Partida Rol por web

La Guerra Interminable

Retorno al Hogar

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17/11/2015, 00:17
Director

Athan no estaba del todo seguro que hubiera acabado la lucha, y en verdad era mejor asegurarse. Por lo que se decidió a expandir su Cosmos.
De repente todo se ralentizó. Lo primero que notó era el cosmos de sus compañeros, en verdad todos brillaban bastante. Aunque curiosamente el que menos era Mikhail. Y el que más era Jean Paul.
También detectó los restos que quedaban de la presencia del Guardian, notaba como se iban disipando lentamente. En cambio el cuerpo del caballero del Hades estaba vacio. Como si no hubiera habido nunca, ni siquiera detectaba restos.
Otra cosa que le sorprendio fue una especie de cúpula que rodeaba el Refugio, pero esta también estaba desapareciendo. Seguramente sería un efecto de la protección que había mientras el Guardian vivía, y al no estar él se deshacia.

Lamentablemente en el dibujo, o en la caja y lo poco que quedaba en su interior, no había ningún resto de nada.

Parecia no haber nadie en kilometros a los alrededores. Pero seguramente eso podía cambiar.
 

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17/11/2015, 23:51
Ryu Kazama

Tras el breve descanso el dolor se había calmado lo suficiente como para que moverme no fuera una tortura. Esto me trajo a la mente recuerdos de los entrenamientos del maestro Krotus. Entonces les digo a mis compañeros:

-Deberíamos preparar una fosa para los muertos y ponernos en marcha. Cuando echen de menos a estos tipos, seguro que envían a alguien para averiguar lo que pasó y será mejor no estar aquí cuando eso pase. Además debemos encontrar a esta chica.- Digo señalando el dibujo- Supongo que sabrá algo de lo que está pasando.
 

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21/11/2015, 21:56
Athan Dalaras

Cerré los ojos para concentrarme por completo, y por primera vez conseguí llegar algo más allá de lo habitual, más lejos. ¿Tan fuerte me había vuelto o fue todo debido a la experiencia vivida? Era difícil saberlo con certeza. Abrí mis ojos después de haber analizado con calma un buen área, no detecté amenazas, no obstante eso no era del todo fiable, podían haber escondido sus respectivos cosmos, o quizás estén fuera del rango.

La idea de Ryu, pese a ser lógica en parte, el tiempo jugaba en nuestra contra. Ignorábamos por completo lo que estaba sucediendo, la guerra entre ambos bandos, y al menos en mi criterio no podíamos dedicarnos a eso. - Hemos ganado esta batalla, no sin pérdidas, eso desde luego, pero aún estamos lejos de conseguir poner fin a la guerra. La barrera que protegía el lugar está desapareciendo, y es cuestión de tiempo que lleguen aquí buscando lo que aún no ha conseguido.- Expliqué con una mezcla de entre calma y determinación en mi tono, pero manteniendo la compostura.

Después observé el trozo de papel que debía admitir que su significado se me escapaba. - No contiene nada especial, y dudo de que sea eso lo que querían. Tiene que ser algo más. Aún hay mucho que desconocemos. - Suspiré y desvié mi severa mirada a mis compañeros heridos. - Debemos marcharnos de inmediato, aquí poco podemos hacer y sigo diciendo que el Norte es un buen punto de inicio, seguramente corrieron la misma suerte que aquí, o si no, me gustaría una explicación razonable de su negación ante una petición de ayuda. Y espero que no sea por traición, porque en ese caso, correrán la misma suerte que el caballero de Hades. - Añadí como sentencia. La traición era algo que me era desagradable, y por supuesto quien cometiese aquello no saldría indemne, especialmente si incontables inocentes murieron debido eso.

Por desgracia no tenemos mucho más, y es posible que encontremos a la joven, o que alguien más nos pueda decir su identidad, o confirmar quien es. Asumo que puede tener alguna relación con los Santos, quizás una sacerdotisa. Así que en marcha, ya que si vienen más dudo de que salgamos con vida y aún hay mucho por hacer. Demasiado. - Esto último no fue una sugerencia, estaba dispuesto a seguir adelante, y fue lo que creí más conveniente en el momento y guiado por las circunstancias. Llorar por los muertos no era mi estilo, guardaría toda mi ira y odio para descargarlos en mis verdaderos enemigos.

