Partida Rol por web

Asisto un poco ausente al intercambio comercial, que no me interesa demasiado.

Es una verdadera lástima que no podamos actuar en nombre del gobernador, eso podría abrirnos algunas puertas - digo, al cabo del rato - de todas maneras, no sé hasta que punto Smenk estará dispuesto a colaborar, después de lo ocurrido con Filge. Deberíamos solicitar una entrevista, y andarnos con cuidado - añado, echándole una significativa mirada a Petrus - es un hombre poderoso, y no conviene tenerlo abiertamente en nuestra contra..., podría ser muy peligroso. De cualquier modo, necesitamos la información de la que disponga.

Allustan sonríe al ver la expresión de Baedal antes de coger la varita y examinarla con ojos críticos

Esto es la varita de estallido ¿verdad?, creo que os podrían dar hasta 2250 po por ella en Ciudad Libre.

- Uhm... entonces, si pudieras vender por nosotros esa varita quizás podrais conseguirme esa armadura que estoy buscando - comenta el semiorco antes de mirar al paladín y pensar como decir lo que quiere decir.

Ya ha detectado algunas de las particularidades de su carcter y prefiere evitar una discusión - Pues... podríamos decirle que el que nos comentó de los gusanos es ese nigromante... después de todo eso es verdad. Incluso podriamos decirle que el, ante la dificultad del asunto, optó por volver a su tierra y nos informó eso antes de irse - trata de acomodar la verdad de los hechos a una versión digerible por el servidor de Heroineuos.

- Despues de todo, si Filge se fue y no le comentó nada, espero, la nuestra será la única versión. Y lo cierto es que fue el quien nos dio los datos antes de irse. Con "olvidarnos" de explicar que fuimos nosotros quien lo obligamos a irse creo que no deberíamos tener problemas -

Allustan se queda mirandoos, esperando.

En un momento dado, cuando Allustan está hablado con Petrus, la joven llama la atención del paladín con un gesto, saca la esmeralda de su bolsillo y se la lanza a Voll, mientras le dice con una sonrisa en la boca  -toma, anda, para que la dones a tu iglesia, que en el cuartel se comenta que Valkus va diciendo por ahí que eres de la cofradía del puño cerrado.

Sonrío apreciativamente ante la belleza de la gema, un poco sorprendido de la generosidad y las palabras de la joven, antes de comprender que se trata de una broma.

Lo haré en vuestro nombre, Cyane -contesto con solemnidad - Heiroenous os agradecerá sin duda este gesto.

Con respecto al asunto de lo que Smenk debe saber, no creo que tengamos que ensuciarnos con mentiras. La verdad está de nuestro lado, y a su servidor se le ha dado un trato justo, quizá incluso demasiado benevolente, dada la naturaleza de sus crímenes. Balabar es un hombre de negocios muy hábil, por lo que tengo entendido. Le conviene tenernos de su lado, pues, aunque por motivos distintos, perseguimos en realidad los mismos fines... - y añado, como dudando - Quizá esté equivocado, pues no le conozco más que por las habladurías de la gente - termino, mirando al sabio Allustan esperando su opinión.

Viendo la charla que estan llevando Cyane, Petrus y Voll, con Allustan, decido intervenir, solo para pedirle

Allustan, La varita vendela por el precio que has establecido. Ahora para poder continuar nuestra mision, me seria necesario un gran hacha de gran calidad. ¿Esposible esto?

Allustan os mira entre divertido y un poco asombrado por el dispar grupo que se la diosa fortuna ha reunido.

Cuando el joven Pruddle le habla, sonríe Eso lo podreis conseguir sin demasiados problemas hablando con el herrero. Tiene bastante habilidad para crear buenas armas y armaduras.

Allustan se ha quedado conmigo... deberia ser un poco mas conservador... El libro tal vez le sorprenda.

Dandole un toque a Cyane, le susurro

¿Te parece que aprovechemos para vender el libro de Filge?

- Uhm... entonces quizás podré pedirle esa armadura de piel de dragón a el. Deberé ver cuanto puede salir. No estoy acostumbrado a comerciar de esta manera. Es más quizás a el le interesen todas esas armas y armaduras que dejamos en el carro. Habría que preguntarle - comenta el semiorco sin ser consciente de que lo realmente valioso es el libro del mago que el, pese a asegurarse de que Filge no se lo quedase ha descartado como bien de cambio.

Con todo mira a Allustan con calma antesde preguntarle - Sin embargo... Crees que nos podrás adelantar algo de efectivo mientras vendes esa varita? No se cuando pensabas viajar, pero necesitaremos ese nuevo equipamiento lo antes posible... si vamos a combatir a esos gusanos no muertos, todo lo que ayude será bien venido... Tengo un vial de agua bendita... quizás deberíamos conseguir más - comenta finalmente, dirigiendose al resto del grupo - Aunque no se si yo podré podré hacerlo. Esto de las monedas me confunde un poco, creen que me sobrará algo si compro esa armadura y aporto mi parte para esa varita para el clerigo? -

Al escuchar las palabras sussurradas por Pruddle, Cyane se golpea la cabeza  -¡coño que se nos olvidaba!, claro que si, dale el libro, me imagino que valdrá una pasta.

La joven observa como Pruddle enseña el libro a Allustan

Cuando Pruddle le enseña el libro, una extraña expresión, de sorpresa y alegría, ilumina su cara. Con manos cautas, lo recoge y, tras una pequeñas palabras arcanas, examina el libro, despacio, con calma. Tras unos minutos, levanta la cabeza para miraros

No os voy a engañar, tal vez si lo vendeis por ahí podais obtener más, dependiendo del interés por estos sortilegios. En mi caso os daría 750 po por él.

- 750 mo? - dentro de los parámetros del druida, el mago acaba de regalarles un montón de monedas, por lo que asiente con la cabeza mientras intenta disimular - Si, supongo que es un precio justo - aclara antes de dirigirse a sus compañeros - Podríamos, entonces, ir a ver a ese herrero y ya que estamos... -

Dándose vuelta vuelva a mirar al sabio - Mi maestro me habló de frascos que, cuando se rompían inmovilizaban a quienes golpeaban... o de otros que prendían fuego. Sabes si podremos conseguir algo similar en el pueblo. Siempre quise tener algunos de esos. El decía que eran moneda corriente en los sitios urbanos, que no eran baratos, pero podían ser una solución cuando las cosas se complicaban - se explicó.

El mago asintió a las palabras del druida

Supongo que te refieres a las bolsas de maraña y fuego de alquimista ¿no?. Esos objetos no son demasiado extraños, y no deberiais de tener problemas en encontrarlos.