Partida Rol por web

La gema de Willem

Capítulo III: Continente de Karst

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01/02/2011, 09:03
Áran Piedra

Áran se despertó con un terrible dolor de cabeza, náuseas y la lengua pastosa. Lo que resumiendo es una buena resaca. Todo lo deba vueltas y más vueltas, así que permaneció todo el tiempo posible en la cama por la mañana.

A la hora de la comida intentó desayunar algo, pero su estómago no se lo permitía. Por suerte, el encontrarse mal le hacía olvidarse de la pérdida de Calypso. Y conseguir olvidarse de eso era un paso fundamentla para que la misión saliera bien.

Por la tarde se dió un baño, y ya recuperado (o casi, pues la cabeza aún le dolía un poco) se dirigió a ver a Sigmund. Cuando llegó a la habitación de este, ya todos estaban reunidos y solo faltaba por llegar el enano. Con un gesto con la mano como saludo se sentó donde pudo, buscando un sitio cerca de la ventana donde le diera un poco el aire.

El pícaro escuchó con atención cómo Sigmund explicaba la situación, luego Oliver prguntó algo y después Nae mencionó las pertenencias del clérigo.

-To llevé el caballo de Calypso a las cuadras después de atracar. Podemos usarlo para transportar víveres, o venderlo y comprar equipo. Vosotros decidiréis.

La voz de Áran sonaba más ronca de lo que él mismo creía que lo haría. Desde luego, intentar beber tanto como Thorin no había sido una buena idea...

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01/02/2011, 10:11
Aeldar Tinúviel

Cuando Aeldar bajó de su habitación se encontró con Thorin, que ya se encontraba disfrutando de una cerveza.

Tras saludarle se sentó junto a él para más tarde unírseles el mediano, Picco.

Como ya habréis oído en otra ocasión, provengo de las tierras de Aldulume, mi padre sirvió como guerrero en las guerras contra los drow, bajo las órdenes de mi Rey. Yo, al igual que él, estuve muchos años protegiendo las fronteras de mi pueblo, pero los últimos años apenas había movimiento, por lo que decidí recorrer otras tierras. Hizo una pausa y luego prosiguió. Llegué a Fianosther por casualidad, y al oír lo ocurrido con la familia de tu señor, no lo dudé y me ofrecí a ayudar en lo que fuera posible... y aquí estamos. Dijo Aeldar concluyendo con una sonrisa.

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01/02/2011, 15:59
Director

Notas de juego

Sois libres de contar lo que queráis en esta charla, pero las historias no son negociables. Lo siento Thorin. Puedes personalizar al enano añadiéndole las anécdotas, historias u objetivos que quieras, pero los detalles incluidos en los primeros post de la partida, así como la historia, son irrefutables. Tengo mis motivos ;)

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02/02/2011, 12:25
Sigmund Belmond

Bien entonces, Oliver, encárgate de repartir los objetos de Calypso, al menos su espíritu nos acompañara en nuestra misión...- Sigmund agacho la cabeza y calló durante un momento como el resto del grupo, recordando al clérigo.

Este anochecer daremos el adiós a Calypso, si no tenéis ninguna duda más, Nae y yo nos quedaremos para repasar los mapas y decidir cual será nuestro próximo paso. - Cuando todo el mundo empezaba a retirarse, Sigmund los detuvo con una última frase.

-Ah! No quiero que nadie se atormente por lo que ha pasado, todos hicisteis lo correcto y gracias a vuestras acciones seguimos adelante con la misión. Estoy contento de contar con vosotros.

Y el guerrero simplemente asintió para despedirles.

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02/02/2011, 12:45
Director

Tras la despedida de Sigmund, todos fueron abandonando la estancia dejando al guerrero con la elfa debatiendo la mejor ruta a seguir.

Una hora más tarde se reunieron a las afueras del pueblo, en un descampado. Oliver portaba un saco con las pertenencias del clérigo dispuesto a repartir algunas y enterrar otras. Thorin, por su parte, esperaba en pie junto a un pequeño agujero que él mismo había cavado sujetando una pala dispuesto a enterrar lo que el paladín dispusiera. En silencio y afligidos, los amigos de Calypso guardaron silencio recordándolo. Aquella improvisada ceremonia dio así comienzo.

Notas de juego

Oliver, rolea el reparto. Cuando entregues a Thorin los objetos a enterrar, él roleará el entierro. A continuación Nae puede interpretar una pieza con su flauta Ney y uno a uno podéis escribir un último post de despedida a Calypso.

