede retirarse, capitan.

Pese a todo, es cortes. Lo cual no deja de ser ... raro. Especialmente tras como se desenvolvio vuestra relacion. Pero nada en su expresion parece delatar un motivo oculto a sus palabras. ¿Habra cambiado?