Partida Rol por web

La Guerra de las Llanuras.

Capítulo 6. Noticias de Rocadura

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28/08/2017, 19:05
Director

Hacia cerca de dos semanas desde que Thornur thog de Colina Piedra llegó a la Sima Forjahachas con sus casi doscients lanceros enanos y sus cien ballesteros. La casa de Colina Piedra se encontraba en la zona este del Escudo del Norte y ante ellos se abría paso el gran Valle Gris. Poco tardó Thornur en organizar sus tropas y en depositar el amuleto de thog bajo la protección de las barbas de su hijo Throgar, para partir habiendo dejado suficientes hombres en su ciudadela como para defenderla de los posibles ataques que llegaran desde el este.

Thornur era un enano pelirrojo, como la mayor parte de los enanos que moraban al sur del Escudo del Norte. Era un enano cabezota y obstinado al que le gustaba en demasía la guerra, pero aun así era un enano honorable y leal con el que cualquiera querría contar entre sus aliados. Tres siglos de edad cargaba sobre sus espaldas y eran muchas las batallas en las que había combatido, muchos los enemigos que había derrotado y mucho el sufrimiento que su pueblo había padecido a manos de los pieles verdes. Por esas mismas guerras su pueblo había menguado hasta casi un tercio de lo que fue durante su primer siglo de vida y poco eran los soldados que podría aportar para la causa de Nugo, pero esperaba que al menos su veteranía y experiencia fueran suficientes para el Kark de Todos los Enanos.

Hasta allí también se había desplazado Burbur Barbanegra. El joven thog de Colina Llameante no pudo traer a más guerreros que los que Thornur había convocado. Tan solo ciento cincuenta infantes, setenta arqueros y lo poco que quedaba de su guardia personal, treinta de los mejores y más diestros maestros de las hachas. Llegó tan solo dos jornadas más tarde que Thornur, el más vetusto de los thogs del sur sin tener en cuenta a Harthor, el kark de todos ellos.

Horlumm conocía a Burbur desde mucho tiempo atrás, pues su padre Horlam fue amigo del padre de Burbur, Karbur. Karbur murió el mismo año que Horlam debido a las heridas de guerra y al igual que Horlum, Burbur se vio forzado a heredar el amuleto de thog antes de tiempo y antes de estar preparado. Aun así allí estaba, a la espera de que el resto de thog y señores del sur del Escudo del Norte acudieran a la leva de Nugo y se reunieran a los pies de la Sima Forjahachas.

- ¿Cúanto hace que esperamos? – Preguntó Dzhain de Madirguera, un joven enano al mando de un reducido grupo de batidores, tan solo unas quince almas.

- Harthor ya debería estar aquí con el grueso del ejército. – Explicó Hoimgar, un grueso enano, señor de Altomuro, quien aportaba cincuenta escasos soldados al ejército del sur.

- Es cierto que ya debería de estar aquí hace lo menos cinco o seis jornadas. – Thornur golpeó sobre la mesa. - ¡Es vergonzoso!

- El Kark Berbagar nos espera en el norte, junto al Desfiladero de las Almas desde hace días. – Burbur suspiró. – Deberíamos haber llegado tres jornadas atrás cuanto menos. 

- ¡Está saboteando la guerra! – Se quejó amargamente Dzhain.

- ¡No calumnies así al Kark del sur del Escudo del Norte! – Intervino Imbor, de Colina Rampante. Un viejo enano que al igual que Harthor se había estancado varios siglos atrás, pero que había hecho un verdadero esfuerzo acudiendo a la leva con casi cuarenta veteranos de guerra, mucho más de lo que se esperaba de él. – Es posible no, seguro que traerá consigo una buena explicación.

Entre todos ellos también se encontraba Dzhug Dientes de Piedra, thog del Martillo Ensangrentado. Ya había tenido sus más y sus menos con Harthor durante la asamblea de la Cerveza celebraba en Karak-Nugo casi un año atrás y no le sorprendía que Harthor incumpliera sus promesas. No le sorprendería incluso que finalmente no acudiera a la leva. Junto a él se sentaba Horlum, el thog de Sima Forjahachas y era a los pies de la ciudad y bajo el amparo de las carpas del campamento de Dzhug donde todos los thogs y señores enanos del sur del Escudo del Norte aguardaban la llegada del que debería ser el estandarte de todos.

Notas de juego

Ale a seguir debatiendo... será corto!

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01/09/2017, 00:23
Dzhug, Dientes de Piedra

Dzhug había tomado su papel favorito en esas discusiones entre thogs, estar callado y atento a todo lo que decían aquellos señores. Por prudencia, por sus pocas ganas de parloteo y porque todos ellos eran futuros clientes.

Mientras los enanos hablaban y el escuchaba, vigilaba la actividad del campamento. Estaba orgulloso de sus hombres, el campamento estaba montando con larga velocidad y los carros mecanizados ocultos a miradas curiosas. Todo estaba en orden en el campamento, incluidos los guerreros bebiendo cerveza y haciendo peleas para practicar, al fin y al cabo eran enanos. Las tropas estaban preparadas, los Batalladores de Leonag estaban incorporandose al grueso de su tropa y el combate se acercaba. Todo seria perfecto de no ser por ese asno de Harthor.

No sabia que ocurría con ese viejo imbécil, pero ya se había callado bastante. Antes de hablar controló sus emociones, pues si hablaba enfadado podría cortarse con su propia hacha. Sabia que partía en una situación de poder, pues su ejercito contaba con guerreros veteranos en decenas de batallas y no mera milicia. Ademas, entre la falange, la infantería y los cuerpos auxiliares sumaban ochocientos seis hombres, sin contar a las esposas no guerreras, jóvenes y ancianos que viajaban con ellos, casi todos con entrenamiento militar. Los otros thogs le respetaban, no tenían mas remedio rodeados del tremendo campamento de tiendas grises pintadas de rojo sangre de su clan. La voz de Dzhug sonó como siempre, áspera y grave como un gran trasgo rugiendo de dolor tras arrancarle los intestinos:

Thogs, tranquilos, imagino habrá una explicación para la tardanza de Harthor. Un enano que nombra tan a menudo la importancia de los juramentos y la lealtad no podría fallar de esta manera tan deshonrosa.—Pero entonces hizo un amplio ademan con la mano señalándolo todo, los thogs, su clan, los guerreros...—Pero no puedo evitar ver que nosotros estamos aquí y el no, lo que me hace pensar en que su tardanza se debe a un desaire premeditado contra Nugo, sino una traición directa.

