Partida Rol por web

La Guerra Interminable

Avalon - Inglaterra

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12/12/2014, 10:56
Director

La armadura pareció asentir a tus preguntas, aunque el gesto fue casi imperceptible. La Reina por su parte se había quedado quieta. Ni refunfuñaba, ni reia. Simplemente observaba.

No sucedió nada. La armadura no atacó, pero tampoco contestó a las preguntas de Athan. Simplemente se quedó allí mirando al joven.

Los cuerpos de las demás armaduras seguían en el sitio en que habían caido, cual muñecos rotos y abandonados.

- Tiradas (1)

Motivo: Turno 8

Tirada: 1d100

Resultado: 12(+80)=92

Notas de juego

Pues si no atacas, él tampoco. Se acaba el turno. Tira para el siguiente y si quieres hacer algo dilo.

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12/12/2014, 20:54
Athan Dalaras

No contestó a mis preguntas, estaba seguro que me había comprendido, que me había escuchado. Y en esta ocasión no pasó nada, ni él atacó ni yo tampoco. Parece ser que solamente se defendía, así que si mientras yo no atacara estaría salvo, más o menos. La mayor parte de la sangre que había manchado el suelo era mía, y también mi ropa estaba ensangrentada, hasta la armadura. Un golpe más y no lo contaría, y eso que tuve mucha suerte.

Atacar o rendimer ya no las consideraba opciones válidas, además que había usado tanto mi cosmo que estaba prácticamente agotado, en las últimas. Quise intentar una vez más detectar el suyo, el que no lo viera en tantas ocasiones me inquietaba. O no tenía, o era muy bueno ocultándolo.

- Tiradas (2)

Motivo: Turno 8

Tirada: 1d100

Resultado: 41(+65)=106

Motivo: Detectar Ki

Tirada: 1d100

Resultado: 83(+153)=236

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13/12/2014, 00:05
Director

Notas de juego

Lo siento. Sigues sin detectar nada. ;P

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13/12/2014, 00:06
Athan Dalaras

Nunca imaginé que el que no hiciera nada, y el no saber como actuar en estos casos me sentiría tan frustrado, impotente. Incluso me atrevería decir idiota. Y además seguía sin conseguir detectar cosmo en él, por lo cuál ya descarté que tuviese. ¿Pero cómo era eso posible? ¿Eres real? Cada vez lo dudaba más. No sangraba, no hablaba, era como estar delante de un espejo o algún reflejo.

No, no eres real. No tienes cosmo, por lo tanto tienes que ser un fantasma. - Le dije de forma desafiante. Aunque sus golpes fueron tan reales, el dolor también. -  O quizás eres un reflejo, ¿de mí tal vez? - Ya casi me lo creería a estas alturas. Debe ser la pérdida de sangre que nublaba mi razón.

Por mi parte no pensaba atacarle más, ya había tenido bastante. Retiré el sudor que caía por mi frente y la sangre que salía de mi boca. Algo fallaba, pero no en él, si no en mí. - Da igual lo que intente, no puedo vencerte, ni siquiera aún en plena forma podría y sin embargo sigo aquí, golpeándome una vez tras otra contra una pared. Tiene su gracia. - Comenté al final con una sonrisa burlona. Había que reconocer que la situación era irónica.

Mi determinación flaqueaba, ya no estaba tan decidido, cansado, incluso hastiado, ¿quizás debería replantar mi rendición? Lo descartaba.

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13/12/2014, 01:18
Director

La armadura escuchaba en silencio los comentarios de Athan. Seguía sin decir o hacer nada. Y en el momento de más desesperación del joven, miró a la Reina Maeve. Esta suspiró resignada.

Ays. Niño mio. Que cerca estas.
¿De verdad no lo ves? ¿De verdad que no sabes la verdad universal de esta vida?
¿Es que no ves lo que quiero que aprendas?

