Partida Rol por web

Recobrando de nuevo la compostura, se sintió tremendamente ridículo ante la situación. Si hubiese estado en Siberyia, lo hubieran ejecutado en el acto, y no sin motivo.

Decide optar por un acercamiento más leve, y, de cuclillas, se acerca lo suficiente como para tener una visión más aceptable de quienes se acercan.

¿De dónde había salido esa bola brillante en el cielo? Bueno, en efecto parecía que ningún peligro los acechaba. Lo más seguro es que fueran los guardias grises que venían a recibirlos... con tantas noticias de engendros tenebrosos se ve que Quiron estaba más suspicaz de lo que debería.

Deja caer el madero que había recogido por si acaso, al parecer son guardias grises, asi que parece que no hay de que preocuparse. Aún así, permanece alerta. Al menos ahora sabe que el grupo reacciona bastante bien ante un supuesto peligro.

Intenta achicar los ojos para ver si puede vislumbrar que efectivamente sean los guardias grises los que se acercan. De todos modos sigue habiendo algo raro en todo, piensa, ya que ella vio destellos plateados, y no parecían venir de aquellos que se acercan.

Las figuras continúan avanzando a paso calmado (sin necesidad de tiradas) quienes intentaron prestar mucha más atención notan ahora al estar mucho mas cerca que: (de derecha a izquierda)

1 de ellos lleva túnica de colores obscuros (marrón y verde), con un pequeño bolso de lado. Y a rasgos lejanos pueden observar que es un Elfo, de piel blanca, incómodamente blanca y baja estatura.

El otro es un hombre alto con cabello obscuro, ahora mas de cerca puede ver que lleva enfundada 2 espadas en su espalda sin embargo sin ninguna intención física que quiera usarlas.

Mientras que el otro hombre si lleva un arco en mano, con una flecha cargada, mas no tensada a la cuerda, este último viene sonriendo (o eso parece) y intercambiando palabras con el hombre del centro.

Nadie que hubiesen visto antes en el campamento.

Aunque si bien es cierto que se permitió relajarse un poco ante la actitud no violenta de quienes se acercaban, de natural precavido, y mucho más por profesión, decidió permanecer alerta y a la vista, ante cualquier contingencia que pudiera pasar. Por sus bigotes que si caía, no lo haría fácilmente.

Quiron se mantiene alerta, no va a bajar la guardia sólo porque parezcan amistosos, pero aguarda a la vista a que lleguen hasta allí.

Tralin esperaba a tres Guardas Grises del campamento, pero ninguno de los individuos que avanzaban por el camino hacia ellos le era familiar. Pese a ello, no encontró motivos para estar alerta y, viendo que ninguno parecía mostrar intenciones hostiles, hizo lo propio y procuro estar en calma.

"No son guardas, pero no creo que tengamos nada de lo que temer."

El aprendiz de chamán alzó la mano en señal de bienvenida.

La joven sigue alerta, los hombres no son guardias grises, pero tampoco parecen tener una actitud amenazante hacia ellos. Solo queda esperar a que se acerquen y ver como se desarrollan los acontecimientos, sus compañeros parecen estar pensando lo mismo.

Los 3 hombres llegan a la entrada del campamento. No sabrían si fue por su presencia o bien una coincidencia exacta y extraña pero todo queda en absoluto silencio. El más atlético de los hombres Luce una pechera de cuero, bastante elaborada, una cola de caballo colgandole a su espalda y barba prominente haciendo juego con el color negro y profundo de sus ojos.

Su seriedad es tal, que pondría a dudar a cualquiera de los típicos bufones de taberna.

Los otros 2 hombres aunque para nada llaman o intentan llamar la atención, se notan claramente entrenados con armas y armaduras de cuero de muy buena calidad, los ropajes de los 3 a pesar de que no tienen sellos o marcas de los Guardas Grises, les permite saber por el tipo de trajes, el detalle de las armaduras, los pomos de las armas enfundadas, pertenecen a esta “cofradía” Realmente parecen ser guardas grises.

