Partida Rol por web

La encrucijada de cuatrocaminos.

Introducción 1.1. En los barracones.Ammaranza y Eralisa.

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08/06/2012, 09:48
Director

La mano de Artas abrió la puerta que llevaba al interior de los barracones, donde normalmente descansaba la tropa, aquel día solo había tres personas, los dos Gemelos Tornarroca y una joven bardo, una semielfa de pequeño tamaño. Los gemelos Tornarroca, aunque de lejos podrían parecerse, desde una vista más cercana se verá que no existe parentesco entre ellos.

Geralt es un hombre alto y corpulento, de un tamaño similar al Artas, con una larga melena que le sobrepasa los hombros. un espeso bigote y una ligera sombra conformada por una pequeña perilla bajo su boca. El color de sus cabellos es de un castaño claro, y sus ojos son de un verde muy claro. Viste un camisote de mallas de un material brillante, seguramente Mithril.

Dartos es igual de alto, pero más delgado que su supuesto hermano, igualmente la melena le sobrepasa los hombros, pero no hay vello en su cara, sino que una cicatriz le surca la cara a la altura del ojo izquierdo. Su pelo es también de color castaño, pero oscuro en su caso, y sus ojos son verdes oscuros. Viste una armadura de cuero tachonado de muy buena calidad.

Por la puerta entran el caballero Artas primero, antecediendo a una joven muchacha hermosa, acorazada con una armadura completa, de dulces rasgos, que todavía conserva la virginal suavidad y palidez de su rostro, a pesar de haber recibido numerosos golpes en el tiempo. Sus ojos son grandes y tienen una extraña forma ligeramente almendrada, de color azul y casi nunca muestran la viveza típica de alguien de su edad. El resto de la cara es casi perfecta y proporcionada, y aunque nunca lleva su negra y lacia melena demasiado larga, suele recogerla en una o dos coletas para evitar que tape sus ojos.

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08/06/2012, 12:36
Ammaranza

Escuchaba con atención la exposición de los hermanos sobre la orden, todo lo que pudiera aprender de la ciudad era bienvenido, la información era siempre una cosa valiosa, aunque mucha gente no fuera consciente de ello, no importaba lo irrelevante que pudiera parecer a priori, nunca se sabía el momento en que podía ser útil. Deseaba hacer más preguntas, pero tendría que esperar para ello.

Dudó unos instantes si levantarse o no cuando el caballero entró en la sala, pero finalmente se mantuvo sentada, la pesada capa de viaje, ocre y algo sucia, se arremolinada alrededor de su cuerpo, cubriéndolo prácticamente en su totalidad. Sus ojos, de color marrón, vivaces, miraron a los recién llegados. La enguantada mano izquierda limpió despreocupadamente un pequeño resto de espuma, con toda seguridad provenía de la jarra casi vacía que tenía justo delante de ella. Una mochila de aspecto ligero y un estuche de madera, de aspecto sólido, también descansaban junto a la bebida.

Gracias por prestarme vuestra montura Ser Artas dijo con una leve inclinación de cabeza que hizo que su castaño cabello se moviera, dejando el descubierto una oreja puntiaguda, su voz era suave y acogedora, y por la hospitalidad movió el brazo para abarcar la estancia esbozando una sonrisa, que mantuvo mientras su mirada se fijaba sin reparo en la chica que acompañaba al Rantano, cuyo aspecto le resultaba cuanto menos curioso, intentando vislumbrar algún símbolo que pudiera decirle algo más sobre ella.

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08/06/2012, 13:01
Eralissa

Los barracones son tal y como esperaba. Sencillos y austeros pero lo suficientemente acogedores para que los soldados puedan tomar un merecido descanso. La bofetada de calor que golpea su rostro, como única parte del cuerpo descubierta, le reconforta hasta ponerle la piel de gallina bajo la armadura. Por un instante cierra los ojos y respira hondo disfrutando del momento, dejando atrás los largos días de travesía a la intemperie. Artas se hace un lado y le permite observar el lugar con más detenimiento. Tres personas les acompañan, pero sólo una le llama especialmente la atención. Una mujer de frágil aspecto y dulces rasgos era lo último que esperaba encontrar en el barracón de aquella ciudad amurallada.

