Partida Rol por web

El incidente entre la clérigo y la joven de la casa Cannith apenas duró unos momentos, esto debido a la apresurada llegada del transporte. Sellion tomó entonces todo bocado a su alrededor y rápidamente lo llevo a su boca para poder contar con algo dentro de su estómago durante el viaje. Dejó caer algunas monedas de plata encima de la barra del lugar y corrió hacia la aerocalesa.

-Puff. Justo a tiempo.- Musitó una vez a bordo para entonces maravillarse con la ingeniosa máquina y las esplendidas vistas que esta le proporcionaba. Era bastante obvió lo animado que se encontraba el semielfo con el viaje. Todas aquellas preocupaciones por la invitación quedaron en un segundo plano mientras sentía la brisa de la mañana golpear sobre su sonriente rostro. Sin duda había conseguido buen material para sus escritos.

Una vez en el lugar de la reunión, las preocupaciones del semielfo volvieron. "¿Quién es que la persona que nos citó?" "¿Qué querrá de nosotros?" Eran solo algunas de las preguntas que se hacía mientras entraban al lugar, pero siempre intentando mantener su simpática expresión.

-¿Milady?- Observó entonces a la mujer de brillantes cabellos. Esta no intentaba esconder la casa a cual pertenecía, dejando aquel llamativo anillo a simple vista mientras les recibía.

-Gracias por la invitación "Mylady", algo me dice que no me arrepentiré por haberla aceptado.- El semielfo tomó asiento con pícara sonrisa. -Veamos qué es lo que tiene que ver la Casa Cannith en todo esto..-

Aunque las jefas no habían convenido si teníamos que seguir el camino trazado por el portador de la nota o no, al verlas montarse hice lo mismo. Aun no había cobrado y bueno igual sacaba unas monedas extra, sobretodo en cuanto empieza una discusión entre ellas....eso se puede explotar ¿Quien pagaría mas?.

No le quise preguntar al barquero cuantas de estas vuelcan a lo largo del día, separar mis pies de las pasarelas ya era mas que suficiente par notar la posible caída. Después del interesante paseo....que no querría volver a repetir si no era necesario, llegamos a nuestro destino. Otra situación donde en principio no tendría que desenvainar el acero, con suerte. La taberna no esta mal y la humana que nos atiende tiene un pase.

- Bueno si nadie lo pregunta pues voy yo. ¿Que hacemos aquí?-

La mujer espera a que estéis todos sentados y acomodados. Os mira detenidamente a todos vosotros a medida que tomáis asiento e incluso cuando le formuláis vuestras preguntas. Con un gesto de la mano ,firme pero educado, os solicita algo de paciencia. Cuando termináis de quitaros las capas y de descansar vuestro equipo más pesado vuelve a hablaros.

- Mi nombre es Elaydren d'Won de la casa Cannith.- Se dirige un momento a Alhandra-. Me han dicho que usted también pertenece a nuestra noble casa. Estoy encantada de conocerla- dice al tiempo que vuelve a dirigirse al resto-. He estado trabajando con el preboste Geldem para recuperar una reliquia familiar. Íbamos a reunirnos ayer por la noche, pero como sabéis nunca llegó a la cita. Me enteré gracias a un agente mío de lo ocurrido. Este agente iba a reunirse por mí con Bonal cuando fue testigo de lo sucedido. Me dijo que habló con la guardia cuando el sargento Dolom les detuvo. Fue él quien les contó lo que realmente había sucedido y quien anoche les dejó la nota en la taberna. Por favor, tomen cuanto quieran de lo que hay sobre la mesa.

Os señala las copas y botellas de vino invitándoos a probar lo que, sin duda, parece un vino excelente.

