Partida Rol por web

Escucho la idea de Ulrik.

Es una buena idea, Ulrik no es verdad? aunque primero creo que deberian recuperarse de sus heridas, al parecer todos por aqui tienen en una alta estima a ese tan Gran A, y no sabemos como pueden reaccionar si un grupo de extraños de repente lo acusan de robo, lo más proibable es que no nos crean, y quien sabe quizás la cosa se ponga violenta, aunque espero que no sea así, en tal caso creo que lo mejor ahora es ir recuperar fuerzas.

Bien, se ha decidido entonces..

giro y sonrio hacia Kat

Nos quedamos.

Luego me acerco y le susurro algo al oido a la dama.

Kat, como puedes ver mi amigo se está convirtiendo en burro por una maldición.. Mis habilidades aún no me permiten ayudarlo, y este Antoine iba a hacerlo justo antes de entrar en conflicto.. Sabes si alguien aqui puede ser capaz de extirparsela?

El malherido grupo, con Ulrik aun bajo los efectos de la maldición faraonica, se dirige a recuperar de las heridas antes de enfrentar a Antoine en su taberna. Guiados por la joven Katarina, entran a la bella posada y toman asiento en una de las mesas libres. La joven parece algo más recuperada tras el trauma sufrido en la callejuela...sin embargo, su rostro aun no logra librarse de esa expresión de temor.

Cuando Lharondar le susurra algo al oído, ella responde.
Si...creo...creo que conozco a alguien que puede ayudarle.

Vamos Katarina, hoy tienes cinco guardaespaldas...

le guiño un ojo

No tienes nada que temer, no esta noche. Mañana ajustaremos cuentas con Antoine, y luego, si los demás están de acuerdo, te acompañaremos a ver a tu amado

Guardaespaldas?....Oh...no quiero ser un problema para ustedes...se lamenta.
Lo dices por el señor...Lukas, verdad? Titubea recordando el duro castigo recibido.
Él es un bardo errante y un hombre del bosque de estos lugares...que ha estado buscando mi mano en matrimonio. Como han visto, él tiene un temperamento violento y no puede aceptar mi rechazo.

Por un segundo, ella parece vacilar y parece como si estuviera a punto de empezar a llorar de nuevo. Sus pensamientos, sin embargo, parecen ir en una dirección más agradable y retorna un poco de color a su cara. Con un mirada soñadora y distante en sus ojos habla de nuevo en voz baja como compartiendo un profundo secreto.

Verán, yo amo a otro. Mi corazón esta con el buen y amable Dr. Dominiani. Él vive en una tierra vecina conocida como Gundarak y trabaja día y noche para curar a los demás de sus enfermedades. Yo simplemente estaba hablando con uno de sus sirvientes antes de ser descubierta y golpeada. Oh, si sólo tuviera a uno de esos caballeros míticos en armadura brillante para que venga a mi rescate. Sí..., pero los cuentos de hadas me harán ningún bien ahora....

Cita:

Oh, no...no quisiera molestarles...ademas, Gundarak queda a muchas leguas de aquí...limita al norte de Kartakass.
Ademas...hay una sola manera de que yo pueda librarme de la mano cruel que el destino me ha dado. Debo recuperar la secreta Corona de Soldados que fue perdida por mis antepasados. Yo he consultado con una adivina errante que lanzó los huesos en mi nombre. Yo creo que ahora se donde se encuentra, pero el lugar está cargado de peligros y una persona tan frágil como yo nunca podría sobrevivir en tales peligros.

La mirada de la joven, se pierde soñadora en las paredes de la posada.

Abro los brazos y sonrio mirando a todos mis compañeros esperando que alguno responda la obviedad que se responde ante lo que plantea la indefensa doncella....

Si es cierto que el Gran A Dos nos ha engañado, y se ha quedado con algo que nos pertenecía, debemos de ir a ajustar cuentas con él sin falta. -Digo de forma rotunda- Ese tipo parece fuera de la ley. Podríamos denunciarlo, aunque algo me dice que no solucionaremos nada. Si queremos algo bien hecho, tendremos que hacerlo nosotros. No obstante, no seré yo quién tome esa decisión -Concluyo mirando al resto del grupo.

Después, cuando la muchacha cuenta su historia, permanezco en silencio. Sin duda, alguien debería de hacer entrar en razón a ese tipo que la golpeaba, pero es un tema delicado. Una vez que nos ha contado todo, empiezo a reflexionar sobre si esa muchacha es un tema que nos ataña o no. Necesitaré tiempo para decidir que hacer. Sin duda, esto no puedo tomarmelo a la ligera.

Al ver la indiferencia ante una respuesta positiva o negativa digo..

Te ayudaremos! por supuesto! solo necesitamos tiempo para aclarar unas cosas con Antoine, y luego estamos libres... seguramente tal aventura hará que encontremos fortuna y experiencia para crecer como individuos... y nos fortalecerá como equipo, no lo creen?

tomo un sorbo de aguamiel..

igualmente, como dije, debemos ajustar cosas con el estafador...lo conoces? puedes decirnos algo del Gran A?

