Partida Rol por web

 Mientras Oliver luchaba contra aquel pirata no se dio cuenta de lo que acontecia a su alrededor. Fue entonces, cuando el pirata cayo muerto que vio asombrado el gran agujero que se habia formado en el mar, entonces comprendio que aquellas gotas de agua que le azotaban no era causa del oleaje.

Oliver miro a su alrededor para ver si podia adivinar lo que estaba pasando, y no fue hasta que no vio a Liozard que no lo comprendio.

En ese instante Aeldar y Aran salieron del agua energicamente. El paladin quedo mirando el agujero, esperando ver aparecer tambien a Calypso, pero este no aparecio.

No debia perder tiempo y tenia que apresurarse en ayudar a sus compañeros. Dio un rapido vistazo a su alrededor intentando valorar la situacion. No pudo evitar mirar el cuerpo inconsciente de su buen amigo... ¡¡¡ Tranquilo Sigmund !!! saldras de esta.

Estaba decidido, Thorin era el que estaba en mas apuros. Oliver dudo por un segundo si seguir en el combate ya que estaba bastante tocado desde su ultimo enfrentamiento. 

Posiblemente en estos momentos sea una carga mas que una ayuda. Oliver se debatia entre si volver a entrar en accion o intentar encontrar un sitio resguardado y poder apartarse de la batalla durante unos minutos. Enseguida tomo una decision, primero atacar y despues descansar.

Haciendo un enorme esfuerzo, se dirigio hacia la posicion de Thorin para ayudarle en la medida de lo posible.

La batalla se estaba tornando en favor de los guerreros que a pesar de las bajas, estaba neutralizando a los piratas con fiereza.

Thorin por su parte descargó su hacha sobre uno de los piratas que tenía delante que sufrió la agresividad del enano sufriendo un corte vertical entre el hombro y el cuello que penetró unos veinte centímetros en su cuerpo matándolo al instante y desfigurando su cuerpo con un corte espantoso.

 El otro pirata que tenía enfrente se vio salpicado por la sangre del golpe, y con un gesto de horror atacó al enano que desvió el golpe empleando el mango de su hacha.

Un pirata más cayó bajo el ataque de Thorin, el enano y su número se vio reducido a tres: un pirata luchando contra Picco, otro contra Lihem y uno más contra Thorin. El resto habían sucumbido a las armas o los artefactos de sus enemigos. Gargan aún no había entrado en combate pero su rostro se mantenía inexpresivo con cierto aire de suficiencia.

Los bandidos que seguían en pie eran conscientes de la desfavorable situación, de forma que uno de ellos (el que se enfrentaba a Lihem) soltó su arma, se arrodilló y pidió clemencia ante la sorpresa del guerrero oriental. Sus compañeros, viendo las pocas opciones con las que contaban hicieron lo propio; desarmados, se rindieron ante sus rivales. Fue curiosa la imagen de Picco ante un fornido pirata, arrodillado pidiendo clemencia mientras el mediano mostraba una orgullosa sonrisa de sorpresa.

- Por favor, perdóname la vida. Me rindo a tu voluntad -gritó uno de ellos en un tono desesperado.

El rostro de Gargan, el capitán, adoptó un gesto de ira incontenible mientras comenzaba a gritar.

- ¡SUCIOS BASTARDOS COBARDES! ¡NO SABÉIS LO QUE ES EL HONOR! ¡NO MERECÉIS LLAMAROS PIRATAS!

El capitán parecía muy alterado y por primera vez echó una mano a su espada para desenfundarla...

 La situacion aun estando muy igualada, por fin parecio posicionarse de parte de los valerosos guerreros que formaba aquel grupo tan dispar. 

Oliver casi sin fuerzas para proseguir en la batalla, vio de momento aliviado como sus enemigos bajaban las armas y se rendian ante sus compañeros. Eso le dio un pequeño respiro a todos para poder reponer algo de fuerzas.

Lo que no tardo en acontecer fue lo que todos estaban esperando, la terrible reprimenda de Gargan hacia sus piratas y la empuñadura de su arma, eso queria decir que todavia no se habia dicho la ultima palabra en la batalla y todavia quedaba acabar con el mas feroz de todos los alli presentes, en cuanto a enemigos se referia.

Los animos de Oliver volvieron a derrumbarse al ver que todavia no habia acabado aquella masacre de gente, visceras y mutilaciones. 

Si habia que volver a luchar lo haria sin lugar a dudas, pero no seria el quien tendria la iniciativa,todavia estaba demasiado debil como para emprender semejante hazaña. Dejaria que alguno de sus compañeros mejor parados empezara la refriega.