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13/12/2014, 01:23
Athan Dalaras

¿Qué se supone que es lo que quería decir la reina? Sus palabras tan ambiguas como a su vez tan cargadas de fuerza, me hicieron recapacitar. No estaba del todo mal desencaminado, pero seguía sin ser suficiente, la clave, tenía que dar con ella si quería acabar con esto antes de perder el sentido.

Cerré los ojos, y tomé mi tiempo para pensarlo, un detalle importante se me había escapado por completo. Y si era eso, era para avergonzarse. – Una prueba para evaluar no mi capacidad de combate, si no la capacidad de ver más allá. Y yo como un idiota perdiendo el tiempo usando mis ojos y oídos, incluso mis puños. Dejando de lado mi intuición, y no intentar en comprender. – Hice una pausa para recobrar fuerzas ya que el aliento me fallaba.

- Tenía que ver sin usar los sentidos conocidos, buscar el cosmos, el origen de la fuerza de uno. Incluso..¿de la vida? -  Quizás no lo había entendido todo, o quizás sí, pero lo que estaba seguro es que no tenía que haber atacado a lo loco sin pensar. - Fue un error atacarle sin pensar.

“Ser un caballero es más allá de llevar una armadura, de eso estoy seguro.”

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14/12/2014, 00:59
Director

Notas de juego

Entiendo que no vas a atacar, ¿verdad?

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14/12/2014, 01:00
Athan Dalaras

Notas de juego

Por ahora no, sólo diálogo, a ver por donde tira la cosa. Mi pj empieza a creer que es una ilusión, ¿sirve de algo? Al no detectar cosmos piensa que es un fantasma o algo así, un espejismo, no es real.

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14/12/2014, 01:08
Director

Notas de juego

No tienes ocultismo, que serviría para saber si hay algo parecido a un espejismo aparte de las tecnicas de combate. Y el hecho de que no detectaras el Cosmos en él podría ser un indicativo, y crees que si hubiese sido una tecnica la habrías detectado, pero las tortas recibidas han sido muy reales. Y no te has pegado a tí mismo. Eso lo sabes seguro.

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14/12/2014, 01:13
Athan Dalaras

Notas de juego

Por ahora solamente diálogo, el combate está descartado visto los resultados. Lo único que le queda es el quitarse la armadura porque cree que ha fracasado y no se la merece o admitir que es un rival imposible para él. Todavía lo estoy barajando.

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14/12/2014, 01:37
Athan Dalaras

Ya no sabía que pensar, tenía la sensación de que me alejaba más y más de la verdad que se escondía en aquella armadura. Si atacaba saldría mal parado, y solamente mi adversario pasaba a la ofensiva cuando yo lo hacía. - Eres como un espejo. - Comenté en un susurro. Tal vez sería cierto, tal vez no. - Como si luchase conmigo mismo. - No era exactamente así, sin embargo transmitía una sentimiento similar.

En aquella pelea me sentía perdido, como un ciego que tiene que encontrar un camino, misma sensación. Lo peor que podía pasar era que perdiese, o que acabara conmigo, pero si no hacía nada eso es lo que pasaría. Y si tenía alguna posibilidad por pequeña que fuese tendría que aprovecharla.

Finalmente me decidí, estaba cansado de sentirme frustrado y como un idiota, como si todo el mundo supiese la verdad menos yo. Con mis manos me quité el casco, tenía pensado quitarme la armadura completa, pero primero tenía que comprobar si lo que creía era cierto.

Después, tuve que tragarme mi orgullo, que ya había sido golpeado repetidamente, para decir lo siguiente. - Has dejado pasar oportunidades para atacarme, y solo te defiendes. No tengo ninguna razón para seguir luchando contigo. O mejor dicho, no tengo motivos para seguir atacándote. Lo que yo veo es un combate sin sentido. 