Despacio, se acerca hasta ellos y mostrando algo parecido a una sonrisa les saluda con la cabeza gacha, sin llegar a mirarles a los ojos - Mi nombre es Eralissa - Una pesada armadura de combate cubre la casi totalidad de su cuerpo. A pesar de su evidente uso, reluce con un brillo especial, como si acabasen de pulirla. En el centro de la misma, un potente brazo agarrando un rayo destaca sobre el resto de florituras. Su rostro descubierto muestra un cansancio evidente, pero a pesar de alguna ojera galopante, mantiene un buen aspecto. De cerca, puede observarse la extraña forma semi-almendrada de sus enormes ojos azules. Su pelo oscuro cae sobre la espalda recogido en una corta coleta.

Toma asiento intentando no estar demasiado cerca de ninguno de los tres, y lanza una tímida mirada a los ojos de la mujer pero no consigue aguantarla más de tres segundos. Poco a poco, comienza a quitarse los guantes mientras espera a que Artas les acompañe.

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09/06/2012, 18:29
Ammaranza

Iba a esperar a que Artas se acercara, pero la actitud de la recién llegada le pareció curiosa esa forma de evitar la mirada... solo lo hacen los que tienen algo que ocultar no le molestaba, después de todo ¿quién no tiene secretos? La vida sin ellos sería mucho más aburrida no hace tanto tiempo esté pensamiento nunca habría acudido a su cabeza.

Soy Ammaranza no usó toda la perorata, prefirió comportarse como ella, pero lo que si hizo fue volver a mirarla de nuevo, entrecerrando los ojos, reflexionando un momento eh, Eralissa ¿has estado alguna vez en Ganariel? Le preguntó con interés tu rostro me resulta familiar, pero no logro recordar ¿hace un rato estaban a punto de matarme?  ¿en la presentación de la hija del Conde de Taferine? Un gesto interrogativo y una sonrisa divertida aunque con otro atuendo mucho más apropiado para la ocasión

Tomó la jarra con la mano izquierda y terminó de apurar el contenido, sentía como el calor iba poco apoco asentándose en su cuerpo, así que abrió el broche que mantenía la capa bien cerrada alrededor de su cuello, aunque no se la quitó todavía. Esto reveló un colgante en forma de sol, en la parte superior de su pecho, era prácticamente blanco, aunque pequeñas filigrinas plateadas lo decoraban.

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09/06/2012, 21:54
Eralissa

Nerviosa al escuchar que la mujer se dirige a ella, aparta un mechón de pelo de su cara colocándolo con los dedos detrás de la oreja. Aunque se atreve a mirarla furtivamente un par de veces de reojo, en ningún momento se centra en ella directamente. Su boca muestra una mueca nerviosa, similar a una sonrisa. Su objetivo es intentar no parecer nerviosa, pero su cuerpo muestra todo lo contrario.

- No, seguro que no era yo - contesta sin más

Mira un segundo a los tres hombres mientras comienza a agitar la pierna con rapidez, haciendo un leve pero molesto ruido al golpear el suelo. Agacha la cabeza mirando a sus pies hasta que finalmente la eleva de nuevo centrándose en Artas, con el que no parece sentirse tan incómoda.

- Vengo de muy lejos, y es la primera vez que estoy en Aam

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10/06/2012, 00:49
Ammaranza
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Conocimiento Bardo

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+6)=17

Notas de juego

Mientras espero a Artas, voy a hacer una tirada de Conocimiento de Bardo para ver si reconozco el símbolo que lleva la armadura de Eralissa (Si no pudiera hacerla la ignoras, la he tirado por adelantar)

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12/06/2012, 22:21
Director

Notas de juego

El símbolo de su armadura es el de Heironeous, una mano blanca sujetando un rayo.