- La reliquia, de acuerdo con la leyenda familiar, fue encerrada en una fundición que data de la Sharn anterior a Galifar. El pobre Bonal creía que había descubierto la ubicación de la forja en un antiguo diario de la casa Cannith. Se disponía a financiar una expedición para ir a aquel lugar, pero sin Bonal...-Su voz tiembla momentáneamente antes de continuar. Después se inclina hacia delante acercándose a vosotros-. Quizá vosotros estéis dispuestos a recuperar esa reliquia para mí. A cambio de una generosa recompensa , por supuesto. Pero tanto si aceptáis como si no lo hacéis...debo pediros que me entreguéis el diario ya que sólo descifrándolo puede ser hallada la forja que contiene la Reliquia...   

No puedo evitar sentirme ninguneada por mi propia familia al enterarme de esta forma de por qué me habían encomendado la tarea de ir tras la pista de Jarem. Todo hubiera sido más fácil si me hubieran dicho desde el principio que todo era porque temían que encontrase la forma de llegar hasta la forja abandonada antes que Bonal Geldem.

―Dejémonos de patochadas, Elaydren, casi me matan anoche y todo porque alguien pensó equivocadamente que era mejor ocultarme qué era realmente lo que estábamos buscando. Pero eso se ha terminado. Bien, recapitulemos. Así que el señor Geldem descubre el emplazamiento de una antigua forja familiar y te informa de su hallazgo y sus sospechas de lo que puede haber allí. ¿Estoy en lo cierto?

»Y, de algún modo, un individuo llamado Jared se entera también de esta información. ¿Tienes alguna idea de cómo acabó en manos de ese tipo? Me mandan a mí ir tras Jared y lo que acabo descubriendo es que hay un montón de gente que tiene cuentas pendientes con él ―hago un gesto elocuente, abarcando a mis compañeros―. Su último robo conocido: la correspondencia de Geldem.

»Nos citamos con él y "casualmente", esa misma noche tú mandas a un agente tuyo para que se reúna también con él. ¿Podrías aclararnos con qué motivo?

»Y, sospechosamente, Geldem es asesinado por un forjado defectuoso antes de hablar con ninguno de nosotros. El mismo forjado que, un instante después, trata de acabar también con nuestra vida. Suena bastante inquietante como para considerarlo una casualidad, ¿no te parece?

»Y finalmente el agente enviado por ti, en lugar de interpelarnos abiertamente, nos sigue anoche de sombra en sombra hasta "La Buena Taberna" y nos deja una invitación anónima que termina llevándonos hasta esta reunión. ¿A ti te parece una forma ortodoxa de pedir nuestra colaboración?

»Como ves, hay muchas preguntas en el aire que merecen una respuesta sincera y saber cuál es la naturaleza exacta de la reliquia que estamos buscando no es la menos importante de ellas.

Vaya genio que gastaba Alhandra, y eso que parecía la más débil de las dos cuando las conocí. Miré a Neliandra y le hice un gesto con la cabeza en dirección a las 2 mujeres de la Casa Cannith - Será mejor que les entregues el libro, de todas maneras, sabe que lo tenemos. Ellas son, con toda seguridad, las únicas que pueden leerlo.

Acerco mi mano hacia una de las copas de vino que muy bien han preparado para nosotros.....un segundo después la retiro sin llegar a tocar la copa, seguían pudiendo atentar contra nosotros. Una bonita historia de casas nobles que querían hacerse mas ricas de lo que ya eran, en fin eso lo veía yo como un buen negocio. - Esto hablando de recompensa. ¿De cuantos sacos de oro estaríamos hablando?. Incluyo en la conversación mientras Threkor y Alhandra hablaban sobre no se que de un diario.

- Intentaré contestar a todas vuestras preguntas- dice al tiempo que toma un sorbo y mira con amabilidad a Raith. Es un gesto con el que pretende zanjar cualquier sospecha de envenenamiento.- El agente que envié a reunirse con Bonal tenía la misión de recogerle el diario para que me lo entregase. Bonal quería que yo se lo "revelase". Pero nada de eso fue posible con la irrupción de aquella forjada.- Mira ahora a Alhandra-. Creo que puedo asegurar que era una enviada. Un sirviente leal del Señor de los Filos. Sin duda el Profeta Forjado querrá el esquema para sus propios planes siniestros.