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02/02/2011, 13:11
Naedunëa Elwing
Sólo para el director

Cuando Sigmund y Nae acabaron de debatir la ruta que seguirían de ahí en adelante, la joven elfa fue en busca de Liozard para resolver las dudas de lo que había escuchado la noche anterior. No sé por qué pero eso de okeas...me suena raro y algo tendrá que significar... Una vez encontró al mago se dirigió hacia él casi avergonzada.

-Disculpa que te asalte de esta manera Liozard y te pido perdón por lo que te voy a contar ahora, no fue mi intención escuchar.-le dijo la elfa antes de comenzar a contarle lo ocurrido desde el inicio.- Esta mañana muy temprano me dirigía hacia mi habitación cuando pasé por delante de tu puerta y pude escuchar como hablabas en sueños-un color rojo se expandió por sus mofletes simbolizando la vergüenza de haberse quedado oyendo al mago-siento haberlo hecho pero no era mi intención, simplemente coincidió que pasaba por alli delante. El caso es que una de las palabras que dijiste me llamó la atención y quería saber que significa.- entonces Naedunëa levantó la vista hacia Liozard hasta que encontró sus ojos y le preguntó con mucho interés- Liozard, ¿qué es okeas?

La incertidumbre y emoción se plasmaban en el rostro de la joven mientras esperaba la respuesta de su compañero.

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02/02/2011, 13:21
Liozard

Liozard escuchó las palabras de Nae y se rió al darse cuenta que había hablado en sueños.

- Querida Nae, no debes preocuparte por eso. Okeas son las criaturas que capturaron a Calypso en el mar.

Acto seguido, el mago hizo el ademán de irse dando la conversación por terminada pero otorgando a la elfa la oportunidad de hablar antes de marcharse del todo.

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02/02/2011, 13:35
Naedunëa Elwing
Sólo para el director

La elfa no comprendía del todo... Justo cuando el mago iba a marcharse lo retuvo de nuevo.

-Entonces...si a Calypso lo cogieron estas criaturas...¿no podría ser que siguiera vivo de alguna manera?y...¿Sabes porqué lo atraparían? Es todo tan extraño...¿tienen algo que ver con la profecía de Calypso?

Nunca antes había oído hablar de esas criaturas y comenzaban a inquietarle.

 

 

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02/02/2011, 13:42
Director

Liozard se detuvo y se giró hacia Nae con el rostro muy serio.

- Nae, no te pierdas en esperanzas infundadas. Los okeas son animales que no atienden a razones. Pocas veces salen a la superficie del mar, pero cuando lo hacen no dejan ser con vida. No negocian. No perdonan. No razonan. Solo destruyen y matan. Y aunque no lo hicieran con Calypso ¿cómo iba a sobrevivir bajo el agua? No, querida Nae. Nuestro amigo Calypso ha muerto y no hay opción a la esperanza. Despidámoslo como se merece y hagamos su voluntad terminando esta misión.

El mago se giró de nuevo e hizo el ademán de marcharse, dejando a Nae sumida en un mar de dudas y desesperanza.

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02/02/2011, 17:10
Oliver Trastel

 

Cuando Oliver llego al descampado con las pertenencias de Calypso en un saco, todos estaban alli preparados para rendir honores a las pertenencias del clerigo. Oliver, llego con semblante serio y claramente sumido en el mas profundo dolor causado por la perdida de su compañero.

El paladin se situo en medio de los alli presentes, cabizbajo y mirandolos a todos empezo diciendo... Compañeros, aqui tenemos las pertenencias de nuestro compañero Calypso. Aran me las trajo anoche a mi habitacion y entre Nae y yo decidimos que lo mejor seria repartir sus pertenencias entre todos, llevando asi, un pedazito de Calypso cada uno de nosotros, alla donde vayamos.

Sin decir nada mas, Oliver, abrio el saco donde llevaba las pertenencias del clerio y las fue separando minuciosamente en el suelo. Cuando las tubo separadas, se agacho, inco una rodilla en el suelo y pronuncio una pequeña oracion, inaudible para sus compañeros. Luego empezo a repartirlas entre sus compañeros.

