Partida Rol por web

Al llegar a la entrada de la puerta ves que el hombre no está, ha desaparecido a simple vista, no sabes donde se ha podido meter, no encuentras lo que podría ser una puerta para el almacén.

No tengo ni la menor idea de lo que esta pasando, pero tampoco tengo ganas de buscarme problemas ni quebraderos de cabeza, miro el precio de los peluches y luego dejo el dinero en la caja y agarrando a mi madre salgo de aquel sitio, no es momento de perder el tiempo planteandome enigmas, buscare un hotel donde pasar el dia y descansar, alguno lujoso donde poder estrar tramquila.

Caminas durante un rato por la calle, ya no hay casi gente, salvo juerguistas y maleantes, al rato encuentras un hotel bastante grande, parece de nivel, digno para una princesita.

El sitio parecia acojedor y era el lugar perfecto para mi no tenia ninguna informacion sobre el, pero era lo mejor que habia y no tenia demasiadas opciones, entre con mi "Madre" tras darle instrucciones para que cogiera una habitacion para las 2 que pusiera alguna escusa como que venimos de viaje, etc.

No seria dificil los hoteles no suelen hacer muchas preguntas das tu datos y los de ella eran reales, pagas y te dan una habitación y como estaba compañada a nadie le sorprendia ver una niña

Tu “madre” se aleja a hablar con el recepcionista, al rato llega con una llave de habitación. Es una suite, tu “madre” parece sorprendida por la habitación que le han dado, pero no dice nada, te da las llaves y te dice. – Esta en el piso de arriba del todo.

No entiendo a que se deve su cara de sorpresa pero no es momento de preguntarle, agarro su mano y dejo que ella guie por lo menos hasta que no hay nadie cerca, cuando llegamos a la habitacion vuelvo hablar.

- Que pasa, por que tenias esa cara de sorpresa-

Me dijeron que cogiera esa habitación, así no podrías quemarte cuando sea de día… alguien sabe de ti, sabe lo que eres… no se por que pero alguien te conoce… - Parecía nerviosa con lo que había descubierto.

- QUE- dije gritando, los del hotel sabian quien era, eso no era bueno, amenos que fuera uno de los edificios del principe, pero como podia estar yo segura de aquello, en menudo lio me habia metido y no podia tener a mi "Madre" todo el tiempo sin dormir auella era una situacion asquerosa- ¿No te han dicho nada mas?- pregunto exaltada

No, no me han dicho nada, solo que vendrá en breves un hombre a explicárnoslo, espero que sea de los buenos, sino podríamos tener problemas. - Tenia miedo, pero intentaba mostrar tranquilidad para que no te pongas nerviosa.

Rapidamente recorro la habitacion con la mirada, buscando posibles salidas cosas que parecieran peligrosas pero sobre todo asegurandome de que no hay camaras por lo menos a plena vista, despues ya buscaria ocultas, que seguramente abria alguna- Pues entonces solo nos queda esperar-

La habitación no tiene nada a simple vista que pueda parecer problemático, hay mesas, sillas y alguna cama, nada más. Mientas observas la habitación escuchas que alguien llama a la puerta, parecía que había llegado el momento.

Dejo que ella abra la puerta mientras yo disimulo haciendo que juego con mis peluches, algo que desde luego es estupido por que se de sobra que no servira de nada, pero bueno asi por lo menos si no es quien creo podre estar lejos para intervenir mejor.

Cuando tu “madre” abre la puerta ves a una mujer muy atractiva, entra con tranquilidad como si no pasara nada, te mira y sonríe. – Hola Elizabeth soy Alice, una de las hijas del príncipe, he sido enviada para decirte que aquí puedes descansar tranquila, sin ningún problema. También debo recordarte que mañana tienes una reunión y no deberías faltar, últimamente el príncipe no está de buen humor. – Alice se queda parada por si quieres decirle algo.

Miro a la chica, es bastante guapa aunque le falta algo, esa aura resultona que yo siempre e tenido, aun asi es curiosa y que la hija del principe venga en persona a verme tiene que significar que quieren algo importante.

- Quieres jugar conmigo- digo sonrriente mientras me acerco con los muñecos de peluche.

La chica te mira y sonríe. – Lo siento, pero yo no juego con esos juguetes, con esos ni con ningunos la verdad. – Sigue sonriendo, quiere que confíes en ella.

- Eres aburrida- digo sin prestarle atención en aparicencia a lo que hace y jugando con los muñecos como si ella no estuviera.

La mujer sigue sonriendo. – Bueno, me tengo que ir, a las seis se hace de noche, asique a las siete donde el príncipe, recuérdelo, también recuerde que tienes que ir sola. – Esto lo dice mirando a tu “madre”. – Hasta mañana. – Vuelve a mostrar una sonrisa y sale de la habitación.

cuando se va dejo los peluches y sencillamente me dedico hacer un ritual de cierre a mi puerta, cuando este segura de que nadie entrara me duermo.

El ritual es efectuado, con lo cual estas segura de que nadie intente entrar, después te tumbas en la cama y duermes toda la mañana.

Vuelve a ser otra vez de noche, despiertas sin problema, al observar la habitación ves que tu “madre” ya está despierta. Tienes una hora hasta que la cita con el príncipe, pero vive a las afueras, con lo cual tampoco es demasiado pronto.