Después alzo una mano antes de que alguien le interrumpiera, evidentemente se habia dejado llevar, asi que entrecerro sus enrojecidos ojos y hablo con un tono mas calmado.

Si, no podemos llamarle traidor hasta saber que ha pasado exactamente—Hizo una pausa e hizo un gesto ambiguo con la mano—Es poco probable, pero puede haberse visto atascado por una emboscada o derrumbe. Ayer, al ver su tardanza mande un par batidores camino arriba en su busca.

 

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01/09/2017, 15:45
Horlum Hacharoja

El resto de thogs, preparados para la batalla, debatian e injuriaban merecidamente al loco de Hathor, sin duda se le habia ido la cabeza totalmente si osaba no acudir a la leva, pero dudaba mucho que sus generales e incluso su mismisimo hijo, permitiesen tamaña falta de honor y de orgullo enano. El Señor de la Sima procedió a levantarse y con voz calmada se dirigió a los presentes:

-No dudeis que Hathor estará aqui en breve, solo su exterminio por parte de enemigos le impediria estar aqui, si quiere que su importancia en el escalafón de señores no decaiga, no osará faltar a su juramente, máxime cuando me indicó que estaria aqui.

-Esto sin duda no se trata mas que de una forma de atraer mas atención a su llegada, ser el último y mostrar musculo es un clasico entre los enanos, máxime si no respeta a la mayoria de los que nos concentramos a nuestra hora.

Acto seguido el Thog se sentó, tanteando la posibilidad de que hubiera sido exterminado por algun enemigo, cosa que le causaria problemas, al perder su ejercito, pero alegrias, al eliminar del tablero a un inútil y carcomido señor.

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01/09/2017, 20:06
Director

Ya había anochecido. El crepitar de las llamas y los sonidos de los animales nocturnos del cercano bosque eran los únicos que disturbaban el imperante silencio. Las hogueras humeantes caldeaban el campamento mientras los enanos agotaban los últimos sorbos de cerveza de sus jarras. La cena había sido abundante, la compañía buena y sin embargo el ánimo de aquellos guerreros estaba bajo. Harthor no había aparecido tampoco en aquella tarde y la paciencia de la mayor parte de los allí presentes empezaba a agotarse. Tan solo la cordura impuesta por Horlum y alguno más de los aun fieles vasallos de aquel enano anclado en el pasado, habían rebajado la tensión.

La guerra se encontraba al norte y ellos aún estaban muy al sur. No tenían noticias de sus hermanos en el norte desde hacía varios días, pero sin duda las batallas ya habían comenzado y ellos permanecían estancados en aquella región yerma del noreste de aquellas frías tierras. Se sentían inútiles, se sentían traicionados y sentían que el que debía liderarles era un cobarde. Quizás no todos ellos pero si gran parte de los soldados allí reunidos habían retirado su confianza sobre el autodenominado Karak del Sur del Escudo del Norte, pues lo cierto era que por aquellas fechas el único enano enano que obstanteba aquel cargo por derecho propio era Nugo.

- ¿Cómo lo ves Burbur? - Preguntó Thornur mientras caminaba a través de los pasillos creados entre las carpas del ejército nómada de Dzhug. - ¿Lo ves suficiente para acabar con las defensas enemigas? - Justo al terminar aquella pregunta los dos enanos llegaron al centro del campamento donde el resto de capitanes y thogs se habían reunido para meditar los siguientes pasos a seguir y a la espera de noticias del frente o de Harthor.

Thornur había aprovechado la tarde para contabilizar junto a alguno de los capitanes las tropas que habían conseguido reunir hasta ese momento. Lo cierto era que tras el recuento supo que el esfuerzo había sido grande por parte de casi todos aunque también evidente que las principales fuerzas de aquella tropa residían en los mercenarios de Dzhug y en los Hacharojas. Los de Dientes de Piedra eran los más numerosos contando con unas setecientas almas y ocho carros de guerra. Seiscientas cincuenta eran las de Horlum, quien contaba con el mismo número de carros de guerra. Sumado al resto de tropas el número de enanos sumaba un total de dos mil sesenta y cinco hombres y dieciséis carros de guerra enano arriba, enano abajo. Dicho ejercito estaba distribuido en novecientos ochenta soldados de infantería, seiscientos cincuenta lanceros, trescientos veinte soldados entre arqueros ballesteros y otros combatientes a distancia, cincuenta tropas montadas, veinticinco batidores, dieciséis carros de combate y cuarenta armas de asedio con un total de cincuenta noventa maestres a su cargo. Todo ello a la espera de la llegada de Harthor sumaría una gran escuadra con muchos visos de vencer en dicha guerra.

- Creo que cuando Harthor acuda a la leva no quedará duda alguna de que la victoria será aplastante para los nuestros. - Respondió Burbur. - ¡Buenas noches! - Improvisó un saludo al percatarse de que se encontraba rodeado por el resto de enanos fuertes de aquel campamento.

- Sin duda Harthor es quien más hombres debe aportar a la causa común. - Intervino Hoimgar. - No menos de un millar y medio de guerreros deberían ser los que acudan de Colina Hueso.

Un gran alboroto se generó entre todos los asistentes. El recuento que había hecho Thornur ya había llegado a oídos de todos. Sin duda cuando las tropas de Colina Hueso se reunieran con las ya congregadas a los pies de Sima Forjahachas sumarían no menos de tres mil soldados y al reunirse con las tropas del norte podrían contarse hasta quince mil almas, más que suficiente para aplastar a los enemigos de todos.

Thornur y Burbur se sentaron junto al resto. Siguieron debatiendo durante casi una hora los pormenores de la guerra. Las sendas más seguras, los posibles puntos de avituallamiento, los suministros que iban a necesitar, los enclaves más importantes y muchos otros detalles que debían tener en cuenta para que la victoria fuera rápida y con el menor número de bajas posible. Fue en el momento en que casi habían decidido concluir la reunión y esperar al amanecer para tomar una decisión con respecto a las tropas de Harthor cuando uno de los hombres de Dzhug compareció ante él susurrándole algo al oído.

- Traedlos ante mi. - Dijo de forma seca y tajante el líder del Martillo Ensangrentado.