Cogio un frasco de curacion, un elixir de destreza,  una pipa y la hierba y se las entrego a Thorin...Aqui tienes, disfruta de ella como lo hubiera hecho Calypso. Inclinando la cabeza hizo entrega al enano la parte que le correspondia. Luego cogio  el musgo, la flor de reyes y el agua bendita, se dirigio hacia Nae y se las entrego... Se que las utilizaras sabiamente. A Calypso no le sirvieron de nada, seguro que acabaran siendo aplicadas a uno de nosotros. Seguramente gracias a Calypso, alguno de nosotros salvara la vida, no siendo asi en vano la muerte de nuestro amigo. Era hora de hacerle entrega a Sigmund de su parte, asi que cogio una pocima de curacion, un elixir de fuerza y se las entrego... Sigmund, viejo amigo, espero que no tengas que usarla nunca, ya he visto muchas veces como dejas toda tu fuerza y empeño en cada una de las batallas que libras y síempre escapas por los pelos... el paladin esbozo una leve sonrisa sintiendose avergonzado por ello ya que la situacion requeria total solemnidad y su gesto lo rompio por completo. Despues fue el turno de Aeldar, a este le hizo entrega de un frasco de curacion y un elixir de destreza ...toma Aeldar, seguro que haces buen uso de estos objetos. Llego el turno de Aran, Oliver cogio las ultimas pertenencias del clerigo y se las entrego a Aran, toma, aqui tienes un elixir de fuerza y otro de destreza, seguro haces buen uso de ellos. Indicando con sus manos el ultimo objeto por repartir dijo...si me lo permitis, yo me quedare con un elixir de fuerza. Miro a Picco y Liozard y les hizo entrega de un elixir de destreza para Picco y la racion de comida elfica a Liozard, tomad, espero haber hecho un reparto lo mas acertado posible.

Cuando el paladin acabo de repartir las pertenencias de Calypso entre sus compañeros, se dirigio de nuevo al saco e introdujo en el un odre de agua,  un saco de dormir y un simbolo sagrado de madera. Cerrandolo, lo introdujo en el pequeño hueco que Thorin acababa de hacer. Se volvio a poner de rodillas, alzo su mirada al cielo y dijo... Calypso, fuiste un buen compañero y gran amigo, tu perdida ha supuesto un duro golpe en nuestros corazones y puedes estar seguro que no te olvidaremos y siempre permaneceras en cada uno de nuestros corazones, ocupando un lugar muy especial en el. Solo deseo que donde te encuentras, hayas encontrado la paz y que los dioses te tengan bajo su proteccion.

Dicho esto, Oliver se levanto y con un gesto le digo al enano que prodeciera a enterrar los restos cuando quisiera.

Notas de juego

 Master, espero no haber puesto objetos de mas en lo entregado a mis compañeros xDDDD.

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03/02/2011, 09:03
Director

Un rato antes del entierro, Nae y Sigmund se encontraron a solas en la habitación para tratar el tema de la ruta a seguir. La elfa extrajo los planos de aquella zona y los posó sobre la mesa. No se trataba de una decisión fácil.

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03/02/2011, 09:06
Director

Unas horas antes del entierro del clérigo, Nae y Sigmund se reunieron en la habitación del guerrero para hablar acerca de la ruta a seguir. Áran, consciente de sus conocimientos del terreno, se debatió entre reunirse con ellos y aportar sus conocimientos, o dejarles aquella tarea a los dos.

Notas de juego

Áran, si quieres ayudarles solo tienes que rolear como interrumpes la reunión entrando en la habitación. Los incluyes a ellos como destinatarios.

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03/02/2011, 09:15
Áran Piedra
Sólo para el director

Sin embargo, esa duda desapareció en cuanto recordó cómo había reaccionado Nae la última vez que le ofreció ayuda para decidir el camino.

Si la elfa quería ayuda, tendría que tragarse su orgullo y pedirla.

Notas de juego

Te recuerdo que se ofendió cuando le ofrecí ayuda en el barco, así que ahora no venga pidiendo XD

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03/02/2011, 13:28
Naedunëa Elwing

Una vez quedaron solos en la sala Nae se acercó a la mesa y posó sobre ellos los mapas, llamó a Sigmund para que se acercara y los extendión.

-Bien, esta es la situación. Nosotros nos encontramos exactamente aqui-y señaló el puntito que ponía Port Drofo-y tenemos que ir hasta este otro lugar.-dijo monstrándole el desieto de Chun- Para poder llegar hasta ahi tenemos dos opciones: atravesar los pantanos de Smolod, también conocidos como el sobremundo, un lugar en el que a nadie le gustaría entrar por las horribles criaturas que lo habitan...o bien bordearlos. Sin duda el camino más recto y rápido es el primero pero también el más peligroso y no sé si nos encontramos en situación de poner más vidas en riesgo. 