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01/12/2015, 19:59
Mikhail

Viendo cómo Andreas me ignora deliberadamente, decido chasquear la lengua y, hasta que al señor no se le antojara de nuevo hablar con los mortales, tratarlo como si de un zombie se tratara*. Me acerco al papel, ahora sí prestándole más atención, mientras escucho las palabras de ambos compañeros.

O tal vez era una sencilla conocida y la fortuna ha querido que el dibujo se salvara. O familiar de algún otro caballero. Son muchas posibilidades, demasiadas. ¿Alguien reconoce el castillo del fondo? Quizá sea un buen punto para comenzar...

Entonces mis ojos buscan a Athan y a Ryu y puedo sentir cómo algo de sangre continúa brotando, cálida. No es gran cosa, sencillamente restos de la batalla, y recuerdo lo duro que ha sido para todos. Me fijo un poco más en Ryu y niego con la cabeza.

Lamento no poder ayudar con tus heridas... nunca se me dieron bien los primeros auxilios.

Y finalmente me centro en Athan, pues ciertamente poco podría hacer ahora por Ryu.

Si no obtenemos nada, supongo que el norte podremos obtener información. Pero antes de impartir justicia, no debemos olvidar que somos unos caballeros de bronce y que nuestras acciones representan a la mismísima Atenea, así que habrá que obrar con sabiduría...

Aunque yo ande un poco escaso de eso... Me lamento en un fugaz pensamiento. Entonces me giro y busco algo con lo que comenzar a cavar.

Al menos démosle descanso al guardián, y con él al resto de almas que protegía. Se lo debemos.

Hablo sin mostrar demasiada empatía, esto era un hecho y la muerte, al parecer, algo a lo que debía de acostumbrarme. Quería ser útil para ellos, mis hermanos, y no el lastre que realmente soy. Sonrío, tratando de mostrar mi mejor cara ante la adversidad, aunque la sangre de mi rostro hace un flaco favor a ello.

Notas de juego

Gracias por esperar a que saliese de mi convalesensia convalesiente XD (sí, con s de stupid xD)

*De algún modo tengo que justificar decidir pasar de él xD

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01/12/2015, 20:33
Mikhail
Sólo para el director

¿Reconozco de algo a la chica o al castillo?

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07/12/2015, 14:25
Director

Notas de juego

No reconoces a la chica, y ni me había fijado que había un castillo. Así que. ;) nop tampoco lo reconoces.

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12/12/2015, 11:17
Mikhail

Dado que nadie me responde a lo de darle descanso al guardián, busco con la mirada algo que pudiera utilizar para ayudarme a cavar. Y entonces recuerdo, mi mirada se desvía un poco, tratando de aclarar mis memorias.

Me dijeron que, si algo salía mal... debíamos volver a Santuario. Allí sabrían qué debíamos hacer. Por mi parte la chica no me suena, y el castillo tampoco... sería dar palos de ciego. Y en el santuario podemos informar del incidente de la no ayuda... aunque probablemente ya lo sepan.

Comento a mis compañeros sin dejar de buscar algo para darle sepultura al hombre que ha sido nuestro guía y protector tanto tiempo.

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17/12/2015, 21:49
Ryu Kazama

La sola mención del Santuario, rememora las historias que contaba el Guardián de los legendarios caballeros de oro de Atenea y como habían luchado contra los enemigos de Atenea. Ahora nosotros tambien eramos caballeros y era nuestro turno de enfrentar a los seguidores de Hades. El Santuario parecía la elección correcta, si había un ejército de Atenea sería ahí.

-Me parece buena idea ir hacia el Santuario. Deberíamos partir cuanto antes, pero primero...

Busco un lugar adecuado y concentrando mi cosmos comienzo a lanzar golpes contra el suelo que acaban por abrir un agujero lo suficientemente grande como para poder dar sepultura a nuestro mentor.

Notas de juego

Los ataques al suelo los he puesto en plan roleo por que si tengo que tirar lo mas normal es que acabe pifiando y el suelo me mate. Tu dirás, master ¿tengo que tirar?. Cuando pongo que busco un lugar adecuado, me refiero a tierra normal y no piedra ni cosas así, con el extensión del aura al arma y haciendo ataques de área deberíamos ser capaces de romper el suelo sin problemas.
 

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21/12/2015, 12:51
Director

Una vez fuera del edificio y a pesar de sus heridas, ya que casi no se mantenía en pie, Ryu comenzó a golpear el suelo de manera precisa.
No tardó en hacer un agujero en el que cabía un cuerpo. Un lugar donde al menos pudiera descansar su guardian.