Segundos después un un batidor apareció en el centro del campamento acompañado por una cara conocida para muchos de los allí presentes. La cara de alguien al que ya habían visto durante la Asamblea de la Cerveza celebrada hace casi un año en Karak-Nugo. No era otro Thordu, thogain de Colina Ardiente.

 

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01/09/2017, 20:09
Thordu

- Buenas noches camaradas. - Dijo Thordu. - Rúrik, jefe de batidores de Dzhug trae noticias para vos y yo también. Gracias a él, a quien encontré en mi camino de regreso a este campamento pude encontraros sin demasiados problemas. Medio centenar de guerreros y yo llevamos casi una semana de viaje y posiblemente tres o cuatro días más hubíeramos tardado en dar con vosotros de no ser por la providencia y la suerte al encontrarnos con Rúrik. - Thordu dio un paso atrás y cedió la palabra a Rúrik señalándole cordialmente con la mano.

- Gracias, Thordu hijo de Glothar thog de Colina Ardiente en el Codo del Enano. - Respondió educadamente el jefe de batidores de los mercenarios de Martillo Ensangrentado. - Señor... - Dijo mirando a Dzhug. - ...hemos localizado a Harthor finalmente. Viene de camino y posiblemente mañana a estas horas esté en el campamento... - Aquel enano detuvo su exposición de una forma repentina, como si se hubiera dejado algo en el tintero.

- ¿Tienes algo más que decir? - Preguntó Dzhug algo extrañado ante la actitud de su batidor.

- No puedo asegurarlo... - Aquel enano empezó a sudar. - ...no quisiera ser... - Suspiró. - ...no quisiera desalentar a los aquí presentes. Es sólo que... - Negó con la cabeza. - ...quizás sea sólo una impresión o puede que haya contado mal. Puede que haya más tropas junto a Harthor pero lo cierto es que no pude contar a más de trescientas almas siendo generoso. Pero son meras especulaciones de un necio como  yo...

- ¡Mal, muy mal! - Gruñó Dzhain.

- ¡Dudo que Harthor no traiga consigo a menos de medio millar de soldados! - Intervino enfadado Thornur. - ¡Otra cosa sería un insulto a Nugo!

De nuevo un murmullo generalizado se generó entre todos aquellos veteranos de guerra y nuevos generales a cargo de las tropas que anteriormente sirvieron a sus padres. De ser verdad aquello la ofensiva del sur se vería seriamente damnificada, aunque no obstante, gracias al aporte de los mercenarios y de los osados guerreros de Sima Forjahachas podría llegar a ser suficiente para plantar cara.

- ¡Silencio! - Pidió Imbor. - ¡Un poco de respeto al recién llegado! - Solicitó. - Thordu también tiene nuevas.

- Gracias Imbor de Colina Rampante. - Respondió realmente agradecido el thogain. - Si, tengo nuevas y son urgentes. Berbagar ha tenido que marchar sobre Rocadura. El enemigo se está replegando y si les dejamos tiempo suficiente como para que organicen sus tropas la victoria será muy difícil. La guerra se eterizará y serán muchas las almas que se pierdan. En el norte ya han empezado las hostilidades y las tropas de Nugo se encuentran guerreando en las llanuras. Tienen complicado reforzar a Berbagar en el este, por ello es importante que esta compañía se ponga en marcha cuanto antes.

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02/09/2017, 12:23
Horlum Hacharoja

Los buenos augurios que tenian sobre la guerra de pronto habian sido derrumbados, contaban con mas de 3000 guerreros y de golpe y porrazo a duras penas llegarian a la mitad... su principal aliado, por algun motivo desconocido habia traido menos soldados que cualquiera de los presentes, ademas, la guerra no esperaba a nadie y tanto al norte como al sur les hacia falta los hombres de los que disponian, no era momento de esperar a verlas venir, era momento de moverse y decidirse. El Thoin se levantó nuevamente, esta vez con la cara seria, preocupado, y espetó:

-Es un momento delicado pues, nos necesitan en el este, seamos los que seamos, juntos a las tropas de Berbagar, podriamos eliminar a nuestros enemigos, y nos contariamos una gran victoria; propongo que marcheis con las tropas presentes hacia Rocadura, con el fin de evitar que dicho escenario se bloquee y paralice futuras batallas. Yo juntamente a 20 jinetes nos desplazacermos hacia Harthor, necesitamos saber cuanto antes que ha ocurrido, hablaré con ese viejo y le sacaré hasta el último soldado, necesitaré al batidor para que me guie lo antes posible, en cuanto tenga la información volveré a la formación, y guiaré a esas fuerzas hacia nosotros, a modo de refuerzos. Espero que las noticias que reciba son buenas, pero en caso de que no lo sean, debemos conocerlas tambien. Urnul se ocupará de mis tropas en mi ahusencia, y en caso de que le pasará algo, mis capitanes saben perfectamente el orden de mando. Alguien está en contra?

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02/09/2017, 13:50
Thordu

- ¿No es precisamente de Harthor de quien depende esta compañía? – Preguntó Thordu.

- Así es mi thogain. – Respondió Imbor. – Pero creo que ya hemos esperado demasiado a nuestro viejo amigo. Si Berbagar está en apuros creo necesario que nos pongamos ya en marcha.

- No os lo impediré desde luego. – Thordu introdujo su mano a través de su barba para rascarse el mentón. – Pero conociendo a Harthor como lo conozco, no creo que sea de su agrado que ésta legión parta sin él.

- Entiendo lo que dices. - Exclamó Thornur. - ¿Pero qué podemos hacer? ¿Crees que debemos esperar? Estoy con Horlum Hacharoja. Creo que es buena idea emprender la marcha y enviar batidores para encontrar a Harthor, pedirle explicaciones y conducirlo junto al resto de la compañía.

- Si eso es lo que todos queréis, será lo que hagamos. – Concluyó Thordu. – Yo viajaré junto a mis hombres y el grueso de la expedición al norte. Pero debemos decidir algo, pues si el mando de la compañía era de Harthor, alguien debe asumir el mando hasta que el kark al Sur del Escudo del Norte se encuentre entre ellos. – Fue entonces cuando el thogain dirigió su mirada hacia el líder de la compañía mercenaria sumada a aquella ofensiva. – No tengo nada en contra de ti Dzhug Dientes de Piedra, thog del Martillo Ensangrentado, pero creo que no debes ser considerado en dicha votación. No por sus escasos conocimientos de combate, pues sin duda de los aquí presentes eres quien mejor conoce la guerra, sino por ser un mercenario y por ser nómada. El liderazgo de esta coalición debe ser de un señor enano y este señor enano debe contar con un asentamiento en el reino de Nugo, pues son ellos los que más pueden perder en esta guerra. – La mirada de Thordu de nuevo fue dirigida hacia Horlum. - Mi voto es para Horlum Hacharoja, pues de todos es quien más hombres ha reunido sin tener en cuenta a Dzhug. De salir elegido creo que sería conveniente que fuera Urnul y no tu quien desandará sus pasos para encontrarse con Harthor.

