Partida Rol por web

Podía ofrecerle algo que necesitara, incluso entrenarle en alguna disciplina, algo que aquel ser pudiera encontrar de utilidad, pero Tom no disponía de tiempo ni de ganas, y no estaba para acertijos.

Se apartó un par de pasos de aquel ser y dejó que fueran sus compañeros quienes negociaran si querían, o quienes acabaran con él de una vez por todas. 

Tom sencillamente no tenía mucho más que decir, aunque por si acaso se preparó para el combate.

- ¿Qué tal tu vida? - le pregunto enarcando una ceja mientras una sonrisa burlona emerge en mis labios.

- Creo que ya que la información sobre lo que pretendemos hacer con esos ataudes es erronea tengo que deducir que la información sobre todo lo demas tambien tiene que serlo así que tal vez tendrias que replantearte lo de que te dieramos algo de información a cambio de que nos dejes hacer lo que queremos, pero si no estas dispuesto podemos sencillamente tratar de matarnos los unos a los otros y desperdiciar tiempo tanto tuyo como nuestro en una batalla absurda cuyo final ya conoces -

Harold sonrió ante las palabras de la vampiresa.

- Claro que se el final, aunque igual vosotros sois los que no lo sabéis. O al menos parecéis confundidos. – Soltó un pequeño rugido, el cual fue respondido por varios gruñidos por los dos pasillos que eran tanto de entrada como de salida. – Solo hay un problema, si atacáis antes de que lleguen mis hombres estaré muerto, algo que sin duda no me interesa demasiado. – Se puso a pasear mientras sonreía, parecía que la situación no le podía parecer más graciosa. – Creo que debería irme y dejaros llevaros el ataúd, así no arriesgaría mi vida demasiado. Pero si os dejo huir moriré… que conflicto. – Sin duda ese hombre parecía muy acostumbrado a hablar solo, sin duda no podía estar muy cuerdo.

- Oh, basta ya de tanta palabrería. - digo apretando el gatillo tantas veces seguidas como me es posible.

En aquel momento Tom se dio cuenta de que iba siendo hora de desaparecer... ocultar al grupo si podía.

Se pegó a una pared y procuró hacerse totalmente invisible a ojos de todos.

Era hora de dejarnos de charla y ya que acaba de escuchar el inconfundible sonido de las pistolas de mi compañero me asegure de que nuestro objetivo se quedase quieto donde estaba y no escapara de ninguna de las formas, sujetaria su cuerpo hasta que mi compañero lo destrozase.

Con una rabia feroz embisto contra el asqueroso engendro, y lo golpeo con mis garras.

EL hibrido fue paralizado por la bestia, lo que le impidió defenderse de los ataques del Brujah y el Grangel, l o que hizo que este recibiese los impactos y muriese en el acto, los vástagos habían acabado rápidamente con el enemigo, el problema era ¿Los híbridos huirían? ¿O se descontrolarían? 

- Tenemos que darnos prisa, coger el ataud adecuado y marcharnos antes de que se descontrole esto aun mas - claro que eso era facil decirlo, hacerlo nos seria mucho mas complicado.

Miro a Tom, Locke y finalmente a Elizabeth.

- ¿Cual?

El nombre que pone en la tapa significa: IKOPABE, o algo así crees entender, esta escrito en Romaní, de eso no tienes duda, pero esta muy gastada la piedra del ataúd.

- Éste no es. - dijo Tom señalando el ataud. - Ahí pone IKOPABE o algo parecido. No es nuestro objetivo. Podemos quemarlo. -

- Elizabeth. - digo señalando al ataud con la cabeza. Todo tuyo.

- ¿Podeis soportar todos mirar al fuego? - era una pregunta sin mala intención, pero es que no me gustaria soltar una bola de fuego en medio de la sala para luego ver como alguno de mis compañeros perdia el juicio por verlo y trataba de atacarnos, si a todos les daba igual quemaria el ataud en el acto.

Tom se veía perfectamente capaz pero por si acaso se dirigió a la salida de la sala y cerró los ojos. 

- Por mi parte no hay problema. Que arda y vámonos, aún debemos encontrar al vampiro que buscamos. -