Vosotros sabréis. De momento, lo único que ha hecho el draconiano es hablar...
El minotauro portaba a Fragmento de luz en una mano, pues la había usado para iluminar el camino. Al ver a los draconianos, sus pequeños ojos vacunos se achinan en una mueca de desconfianza.
¿Qué cosas?¿Ahora son más fáciles? Pero eso dependerá de lo difíciles que fuesen al principio, ¿no? ¿Quién sois?
En tenso silencio, Amílcar escudriña los rostros de los seis draconianos en busca del tipo que dejaron escapar ileso hace un rato. Mientras tanto, el nómada de las llanuras escupe hacia un lado al tiempo que aferra con fuerza el arco, porque el hombre dragón de escamas cobrizas le da muy mala espina.
Mirad, las cosas son muy sencillas, explica el draconiano de escamas cobrizas.
Un tipo nos robó un mapa. Vosotros lo habéis usado, por lo que os convertís en sus cómplices. Así que si, digamos, nos entregáis la espada élfica, nosotros os dejaremos marchar.
Gnart observa a sus compañeros más experimentados con signos evidentes de impaciencia...
Vosotros diréis pero yo estoy por cascarle un flechazo a uno de ellos y empezar a repartir, que me da a mí que estos no van a querer negociar por la espada...
¿Qué mapa? nosotros encontramos esto por casualidad...
Miente el minotauro con evidente descaro mientras separa ligeramente sus patas.
Al lío. Preparo acción de cargar.
-¡Ja, ja, ja!--ríe Amílcar sarcásticamente al tiempo que dispone una flecha en el arco y se prepara para el inminente combate.
Pues hago lo mismo: si alguno nos ataca, flechazo al hechicero.
A ver, nómada, no queremos luchar. De verdad, explica tranquilamente cuando ve las intenciones de Amílcar.
A nosotros nos robaron el mapa. Fue ese mercader. Y os contrató a vosotros para encontrar la espada. Os estamos contanto la verad. Lo justo sería que nos devolvieseis esa espada, pues la buscábamos desde hacía tiempo.
Solucionad vosotros los problemas que tengáis con ese mercader. Por esta espada nos ha prometido algo que necesitamos y no vamos a renunciar a ello.
-¿Que lo justo es que os la demos sin más?--se escandaliza el arquero--¡Ja!
-Injusto. Hoy no hay palabra más vacía.
Injusto es justo el color que define la vida--tararea Amílcar improvisadamente una vieja canción de las llanuras para sorpresa de todos, incluido Craster.
-Si queréis la espada ahora, tendréis que luchar por ella. Eso sí, yo os aconsejo aguardar unos días para tratar de arrebatársela al mercader que nos ha contratado. Está claro que será una tarea más fácil que atravesar los peligros de la tumba élfica y mucho menos mortífero que intentar arrebatárnosla a nosotros. Somos los elegidos de los dioses. ¿Verdad, Kolthar?
Craster mira con suspicacia a los draconianos. Está claro que no le traen buenos recuerdos.
Amílcar, haz una tirada de Diplomacia.
Motivo: Diplomacia
Tirada: 1d20
Resultado: 15
Así es, somos los elegidos de los dioses.
La voz del minotauro suena tranquila al reafirmar a su compañero. Mantiene su postura y parece que está eligiendo a su objetivo.
Gnart observa la reacción de los draconianos mientras no suelta su lanza...
Como alguno se mueva de forma amenazante, creo que no me voy a andar con contemplaciones...
El que parece el líder de los draconianos sopesa las palabras de Amílcar mientras os observa como evaluándoos.
Mira, si nos das mil aceros, olvidaremos el tema y simplemente asumiremos que fuimos nosotros quienes os vendieron el mapa. ¿Qué decís?
Gnart mira a su compañero, él tiene claro que no lleva nada de dinero encima pero no sabe si el resto tienen...
Lo que si tiene claro es que esos draconianos son unos oportunistas de cuidado. Puede que estuvieran en lo cierto, pero ni ellos tienen la culpa de lo que pasó con el mercader ni van a renunciar al pasaje prometido...
Sigo agarrando la lanza...
Si llego a tener el arco en las manos ya hubiera disparado alguna flechita...
-Que no sois más que unos cuatreros asaltantes de caminos, eso digo--contesta el nómada empleando un tono desafiante y agresivo.
Trato hecho. Dos mil aceros por el mapa y yo os pido otro tanto por vuestras miserables vidas, por amenazarnos y por tratar de estafarnos. Así que estamos en paz, os vais por donde vinisteis y yo no tengo que cansarme separando las cabezas de vuestros hombros, es buen trato...
La figura se Kolthar se hace imponente rodeado del aura de mágica luz que despide, desafiante, la espada divina. El minotauro adopta una postura de lucha y cada músculo, cubierto de pelo cobrizo, se tensa como cuerdas de pozo prometiendo vender caro ese pellejo y cobrar en sangre de draconiano.
Motivo: Intimidar
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+7)=25
¡Soy más heavy que el trueno!
Los draconianos baaz quedan amedredentados ante las amenazas de Kolthar. El kapak y el bozak los miran y se dan cuenta de que no están dispuestos a enfrentarse a un minotauro furioso y que fácilmente podría partirles el espinazo de un abrazo.
Bien, es posible que no sea culpa vuestra después de todo, dice el jefe del grupo.
Pero advertidle a ese mercader vigile sus espaldas. Podría tener problemas pronto...
Tras lo cual, ordenadamente, el grupo de draconianos se retira y desaparece de vuestra vista.
Diplomacia de Amílcar + Intimidar de Kolthar = 375 PXs para cada uno (400 para Gnart).