Partida Rol por web

El enano se encoge de hombros, nunca un enano se echo atrás donde decidieron ir los humanos.

Sigamos si queréis, supongo que no se pierde nada por echar un vistazo. Dejarme echar un vistazo en esa intersección y decidamos hacia donde ir.

El enano avanza en completo sigilo con la espada en mano hasta tener mayor visibilidad desde el cruce, ahí otea en la oscuridad y trata de escuchar.

Aceptando el orden de marcha propuesto, me coloco al final de la fila con lagrimas aun en los ojos, inyectados en sangre.

Con unos indescifrables murmuros, el enano se aleja para investigar mientras menea la cabeza. Tras revisar tanto el ala oeste, como la este Baedal no logra encontrar nada de interés, optando por seguir adelante, con el resto de vosotros detrás, a una distancia prudencial.

Hacia el norte continua el túmulo, a unos pies por delante el pasillo parece abrirse a otros dos pasillos. La luz verde parece estar muy lejos todavía

Una vez reiniciada la marcha, Cyane echa breves miradas por encima del hombro, se siente aliviada al ver a Prudle cerrando el grupo, el joven guerrero le ha dado la impresión de estar cegado por la ira. -no es bueno que esté cerca de la cabeza del grupo en ese estado-

Lo que no le alivia es la tela que envuelve al cadaver, poco a poco va adquiriendo un tono rojizo.

Cyane se fija de vez en cuando en el suelo que hay delante de ella, por si ve alguna señal o huella de algún animal. -tiene que ser un animal el que le ha hecho eso, esa carnicería no la ha podidio hacer un hombre, por favor que sea un animal-

Da igual que no dejes huellas, te encontraremos, si no hoy, otro día.

Continuais avanzando por el túnel, hasta que llegais al centro de la bifurcación.

El pasillo del oeste se extiende aproximadamente 40 pies, acabando en una pequeña plataforma de marmol que se eleva 6 pulgadas del suelo. Sobre la plataforma descansa un extraño artefacto arcano roto, su marco ovalado le da el aspecto de un espejo para nobles. Al marco sólo le queda un tercio. Hay un extraño sello del tamaño de una cabeza humana que ha sido tallado delicadamente en la parte frontal de la plataforma.

A 15 pies, en el pasillo del este, hay una enorme pila de escombros que va del suelo al techo.

El tunel siguei hacia el norte. La luz verde aun está lejana.
 

Permanezco durante unos instantes contemplando con atención el arco, tratando de determinar su procedencia y función.

Después, camino hacia los escombros - Dejaré aquí a Lina por el momento, no hay necesidad de pasearla por todo este sórdido lugar. Construiré una tumba improvisada con estas piedras para protegerla mientras volvemos a buscarla - dicho esto, deposito con sumo cuidado los restos al lado de la pared. Comienzo escogiendo las piedras más planas para hacer una base que la separe del suelo. Una vez hecho esto, voy apilando piedrar a su alrededor, comenzando por las de mayor tamaño, hasta conseguir una estructura que pueda refugiar con seguridad al cadaver.

Una vez hecho esto, me coloco a la cabeza del grupo, al lado de Cyane, dejando un poco por delante a Baedal.

De nuevo aceptando la propuesta de Vol, Tarvish se aoresta a ayudarle con las piedras.  Pense en otra cosa al venir aqui, quiza una niña asuastada y con rasguños, que podria cerrar gracias a los dones de Pelor, no esto...pobre niña, aun no habia empezado a vivir y hemos de buscar como respetar sus despojos. Espero que sea una prueba, mi buen Dios. 

Al empezar a recoger piedras anchas, el sudor corre por su cara, resbalando raudo por su armadura. El crerigo mira la brea de la antorcha a fin de saber que luz puede quedar. No desea quedar a oscuras en este sordido lugar, asi que se apremia a preparar un sortuilegio de luz.

Bien, dediquemos unos minutos a hacer un pequeño nicho y sigamos camino. 

Se agacha y mira el suelo, por si ve algun rastro que poder seguir. tras ello sigue con la faena de recopilar piedras, analizando las pequeñas marcas en la gravilla y el polvo. de la sala entre de`plazamiento y desplazamiento

Trav se queda mirando el suelo extrañado, se rasca la nuca y por fin entiende algo.

Creo saber que ha pasado aqui, me parece que han sido unos lobos quien han acabado con la vida de Lina. Aqui hay unas huellas que parecen indicar eso, van hacia el norte. Si han sido unos lobos deberiamos de confirmarlo y ver por que lo han hecho, quiza el hambre, una camada o simplemente maldad.

El clerigo trata de buscar un significado a la muerte de la niña. Se gira de nuevo hacia Vol y mirando al grupo, comenta de nuevo. Dejemos a Lina protegida y veamos que ha pasado, ya os digo, si no me equivoco esto son lobos, casi podria asegurarlo...  asi que puede que tengamos problemas.

Tras llegar a la bifurcacion, miro al oeste y aprecio ese arco en la lejania, completamente ensimismado, deseo acercarme a presenciarlo lo mas proximo posible, para intentar con mis conocimientos de los libros leidos, ver si puedo llegar a conocer algo más de él. Mientras en mi espalda están realizando el nicho para la pobre Lina, con ningun deseo de ayudar, no por vagancia sino por la aprensión que me produjo el cuerpo al verlo así, me encamino hacia al semiarco.

Chicos perdonarme, quisiera ver con más detenemiento ese arco... quizas nos dé alguna pista de lo que nos podemos encontrar.

Intrigado completamente me aproximo hacia él.

La voz de Tarsivh se escucha pero es mucho más interesante el aproximarse al arco.

Me pongo a echar una mano a Tarvish y a Voll para construir la tumba de Lina, apoyando mi hacha en la pared. Ahora ni una lagrima sale de mis ojos.

Al oír las palabras de Tarvish asegurando que han sido unos lobos le respondo.

Si lo han sido como propones, desde luego que ocurre algo, los lobos no matan por deporte, eso lo hace el hombre.
Lo raro es que no hayan acabado y repartido el cuerpo de la pobre Lina.

Desde que recuperase mi animo, mi voz se nota fría distante, sin sentimientos. Vuelvo a actuar como en los viejos tiempos..

al acabar recojo el hacha que había dejado apoyada en la pared.

El enano levanta la mano con el puño cerrado.

¡Quietos locos!

Baedal se gira hacia sus compañeros.

Sois una jodida panda de locos. ¿Quién carajo os ha dicho que podéis tocarlo todo como goblins ansiosos? Aquí abajo nadie avanzará más allá de mi culo sin que yo le diga que puede hacerlo. Si queréis que os guíe lo haréis así. Cada piedra que movéis y cada paso en falso pueden desencadenar una trampa o provocar un derrumbe, si yo no lo inspecciono antes no se toca, ¿tamos?

Con determinación se atusa la barba, tira hacia arriba de los pantalones y se dispone a inspeccionar el montón de piedras y el artefacto buscando trampas.

Cyane mira divertida como Baedal abronca al grupo, pese a la desagradable situación, no puede evitar una breve sonrisa ante la airada reacción del enano, -tiene razón, somos una panda de pipiolos metidos a rescatadores, llenos de buenas intenciones pero sin ninguna experiencia en estos asuntos-

Cyane permanece en la intersección, se rasca el pelo mientras sostiene con la otra mano el alfanjón, cuya hoja descansa sobre su hombro, y espera a que el enano termine su inspección; de vez en cuando echa ojeadas hacia el pasillo por el que deberían seguir, en caso de querer alcanzar la luz verde.