Bienvenidos al Campamento de Ostagar, mi nombre es Duncan y estaré mostrándoles el camino hasta la hoguera central, allí recibirán las indicaciones finales para la misión que les corresponde antes de pasar a la iniciación para ser Guardas Grises.

Visiblemente más calmado al reconocer a Duncan, dio un paso adelante, reconociendo a Duncan, imitando su saludo con una inclinación de cabeza.

- Eto chest', gospodín. Me llamo Volk, y procedo de las montañas de los Anderfells. Me alegra estar en su compañía, y en la de mis compañeros ¿Tiene alguna sugerencia o consejo que nos pueda ser de ayuda para lo que se avecina?

Al decir esto, comenzó el camino a la hoguera mencionada por Duncan, sin demorar más la misión.

"Duncan."

Tralin recuerda ese nombre. Cuando el misterioso hombre de armadura, que finalmente resultó ser un Guarda Gris, intercedió por él cuando estaba a punto de ser condenado en Lotherin, el nombre de Duncan fue pronunciado por sus labios en más de una ocasión. Del mismo modo, desde que llegó a aquel campamento, ese nombre había surgido en la conversaciones de muchos de sus tutores. Algo le dice que, pese a que muy probablemente le deba la vida al hombre que tiene ante él, algo malo se avecina también por su causa.

"Salud Duncan, mi nombre es Tralin Ar Annis O Villaescarcha y vengo de la Espalda Helada."

El joven chamán se aproxima al hombre de poblada barba y repite su saludo, visiblemente contrariado al no estar acosumbrado a saludar de esa forma.

"Llevamos varios días recibiendo adoctrinamiento por parte de tus hombres, pero todavía no sé exactamente cuál es el motivo. Por las pocas explicaciones que he recibido, sé que pude conservar mi libertad gracias a los Guardas Grises y que ahora, de algún modo, debo devolver el favor, pero no sé qué se espera de mi ni para qué."

Tralin lo mira con los ojos muy abiertos. Dudoso.

"¿Me lo podrías aclarar?"

Quiron conocía bien a Duncan. A causa de él, y de las historias que de él se contaban, Quiron había abandonado su hogar en usca de aventuras. Lo saludó respetuosamente, y esperó en silencio a que respondiera a Tralin. Él conocía bien las historias de los guardas grises, de su heroísmo y sus grifos. De los horrores que combatían bajo la tierra. Pero era natural que un salvaje no los conociera.

Al final no había nada de lo que preocuparse, era tan solo la comitiva de bienvenida como al principio habían sugerido. Después de escuchar al que se había presentado como Duncan, del cual ya había oído rumores, vio como los demás empezaban a presentarse. Y tal como hizo Quiron no habló pero hizo una inclinación de cabeza a modo de presentación, ya que el joven chamán esperaba una respuesta del caballero. 

Adamhel esta detrás de los demás que se han presentado ya... con una leve sonrisa en la cara le dice a Quirón... no te alteres tanto, si se hubieran declarado enemigos en la posición que estabamos, todos estubieramos muertos ahora mismo... y si voy a morir, prefiero saber quien me mata... dejo atrás a Quirón mientras que Volk hace su saludo paso al lado suya dicendole en voz baja... no te inclines mas... no te la vas a ver mejor... ya a la altura de los nuevos contertulios me dirijo al que hacia el mismo que esta haciendo el gesto que Volk... interesante conbinación... un elfo... escoltado por dos humanos...  en éfico me dirijo al elfo... "Aiya... aruhas... mathé gorú admer salirum tuhare Adamhel... ¿thaoe salhim shureef?"
 

Hola... elfo... Interesante verte con humanos, mi nombre es Adamhel... ¿cual es el tuyo y vuestras intenciones?