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12/06/2012, 22:23
Artas

Bueno, pues ya estamos todos, sentémonos a la mesa y disfrutemos de éste humilde bocado, sopa de pollo y verduras - el guerrero cogió la olla que mantenía la temperatura sobre las ascuas del fuego y la puso sobre la mesa, para decir, risueño - ¿Pero qué hago?, si Dartos ha fallado un disparo... - Artas cogió un cucharón para servir y se lo dio, con un golpecito en el pecho a Dartos - Tú sirves.

El humano se quitó el yelmo y lo dejó sobre uno de los toneles, mirando hacia la mesa, revelando un rostro curtido y maduro, serio, bajo un pelo corto y peinado militar.

Tomó una silla y la hizo avanzar hasta la mesa, para sentarse encabezando la mesa. - Sentaos a la mesa, hablaremos mejor mientras comemos, la barriga ruge a esta hora del día y evita que nos oigamos los unos a los otros.

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12/06/2012, 22:36

El arquero miró a Artas, cuando este le dio el cucharón, y sin decir palabra se puso a servir, cinco platos abundantes, con verduras y carne de poyo deshuesada, hasta que por fin acabó y dijo - No te acostumbres Artas, no suelo fallar un tiro tan fácil.

Luego cogió un par de jarras más, una para Artas, rebosante de cerveza, que se la puso frente a su plato, y otra vacía que miró extrañado y confundido, para mirar a Eralissa - ¿Queréis cerveza, mi señora?

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13/06/2012, 12:06
Ammaranza

La situación le divertía, un lugar extraño, rodeado de gente desconocida, y que sin embargo se comportaban de manera bastante hospitalaria, en Mytacias esta hospitalidad le había costado mucho tiempo conseguirla, así que llegó a la conclusión que esto se parecía más a su época en Ganariel, donde todo era mucho más forzado, pero a pesar de todo se acogía a la calidez del momento, agradable tras el camino y el duro encuentro de hace apenas un rato.

Pero siempre atenta palabras de alguien a olvidar, pero por desgracia su supervivencia iba a depender muchas veces de recordarlo.

Pues había jurado que eras tú insistió a la huidiza muchacha esos bonitos ojos son difíciles de confundir vale, quizás debería dejar en paz a la muchacha, probablemente era capaz de partirla por la mitad sin demasiado esfuerzo, pero el símbolo que portaba tranquilizaba a Ammaranza pero bueno, Ganariel tampoco está en Aam, y como tú, esta es mi primera visita a Nightshade.

Siguió las instrucciones de Artas de sentarse, olisqueó la comida, y esbozó una sonrisa de aprobación cuando la probó mientras pensaba en el curioso y por otra parte efectivo método para elegir a quien le tocaba servir debe de resultar un buen estímulo a la hora de no fallar, pero en cuanto escuchó la pregunta dirigida a Eralissa se levantó del banco con su propia jarra en mano y con un aleteo suave de su capa, acercándose a Dartos ¿Serviríais a Su Majestad otra ronda? le brindó una amplia sonrisa, la cerveza la valía, desde luego.

 

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13/06/2012, 12:11
Eralissa

- Gra... gracias - es lo único que alcanza a decir para contestar al comentario de Ammaranza sobre sus ojos. No está acostumbrada a los piropos, y le cuesta trabajo evitar que la sangre aflore en sus mejillas. Se siente halagada pero tremendamente incómoda, por lo que suspira aliviada tras la intervención de Artas. Seguro que no lo ha hecho a propósito, pero ha conseguido lo que ella quería, desviar la conversación.

Toma asiento junto a los demás y acepta el ofrecimiento de Dartos asintiendo con la cabeza. Inmediatamente, recuerda el momento en el que probó por primera vez aquel exquisito líquido amarillento. Su sabor ligeramente amargo, el regusto que dejaba en el paladar tras el primer sorbo y sobre todo la reprimenda de su padre al enterarse. Desde entonces, nunca más había vuelto a probarla, pero en esta ocasión lo haría para evitar ser descortés.

