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Tar-Baphon ha regresado. Tras destruir el reino de Lastwall, el Tirano Susurrante intento apoderarse de la Starstone en Absalom, pero fue detenido gracias al sacrificio desesperado de unos héroes anónimos. Años después, su cuerpo se regenero y desde entonces reside en la Isla del Terror, en el centro del lago Encarthan, su sitio de poder original.
Hace unos años, desde la isla zarpan barcazas tripuladas por espectros y no-muertos, siguiendo las ordenes del liche. Usadas para propagar la plaga y probar las defensas de sus vecinos, estas barcazas no son mas que un heraldo de lo que esta por venir.
La reina Telandia Edaserril, eterna monarca del reino de Kyonin, ha logrado poner fin a la conspiración del Concilio de Invierno y tras asentar su poder, su atención se vuelve al exterior. Ella sabe que la actitud aislacionista del reino élfico han de cesar eventualmente, ya que sin aliados, las naciones del lago Encarthan caerán una a una ante el inmortal poderío de Tar-Balphon.
Con el fin de crear una alianza contra esta amenaza existencial, ha llamado a una reunión con representantes de las distintas naciones limítrofes. Si no logran llegar a un acuerdo, eventualmente la marea no-muerta los arrastrara a todos a las profundidades del lago.
El reporte de la victoria de un grupo de habitantes de Kyonin contra uno de los Heraldos de Tar-Baphon ha llegado a oídos de la reina, quien tras una reunion con ellos los nombra sus enviados. Cae en ellos la responsabilidad de asegurar que el Concilio de la Vida llegue a buen puerto, y evitar que Tirano Susurrante invada impunemente a las naciones del lago Encarthan.