La elfa hizo una pequeña pausa y levantó la vista para ver como Sigmund sopesaba las dos ideas y después añadió.

-Pero también es cierto, que si lo que nos apremia es el tiempo...-no le gustaba decir aquello pero era la realidad-deberíamos ir por los pantanos. Sea cual sea el camino yo os intentaré guiar por los lugares más seguros.

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03/02/2011, 23:56
Thorin

Thorin recibió los objetos con manos temblorosas. Guardó los frascos y se quedó mirando la pipa y la hierba. Pasó la vista por todos sus compañeros antes de agarrarla contra su pecho. Tras ello la guardó para sacar su antigua pipa, tallada a mano por sí mismo durante las noches de verano en las montañas de los soldados donde entrenaba. La observó durante un instante y la lanzó al hoyo.

-Llevate algo mio, amigo...-Dijo en un leve susurro, mirando los fardos manchados de tierra bajo sus pies. Alzó la cabeza para contemplar el estrellado cielo. ''Una magnifica vista'' pensó el enano mientras las estrellas pululaban sobre su cabeza. Con un hábil gesto, el enano cargó la pipa de su compañero con la hierba que le habian entregado.La encendió y tomó una profunda calada. Miró la pipa mientras saboreaba aquella hierba de notan buena calidad como la enana. Sabía a bosque.

Todos sus compañeros le miraban con ojso vidriosos, expectantes. Thorin los miró de nuevo, intercanviando miradas compasivas y tristes. Respiró hondo y observando la pipa comenzó a hablar.

-Calypso es... Fué-Puntualizó cabizbajo.-. Un gran hombre. Un hombre que se ganó nuestra amistad a pulso, que luchó a nuestro lado y que compartió risas y bromas junto al fuego. Le debemos más que un adiós, le debemos más que un entierro, pero no podemos hacer nada. Se merecía seguir caminando entre los vivos, pero poco podemos hacer ahora para quitarnos esta pérdida de nuestros corazones. Terminemos de una vez este largo camino y honremos la muerte de Calypso acabando con el originario de todos los males...Hasta luego Calypso...espero que nos veamos pronto.-Agachó la cabeza y cogió la pala, esperando a que sus compañeros hablasen para enterrar todo.

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07/02/2011, 12:34
Director

El entierro de las pertenencias de Calypso finalizó con un silencio descorazonador. El grupo volvió a la posada alicaído, sin embargo, con el paso de las horas, la sencilla ceremonia pareció aliviar sus corazones, y aquella noche, sí descansaron lo suficiente.

Poco antes del amanecer, el grupo se juntó a las puertas de la posada, y tras comprobar que el posadero había recibido instrucciones del duque de cargar los costes de la estancia a su cuenta, Sigmund habló para todos.

- Hemos dicidido atravesar los pantanos. Soy consciente del peligro que conlleva, pero nuestro objetivo se complica a cada jornada que nos retrasemos. Calculamos que esta noche llegaremos a los límites de los pantanos. Desde ese punto más nos valdrá que nos andemos con ojo, y que recemos a Pélor por que nuestro paso por esas tierras pase desapercibido, pues nadie en Embelyon conoce todas las criaturas que las habitan.

Con una orden a su caballo, el guerrero se puso en marcha y fue inmediatamente seguido por los demás.

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07/02/2011, 12:35
Director

Enseguida se alejaron del pueblo, y cabalgaron por un amplio camino de tierra rodeado por amplias extensiones de terreno dominadas por pardos arbustos y hojas bajas. El paisaje era mucho más desértico de lo que habían atravesado hasta el momento y nada parecía indicar la proximidad de un pantano, no obstante, cuando llegó la tarde, alcanzaron el linde de un viejo bosque que el camino bordeaba durante horas. Finalmente, al caer la noche, comenzaron a ver pequeñas bolsas de agua aquí y allá, y la textura del camino pasó de la seca tierra que se encontraron al salir de Port Drofo, a un duro pero resbaladizo lodo que les anunciaba la proximidad del Sobremundo.

