Partida Rol por web

-Santiago, ya me ocupo yo del satelite, tu concentrate en meternos en ese planeta de una pieza.

Me pongo a grabajar con los controles del satelite.

Bueno...veamos si podemos hacerlo suabe...y de una vez...

Esta vez no me salio.

No crees que puedas obtener más información desde el espacio...

Al fin y al cabo sois Exos, bajais, veis y rompeis :-D

Deberiais ir pensando en descender ya, llevais varias horas dando vueltas en órbita al planeta.

Bien gente. dice Alexei separandose un poco de la consola, en la que habia estado trabajando frenetico los ultimos minutos. Desde aqui arriba no podremos obtener mas datos, tendremos que bajar y hacerlo al modo EXO, que en nuestro caso espero que no implique morir de alguna forma rara, je!

En cuanto despachen el satelite, pongamonos en marcha para descender, ya estuvimos mucho tiempo dando vueltas al planeta gastando combustible. Asi rapido...

Con el satélite de comunicaciones en su lugar y establecido un protocolo de comunicación cada 72 horas con el alto mando comenzais la aproximación a la atmósfera de Aatenis IV.

Habilidad: 22

Descendemos. Chicos, sujetaos que en esta atmósfera no sé lo que nos va a tocar.

Los motores impulsan la nave ayudándose de la gravedad del planeta en el descenso, tomando un rumbo oblícuo para ayudar a pasar poco a poco la atmósfera.

Una plegaria llega a mi mente esperando no llegar a acabar como suponemos lo ha hecho la otra nave.

Desde la torreta de armamento preparo los sistemas de intercepción para un defendernos de un posible ataque desde tierra y abandono mi posición para ocupar el control de armamento del puente.

Estar abajo no será tan efectivo, pero el colmillo me dice que nos vamos ha estrellar, y la cabina es más segura.

"Chicos, no debería preguntar, pero ¿habeis activado el sistema de camuflaje? Si hay alguien ahí abajo será mejor que lo veamos nosotros antes de que nos vean ellos."

Busco un buén lugar para asegurame para la reentrada. Aprieto fuerte los cintos , con la mano en el mango del arma, aprieto los dientes.

- Odio las reentradas, odio las reentradas...odio las....-

En el último momento, tan pronto como la nave penetra las primeras capas de la atmósfera, Santiago decide desconectar los sistemas de navegación de la nave y seguir la ruta marcada con los datos obtenidos por Alexei "a ojo".

Una decisión que considerais muy acertada, ya que inmediatamente después toda la nave se carga de estática y todas las pantallas quedan ionizadas y perdeis cualquier ocasión de navegar la nave con asistencia electrónica.

Habeis sufrido más de una reentrada en planetas pero esta es la mesosfera más ionizada que habeis visto, suficiente energía para acabar con el viaje de cualquier piloto novel.

Pensais haber superado lo peor del vuelo cuando de repente, en el punto en el que deberíais entrar en la estratosfera, vuestro estómago se da la vuelta, junto con el resto de vuestro organismo, sentiis como si os dieran la vuelta como un calcetín, a la vez que experimentais un empuje vertiginoso que os impulsa hacia delante junto a la nave a la velocidad de la luz!!.

Para Santiago no es la primera entrada en el subespacio, lo cual le salva de no soltar los mandos o perder el control, pero si la primera sin activar el campo de fauss-Carber que protege a la nave durante la permanencia en el mismo. Tan solo permaneceis en el subespacio durante nanosegundos, aunque os parecen horas, de repente todo vuelve a la normalidad, aunque experimentais una reentrada al espacio normal igual de incómoda.

Os encontrais en las capas bajas de la atmósfera, la pericia de Santiago os ha salvado de una muerte segura...

Lo primero que pasa por vuestras cabezas es como estará la nave, al estar desconectados parte de los sistemas y otros ionizados no podeis hacer una valoración

Uf.

Puntos de Mente actuales: 13
Puntos totales perdidos: 2

Habilidad: 22

Dificultad +10 a la tirada

Los brazos de duelen bastante, las maniobras para mantener la nave estable han sido complicadas y todavía lo son, cuando se han desconectado todos los aparatos me he temido lo peor, pero La Osada todavía permanece entera. Gotas de sudor comienzan a bañar mi frente, nunca me había encontrado ante una situación similar, y ahora no hay nadie cerca que pueda rescatarnos, nosotros somos el equipo de rescate.

Las sacudidas son todavía muy fuertes, trato de manejar los impulsores para compensar los erráticos movimientos tras pasar las primeras capas. Aún no hemos llegado a la superficie y cada vez parece más complicado aterrizar indemnes.

-" Odio las reentradas.. joder, como las odio¡¡.- Se lamenta Hershell