Por su parte Jean Paul y los demás hicieron algo parecido pero a mayor escala. Pues ninguno de los jovenes parecia querer dejar a la intemperie y sin una sepultura digna al resto de sirvientes del Refugio. Era lo menos que se merecian.

El trabajo no fue lo que se dice rápido. No el hacer los agujeros, eso era facil, si no el lelvar todos los cuerpos y luego taparlos. Aun así, cuando terminaron y vieron que la tarde ya se les había echado encima, estaban contentos consigo mismos. Tranquilos. Pues era algo que debía hacerse.

Lograron encontrar algo de provisiones y se dispusieron a abandonar el lugar que fue su hogar durante su infancia. Algunos no pudieron esconder sus lagrimas, otros las llevaban en el interior, pero cuando salieron por las puertas derribadas ninguno miró atrás. Tan sólo esperaban poder igualar las tornas con los ejercitos de Hades, algunos lo deseaban más que nada.

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28/12/2015, 12:07
Mikhail

Finalmente partimos, pero estoy seguro de que el pasado de mis compañeros les pesa, aunque no lo digan. Me preocupan, en particular Andreas, ha vuelto tan silencioso que casi da miedo. Athan por su parte da miedo, pero es mi amigo y con eso me basta. Ryu es un tipo duro, basta con ver lo rápido que ha hecho una tumba a puñetazos pese a su estado. Soy un caballero de bronce, pero aún estoy a años de ellos. No importa, daré lo mejor de mí mismo. Con ese pensamiento en mente, me fuerzo a sonreír. Hemos perdido al que podría considerarse nuestro padre y estoy seguro de que odiaría vernos mal. Por otro lado siento un cosquilleo... ¿Cómo será el Santuario? ¿Y ver a un Santo de Oro?

Notas de juego

¡PA SANTUARIO!

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16/01/2016, 22:04
Athan Dalaras

Para mi sorpresa Mikhail mencionó un lugar sagrado, y no cualquiera si no EL LUGAR, donde los caballeros dorados, los más poderosos y leales a la Diosa residían allí. No había escuchado mucho de como era, o quiénes lo habitaban, solamente leyendas que quizás rozaban la exageración. Aunque no había pensado más pronto que tarde descubriría hasta que punto de verdad habían en aquellas palabras.

Entonces tendremos que cambiar nuestro siguiente parada, iremos al Santuario, ya está decidido. 

Hicimos lo que estuviese en nuestra mano, pero demasiados cuerpos y sangre para tan pocas manos, y salvo yo el resto no estaban en su mejor momento. Sin contar el hecho que el tiempo apremiaba. Mis camaradas cavaron una tumba y por supuesto no me quedé atrás. Era el más reacio, pero más que nada porque no sabría de qué utilidad tendría.

Después de todo le dedicaría unas palabras a nuestro sabio y afectuoso protector, las más adecuadas que encontré. -Nuestro mentor y a la vez padre, así fue para nosotros el Guardián, proporcionándonos un hogar, cariño y conocimiento, cuidándonos hasta que el tiempo nos hiciese madurar los suficiente para valernos por nosotros mismos. - Hice una leve pausa casi imperceptible. - Y ese día ha llegado, él ha marcado el camino, y nos ha dado una oportunidad. No le decepcionaremos y cumplirmos su deseo. Le demostraremos que no se ha equivocado en absoluto al elegirnos. - Terminé mi breve discurso, breve pero contundente, no hubo lo más mínimo rastro de duda en mis palabras. Solamente contundencia, y determinación.

Descanse en paz, a partir de ahora nosotros nos ocuparemos del resto. - Añadí aquellas palabras de despedida que camuflaban en parte una promesa con un leve gesto de reverencia con los dedos. Otra promesa a mis espaldas, una promesa que tenía intención de cumplir a toda costa. Había mucho en juego, demasiado.

Bien, será mejor marcharnos, ya hemos hecho lo que estaba en nuestra mano. - Con fuerza cerré mi puño, los sirvientes de Hades pagarían  por la misma cantidad de vidas de inocentes perdidas aquí, por la sangre derramada, y por las lágrimas reprimidas. Con las provisiones recogidas, y con una silenciosa despedida no quise mirar atrás, demasiado difícil hacerlo, prefería dedicarme a mirar hacia delante, había una batalla que librar, y una guerra que ganar.