Partida Rol por web

El fuego de la hoguera os calienta mientras descansais.

Con gran alegria observo mi nuevo grupo. Somos buenos.
Desde luego parece que la vida me ha sonreido...Que lejos quedan aquello dias de alma en pena. Ahora aqui estoy. Con ganas de acabar con el mal. Con un grupo de aventureros, comprando agua bendita...Una sonrisa se dibuja en mi cara, mientras continuamos con la cena en silencio.
Me levanto y digo

Bueno, pues parece que seguiremos unidos un tiempo, por lo que me gustaria hacer un brindis por este grupo que hemos creado.

Levantando una jarra de cerveza espero que se haga el brindis

La noche se cierne sobre los compañeros que descansan al abrigo del destartalado edificio. Las paredes han sido reparadas con obras burdas de mapostería allí donde el adobe se había desprendido dejando a la vista las vigas de castaño, como si de raspas de pescado se tratase. El viejo tejado pide a gritos nuevas tejas y algunas cerchas han tenido que ser apuntaladas para impedir que la cubierta a dos aguas se colapse sobre los inquilinos.

Sin embargo el ambiente dentro es agradable, una vez libre de escombros y limpio el tiro de la chimenea, hace que la estancia sea relativamente cálida y confortable. Los seis compañeros, fanqueados por una mula que el enano se ha empeñado en meter dentro hasta que construyan un buen establo, charlan amigablemente sentados en taburetes improvisados en torno al crepitante hogar. La boca se hace agua mientras los trozos del venado que ha cazado Petrus se asan lentamente ensartados en espetones de madera.

El enano bebe vino malo de una taza de latón mientras espera a que la cena este lista.

¿Creeis que esa rata de Smenk colaborará con nosotros? Tal vez si desde un principio sabe que nuestra intención es acabar con las locuras que se hacen en esa mina, no ayude. Aunque solo sea por el interés, los enemigos de mis enemigos...ya se sabe.

Apunta mientras lapida la frase con un trago de vino...

- Uhm... no lo sé. Quizás no lo quiera hacer, pero no dudo que finalmente lo hará... por las buenas o por las malas. No podemos dejar que esos gusanos no-muertos estén sueltos por allí - aseguró el druida, jugueteando con su compañero

- De cualquier manera, podemos decirle que Filge nos envió a eliminar a los gusanos antes de irse. Si necesita que alguien los elimine quizás confie en nosotros. Y lo cierto es que la información nos la dió el mago... o no? -

Analizando la situacion en frio, el clerigo observa a sus compañeros con mas detenimiento. mmm. a ver amigos, hay algun corte que aun esta sin cerrar y se puede infectar, dejadme ver vuestra heridas, a ver si os puede ayudar Pelor en su enorme bondad.

No daré explicación alguna a Smenk del trato que le hemos dispensado a Filge. Al fin y al cabo, hemos sido más que justos, como ya he dicho. Nos ayudará o no, según sea su elección, pero no determinará en modo alguno nuestra manera de actuar - comento con mucha seguridad - Visitarle no es más que una manera de tratar de obtener más información antes de ver esas minas con nuestros propios ojos. Quizá incluso esa visita esté de más, no estoy seguro, aunque creo que no importa demasiado. Tengo la sospecha de que ya estará enterado de sobra de nuestros movimientos.

Tarvish, el mordisco de ese pequeño engendro me molesta bastante, quizá deberías echarle un vistazo - añado, señalando el pie que tengo colocado en alto sobre una piedra - diría que es posible que esté infectado...

Cyane se encuentra semidesnuda sentada en unos de los taburetes y con las piernas estiradas delante de ella, sus pechos pugnan por escaparse del diminuto trozo de tela que se ha enrollado en el torso, y sus piernas desnudas parecen nacer de un trozo de tela aún más pequeño con que la joven ha rodeado sus caderas y que deja adivinar casi todo lo que se encuentra debajo,  su piel  bronceada y limpia por el reciente baño, brilla a la luz de la hoguera.

La joven se ha pasado un buen rato limpiando su arma y su cota de mallas, que ahora descansan a su lado emitiendo de vez en cuando destellos,  parece absorta, comprobando los profundos cortes que ha sufrido durante los últimos combates, las heridas parecen que ya no sangran, pero los movimientos acartonados de sus músculos delatan el dolor que le provocan.