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03/09/2017, 22:32
Dzhug, Dientes de Piedra

El Thog del Martillo Ensangrentado había soportado bastante bien las continuas deliberaciones, debates y conversaciones. El era de los que pensaban que el enano era un animal gregario, basado en su sociedad o clan para sobrevivir o tener un buen vivir. Pero no soportaba la presencia de la mayoría de los otros thogs especialmente a los mas ancianos. No solo porque algunos eran lo mas alejado a un guerrero que uno podía ver entre enanos, sino porque muchos representaban las sociedades mas arcaicas y crueles de entre los enanos, con castas donde los de abajo del todo sostenían a los de arriba como si fuera su deber, sin tener ningun tipo de defensa frente a los desmadres de los poderosos.

Dzhug estaba irritado y furioso por tener que tratar con aquellos enanos que le recordaban a los anteriores thogs del Martillo Ensangrentado antes de su liberacion. Solo una continuada remesa de cerveza y la compañia de los miembros de su clan conseguian que no explotase.

Asi que la ofensa de Thordu hizo rebasar la espuma de su jarra de cerveza. No por el mismo, Dientes de Piedra se jactaba de no haber querido el poder jamas asi que carecer de el no le importaba, sino por su clan, Thordu los degradaba con sus palabras como si fuesen siervos o súbditos una vez mas. Dzhug se levantó, alzando la mano, pues un par sus guardias, en pie alrededor de la reunión, habían echo el amago de bajar sus alabardas instintivamente. Alzó su voz áspera y grave, sin ocultar su enfado, lo cual habría sido difícil pues la jarra que momentos antes usaba estaba destrozada en un revoltijo de metal y madera y su mano derecha sangraba.

¡Thordu, thogain de Colina Ardiente, no trates a mi clan como escoria! ¡Somos tan enanos o mas que cualquiera de esta asamblea y mas te vale tenerlo en cuenta! —Se giró hacia su guardia— Klaimdak, Rarag, que nos insulten no justifica comportamientos agresivos con un miembro de nuestra alianza bajo nuestro amparo, presentaros ante Ulanog ahora mismo.—Los dos guardias, con la cabeza alta, dejaron sus alabardas en manos de otro guardia y se marcharon hacia el norte del campamento. Dzhug se volvió hacia los thogs, su mirada enrojecida y su barba irregular alrededor de su amplia y desfigurada mandíbula darían miedo hasta a un guerrero veterano— Thogs, mi pueblo es enano y libre, solo os pido respeto igual que yo os lo ofrezco a vosotros—Después se sentó y miro a Thordu unos instantes en medio del silencio, pensando. Volvió a hablar tras un tenso momento en el que cerro el puño mirando al thogain—A pesar de su agravio, que no sera olvidado hasta que presente disculpas, Thordu tiene razón en una cosa. Para zarpar ya, el único movimiento inteligente que nos queda, debemos elegir un líder para esta parte del ejercito. En calidad de Thog, el que dirige el ejercito mas numeroso y mejor preparado, todo sea dicho,—Echó una ceñuda mirada a Thordu— voto por Horlum Hacharoja, quien ha demostrado ser un enano valiente e inteligente digno de guiarnos al combate, si no quiere tal responsabilidad, entonces voto a Dzhug Dientes de Piedra, quien de hecho, ya esta organizando la mayoría de este ejercito.—Soltó una carcajada áspera de ácido humor.

Pese a que lo respetaba por su capacidad militar y su honor, no pensaba que Horlum fuese la mejor opción, pues habría elegido a casi cualquiera de sus generales antes que él. Pero esa panda de carrozas no le votarían a él bajo ningún concepto, así que había elegido no solo al menos inútil de aquellos thogs, sino a un guerrero y líder decente, como mínimo.

Mientras esperaba a la respuesta de sus iguales dedico un pensamiento a Klaimdak y Rarag, tendrían varios turnos nocturnos y limpieza de letrinas, así que deberían mandar a alguien a la tienda de Klaimdak, pues era padre soltero y su hijo... ¿Tugo, Tugam...? luego lo miro... debía de ser cuidado. Imaginó que Ulanog lo tendría en cuenta.

Notas de juego

¿Estamos sentados en la zona de la asamblea de mi clan no?

Es hexagonal y se excava en la tierra o roca, en varios niveles. Aunque para sentarse se colocan bancos y respaldos clavados a la tierra o roca, es bastante confortable. (Si estamos en otro sitio que lo diga el director =D)
 

Por cierto, las enanas de mi clan viajan siempre con nosotros, asi que controlar vuestras ingles porque son de armas tomar.

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04/09/2017, 08:43
Director

- Mi voto es para Thornur. – Respondió Hoimgar. – No te lo tomes a mal Hacharoja, pero aunque has traído contigo a muchos más hombres, creo que la experiencia en combate entre ambos no tiene parangón.

- Estoy con Burbur. – Dijo Imbor. – Mi voto es para Thornur. No puede ser de otra forma, nuestras familias siempre han sido aliadas y como bien sabrás, la casa de Colina Rampante no siempre ha mantenido las buenas relaciones que ahora nutren la convivencia con los de Sima Forjahachas.

- ¡No estamos declarando el amor por unos o por otros! – Gruñó ciertamente enfadado Burbur Barbanegra. - ¡Estamos decidiendo quien liderará esta compañía hasta que su legítimo general se digne a presentarse al combate! – Aquel furibundo enano negó con la cabeza. – Mi voto es para el Hacharoja.

- Te entiendo Burbur, pero voto por Thornur. – Exclamó Dzhain. – Le conozco desde hace mucho tiempo y confío en él. Puede ser un gran líder y no digo que Horlum no pueda serlo, pero creo que hoy en día el más indicado es Thornur. Espero no equivocarme.

- Voto por Dzhug. – Dijo entonces Runic del clan de las Tras Puntas, quien aportaba una veintena de jinetes a la causa.