La mujer detiene sus respuestas cuando observa que la puerta del Yunque Roto se abre. Entra un hombre que saluda directamente al posadero desde la barra del local. Parece ser que Elaydren intenta controlar quien podría llegar a escuchar sus palabras. Cuando parece que todo sigue siendo seguro continúa hablando.

-Te pido disculpas Alhandra. Quien te encargó esta misión no sabía tras lo que andaba Jarem. Sabíamos que era algo relacionado con la casa pero no que era exactamente. Realmente el asunto es de la máxima importancia y requiere de nuestra mayor discrección. De ahí que mi agente os invitase a esta reunión de esa forma tan poco ortodoxa aunque profundamente segura, he de añadir. Pero si lo que dices del correo de Bonal es cierto mucho me temo que anda tras la reliquia o, tal vez, sobre su localización. Si aceptáis mi encargo seréis recompensado con 1000 piezas de oro y la buena disposición de mi casa para todos.- Finalmente se gira a Neliandra- ¿ Me permites el diario, por favor?

-No- fuerte y rotundamente hago sonar mi voz -No voy a permitir el diario a nadie, al menos por ahora, antes quiero unas cuantas respuestas, no solo para mi, si no también las que quieran que respondas mis compañeros- Hago una breve pausa para beber un poco y prosigo -¿Que tipo de artefacto es el que hay que recuperar? Por lo que dices solo alguien de la casa Canith puede leer el diario ¿No? ¿Porque nos haces falta tu si está Alhandra?- Miro a mi amiga dando nuevamente un voto de confianza -Y como bien ha mencionado ella, es todo muy sospechoso, que suceda esto y de buenas a primeras aparezcáis tu y tu amigo, la nota...- 

Miré de reojo a la barra intentando ver algo en el hombre que había entrado, mientrass prestaba atención a las palabras de Elaydren. Perdí el foco en el hombre y miré a Neliandra mientras esta se negaba a entregar el diario. Puedo entenderla, le cuesta volver a confiar en su amiga y compañera Alhandra y, supongo, que en general a la Casa Cannith, debido a los secretos que le han ocultado.

Una vez Neliandra acabó de hablar, volví a girarme a mirar al hombre intentando averiguar si es un espí, o simplemente un lugareño en busca de una cerveza

¿Casa Cannith? ¿Artefacto antiguo? Sellion creía entender cómo se habían suscitado los recientes hechos. El joven semielfo se había involucrado en todo este asunto en búsqueda de intrigas y aventuras, lo cual sin duda conseguiría. Seguir la pista del tal Jarem había resultado mucho más provechoso de lo que este pensó inicialmente.

La discusión entre los asociados de la Casa Cannith acaparó entonces toda la atención de la mesa. Reproches de un lado hacia otro se ventilaban por doquier. El semielfo escuchó en silencio por el momento..

- Entiendo tus dudas- responde Elaydren a Neliandra-. Y si he de serte sincera el escucharte me convence de que sois las personas adecuadas para este trabajo. Necesito gente discreta y que no se fíe de lo primero que escucha o ve. Te contaré lo que sé pero quiero que entiendas que estoy confiándoos un secreto muy importante. Aceptéis o no...no debéis contárselo a nadie- dice al tiempo que hace un alto para beber con delicadeza un poco de vino-. La reliquia es un disco de adamantita con la forma de una estrella de siete puntas y del tamaño aproximado de una mano. Por lo que pude hablar con Bonal hasta la fecha la reliquia no tiene ningún poder especial por sí misma pero si contiene un antiguo esquema: un trozo de un patrón empleado por los artífices de la Casa Cannith de antaño para fabricar objetos inusuales. Lamento no poder decirte que es lo que fabricaría porque no lo sé y, al parecer, Bonal tampoco lo sabía. Y respecto a tu última pregunta tengo un artefacto de la Casa que me permitirá descifrar el diario. Si aún así y todo desconfías te diré que descifraré el diario aquí y en este mismo momento ante todos vosotros, Neliandra.

