Partida Rol por web

Alzando las cejas, un tanto sorprendida

No creo que haga falta ser tan brusca. Estamos todos en el mismo barco, luchando del mismo lado. digo intentando suavizar un poco el temita

Tan solo me gustaría saber si vamos bien encaminados. Realmente estas alcantarillas logran desorientar a cualquiera

Ya te hemos dicho todo lo que necesitas saber, responde la elfa que ha llevado el peso de la conversación.

Amílcar estaba a punto de decir algo sobre la verdadera orientación del sur, según su entender, cuando de pronto el grupo de aventureros fue sorprendido por dos sigilosas arqueras. Conociendo la destreza y el carácter de los elfos, el nómada sintió un fuerte escalofrío ante la inminencia de un nuevo y peligroso combate.

-Nos ha mirado un tuerto...

Sin embargo, la tensión se vio realmente aliviada después de que Quivalen y Rowan intercambiasen alguna información en lengua élfica con ellas.

-Menos mal. Ha sido una suerte contar entre nosotros con la maga.

-Prosigamos con nuestro camino y dejemos que esta gente se ocupe de sus propios asuntos--propuso el arquero dando la razón a las dos mujeres para salir cuanto antes de aquel odioso y maloliente lugar.

En cualquier caso, el mero hecho de encontrarse con las arqueras era ya un logro en sí mismo. Al parecer iban por buen camino. La runa debía de estar cerca.

Cuando el minotauro observa a la arqueras bajar sus armas se tranquiliza, las armas a distancia no le gustan nada Kolthar, desde su pasado como luchador de arenas, el cuerpo a cuerpo le parece más estimulante.

Mientras la maga habla con sus "primas lejanas", el minotauro se dedica a garabatear una  estrella en los adoquines del techo.

Quivalen, pregunta si hay una taberna cerca de la salida, todo esto me abre el apetito.

Será mejor que continuemos. - afirma Touran ante lo dicho por sus compañeros.

Cuanto antes volvamos a ver los azules cielos, me sentiré mucho mejor...

Hank percibe a distancia dos figuras que al acercarsedescubre a elfas con sus arcos en alto. Tras las palabras de Quivalen las elfas bajan las armas y nota como el grupo se relaja.

Un elfo nos enseñó el camino de entrada y nos dibujo esto para la salida. Tras sus palabras dibuja en el suelo la runa que el elfo les enseñó para ver si les dice algo.

Al oir a Kolthar me giro con media sonrisa

No creo que tengan tabernas aquí abajo, pero cuando lleguemos quizás te puedan dar algo de beber.

Cuando Hank comienza a hablar de nuevo con las elfas, poso una mano sobre su hombro

no te canses, ya han dicho todo lo que querían decir. Prosigamos

Dejáis atrás a las dos elfas, que no paran de observaros con suspicacia, y poco después llegáis a un gran sala colectora. La única salida alternativa es a la izquierda, pero el túnel es mucho más ancho: es tan amplio como dos túneles por los que habéis venido y con un zona para caminar por el centro.

Mientras recorréis la sala, ves medio oculta por la suciedad una runa como la que os indico el elfo silvanesti.

Además, tu sentido de la orientación, te dice que hacia ese lado queda el sur.

Una vez en el colector, miro en todas direcciones

Ese pasadizo se aleja de lo que entiendo es el sur, así que debe de estar por aquí digo mirando por las paredes, agachándome y tocando las paredes.

Al final, levanto la cabeza  ¡Aquí esta! por fin la hemos encontrado.

Tras decir esto, pongo la mano en el símbolo y empujo, esperando que se abra una puerta

Veis que, donde señale Quivalen, está el símbolo que os indicó aquel silvanesti antes de que bajarais a las alcantarillas.

No obstante, el muro no se mueve ni un ápice pese al empeño de la maga.

Al no ceder, me levanto un tanto frustrada

El elfo dijo que este símbolo marcaba una puerta secreta, pero no doy con ella digo mirando a Rowan

-Sin duda, ésa es la runa que nos indicó el elfo--asiente Amílcar al percatarse del símbolo.

-Sin embargo, parece cuanto menos olvidada o en cierto desuso--medita el nómada mientras su compañera estudia el glifo.

Satisfecho por el hallazgo, el arquero inspecciona las paredes cercanas en busca de alguna salida oculta que pudiera pasar desapercibida a simple vista.

Lo único que encuentras es que la runa está sobre una puerta, que está cerrada. Tal vez se pudiese forzar por fuerza bruta o abrirse con un poco de paciencia y unas ganzúas.

Separándome un poco digo

¡ael ura ki!