Los gráciles movimientos de Ammaranza le devuelven a la realidad. Aquella mujer había conseguido desconcertarla. No era la primera vez que compartía la comida con avezados guerreros, por lo que no se sentía tan incómoda entre ellos. Es realmente hermosa, y le cuesta apartar la mirada de ella. Mientras la observa en silencio, lleva una cucharada de sopa a sus labios y sopla un instante antes de saborearla con placer.

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13/06/2012, 15:49

Claro - murmuró el arquero, tras llenar la jarra que sirvió a Eralissa - No me perdonaría dejar con sed a la insigne y poderosa reina de los Trolls, no me gustaría que su ira cayera sobre mí - Acompañando la frase con una sonrisa.

Supongo entonces, que seré el primero en daros la bienvenida oficialmente a la joya de las montañas, Nightshade... ahí va - Dartos tiende la jarra hacia Ammaranza y se sienta a comer - “La sombría Nightshade “es una extensa villa, de carácter muy rural, situada en la ladera de la umbría del cerro del Lobo, una posición defensiva sobre el barranco de la loba. En la ciudad son frecuentes las heladas y las nevadas, por lo que es común el ver que los campesinos salen de casa abrigados para llegar a los campos y desembarazarse de todo.


Nightshade tiene la fama de ser la última fortaleza del reino de Aam, donde en las dos últimas invasiones por parte de los enemigos externos, se había organizado la resistencia y posterior reconquista. Pueden estar orgullosos de que nunca les han podido conquistar, pues las murallas de la ciudad nunca han sido tomadas por sus enemigos.

A lo largo y ancho del reino se venden las famosas bolas de nieve perpetua de Nightshade, creadas por el gremio de magos de la ciudad, un poderoso grupo de magos que se localizó en la helada cuidad tras hacer un pacto de mutua colaboración con las gentes de la villa, que se dedican a la protección del a villa y la proliferación de la cultura en la torre del gremio, tanto mágica como civil, mientras que el campesinado les proporciona alimentos y materias primas.


Un cuerpo de guerreros protege también la ciudad, los insignes Caballeros Rantanos, un cuerpo de guerreros y paladines que se encargan de hacer los servicios de guardia  del día a día, así como también cumple funciones como ejercito de la villa Se trata de una orden militar en contra de las artes arcanas. Su condición hace que recelen la magia y sea común que haya conflictos entre los dos grupos, aunque la introducción de los Magos de guerra de los Hijos del Hielo en el gremio de magos y la formación de una fuerza de élite de magos de guerra, ha hecho que las tensiones se relajen.

Y... bueno, creo que no me dejo nada...

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13/06/2012, 15:59
Artas

Bueno... así se solía presentar Nightshade hace unos años, la verdad es que han cambiado algunas cosas, por ejemplo, ahora los Rantanos y los magos, a pesar de las claras diferencias en cuanto a lo que se refiere a moral, ética, y justicia, nos llevamos la mar de bien, sobre todo gracias al diálogo entre los dos grandes jefes de ambos grupos, El Gran Maestre Garl Tum y Gandalf Vintur, el mago legendario, del cual se cuenta que tiene el don de la inmortalidad.

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14/06/2012, 00:30
Ammaranza

Escuchaba la exposición de Dartos mirándolo, atenta, incluso se permitió el lujo de interrumpirlo un par de veces, la primera para preguntar el porque del nombre del cerro del Lobo, con la esperanza de que hubiera una historia original detrás, pero Dartos le dio a entender que el nombre no escondía nada fantástico. La segunda fue únicamente para indicarle al arquero que podía respirar con una sonrisa. Pero en general había sido una excelente oyente.

Comía con frugalidad, bastantes cucharadas pero de poca cantidad, eso sí, la jarra de cerveza descendía a buen ritmo, aunque más pausadamente que la anterior. Sus modales parecía excelentes, y cada cierto tiempo observaba al resto de los presentes durante unos segundos, tratando de, lo que según Aardoniel se denomiba, “cerrar la mesa”, terminó que nunca fue de su agrado, pero no conocía otro nombre que darle.