Por fin parecía que la situación mejoraba a su favor y los tres piratas que quedaban con vida decidieron rendirse, lo que provocó la furio de Gargan. Nae no quería seguir luchando sino que lo que más le preocupada era poder atender a sus compañeros malheridos pero también tenía claro que no pensaba rendirse tan fácilmente y daría su vida por ellos si hacía falta.

Lo que pasó a continuación le salió expontaneamente. Al ver que el capitán pirata sacaba su espada la joven elfa sacó una flecha de su carcaj y apuntó hacia él y gritándo desde su posición le advirtió de lo ocurriría sino se detenía.

-¡GARGAN, POR TU BIEN TE RECOMIENDO QUE BAJES EL ARMA SI NO QUIERES QUE ACABEMOS CONTIGO! NOSOTROS SOLO QUEREMOS IRNOS DE AQUI HACIA NUESTRO DESTINO Y TE DEJAREMOS IR EN PAZ, PERO AHORA GUARDA TU ESPADA O ME VERÉ OBLIGADA A DISPARAR.-Nae no sabía su actuación iba a gustar a sus compañeros, no había tenido tiempo de pensar antes de actuar.

Miró por el rabillo del ojo hacia Oliver y le hizo un gesto con la cabeza hacia Sigmund intentando decirle que lo fuera a recoger del suelo. Mientras esperaba la reacción de Gargan con su flecha apuntando hacia él. Si esto no sale bien...tendremos un gran problema y la culpable seré yo.

-Thorin, Lihem, Picco agarrar a esos piratas no vaya a ser todo una trampa.

Áran terminó de escupir agua y consiguió finalmente ponerse en pié. Al contemplar la escena de la cubierta, su primer impulso le llevó a sacar el arco y apollar a la elfa, pero luego recordó que acababa de salir del agua y así solo conseguiría quebrarlo...

¡El agua! ¿Dónde está Calypso?

Corriendo mientras sacaba sus espadas,s e acercó a la borda y buscó a su compañero.

-¡Esas cosas azules le habían agarrado! ¡Tendremos que matarlas para poder rescatarle! ¿Dónde está?

La actitud de Nae le  habia cogido por sorpresa a Oliver, y seguro a buena parte de sus compañeros. El paladin nunca hubiera imaginado semejante actitud de valentia de la elfa. Mientras Nae iba soltando su discurso contra Gargan el paladin sonrio levemente viendola amenazar al enemigo.

Cuando Nae acabo de avisar a Gargan de lo que le podia pasar si no depositaba las armas miro hacia el paladin y solo hizo falta un gesto de Nae para que Oliver comprendiera lo que esta queria. 

Dedicandole un gesto de afirmacion a Nae, el paladin va en ayuda de su buen amigo Sigmund. Cuando llega a su lado intenta ver si reacciona ante un par de palamadas en la cara seguido de un leve zarandeo de la misma.

Sigmund, ¿ me oyes ?... despierta viejo amigo.

Mientras Oliver intentava hacer volver en si a Sigmund no dejaba de controlar a Gargan por el rabillo del ojo.

Gargan levantó la vista hacia Nae sin soltar su espada y le dedicó un gesto de desprecio con una sonrisa torcida. Escupió en el suelo y emitió un gruñido contenido. A continuación, con un rápido gesto y antes de que nadie pudiera evitarlo desenvainó su espada, dio dos pasos hacia adelante y la descargó sobre el hombre que tenía más cercano...

La cabeza del pirata que se encontraba de rodillas frente a Lihem se desprendió de su cuello y rodó por la cubierta. Todos asistieron estupefactos al ataque viendo cómo el capitán se dirigía al siguiente pirata ahora con las intenciones perfectamente visibles.

 Con Sigmund en el suelo mientras Oliver intentaba que recobrara el conocimiento vio como Gargan, hacia caso omiso a las advertencias de Nae y desenvainando agilmente su espada, inicio el camino hacia el pirata que mas proximo tenia. El paladin vio aterrado como este decapito sin ningun tipo de miramientos a uno de sus secuaces. Los mismos que hasta hacia escasos minutos habian luchado a muerte contra nosotros en favor de Gargan. Lo que Gargan estaba haciendo era una locura, el paladin no pudo contenerse la rabia por la impotencia que sentia al ver semejante aberracion....

¡¡¡Gargan, detente!!!

Sabia que su actitud no le gustaria a la mayoria del grupo ya que estos preferirian ver como Gargan mataba a los suyos, pero a Oliver no le parecia licita la actuacion que Gargan tenia con los suyos.