- Mil monedas...entre cinco, unas doscientas para cada uno. No esta mal y que la casa Cannith te deba una tampoco. 

Por lo que siguió relatando deberíamos encontrar un disco con unos patrones grabados en su superficie. Normalmente esas cosas no se encontraban a plena luz del día y sin guardianes para que cualquiera la coja.

- Apuesto una pieza de oro antes de que siquiera miren el diario, a que nos toca meternos en algún lugar perdido y polvoriento para conseguir el dichoso artefacto. 

No esperaba menos de Raith, el mercenario que había contratado Alhandra para que nos "protegiera", cuando esa mujer había hablado de dinero se le abrieron los ojos, decido ignorarlo, pero no llegaban a comprender cual era la situación real en la que nos encontramos, era ella la que necesitaba de nosotros, no nosotros a ella. -Pues creo hemos llegado a un punto muerto, si no puedes decirnos para que sirve esa reliquia no voy a ponerla en manos de una completa desconocida, y menos del modo en que has actuado, y creo que no llegas a comprender la situación, nosotros tenemos el diario, por lo que creo que nosotros marcamos el precio de lo que vale o deja de valer nuestro tiempo, trabajo y el riesgo que corremos- miro un momento al mercenario y digo -Raith, es entre seis, a no ser que tu no te cuentes pensando que es Alhandra quien dicta lo que tu cobras- pues era ella quien le había contratado. -Confiaría más si, ya que es de tu casa, le dieras el artefacto que posees a Alhandra y fuéramos nosotros, sin la presencia de extraños...- la miro a ella y al hombre de la barra -...los que descifráramos el diario, como bien has dicho, no confío en ti, porque como bien dice mi compañero, me juego mi propia cabeza, y Olladra es mi fortuna, de que no será un camino fácil, y los que se juegan la vida somos nosotros en caso de aceptar- miro a mis compañeros buscando algún tipo de apoyo en mis palabras, pues podemos sacar más de 200 piezas de oro, las cuales no me interesan más serían donadas a mi templo mi parte, pero se que a alguno de ellos les pueden hacer falta, o a sus familias si las tienen en caso de que en esta hazaña alguno fallezca.

Miro a Neliandra mientras habla y me sorprende que sea ella la que intente negociar el precio. Del mercenario, o de mi, bueno tendría un sentido, pero me sorprende de ella. Realmente debe necesitar mucho el dinero para que se rebaje de ese modo. De todas maneras, no me vendría mal el oro, además, debo encontrar a Jeram sobretodo.

Creo que Neliandra tiene razón. Esto tiene pinta de que alguno de nosotros no vuelva de la búsqueda de ese disco, total, para leer un libro que según vosotros tiene no se que necesario para contruir algo, aquí me he perdido. - miro a Neliandra y hago un gesto afirmativo con la cabeza - Yo particularmente, lo haré, pero aparte de las 200 monedas de oro por cabeza, yo quiero saber información sobre Jarem. ¿Donde está? Se enteró de la existencia del diario, así que debe estar metido en esto, y, conociéndolo como lo conzco, sé que estará cerca, si no es que nos está vigilando desde algún sitio. Tened por seguro que irá a por el artefacto e incluso intentará robarnos el diario si tiene la oportunidad.

Miro a todos cuando acabo de hablar - El tipo es peligroso, 200 monedas de oro puede que  incluso se queden cortas, pero lo haré.