¡Oh! Exclamó cuando Artas mencionó al gran mago Casi había olvidado que vivía aquí se rascó distraídamente la parte superior de su puntiaguda oreja es una leyenda incluso en Ethor, el lugar de donde vengo se encogió de hombros y lanzó un pequeño suspiro ojalá pudiera conocerlo algún día, seguro que es alguien de lo más interesante sus pretensiones, prácticamente imposibles, respondían mucho más a un capricho, simplemente poder decir que había conocido a Gandalf Vintur. Separó un poco el plato prácticamente vació con un ligero empujón, y se puso de nuevo de pie, desabrochando su capa y dejándola caer a su espalda mientras que con un pequeño giro de cadera la recogía con la mano izquierda.

Por debajo del colgante, una armadura de suave cuero, teñido de un intenso verde oscuro, ocultaba una camisa de un blanco bastante bien conservado a pesar del largo viaje. Pequeñas tiras del color natural del cuero mantenían la protección ceñida al delgado cuerpo de la chica. Un falda de color ocre, larga y abierta en ambas piernas para conseguir movilidad, adornaban los sobrios pantalones que llevaba debajo, de aspecto resistente y de un tono ligeramente más claro que el de la armadura. Unas botas de media altura, marrones, eran su calzado. Una funda delgada, cualquier medio entendido sabría que guardaba un estoque, además, la sencilla empuñadora plateada lo corrobaría a las primeras de cambio, pendía en cadera derecha, dejando la otra para una pequeña bolsa rojiza, cerrada con una hebilla.

Se sentó de nuevo la comida y la cerveza ayudan a combatir el frío afirmó con convicción y es una buena noticia escuchar que dos grandes hombres se preocupan por mantener la paz su padre nunca lo consiguió, no sabía si era porque no era un gran hombre, o tal vez porque la guerra dejaba muchos más beneficios y ya que hablamos de la ciudad, me gustaría saber de un buen lugar donde hospedarse en la misma, ya que tengo intención de quedarme durante un tiempo miró al rantano especialmente, no estaba segura de que como estaban las cosas para entrar en la ciudad, había conocido alguna donde no era fácil instalarse en ella, pero enseguida desvió de nuevo la mirada hacia la otra chica de la estancia ¿tú también piensas quedarte un tiempo o solo estás de paso? Era, por supuesto, una pregunta indiscreta, pero que le iba a hacer.

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14/06/2012, 14:07
Eralissa

Aunque no levanta la mirada del plato, escucha con atención la explicación de Dartos. En realidad, casi nada de lo que cuenta le sorprende, ya que es lo que siempre ha leido en los distintos libros que había consultado antes de viajar hasta Aam. Incluso la curiosa bola de nieve perpetua, que siempre había llamado su atención, aparecía en los textos como posible reclamo turístico. De vez en cuando da un sorbo a la sopa intentando no hacer ruido y mira de soslayo a Ammaranza cada vez que interrumpe a Dartos. Parece disfrutar con el relato del arquero, y a juzgar por la forma en la que se desenvuelve, está acostumbrada a ser el centro de atención.

La intervención de Artas es lo único que le sorprende un poco. Sabía que las relaciones entre los caballeros Rantanos y los magos habían mejorado tras la introducción de los magos de guerra de los Hijos del Hielo, pero no hasta el punto que comenta el capitán. Hace una leve mueca de sorpresa al escucharle pero enseguida vuelve a centrarse en su comida. La cerveza permanece casi intacta junto al plato.

Cuando los dos guerreros terminan su amable explicación, de nuevo la voz de la mujer parece dirigirse a ella. Abre un poco más los ojos sorprendida, y eleva la mirada hasta cruzarla con la suya. Se ha quitado la capa con la que se protegía del frío, dejando al descubierto su armadura y un fino estoque en un costado.