Acamparon allí, a un centenar de metros del camino, protegidos del gélido viento nocturno por dos pequeñas colinas que se elevaban a cada lado y donde no eran vistos desde el camino. El cielo mostraba un azul eléctrico que por momentos se oscurecía y que amenazaba con dejarlos a oscuras. Por fortuna, la luna se encontraba en fase creciente y lucía lo necesario como para aportar algo de luz. Cenaban pequeñas raciones de comida mientras respasaban la ruta a seguir.

- A un quilómetro de aquí el camino se desvía hacia el suroeste -anunció Nae consultando un mapa -a partir de ese punto, debemos desviarnos y tomar el paso del Sobremundo.

La perspectiva de atravesar los pantanos no era demasiado alentadora, pero la jornada de descanso que habían disfrutado el día anterior había inferido al grupo nuevas fuerzas y había despejado de sus mentes la carga que suponía haber perdido a un miembro del grupo.

De pronto, un sonido de cascos de caballos llegó desde donde parecía estar el camino. El grupo silenció su charla y se mantuvo a la expectativa. De pronto, la figura de un ginete surgió sobre la colina que los ocultaba de la senda. El caballero se giró y emitió un potente silbido. Enseguida, más figuras alcanzaron la colina, y descendieron al galope hasta su posición portando antorchas y linternas.

Para entonces, los viajeros ya se habían puesto en pie, y permanecían erguidos, portando sus armas, alerta. El grupo de ginetes alcanzó su posición y se distribuyeron alrededor trazando un amplio círculo, tapándoles cualquier salida. Se trataba de unos cincuenta o sesenta ginetes bien armados con lanzas, arcos y espadas. Todos mostraban un sus cascos y yelmos, una figura que representaba el imperio de Karst. Uno de los ginetes descendió de su caballo. Al hacerlo, todos percibieron cómo los arcos de los ginetes se tensaban un poco más.

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07/02/2011, 12:36
Caballero Soke

- ¡Vaya! ¡Qué dispar grupo vadeando los infames pantanos! No sé si pensar que sois tan ignorantes como para desconocer que os halláis a las mismas puertas del sobremundo o tan incautos como para saberlo y permanecer aquí.

El hombre caminó observándolos uno a uno. Tras varios segundos en silencio retomó la palabra.

- Soy Soke, capitán de la guardia de Smolod -anunció con orgullo -Mis caballeros y yo vigilamos las fronteras de los infames pantanos y neutralizamos a todas aquellas criaturas salvajes que las atraviesan. Nuestra misión es proteger a los inocentes habitantes de estas tierras de la amenaza del sobremundo, y prevenir a aquellos incautos que osan adentrarse en estos territorios valdíos.

Se detuvo frente a Picco y lo miró con un gesto de curiosidad y sorpresa.

- Me temo que no podemos permitir que os adentréis en los infames pantanos. -Declaró justo antes de subirse de nuevo a su caballo con una expresión de arrogancia -Así que debéis recoger vuestras pertenencias y abandonar estas tierras. Tomaréis el camino del oeste si os dirigíis al sur.

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07/02/2011, 13:25
Sigmund Belmond

Con voz marcial y autoritaria, Sigmund se adelanto un paso envainando su espada.

-Soy Sigmund, Capitán de la 4ª compañía del ejército de Spingard en misión oficial y de máxima importante. - Miró directamente a los ojos del capitán de la guardia y prosiguiendo con voz fría añadió - Los siento, pero si decidimos arriesgar nuestras vidas en ese pantano, es cosa nuestra.

Sigmund reculó para volverse a poner al lado de sus compañeros.

Notas de juego

Por cierto, a Sigmund le interesaba saber que pensaban los demás sobre el tema de que el tiempo apremia y hay que pasar por el pantano, más que nada para saber los animos de sus compañeros jejeje

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07/02/2011, 13:49
Caballero Soke

El capitán de la guardia centró su atención en Sigmund que se adelantó durante un instante para hablar. Después de unos instantes analizando al guerrero, seguramente sopesando si decía la verdad acerca de su condición de capitán de Spingard, tomó de nuevo la palabra.

- Ya veo... ¿Y qué pretendéis hacer, capitán de Spingard, en el sobremundo acompañados por un mediano de alta cuna, una princesita elfa, un viejo impedido y un ladronzuelo de barrio -El capitán se refirió a Picco, Nae, Liozard y Áran con evidentes gestos de desprecio -Este no es lugar para débiles, Sigmund. Y bien harías en tenerlo en cuenta.

 

Notas de juego

Ok, Sigmund. Lo dejaremos en que fue una decisión consensuada. No podía permitir que decayera el ritmo de la partida.