- No soy una desconocida Neliandra. Me he presentado a vosotros. Soy Elaydren d'Won. Pertenezco al linaje de la casa aunque no soy heredera directa. Me debo a mi casa y a mi familia- dice algo soliviantada por las manifiestas sospechas de la clérigo. Mira tanto a Neliandra como a Threkor y Raith-. Pero si es el dinero el problema tal vez deberíamos hablar menos de la importancia que tiene esa reliquia para mi familia y hablar más sobre el precio de vuestros servicios. No os ha de preocupar el hecho de querer ser  bien remunerados. Yo jamás confiaría en alguien que sin conocerme quisiera trabajar gratis para mí.Siempre es preferible pagar. Cuando pago...puedo exigir. Así pues, ¿cuál es vuestro precio?

Como he dicho antes, me gustaría, en caso de que no lo encontremos nosotros, información sobre Jeram, la persona que anda detrás del artefacto - explico - Tengo cuentas pendientes.

Sonrío para mis adentros al escuchar a mi amiga. Yo puedo parecer difícil en ocasiones pero cualquiera que nos conozca a las dos sabe que realmente Neli es la dura de la pareja.

Tomo asiento a la mesa para no tratar de parecer amenazante y me dirijo a nuestra interlocutora de igual a igual, tratando de sonar conciliadora.

―Elaydren, agradecemos la confianza en nosotros que has demostrado hablándonos de la reliquia y esa confianza sin duda se verá recompensada si finalmente accedemos a recuperar el citado artefacto. No era posible conseguirte lo que nos pedías sin decirnos qué era exactamente lo que estábamos buscando.

»En cualquier caso, del mismo modo que tú has expuesto tan acertadamente que no eres una extraña, sin duda reconocerás que yo tampoco lo soy y que tus intereses y los míos son los mismos: el bien de la Casa Cannith.

»Así pues, estoy segura de que no tendrás inconveniente en dejar que sea yo quien interprete el cuaderno de notas del difunto señor Geldem. Si me prestas el artefacto del que nos has hablado, puedes tener la certeza de que te lo restituiré tan pronto como descifre el contenido del diario.

»Por lo que respecta a la recompensa que ofreces, conviene que todos acordemos que no se trata de un pago por nuestra colaboración. Sabes que mis desvelos por nuestra Casa no tienen nada que ver con fines monetarios y tampoco creo que haya dinero suficiente para comprar la voluntad de mis valientes compañeros. La respuesta a tu pregunta es que no tenemos precio.

»Es importante que entiendas que no estás comprando nuestro tiempo y esfuerzo, sino que el desembolso que hagas ahora es una inversión para que podamos pertrecharnos convenientemente y acometer la tarea encomendada con las máximas garantías de éxito. Considerarlo de otro modo entiendo que podría resultar ofensivo para cualquiera de los presentes.

»Por tus palabras parece que la reliquia podría no tener ningún valor económico pero sí un incalculable valor histórico y sentimental para la Casa Cannith. Un valor por el que los miembros más notables de nuestra Casa bien podrían invertir una suma generosa de oro para recompensar los esfuerzos de nuestros benefactores, ¿no estás de acuerdo?

»Digamos... cien piezas de oro por cabeza ahora y otras 150 por persona una vez que la reliquia esté en tu poder, como gratificación. Por descontado, no lo hacemos por dinero, pero cuanto antes dejemos de tratar de ponerle precio, antes podremos salir a buscar lo que nos has pedido.

»Y, por supuesto, como ha señalado con tanto acierto el señor Threkor, necesitamos toda la información que puedas proporcionarnos sobre Jarem y sus contactos. Y sobre ese "Señor de los Filos" que has mencionado antes. ¿Qué me dices, Elaydren, tenemos un trato?

- Eso lo que han dicho las jefas.... pero yo lo hago por oro  digo en bajito. - Si aceptamos. ¿Tendríamos oposición, igual hay otros jugadores ya sobre el tablero?. Alguno tiene que haber si el primer peón que nos metió en esto esta muerto.

Dejaría que las jefas fueran las que negociaran ya que yo solo estaba en esto por la pasta, pasaba mucho de nobles o dioses...siempre pedían mas de lo que daban.