- Sí, tengo intención de quedarme - contesta al fin tras pensar la respuesta un par de segundos - He venido para conocer bien su orden de caballería - mira a Artas y le sonríe levemente - Y si fuera posible me encantaría conocer al Gran Maese

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14/06/2012, 15:06
Artas

Para ello tendréis que esperar, Eralisa, el gran maestre está embarcado en una misión, fuera del reino. Un pequeño contingente de Rantanos partieron para interceptar a un grupo de bárbaros que atacaban desde hace ocho años las aldeas al otro lado del mar de la Luna, al sur de Aam, no creo que tarden mucho tiempo en regresar, gracias a la colaboración con el gremio de magos y la tecnología de los gnomos de las colinas, en barco volador.

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14/06/2012, 15:13
Geralt

Geralt, que aún no había hablado, prácticamente ya había apurado su plato antes de hablar, hasta que Ammaranza preguntó por un buen lugar para hospedarse. como aventurero, seguramente tendría mejor criterio que Artas. El ciervo y el arco es una buena elección, sin duda, una posada del distrito mercantil. También es buena posada El dragón oxidado, en el distrito militar, muy segura y acogedora. Si os sobra el dinero, no hay mejor lugar que el Grifo Azul, pero no creo que sea el caso... es mejor lugar para buscar trabajo que para buscar trabajo.

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14/06/2012, 18:28
Ammaranza

Vintur, barcos voladores, un gran maestre aplastando barbaros, gemelos que no son hermanos,  jóvenes con aspiraciones a caballeros…

Si no tenía en cuenta el hecho de que había estado a punto de convertirse en comida para gnolls, no podía negar que el día estaba resultando de lo más entretenido, incluso puede que con el tiempo el tema de los gnolls tuviera su gracia, pero no ahora claro, ahora lamentaba no tener cerca al que la había sujetado para comentarle que la suya no era una buena actitud para ir por la vida, eso por lo menos. El desagradable recuerdo ensombreció su mirada, sus ojos se apagaron durante unos momentos, pero fueron muy breves, ayudando la intervención de Geralt.

Tomó nota mentalmente de los lugares que le eran recomendados, pero al final se quedó mirándolo con una media sonrisa, se había hecho un lio entiendo, buen Geralt, que la presencia de nuestra compañera pueda poneros nervioso había bajado la voz, e incluso había acercado la cabeza a la del guerrero, simulando confidencialidad, ya que todos podían oírla pero no os preocupéis, seguro que los demás os comprenden, y yo he entendido a lo que os referíais ciertas actitudes convertían a Ammaranza en alguien demasiado inmaduro para ser tenido en cuenta gracias por la información, visitaré ambas, ya que la otra, como bien habéis intuido, escapa a mis posibilidades rió con suavidad, mirando con una sonrisa sincera a Geralt, le caían bien aquellos hombres que la habían acogido con tanta hospitalidad y familiaridad, sabía que no siempre iba a ser así, por eso disfrutaba con cada momento que podía, y por eso también sabía que no podía quedarse mucho tiempo y acostumbrarse a ser tratada así

Antes dijisteis que aún quedaba una hora de camino hasta la ciudad miró a los gemelos para que se lo confirmaran, cuando lo hicieron una mueca de cansancio se dibujó en su rostro y supongo que vosotros tendréis obligaciones que atender, y como nada está más lejos de mis intenciones de crearos algún tipo de inconveniente, quizás haya que ir pensando en continuar con el camino alzó un dedo de forma brusca, a la altura de la cara y señalando hacia arriba eso sí, con la promesa de volveré pronto a aprovecharme un poco más de las excelencias culinarias del capitán, si se me permite volvió a bajar la mano, que descansó sobre la mesa y por supuesto os invito a una buena cena en la ciudad cuando gustéis, a los cuatro.

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14/06/2012, 20:17
Geralt

Geralt sonrió, inhabilitado ante la rápida lengua de Ammaranza, cayendo en la cuenta de la traición que su lengua había cometido, no trató de enmendarla, mas sonrió abiertamente, sin sonrojarse ni bajar la mirada. - Solo tengo una reticencia a tu marcha, y es que, después de haberte sacado de tu comprometida cita con los gnolls y haberte invitado a comer, qué menos que deleitarnos con algo de música para serenar el espíritu. No había en su tono, ningún tinte de desideración hacia la figura de Ammaranza, simplemente se trataba de una petición amistosa. -Dartos y yo conocimos a Gandalf en cierta ocasión, y podríamos, con un magnánimo esfuerzo, conseguir que llegado el momento, tu música resuene el los salones de la torre del Archimago, ante el atento oído de el gran mago. Lo cierto es que fue un encuentro muy extraño, ¿No es así, Dartos? - Echo un vistazo a su hermano antes de seguir hablando.