De repente comenta

No sé, yo creo que Smenk estará encantado de que un grupo de extraños le limpien la mierda de su casa, y más si lo hacen gratis…

De todas formas ya hemos oído cómo se las gasta, si cree que no le servimos de ayuda nos intentará matar echándonos encima a sus perros ¿os acordáis de Kullen y sus amigos?

El clerigo queda atonito ante la vision de su adorada guerrera, y se acerca frotando las palmas de sus manos. Deja que el poder de Pelor te ayude, no me gusta verte herida, alguien tan bello no debe estar con esos cortes. Ruborizandose un poco, inicia un salmo y una oracion y la magia divina del Dios fluye por sus manos como un instrumento de sanacion.

Tras mirara el brillo de la piel y deleitarse con el olor de la guerrera tras su baño, el clerigo vuelve en si y responde al paladin. Veamos que tienes ahi, es peligroso y mas si es un mordisco de esa criatura, esperemos que no haya infeccion.

De nuevo Pelor favorece con sus dones al Clerigo que nota la energia curativa fluir como un torrente.

Baedal mira al clérigo y sueta un bufido mientras da la vuelta a los espetones de carne.

Hay que ver, se supone que los clerigos tienen una voluntad de hierro y este se desvive por el primer par de tetas que ve. La verdad es que la chica no esta mal para ser una humana, pero le falta pelo, la verdad.

Kullen es una arma de doble filo, Smenk podría cortarse a si mismo. Evidentemente esa rata necesita ayuda para acabar con el problema o no hubiera llamado a su amigo Flinge y ahora que se ha ido, esta más cojo que una silla con tres patas. Lo mejor será hablar con el a las claras, de forma que vea que será algo beneficiosos para él.

- Que complicados que son los "civilizados" - comenta, como al pasar, el semiorco mientras observa como Tarvish cura a sus compañeros, olvidándose de Cletus - Si, ve, ahora te curará a ti - le comenta a su animal que, obediente, repta en dirección al clerigo, elevando su cuerpo y mostrando las heridas que tiene en su escamosa piel.

- Si, no hay nada como la sinceridad. Simplemente decirle que Filge, antes de irse, nos contó del problema y que tenemos nuestros propios motivos para acabar con esos gusano. Si nos quiere ayudar... bien, sino lo ayudaremos por las malas - completa su idea el druida.

Mi expresion es de sorpresa al ver babear al clerigo.
Desde luego esto nunca lo habria pensado. Un clérigo pensaba yo que era mucho mas formal... Las mujeres siempre han sabido usar sus armas. Pero babear por Cyane... Mejor sera no hablar, ya que no es mi tipo, pero para gustos colores.

Deshaciendome del pensamiento me introduzco en la conversacion.

Yo opino que Smenk no nos dará la bienvenida, pero alguna cosa tendremos que sacarle, ya que ha probado nuestro poder. Deberiamos pedirle algo y si no arrasarle. Estoy contigo Petrus. Por las buenas o por las malas

Asombrado por los poderes del semiorco, ve acercarse a la sierpe, que se levanta majestuosas para mostar sus feos cortes.

El clerigo mira al druida y algo sorprendido, comienza a meditar una oracion.

Es la primera vez que curo a un animal, sorprendente, hay algun tipo de nexo entre esta serpiente y el druida, ya lo pude ver en combate y ahora me lo deja aun mas claro.

- Gracias - el semiorco inclina la cabeza ante el gesto del clerigo y, tras pensarlo un momento intenta ayudar. De su bolsa saca unas cuantas bayas que contempla con cuidado antes de murmurar - Elhonna, espero que realmente esto sea lo que tu quieres para mi. Deberemos matar a esos gusanos que no son naturales, pero estamos todos un poco heridos... podrás convertir, como otras veces, estas bayas en curación para quien lo necesite? -

Las bayas, en su mano, refulgen por un instante antes de que Petrus sonría - Si, Elhonna esta de acuerdo con nuestros planes - comenta como al pasar - Prueben estas bayas - agrega, - Verán que no solo alimentan, sino que curan -