- Yo voto por Thornur. – Desveló Deor Piesgrandes. – Mi decena de infantes estarán bajo sus órdenes.

- Mi voto es para Horlum. – Añadió Thornud, el joven líder de los Cazamarmotas quien tan solo pudo aportar cinco soldados que engrosarían las filas de la infantería.

- El mío es para Burbur, como no podía ser de otra forma. – Habló el anciano Globb de Aguas Tormentosas quien aportaba cinco maestres, diez jinetes de jabalí y otros diez infantes a la causa. - ¡Mi querido amigo! ¡Pensaba que más de los nuestro confiaría en Barbanegra! – Rió a carcajada suelta.

- Siento contradecirte Thordu, pero creo que Dzhug es el más competente de todos nosotros, quien ha librado más batallas y es el mejor estratega. - Respondió Thornur. - Por eso mi voto es para él.

Las votaciones hasta el momento a falta únicamente de un voto estaban igualadas. Burbur tan solo había recibido un voto por lo que al igual que Dzhug con tan solo dos, no podían alcanzar los cuatro que sumaban tanto Thornur como Horlum. Siendo éste el último que quedaba con derecho a voto, la decisión acerca del liderazgo de la compañía hasta la llegada de Harthor quedaba en las manos del Hacharoja. Si votaba por si mismo tendría el honor de liderar a una gran compañía de más de dos mil soldados, pero por contra no se estilaba votar por sí mismo, posiblemente ni Harthor cayera en tal vileza.

De votar por él tendría que dar una buena explicación si no quería ser mal mirado por el resto. En caso de votar por Thornur podría encabezar el grupo de batidores que fuera en busca de Harthor y ser el primero en descubrir que era lo que realmente había sucedido. No era una idea mala, pues de todos los allí presentes el de Sima Forjahachas era quizás el más capaz a nivel político y una vez examinada la situación podría llegar a una solución que complaciera a todos y que no acabara por romper ninguna alianza. La tercera opción era la de votar por un tercero. Sabía entonces que sus posibilidades de liderar la compañía irían en aumento, pues con los que habían votado por Dzhug y Burbur tenía buena relación y posiblemente le eligieran a él para ponerse al frente de aquella legión. La decisión era suya, pues examinados todos aquellos puntos, casi se podía decir que podía elegir si liderar a la tropa o no hacerlo.

Notas de juego

RECUENTO DE TROPAS

Dzhug:

Falange 400

Infantería 200

Caballería 50

Proyectiles 50

Maestres/ingenieros 50

Carros de guerra 8

Horlum:

Infantería 500

Ballesteros 100

Batidores 10

Mestres/ingenieros 40

Carros de guerra 8

Armas de asedio 40

Thornur:

Falange 200

Ballesteros 100

Burbur:

Infantería 150

Infantería veterana 30

Arqueros 70

Hoimgar:

Infantería 50

Imbor:

Infantería veterana 40

Runic:

Caballería 20

Globb:

Infantería 10

Jinetes 10

Maestres/ingenieros 5

Dzhain:

Batidores 15

Deor:

Infantería 10

Thornud:

Infantería 5

Total: 2145 soldados y 56 maquinas. A los que se tendrían que sumar los 50 hombres de Thordu, quien aun perteneciendo al ejército del norte por circunstancias está entre los vuestros.

Infantería: 1025 (925 Infantes +80 veteranos). Falange: 600. Proyectiles: 320. Maestres/ingenieros: 95. Caballería: 80. Batidores: 25. Carros de guerra: 16 Armas de asedio: 40.

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04/09/2017, 09:25
Horlum Hacharoja

-Estoy muy orgulloso de que se me tenga en cuenta para liderar la contienda hasta que mi Señor Harthor llegue, sea cual sea la cantidad de soldados que porte, pues ese es el lugar que Nugo nos habia marcado y esta es guerra es por él, sin Nugo ningun enano se habria unido, ya sean antiguos clanes o tribus mercenarias, recordemos que amigos o enemigos, estamos todos juntos por el gran Nugo. dijo el joven Thog antes de beber un trago de su cerveza.

-Y aunque si me votase a mi mismo, seria el que os dirigiese a todos, no pienso hacer tal cosa, si soy elegido no será gracias a mi voto, sino al de los Señores que creen que mi mando es el que procede. Yo, como he indicado previamente, voto por  Dzhug, Dientes de Piedra, pues aunque la tenga jurada con las jarras de cerveza, es sin duda el mas experimentado en combate, y como muy bien él ha dicho, estamos en una nueva era de los enanos, y la valía de un clan  deberia anteponerse a su historia. Yo confió en él. El Señor acto seguido hizo llamar a su segunda, Urnul, quien esperaba en segundo plano, tras acercarse le espetó: Los grandes Thogs estamos decidiendo el destino de nuestros ejercitos, pero ello no debe retrasar lo mas importante, coge los 10 jinetes-batidores y 10 de los mejores hombres y si el gran Dzhug nos lo permite a fin de resolver esta situación, ves junto al Jefe de los batidores del martillo ensangrentado que localizó a Harthor, y no vuelvas hasta que te explique lo sucedido y sus planes, en caso de que hayamos abandonado el lugar, dejaremos un batallon con provisiones para vosotros y los soldados de Harthor, tras abasteceros seguid a la columna principal e informadme, puedes partir y ves con cuidado. Dijo con una sonrisa se satisfacción al contar con subordinados capaces.

-Bueno mis Señores, es hora de que dejemos las antiguas rencillas, estamos juntos como hermanos, somos enanos y tenemos un enemigo comun, debemos elegir un lider ahora mismo y que decida que hacemos hasta que llegue Harthor.

 

Notas de juego

Alca te recuerdo que Brindan y Crerdel habian ido en busca de sus mercenarios para ayudar en la lucha, no veo que estén contabilizados y son mis soldados mas capaces. ya te dejé apuntado lo que se esperaba de ellos para que tu lo organizaras.

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05/09/2017, 09:25
Director

Era evidente que Horlum Hacharoja sabía lo que se hacía. Votando por Dzhug había votado de forma indirecta por sí mismo. No lo hacía por ansias de poder, sabía que lideraría aquella columna tan solo de forma pasajera. Tampoco lo hacía para beneficio propio, pues realmente muy poco podría sacar de todo aquello. Lo hacía porque realmente se veía como el más capacitado para llevar a cabo aquella empresa, más capacitado al menos que Thornur, a quien consideraba un buen enano, buen soldado, pero no lo tenía como a un gran estratega.