Resulta que estábamos Dartos y yo en plena faena, en Alwin, se nos había encargado recuperar a la mascota, fugada del Conde de Vintal, ni más ni menos que un hermoso zorro rojo y blanco llamado Bufón, y por el camino nos encontramos una carreta, frente a la cual se encontraba un viejo pobretón. El viejo iba vestido con ropas de campesino y tras el le seguían un grupo de orcos, sigilosos, amparados bajo la noche. El viejo estaba deteniendo la caravana cuando nos lo encontramos. Al parecer, aquel anciano de pelo y barba canosos no se había enterado de sus perseguidores, y fue Dartos, quien los vio entre los árboles, y disparó primero... No fue muy diferente que nuestra faena contigo hace unos minutos, al anciano no le dio tiempo a reaccionar, en esa ocasión Dartos no fallo el disparo... - Volvió a sonreir.

El viejo nos dio las gracias, y nos dijo que nos daría lo que fuera preciso, lo que le pidieramos, claro, lógicamente al ver que era un pobre viejecillo no le pedimos nada y le deseamos buen viaje. Se alejó sonriendo, algo que nosotros no entendimos hasta que regresamos, con Bufón, al palacio del conde de Vital, donde nos lo volvimos a encontrar, sentado a la mesa del conde, como un amigo. Entonces nos enteramos de que era el mismísimo Gandalf Vintur. Ambos nos quedamos anonadados, de que ese viejecillo fuera el poderosísimo mago, con los ojos como platos, sin saber que decir. En alguna ocasión nos lo hemos vuelto a encontrar en las calles y posadas de todo tipo, ante la ignorante mirada de las gentes, y hemos cruzado saludos y largas conversaciones insustanciales con él, siempre, claro, manteniendo su anonimato. Es un tipo curioso, le gusta pasar desapercibido entre las gentes, haciéndose pasar por un anciano cualquiera, y escuchar los rumores que corren sobre él... Esto lo saben pocas personas, a si que mantened el secreto del anciano, tras vivir tantos años, le quedan pocas diversiones...

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14/06/2012, 23:26
Eralissa

Uno de los objetivos del viaje debía esperar, y no sabía cuanto tiempo. El Gran Maestre había partido para cumplir con sus obligaciones dentro de la orden, y a juzgar por lo que explica Artas, se trataba de una misión importante. Eralissa asiente a las palabras del capitán. Sabe que no será fácil poder conocer a alguien tan insigne, e incluso le sorprende que directamente no le hayan negado ese honor.

Las posadas que recomienda Geralt parecen perfectas para lo que ella busca. Instintivamente, lleva la mano cerca de uno de sus muslos, donde suele guardar las monedas. Cuenta mentalmente las que aún no ha gastado y arruga la nariz al recordar que no son demasiadas. Ella también tendría que optar por la opción más barata, aunque sin renunciar a un mínimo de comodidad. El comentario de la mujer sobre su influencia en el arquero no pasa desapercibido en la sala, aunque Eralissa, poco acostumbrada a la ironía, no parece comprender a qué se refiere.

La acogida que había tenido en aquellos barracones era mucho más de lo que esperaba, pero Ammaranza tenía razón. Debían reemprender la marcha lo antes posible, y parece que lo más sensato es que lo hagan juntas.

- Si quieres, podemos...

Comienza a levantarse despacio cuando de nuevo el hasta hace unos minutos silencioso Geralt retoma la palabra sin que pueda acabar su propuesta. Guarda silencio de nuevo y vuelve a tomar asiento escuchando la historia que les cuenta, sin quitarse de la cabeza la propuesta que hace a Ammaranza

¿Música?