Me...me ayudaran? De veras? OH! Gracias!
La mujer no puede disimular su alegria...en tantos dias de constante sufrimiento, miedos y culpas, por fin ahora, logra ver un atisvo de luz en su tragico futuro.
El Gran A? Pues....se que llegó a Armonía hace un par de semanas. Es un bardo muy bueno por lo que oi, y se ha hecho respetar rapidamente....Se que estubo antes en Skald, pero por algun motivo se habrá marchado rapidamente de esa gran ciudad...
Si ustedes quieren, yo puedo decirles quien los puede curar...Se que Gustav, un clerigo anciano, que pasa sus ultimos dias en el derruido templo de Milil, podria...quizas...si no está de mal humor como siempre...acceder a curarlos.
Milil, Dios del Canto, sin duda tendrá el poder de curar todos sus males.

La joven observa el rostro tapado de Ulrik, y se aleja en su silla...
Yo...yo puedo indicarles donde queda la vieja iglesia. Si Gustav está alli, podrá aydarlos. afirma.
Solo sigan el rio, hacia el anfiteatro, y encontraran el gran templo a la mano derecha...

Vayamos allí lo antes posible con suerte ese tal Gustav (de que me sonara ese nombre) sepa como acabar con mi maldición y de camino nos pueda curar.

Sobre ayudar a esta damisela, ya veremos cuando acabemos ocn el tema de la curación y Antoine.

Digo mirando al clerigo esperando alguna queja por su parte.

Guiados por Katarina Akriel, llegan al templo abandonado. El anciano habitante, antiguamente clerigo pero ya entrado en el abandono, acepta tras diez minutos dejarlos entrar...Al final, cerca de una hora les lleva convencerlo de que acepte un donativo para volver a reconstruir parte de su iglecia, y para reparar el viejo organo. A cambio, el sacerdote accede a tratar al pobre Ulrik.

Y asi, con un libro en manos, Gustav comienza sus plegarias a Milil, el dios del canto.

Cita:

Mientras el sacerdote decía su discurso, Ulrik contemplaba el sólido altar de piedra. Una
estola de seda envolvía un delicado recipiente de madera y un pequeño puñal de ceremonia
de plata deslustrado. El pequeño mediano apretó los dientes, «¿qué irá a hacerme con ese puñal? pensó.

Por fin, Gustav cerró el libro y lo dejó sobre un atril cercano al altar. Se puso en pie,
alzó la estola con manos temblorosas y, tras besarla, se la colocó en torno al cuello a modo
de yugo. Después, impuso la mano sobre Ulrik y comenzó la ceremonia.

—Ulrik Dedoslargos, ¿acudes hoy aquí con pleno conocimiento de tus pecados y así deseas ser
liberado de ellos?
—Sí. Respondio timidamente el pequeño maldito con cara de burro mirando de reojo a Lharondar y a Turpador.
—Y de los tres pecados: blasfemia, suicidio y asesinato, ¿de cuál deseas el perdón?

Blasfemia, digo solemnemente mientras escucho al sacerdote.

Milil! Entona el sacerdote un cantico...Brindanos tu dulce melodia. Acaricia los oidos de éste joven arrepentido...y liberale del mal que le agobia!
Gustav, balancea un medallon con la forma de un arpa en frente a Ulrik, y le roza la cabeza.
Los cantos del sacerdote se prolongan por casi una hora, y al finalizar, el mediano se encuentra exausto.
El hombre santo, le lava el rostro con un paño humedecido, y dice.
Ya está pequeño. Si Milil ha oido tu canto de ruego, eso lo sabremos mañana. Ahora debes descanzar tus oidos y tu cuerpo maldito, y mañana verás si te has curado.

El grupo, regresa entonces a la posada, y siguen conversando con Katarina....y planeando el ataque a Anotoine de mañana.

Oh...Espero de todo corazón, que la música de Milil haya podido curar a vuestro amigo, dice la muchacha apenada.
Y les agradezco sinceramente que hayan accedido a ayudarme a recuperar la corona de mi familia.
La joven está algo más tranquila ahora. Las heridas y marcas del latigo se han curado, y la esperanza de no tener que cazarse con el opresivo Harkon la llena de vida.
Yo debo partir hacia la ciudad de Skald. A unos pocos dias de aqui, hacia el norte.
Me tomará algún tiempo recoger la información precisa acerca de donde se halla la corona robada a mis parientes. Si les parece bien, puedo reunirme con ustedes en siete dias, en la posada del Viejo Kartakan en Skald, al mediodia. De acuerdo amigos? Ustedes podrán tener tiempo de recuperarse, y de hacer esa visita al Gran A de la que han hablado. Y a mi me alcanzará para terminar todas las averiguaciones en los documentos de mi familia.

Dicho y hecho, se despiden de Kat, y tras pagar una noche en la bonita posada descanzan como hace dias que no lo han hecho.
Al dia siguiente....

Ulrik despierta, tras una noche repleta de pesadillas, y rapidamente busca un fuenton con agua para ver su reflejo...
Grande es su sorpresa cuando ve que....está curado!
Su rostro, ha vuelto a ser el del alegre mediano que fue siempre!
Sin poder creer su alegria, baja a la sala comun donde se encuentra con el resto del grupo.
Lharondar, cura algo a los heridos, y asi, ya preparados, se dirigen a la taberna de Antoine...

Sin embargo....
Al entrar enseguida notan que algo anda mal. El biombo y los dos musicos no se encuentran, y tan solo hay un par de lugareños desayunando.

Cuando interrogan al posadero, descubren que el Gran A se ha marchado anoche...Al parecer toda su banda ha decidido marcharse ya de Armonia, a pesar del éxito de la recaudación de los últimos días....Segun les comenta, Antoine estaba muy a gusto con un reciente trabajo sumamente fructífero, y no deseaba permanecer más en ésta ciudad.