Partida Rol por web

El esbirro kobold queda algo fuera de equilibrio al fallar su ataque, aprieto fuerte mi reliquia de bahamut y sin darle tiempo para reaccionar me tiro con toda mi furia sobre el esbirro kobold.

El kóbold cae fulminado ante la furia de tu dios. La primera linea del ataque kóbold yace vuestro pies, pero os dais cuenta que eran unos kóbolds muy débiles y apenas armados. Carnaza.

¿Qué especie de liquido...? Oh... ¡no puedo moverme!

El dracónido intentaba mover su cuerpo con todas sus fuerzas, pero al parecer ese líquido viscoso se lo impedía. Era bastante incómodo, así que intentaba deshacerse de ese líquido, con malos resultados.

El hondero kóbold sonríe satisfecho mientras prepara otro tiro con su arma. Mientras los dos kóbolds mejores armados cargan en embestida hacía Torinn que parece más indefenso por el ataque.

El primer kóbold se abalanza hacía el dracónido y le clava una estocada en el costado con su espada corta. Cuando el guerrero apenas puede esquivar este fiero ataque el segundo kóbold aparece cerca su compañero para acabar el trabajo. Este ultimo kóbold también consigue alcanzar a su contrincante.

Los dos kóbolds mejor armados por delante del hondero tratan de avanzar lo máximo que pueden escurriéndose entre los tentáculos sombríos producidos por el conjuro del mago.

Al ver como su compañero draconiano se encontraba en problemas, Neel avanza en diagonal para colocarse a la derecha del draconiano y mantener al Mago cubierto del ataque la honda. Una vez en posición, el paladín estira la mano y toca el hombro de su compañero al momento que eleva una pequeña plegaria en nombre del bien y liberando la energía positiva (Lay on Hands).

 Adenath aprovecha la cobertura de Neel para concentrarse en una de las muchas pesadillas que tuvo que soportar de pequeño. Cerró los ojos y pronunció las palabras arcanas precisas que transportarían la pesadilla de su mente a la del kobold frente a él.

El conjuro del mago hace mella en los dos kóbolds que parecen afligirse del ataque psíquico. Ambos kóbolds parecen flaquear y están maltrechos, aunque su odio hacía vosotros y las ganas de vengar a sus compañeros los mantienen aún en el combate.

Viendo el asombroso talento de sus compañeros con la magia Lihan decide realizar un último esfuerzo para demostrar su valía y no dejar desfallecer a su compañero draconiaco( que parece mejorarse por momentos). Me situo entre los kobolds maltrechos y mis compañeros y al igual que hace unos instantes coloco dos flechas en mi arco. 

Ahora si que si... A estos los remato yo.

El primer disparo se ensarta en la cabeza del kóbold de más a la izquierda, cayendo este al suelo totalmente fulminado. El segundo disparo te sale errado.

Esta vez el hondero lanza su bala a Liham que es el que mas se ha acercado al combate. Como en el tiro anterior en Torinn, el impacto con la extraña bala de cerámica estalla en una especie de sustancia pegajosa por el cuerpo del arquero.

Maldito lagarto del demonio!!!!!!! ¿Qué es esta porqueria?-Digo mientras trato de librarme de la viscosidad que me envuelve.

 Liham no permitas q Olidamara te la juege! donde haz visto un arquero de vanguardia! retrocede y deja q los tanques nos encarguemos de esto combate frente a frente! Puede que las palabras de Neel llegaran tarde al tirador, pero su intencion es recordarle a su amigo elfo que no se encuentra solo.

El sucio kobold utiliza una extraña sustancia para paralizar a nuestros compañeros, quiero la sangre de ese maldito.

Agarro mi reliquia sagrada y canalizo energia hacia el kobold que esta mas cerca, -¡De esta no te escapas!

 Al ver el poder de Vered, Adenath frunce el ceño y arquea una ceja.

-Interesante...

El kóbold cae fulminado bajo el radiante poder que desprende Vered, sin duda no escapó. El último kóbold gira sobre sus talones y empieza a huir hacía la maleza, sin duda no quiere quedarse a morir inevitablemente como el ultimo de sus compañeros.