Las votaciones fueron rápidas y a mano alzada. Thornur y Horlum no votarían, pues no tenía sentido su participación en aquella elección. No obstante recontaron las manos alzadas entre los dos. Hoimgar, Imbor, Dzhain y Deor votaron por Thornur, mientras que Dzhug, Burbur, Runic, Thornud, Globb y por último el de Thordu lo hicieron por el thog de Sima Forjahachas. Por lo tanto fue el Hacharoja quien debió asumir el mando de aquella compañía por un resultado de seis a cuatro.

La primera decisión que debía tomar se precipitaba. Recoger el campamento y partir cuanto antes era lo que parecía que se había acordado, no obstante la decisión final recaía en el Hacharoja. Tres jornadas como mínimo les separaban del paso de Colinaaguda, donde en un principio deberían haberse reunido con las huestes de Nugo y las tropas del oeste capitaneadas por Berbagar. Sin embargo en cuatro jornadas y media se encontrarían junto a la montaña donde se erigía Rocadura. Aunque lo cierto era que se encontrarían del lado opuesto de la montaña y si era cierto que estaba siendo asediada no resultaría el camino más fácil de atravesar.  Se perderían muchos buenos soldados y no se garantiazaba el éxito. Lo lógico resultaría cruzar el paso de Colinaaguda, el vado de Piernascortas y acudir hasta Rocadura desde el norte de las montañas Dragón, aunque eso sería un trayecto algo más largo.

- ¿Cuales son tus siguientes pasos? - Preguntó Thordu. - ¿Qué ordenas?

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09/09/2017, 15:26
Horlum Hacharoja

-Vosotros habéis hablado, yo me limitaré a hacer lo que creo que es mejor según lo que hemos Discutido. Mi segunda ya está en camino de Harthor, confío en ella y en breve nos traerá noticias sobre nuestro líder. Como le he indicado, que un carromato de víveres con una guardia se quede a esperar a Urnul para indicarle nuestro paradero y a Harthor para reponerles de víveres si se encuentran necesitados.

El joven líder tenia una gran responsabilidad sobre sus hombros, la notaba pero no se sentía agoviado, años dirigiendo la sima y defendiendola de ataques le hacia estar acostumbrado a la presión, simplemente debia guardarse la espalda de los enanos mas reacios a su mando, nunca se sabia que podian hacer en sus retorcidas mentes.

-Continuaremos el camino como estaba previsto, Nugo está esperando esta escuadra y que me aspen si la tendrá. Harthor ya puede tener una buena excusa para haberse retrasado tanto y poner en peligro nuestras operaciones, espero que apriete el paso y nos alcance. Vamos hacia Colinaaguda!! Dzhug, te encargo la colocación de las tropas puesto que tu eres de aquí el que mas experiencia en mover a tu ejercito de aquí, confio en ti y espero que hagas lo mismo conmigo y me asesores como mi Segundo.

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15/09/2017, 23:26
Dzhug, Dientes de Piedra

Dzhug se rasco la nuca mientras miraba sus largas y descuidadas barbas. Horlum tomaba una buena decisión pero sin contar con el resto, sin hacerles participes, había cometido su primer error junto a su segundo acierto, después del ingenio mostrado en la votación anterior. Levanto la cabeza para hacerle un gesto de respeto al Thog de Sima Forjahachas, después alzó su áspera voz mientras sacaba su gastada libreta algo manchada y gastada.

Acepto con orgullo el cargo que me asignas Horlum, seré tu Segundo con lealtad, puedes estar seguro.—Miró al resto mientras echaba una ojeada a su libreta— Si no me confundo, nuestro ejercito actual se compone de unos mil hombres de infantería, seiscientos de falange...—Siguió enumerando las tropas con sorprendente certeza, mientras anotaba algo en su libreta, después la cerró dentro de su mano y explicó— Teniendo esto en cuenta creo que lo mas lógico es la marcha clásica, infantería en el centro rodeando los suministros y carros, caballería por delante y detrás, exploradores y tropas de apoyo a los lados del camino, batiendo las cercanías. Por la noche, estamos ya en terreno hostil y habrá que levantar un campamento si paramos, debe de ser uno solo y lo suficientemente grande como para los casi dos mil doscientos soldados y mi clan, que son unas mil personas mas. Mi ejercito se puede hacer cargo de un campamento de ese tamaño en dos horas, tanto para montarlo como para desmontarlo, media hora si todos trabajamos en ello. Hablo de un campamento con empalizada de unos 4 metros, no esto—Señaló a su alrededor— que es casi una ciudad. A la mañana lo desmontaremos en el mismo tiempo y marcharemos, ademas habrá que dejar el camino transitable porque imagino que vuestros carros de suministros llegaran desde vuestras tierras, pero ese tema se lo dejaremos a los ingenieros, herreros y demás, si os parece bien. Si no hay nada mas que decir y mas ordenes del...¿Tendrá un titulo especifico por ser el general en jefe? Dzhug no lo recordaba—del Thog Horlum, yo marcharía ya, aun nos da tiempo de recorrer unos kilómetros hasta la noche.

Mientras la atención de todos iba hacia Hacharoja Dzhug abrió su libreta y apuntó abajo del todo "Thordu". Después la cerró y miró hacia el nuevo líder del ejercito.

 

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17/09/2017, 09:38
Horlum Hacharoja

El Thog de la Sima estaba contento, por fin podian abandonar esa posición y comenzar su camino segun las ordenes de Nugo. El joven lider no se encontraba ya abrumado por la responsabilidad, le habian encomendado la labor de dirigir a ese ejercito, se habia rodeado de los que consideraba los mejores y habia empezado a dar una ordenes que no eran mas que lo acordado justo antes de su nombramiento.

-Hermanos, como lider temporal de este glorioso ejercito enano, ya he dado las instrucciones a las que habiamos llegado a un acuerdo antes de ser nombrado. Haré lo que entienda mejor para todos nosotros, daré las ordenes precisas, pero no por ello me cerraré a mis designios; si alguien tiene algo que aportar en cada momento, siempre permitiré que se me aconseje, Valoraré vuestros consejos y actuaré en consecuencia, desde este momento prohibo cualquier tipo de discusion y pelea entre nosotros, somos uno y nuestro unico enemigo es ese ejercito de alimañas. QUEDA CLARO??!! HOY VAMOS EN APOYO A NUGO!!!!.