Lo que ocurrió acontinuación pilló desprevenida a Naer que no se esperaba que Gargan matara a sus propios hombres pero eso también le pareció aterrador. Aquel hombre no tenía escrúpulos y no se iba a detener por más que ella u Oliver se lo mandaran con lo que tomó la decisión de dispararle aunque con el oleaje no sabía si iba a conseguir acertar. Por sus principios no podía permitir que cualquier ser matara a otro cuando este ya había abandonado la lucha y aún peor si lo mataba por la espalda y sin dejar que se defendiera.

La flecha de Nae se dirigió velozmente hacia Gargan e impactó en su grande pecho provocándole una gran herida por donde brotaba la sangre incesantemente. Seguro que no lo había matado pero le habría dejado gravemente malherido.

-Oliver, trae a Sigmund-le dijo mientras el pirata no reaccionaba y ella preparaba otra flecha-Thorin y Picco apartar de ahi a esos otros piratas antes de que sea demasiado tarde. Los demás, desenvainar vuestras espadas, temo por su reacción.

La malintencionada flecha de la elfa impactó violentamente en el pecho de Gargan que se detuvo y retorció unos instantes.

- Bastardos... No hay rendición... O victoria o muerte... Cobardes...

El capitán respiró con dificultad con la flecha clavada en el pecho. Acercó sus manos a ella y con un gran esfuerzo la partió y lanzó el cacho desprendido al mar. A continuación se incorporó y emitiendo un grito desgarrador levantó su espada y la dirigió hacia la posición del segundo pirata.

Esta vez los presentes estaban advertidos y no les cogió por sorpresa, permitiéndoles reaccionar antes de que Gargan ejecutara a su súbdito.

 Oliver acato de buen grado la orden que le habia dado Nae y sin pensarselo desistio de hacer entrar en razon a Gargan y poco a poco, fue arrastrando el cuerpo inmovil de Sigmund a un lugar mas seguro. No le fue facil cargar con aquel corpulento soldado, dificultando su movilidad la herida que habia recibido en la batalla, pero poco a poco consiguio sacar a Sigmund de todo aquel ajetreo y posarlo en un lugar de la cubierta mas o menos seguro., fuera del alcance de Gargan.

El paladin se quedo alli, junto a su amigo, observando como se desenvolvia la escena.

La flecha que salio disparada del arco de Nae impacta fuertemente contra el pecho de Gargan. 

¡¡¡ Bien Nae !!! buen tiro.

Áran se encontraba paralizado por la duda. Por un lado, quería atar la cuerda que portaba a la barandilla del barco y saltar amarrado a ella para intentar rescatar a Calypso. Era su compañero, él no había conseguido detener a Gargan cuando lo tomó de rehén y tampoco había conseguido sacarle a la superficie, fallando en una orden directa de Sigmund.

Sin embargo, la situación no pintaba demasiado bien para sus compañeros: Sigmund se encontraba en el suelo, los piratas estaban asustados y luchaban contra todos por sus vidas, Oliver y Thorin heridos consideráblemente... ¿Podrían Nae y Lihem controlar la situación?

Dándose una sonora bofetada a sí mismo, el pícaro volvió a la realidad.

Ellos saben cuidarse solos. El que está indefenso ahora es Calypso. Tengo que tener fé en mis compañeros...

No le hacía mucha ilusión saltar al agua de nuevo ahora que había visto a esas cosas, pero no tenía elección. Ató un extremo de su cuerda a la barandilla junto a la que se encontraba y el otro a su pié. Espadas en mano, Áran volvió a lanzarse por la borda.

-¡Aeldar, no puedo dejar a Calypso solo ahí abajo! ¡Deséame suerte, amigo!

Lihem dio un paso adelante interponiéndose entre Gargan y el pirata y alzó su espada haciendo frente al temible capitán. El guerrero hizo un desplazamiento lateral para atacar desde uno de los costados y antes de que su enemigo pudiera reacciónar realizó un movimiento de espada dirigido a su espalda.

Gargan se encorbó al recibir el golpe y cayó al suelo con una fea herida en su espalda. La caída hizo que los restos de la flecha que tenía clavada en el pecho profundizara aún más y pronto se hizo un charco de sangre bajo él. Con un terrible esfuerzo se dio la vuelta y se tumbó boca arriba y entre gorjeos susurró algo.

- Moriré en este barco. Moriré luchando, pero vuestras almas... piratas cobardes... vagarán eternamente malditas por las tierras de la vergüenza... Luchad... luchad hasta que se agoten vuestras fuerzas, y sólo así salvaréis vuestro orgullo... pues vuestra vida ya está condenada.

Gargan tosió peligrosamente y escupió sangre. Aún respiraba pero todos los presentes eran conscientes de que nunca se levantaría de nuevo y de que era cuestión de segundos que el temible pirata Gargan dejara el mundo para siempre...