Partida Rol por web

Que Grugnir me asista...

Señalando hacia adelante y hacia arriba con una mano, Trul manda parar a sus compañeros con la otra y susurra.

- Hacedme caso que sé de colinas. En esa normalmente no hay brillos en cima. Altón debería acercarse a mirar.

Cierto. Pero no sería bueno que nos separásemos mucho de él por si hubiera problemas...

- Correcto. Trul detrás, lejos para no ser oído, cerca para ayudar en combate. 

Alton asiente con la cabeza y sujeta el arco y una flecha en la otra mano.

No os acerquéis mucho. - sugiere a sus compañeros para evitar que le delaten y comienza a avanzar, agachándose por instinto, sin darse cuenta que estirada era más pequeño incluso que muchos humanos agachados.

El grupo sube con cuidado la colina hasta la fortaleza en ruinas en la cima. La oscuridad empieza a caer, ayudando a que no seais vistos. Entrais en el complejo, acercandoos en silencio y siguiendo las direcciones de Alton hacia donde se ve la luz, claramente una fogata. Os asomais al patio central, echando un vistazo.

Alrededor de una hoguera de considerable tamaño, donde se esta cocinando un perro salvaje, hay 4 seres goblinoides charlando de buen humor. Por su tez rojiza y armadura los reconoceis como hobgoblins, de las pocas razas goblinoides cuya definicion de estrategia incluye algo mas que correr y matar a lo que se mueva. A su lado, atado con una pesada cadena de metal a una estaca clavada en el suelo, hay una mole de casi tres metros de alto y una barriga aun mas grande. Mira hacia el perro relamiendose unos colmillos que le salen de la boca, dandole un aspecto aun mas estupido.

Tranquilo, Morg - dice uno - Mañana si no lo quieren, te puedes comer al enano

Mirais hacia donde señala y no podeis evitar una exclamacion de asombro. En una esquina, aparentemente durmiendo esta Gurneg! Esta descamisado y le han pegado una paliza, pero parece vivo. No parecen muy preocupados por el, ya que ni siquiera esta atado.

Al oiros, los hobgoblins se levantan de un salto y sacan sus espadas mientras el ogro aprovecha para intentar coger el perro y quemarse la mano soltando un aullido. El que parece ser el jefe ignora al tal Morg mientras escudriña la oscuridad.

Quien anda ahi?

Gurneg abre un ojo al oir los gritos del hobgoblin, intentando calibrar la situación sin que se note que en realidad no duerme.

Tras un frenético vistazo, localiza un par de palos de buen tamaño lo bastante cerca como para agarrarlos sin tener que levantarse. Entrecerrando el ojo que tiene abierto por si a alguno se le ocurre revisar su estado, se preparar para lo que pueda venir.

Al oiros, los hobgoblins se levantan de un salto y sacan sus espadas

Mierda, si no he hecho ruido ninguno. En fin.

Levantando su espada que ya tenía desenvainada Trul inicia la carrera con los ojos inyectados en sangre* hacia el enemigo más cercano

¡Es la hora de los mamporros!

El hobgoblin levanta la espada para protegerse del ataque pero el golpe es tan duro que parte la espada y al monstruo en dos.

Gurneg, quítate de ahí en cuanto puedas.  - Zeljko le indica con su mano adonde quiere que se vaya.

Decidiendo que la discreción es la mejor parte del valor (especialmente cuando uno esta en pelotas frente a enemigos armados), Gurneg se pone en pie de un brinco y se aparta hacia la zona indicada, mientras intenta agarrar del suelo un palo con el que defenderse si alguien se le encara.

En cuanto ve que el enano se aparta, Kulenov da un paso al frente y da una suave palmada. Con un estruendo que se oye a millas a la redonda, debido a la altura y a la posicion solitaria de la colina, un rayo cae sobre la hoguera haciendo que explote. Trozos de madera ardiendo y ceniza vuelan por los aires, sepultando al lider de los hobgoblins. La onda expansiva tiene tanta fuerza que arranca la estaca del suelo y manda la pesada mole del ogro volando medio metro. Morg cae de culo y mira primero con tristeza y luego con rabia hacia la hoguera y el perro, totalmente carbonizado.

Cena! - dice y lo repite como un mantra mientras se levanta, cada vez mas enfadado - Cena! CENA!

Alton utilizó la posición elevada para camuflarse entre el grupo y preparar una flecha que apuntaba al capitán pero el impacto del trueno le pilló desprevenido e hizo que el salto que dio delatase su posición.

Aún así, trato de acabar con el lider de los rojillos pero no había conseguido calmarse lo suficiente y el tiro salió desviado.

Los hobgoblins se recuperan del shock rapidamente, como solo soldados profesionales son capaces de hacerlo. Con trozos de ropa ardiendo, el capitan hobgoblin se lanza contra el que es evidentemente la mayor amenaza.

Traidor! - sisea con furia, golpeando la armadura de Trul - Moriras por vender a tu raza

Sus hombres, de forma coordinada, rodean al goblin que se defiende como puede e ignoran al bardo y al halfling (y al enano, claro)

El ogro se lanza ahullando contra Kulenov, usando la pesada cadena como arma

Cena! Tu ahora mi cena! - le dice mientras intenta golpearle.

El semielfo se agacha rapidamente, y la cadena golpea una columna con tanta fuerza que la parte por la mitad.