Se dieron las ordenes que hizo falta para comenzar a desmontar el campamento tal y como habia indicado el capaz Dzhug, se dejó un destacamento con provisiones y las ordenes para el resto de enanos que se dirigian hacia ese punto. La gloria o el principio del fin de los enanos estaba en camino.

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18/09/2017, 11:28
Director

El campamento se desmontó rápido. Dzhug y sus hombres tenían experiencia más que suficiente en esos quehaceres. La compañía se puso en marcha enseguida que fue posible. Marchaban bajo la órdenes de Horlum Hacharoja, Thog de Sima Forjahachas, pero era el líder mercenario quien dispuso la forma en la que debían formar. Horlum tomaría las decisiones, era el líder político de aquella columna, pero el estratega, el mejor preparado para dirigir a un ejército era sin duda Dzhug Dientes de Piedra.

Dzhug era un enano de pura raza y como tal tenía su honor en muy alta estima. Los enanos eran sin duda una raza orgullosa, Dientes de Piedra no era una excepción y había visto vulnerado su orgullo y su honor por otro miembro de su raza, por otro miembro de aquella coalición. Curiosamente, era de todos los que allí se encontraban el que menos pintaba entre ellos. Un enano del Codo no tenía porqué influir en las decisiones de los enanos del sur de del Escudo del Norte, sin embargo había sido él quien le había descartado para asumir el mando de la compañía.

Horlum había intervenido de forma sabia otorgándole la capacidad de dirigir a las tropas en combate. Había solventado aquel entuerto. De hecho Thordu ni siquiera era un thog. Era el hijo de un thog, un thogain, lo que aún le restaba mucho más protagonismo frente al resto de asistentes a aquella votación. Aquellos pensamientos rondaban la mente de Dzhug, quien aunque deseaba alejarlos al menos hasta que la guerra hubiera concluido, le era casi imposible olvidar la afrenta. Un enano no olvida, un enano es rencoroso por naturaleza a la par que orgulloso, pero trataría de evitar que sus sentimientos afectaran a la contienda que tenían entre manos.

Estalló la tormenta en medio de la marcha de aquella extensa compañía. El cielo llevaba anunciando lluvia desde hacía una semanas, pero no acababa de romper. No obstante, aquella mañana lo hizo con fuerza. Los rayos iluminaban la penosa marcha de la tropa a través de la inundada llanura. Llovía a mares, tanto que la cortina de agua que tenían frente a ellos casi imposibilitaba la visión a pocas leguas de distancia. La ropa, las armaduras, las provisiones, todo estaba empapado. Un frío intenso vino acompañando a la tormenta y un claro desánimo empezó a reinar entre los enanos allí reunidos.

Seguir avanzando entre aquella espesa lluvia se hacía cada vez más difícil. A los animales de monta y los que cargaban con los enseres y provisiones les costaba demasiado seguir adelante, algunos de ellos hasta se negaban a continuar. Los carros de guerra se quedaban encallados en el lodo retrasando demasiado a los maestres e ingenieros que trataban de sacarlos del lodazal. La compañía empezaba a dividirse. Algunos iban más rápido que el resto y varias brechas se formaron en la columna.

Al mirar al cielo era evidente que aquel castigo divino duraría un par de horas más como mínimo y aunque Berbagar esperaba su llegada cuanto antes, lo cierto era que en aquellas condicione estaban avanzando más bien poco y el desánimo empezaba a adueñarse de las almas de aquellos guerreros.

 

Notas de juego

Lluvia... 

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21/09/2017, 15:11
Horlum Hacharoja

El joven lider del ejercito se encontraba ante su primera encrucijada, continuar bajo aquella lluvia lo unico que conllevaria seria perdidas de material y personas, ya que en cualquier momento las condiciones podrian empeorar y algun soldado o carro podria tener un accidente. No estaban avanzando y el desanimo estaba cundiendo entre la tropa, por lo que optó por llamar a su segundo a fin de transmitirle sus ordenes:

-Dzhug, es imposible que sigamos la marcha en estas condiciones, debemos montar el campamento en el lugar proximo mas viable que pueda albergar a toda esta tropa. No me arriesgaré a perder hombres luchando contra los elementos, pues es contra las bestias que debemos luchar. Descansaremos unas horas a ver si el tiempo amaina, y si continuamos igual decidiremos como proseguir, pero que los hombres y mujeres descansen.

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22/09/2017, 18:57
Dzhug, Dientes de Piedra

Durante todo el día Dzhug y su mano derecha, Ulanog, habían comentado que la tropa iba mas lenta de lo habitual y no sabían que era lo que ocurría, pues el clan Martillo Ensangrentado no bajaba el ritmo. Dzhug no calló en la cuenta hasta varios minutos después. Los demás clanes no estaban acostumbrados ni preparados para las lluvias torrenciales, era de reconocer que habían hecho falta muchos años de nomadismo para que Dzhug y los suyos solucionasen los problemas que provocaban dichas tormentas. Así que cuando Horlum le llamo ya tenia pensadas un par de soluciones. A gritos entre la lluvia Dzhug las explicó:

Podemos montar un campamento en una zona elevada, con rudimentarios canales para la lluvia, nos costará un poco mas que uno normal pero es el mejor remedio.—Dzhug no tenia que apartarse el pelo o la barba de la cara al hablar, pues las llevaba bien atadas y secas bajo forros de zorro impermeables, uno de aquellos descubrimientos de su clan. Señalo una loma con sus guantes de piel de oso—He mandado a dos de mis batidores allí, para que vean si nos vale. Otra solución mas rápida seria acampar en una ladera tras un obstáculo grande, pero no he visto ninguna zona parecida por las cercanías.

Echo un vistazo a los carros del clan de Glob, sus cabras de carga, mojadas y temblorosas avanzaban a duras penas pues las ruedas resbalaban en el barro provocado por las pisadas de cientos de pies enanos. Se pusó contra el viento y sacó su libreta donde garabateó durante unos instantes. Después volvió a gritar a Horlum.

Aconsejo ordenar que todo aquel que este libre empiece a talar los arboles mas altos que encuentren, cuanto mas alta la empalizada, mas secos descansaran esta noche. Espera, le diré a Ulanog que detenga a los exploradores, avancemos o no, creo que están demasiado lejos.

