Partida Rol por web

Queréis ir a Kendermore...

El rostro de Kronn adquiere una clara expresión de tristeza y se queda callado mientras mira al elfo salvaje que le acompaña y a su hijo.

Miro detenidamente tanto a Kronn como al elfo Efectivamente, Kronn. No se porqué, pero debemos de acudir a Kendermore. Se que es doloroso para tí pensar en vuestra ciudad, y siento que te lo estemos recordando en estos momentos. Si no fuera necesario, te aseguro que no iríamos hasta allí. Por cierto ¿qué pasó?

Justo tras decir esto, retomo la palabra Quiero decir...se lo que pasó con Malystrix, pero ¿y después? ¿como está kendermore ahora?

Hemos recibido varias pistas de los dioses con nos dirigen en aquella dirección y debemos comprobarlo. ¿Puedes acompañarnos o conseguirnos una buena compañia? Habla Hank tras mantenerse en un segundo plano.

Mientras sus compañeros llevan la voz cantante, Gnart se fija en el elfo salvaje pues nunca había visto uno de esa raza.

Kendermore sigue igual que cuando Malystrix la masacró... Y es extraño, pues en todas partes, cuando se han ido los Dragones Supremos, la tierra ha empezado a recuperarse, pero no así en Kendermore. Tal vez el pico de Malys todavía albergue cosas horribles que están prolongando esta situación.

Kronn se calla durante unos segundos y os mira inquisitivo:

¿De verdad que seguís queriendo ir?

-¿El pico?

-Lo cierto es que no se trata de que queramos o no, sino de lo que se supone que debemos hacer--explica el nómada de las llanuras al tiempo que se aproxima a la mesa para observar más de cerca el plano--Y sí, en principio, ése es nuestro próximo objetivo. Igual allí encontramos la puerta que buscamos...

Parece que vuestras intenciones son firmes. Está bien. Yo os puedo ayudar si me prometéis que, además de hacer lo que sea que vais a hacer allí, si surge la ocasión, trataréis de ayudar a que la zona vuelva a ser como antes.

Kronn os mira, esperando una respuesta.

Dando unos golpecitos con mi bastón, mientras mi cabeza permanece agachada, mirando hacia el suelo, escucho a Kronn. Por un momento siento una afinidad extraña con este kender. Al igual que yo, ha perdido su patria y ha sido exiliado, viviendo bajo la amenaza de los ejércitos negros, escondiéndose y luchando.

La misión que nos traemos entre manos nos ha sido encargada por los mismísimos dioses del bien para liberar a Krynn de la opresión, la pobreza, la guerra y la desesperación.

Levantando levemente la cabeza Kronn, no te puedo asegurar que lo conseguiremos, pero te aseguro que, si está en nuestra mano, liberaremos la tierra del mal que la está afectando. No lo tengo claro, pero creo que los dioses quieren que vayamos allí no solo para conseguir respuestas, sino para ayudaros a vosotros. tras decir esto, lanzo una miradita a Niguel. Desde que se unió con nosotros no ha dicho gran cosa, y me gustaría saber su opinión sobre todo esto. Al fin y al cabo se trata de un clérigo de Kiri Jolith, hijo de Paladine.

Koltahr alza los brazos hasta donde puede y muestra las palmas abiertas de sus manos.

¿Y como vamos a dejar la zona igual que estaba antes si no la conocíamos? Yo me comprometo a darle una buena somanta de palos  a toda criatura maligna que encontremos, pero dejar todo igual... no se... si se han roto cosas y se han derruido edificios no se si seremos capaces de arreglarlo.

Kronn sonríe agradecido ante vuestros comentarios.

Me basta con lo que decís. Es más, por vuestras palabras siento que compartimos muchos objetivos. Por lo tanto, contad con mi ayuda. Por vosotros mismos, os resultaría muy complicado llegar a Kendermore: hay que cruzar las montañas y, después, atravesar unas llanuras totalmente corrompidas. Sin embargo, con mi ayuda, lo conseguiréis.

El kénder mira al elfo salvaje a su lado.

Os presento a Elijayess. Es un amigo y un aliado. Y se conoce la zona del este de Puerto Balifor mejor que nadie. También os daré provisiones para dos semanas.

El elfo salvaje asiente ante las palabras de Kronn.

Está claro que el kagonesti espera que os presentéis antes de hablar él.

El nómada de las llanuras levanta la vista del mapa para observar al elfo de arriba abajo, como sopesando sus posibles habilidades, y finalmente afirma agradecido:

-Un placer. Serás bienvenido entre nosotros.

Niguel avanza y le tiende la mano al kender, muchas gracias por tu ayuda, ya has oido a mis compañeos, yo por mi parte te prometo que haré todo lo que esté en mi mano para acabar con aquello que sigue maldiciendo tu tierra, se gira y mira al resto del os presentes es voluntad de Kiri-Jolith que limpiemos ese lugar y lo intentaremos, la mirada franca de la joven no deja lugar a dudas de la voluntad de la clérigo.

Tras estrechar la mano del kender se la tiende al elfo, parece que vamos a compartir camino una temporada, espero que todo salga bien y podamos ayudaros en vuestra causa. La joven se queda con la mano tendida mientras el elfo se piensa si estrechársela o no.

Cuando nos presenta al kagonesti, levanto levemente la cabeza para mirarle. No me gusta demasiado ir con esos salvajes que se apartaron del camino para caminar medio desnudos por la selva, pero parece que pocas opciones tendremos.

Al ver que está esperando algo, recuerdo algunas de sus tradiciones, así tocándome la frente Yo soy Quivalen, Kolthar es ese digo separando la mano de la frente y señalando con la mano al minotauro este que ha hablado es Amilcar, un hombre de las llanuras. Esa de ahí es Niguel, clériga de Kirith Jolith, como has podido comprobar. Por último está Gnart, que no es muy hablador pero sabe lo que hace, y Hank digo señalando uno a uno a los miembros del grupo

Saludos, Quivalen. Como Kronn dice, si realmente tenéis objetivos puros, es nuestro deber ayudaros. Haced los preparativos necesarios, pues partiremos antes del alba.

Diciendo esto, el elfo salvaje sale de la sala.

Hago un leve gesto con la cabeza cuando sale Elijayess por la puerta.

Cuando nos quedamos nuevamente solos, miro al resto nuevamente antes de volver mi atención a Kronn ¿Y podrías decirnos lo que nos espera en Kendermore? supongo que tu y los tuyos ya habéis estado allí y sabéis a lo que nos vamos a enfrentar. Cuanta más información tengamos, más posibilidades tendremos Aunque con esta pandilla de taraos que llevo, no se dónde acabaremos. Les podrían decir que fueran al fondo del mar rojo y ellos irían sin pararse a pensar en la posibilidad de que se ahogarían antes de dar media docena de brazadas.

Kolthar no parece preocupado por los peligros que puedan encontrar pero aun así espera tranquilo a que el kender hable. No temer a los adversarios es una cosa, pero siempre es bueno conocerlos, eso es algo que aprendió en los pozos de lucha de los ogros.