Después se giro hacia el enorme carro del clan que hacia las veces de carro del comandante, con sus ruedas claveteadas y sus cabras de carga secas gracias a las pieles forradas que llevaban encima. Le entregó sus ordenes a Ulanog y se quedó con Horlum. El carro, salió inmediatamente dejando sorprendido a todo aquel al que adelantaba con velocidad.

Echando un vistazo a la interminable fila de enanos, vio a unos cuantos del clan de Thordu y su mirada bajo las pieles se volvió siniestra. Alejó esos pensamientos y se acercó a Horlum, debía estar atento a las ordenes.

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22/09/2017, 20:51
Horlum Hacharoja

-No esperaba menos de ti Dzhug, sin duda ha sido un acierto confiar en ti, y demuestra cuan equivocados estan la mayoria de clanes acerca de vuestra valia. Me parece un buen plan, alla arriba estaremos mejor defendidos y los soldados podran descansar un poco mejor. Dijo el lider de la expedición con una sonrisa de satisfacción en la cara.

-Tengo que indicarte que entiendo que todo tu clan os acompañe al ser nómadas, pero quiero que sepas que la Sima siempre estará encantada de recibirles si quieren establecerse en algun lugar. Los forjahachas aceptamos de buen grado a hermanos enanos que saben ganarse la vida, máxime si no tienen una tierra propia a la que volver, y el comercio entre nosotros puede ser muy lucrativo y beneficioso para ambas partes. Es solo una idea, no te la tomes como un atrevimiento. 

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26/09/2017, 18:49
Dzhug, Dientes de Piedra

Dzhug estaba incomodo, le pasaba siempre que veía trabajar a los miembros de su clan y el no podía ayudar, de normal se pondría a cavar zanjas con los demás hasta que realmente fuese necesario, pues el clan sabia perfectamente que debía hacer. Pero en los momentos donde debía quedarse mirando por su puesto le picaban los dedos y se sentía un vago miserable, aunque sabia que era necesario no podía evitarlo. Maldijo a Ulanog una vez mas por meterle en eso y se giró hacia Horlum, que le dirigía la palabra.

El ajado ingeniero aceptó los beneplácitos de Hacharoja con un serio cabeceo, pero no pudo evitar sonreír al escuchar la oferta de Horlum. 

Esa oferta te honra Horlum—Después movió una mano señalando hacia una columna de sus enanos que trabajaba ya cerca de unos arboles—Hace mucho tiempo que mi pueblo es nómada, somos felices con ello porque para nosotros siempre ha significado la libertad y la igualdad—Dudó un instante y después se encogió de hombros— Pero seguimos siendo enanos, los miembros del clan suplen sus ansias de un hogar pintando sus tiendas y decorando sus muebles; nuestras ganas de construir las usamos en nuestros ingeniosos carros, en pequeñas figuras de piedra, madera y hierro que puedes ver por todo el campamento y en nuestras armas; las mejores que tenemos son de las grandes forjas, pero cuando estas se rompen nuestros herreros hacen otras de buena calidad, pero aun y todo no es suficiente. Es cierto que mi pueblo desearía asentarse llegado el momento, aunque no desee abandonar del todo la vida nómada por lo que ser mercenarios sera nuestro empleo hasta el fin de los tiempos.—Rió gravemente— Pero pensamos que ese momento no ha llegado todavía, que primero debemos ayudar a Nugo a hacer el norte de los enanos. De todos modos, cuando todo esto termine me ocuparé de que ningún miembro de mi clan se olvide de tu oferta y de que fuiste un amigo para nosotros.

Después le tendió la mano, con su desfigurada sonrisa llena de brillos diferentes sobresaliendo entre su áspera barba.

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27/09/2017, 11:40
Harthor

La lluvia no amainó en horas. Reemprender la marcha en aquellas condiciones era una soberana estupidez, por lo que aquella columna liderada por Horlum de Sima Forjahachas en estrecha colaboración con Dzhug dientes de Piedra, con quien estaba fraguando una gran amistad y futura alianza, esperó. Pasó la noche y se sucedió gran parte del día cuando por fin dio la impresión de que la tormenta les iba a dar un respiro.

A media tarde la densa lluvia había mutado en un leve chisporroteo. A la orden de Horlum tras consulta con Dzhug los hombres del Martillo Ensangrentado en colaboración con el resto de la tropa comenzaron a replegar el campamento y fue para cuando casi iban a emprender la marcha de nuevo cuando divisaron a alguien acercándose en la lejanía. Los estandartes de la cima y del Martillo Ensangrentado precedían al nutrido grupo de batidores que regresaban con noticias.

Urnul se puso de inmediato a disposición de su thog y lo mismo hizo Rúrik, jefe de los batidores de Dzhug. Consigo trajeron buenas y malas noticias. Noticias de Harthor y de sus desventuras, pues según manifestaron, éste les había contado que su pueblo había sufrido un ataque y de ahí el retraso que había sufrido el encuentro. Habían tenido que rechazar la ofensiva de los pieles verdes y la suerte había estado de su parte, esa era la buena noticia. Pero lo cierto era que pocos eran los soldados que se unirían a la columna después de aquel combate y esa era la mala.

Las fuerzas de Harthor capitaneadas por el mismo llegaron tan sólo una hora después que Urnul y Rúrik hasta aquella loma donde había acampado la legión liderada por Horlum. Harthor portaba una sonrisa de oreja a oreja y no dudó en abrazar al thog de Sima Forjahachas con cierta efusividad y poco después hizo lo mismo con el resto de thogs incluido Dzhug.

- Colina Hueso fue atacada desde el oeste. - Explicó Harthor. - No se de donde narices salieron esos casi dos mil trasgos, pero de no haber contado con las murallas, el valor de mis hombres sobretodo la ayuda que Brindan y Crerdel proporcionaron a mi pueblo, nunca lo habríamos conseguido. Tan solo doscientos cincuenta y siete aguerridos soldados son los que he podido traer conmigo, el resto debe velar por su pueblo y reconstruir las defensas y las viviendas destruidas. - Miró a Horlum con cierto orgullo. - ¡Me han dicho que tomaste la determinación de seguir avanzando pese a que no había llegado! - Asintió con la cabeza. - Eso te honra Hacharoja. No esperarme podría constituir un delito de sedición, pero... - Reflexionó unos instantes. - ¡Obraste bien! ¡De forma racional y ahora estoy aquí para marchar al este!