Tenía bastante claro que si le atacaba acabaría mal parado, si dejaba pasar el tiempo aquella situación se eternizaría. En aquel momento me hubiese gustado ser mucho más paciente y poseer un mejor criterio. - Todavía me falta mucho por aprender. - Dije más para mí mismo.

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14/12/2014, 02:46
Director

La Reina Maeve se levantó de su trono y mienstras hablaba chasqueó los dedos.

Bueno. Parece que no eres un caso perdido, después de todo. Y desde luego, te mereces llevar la armadura del Reloj.

La armadura azul que estaba delante de Athan desapareció como si nunca hubiese existido, parecia cosa de magia.

Lo que quiero que comprendas es lo siguiente. Siempre hay alguien más fuerte que tú. Es ley de vida. Y a veces no se puede pelear contra ese alguien. No se puede ganar.
No digo que haya que rendirse. Sé que no está en vuestra naturaleza. Pero ser un valiente no está reñido con ser inteligente.

Has superado mis expectativas Athan, Caballero del Reloj. Puedes marchar en paz de Avalon y con mi bendición.

Y con otro chasquido de sus dedos las heridas del joven dejaron de sangrar y empezaron a curarse. Aunque aun notaba que su cosmos seguía bajo, estaba mejor físicamente.

Notas de juego

Al final era más facil que todo eso. Simplemente tenías que no luchar.

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14/12/2014, 11:59
Athan Dalaras

Sus palabras me quitaron finalmente la molesta venda que tenía en mis ojos.- - Así que era eso. - Lo dije como si finalmente lo hubiese entendido por completo a pesar de haberme costado tanto. - Como ya dije, aún me falta mucho por crecer . - No me refería al cuerpo, si no a la mente, necesitaría cultivarla mucho más si quería superar los desafíos que pudieran surgir en mi nuevo camino.

 - Debería controlar mi arrojo y mi orgullo, podrían ser mi perdición. Y también evitar las peleas sin sentido, ya sea porque mi rival sea más fuerte que yo, o simplemente no tenga razón alguna para combatir contra ese alguien. Pese a que aquella reina me lo puso muy difícil durante tanto tiempo supe valorar el esfuerzo, por fin lo había conseguido. - Gracias alteza, sus palabras....significan mucho para mí. He aprendido mucho mientras estuve aquí.

Miré mis manos, mi cuerpo empezó a recuperarse o eso creía. - No la defraudaré. - Hice una reverencia a su alteza como despedí y me dispuse a abandonar aquella tierra tan misteriosa como difícil. Me sentía un hombre nuevo, cambiado, más fuerte, y también más capaz.

Ahora podría llamar el Santo de Bronce del Horologium. Mucha sangre derramada, mucho sudor invertido, y sentimientos amargos que tuve que controlar de alguna forma. Pero mereció la pena. Después de aquello tendría que fijarme una nueva meta. Regresaría a mi lugar natal, Grecia, el lugar donde residía el Santuario y comunicar al resto de mis compañeros mi logro. Eso me hizo preguntar qué tal le irían al resto y si también lo consiguieron.

Notas de juego

Por lo menos lo conseguí. En principio regresaría a Grecia, ¿no?

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14/12/2014, 13:25
Director

La Reina Maeve soltó una gran carcajada ante las palabras de Athan.

Oh niño mio. No es de mi de quien debes preocuparte de no defraudar. Si no a tí mismo.
Te espera un sendero peligroso. Y ya no estarás en mis dominios para poder protegerte.

Estarás solo ahí fuera. Cuidaté de los ardides del Oscuro. Y ten siempre una mente abierta, no te fies de nadie. Confía sólo en tus habilidades y entrenamiento. Aprende, sufre, crece en cuerpo y espiritu.

Y tal vez, sólo tal vez, podamos volver a vernos antes del final de los tiempos.

Un nuevo gesto de la Reina y la visión se te nubló. Cuando la recobraste estabas en un barco parecido al que te trajo a la isla. Cuando volviste la cabeza sólo podías ver niebla. Una niebla densa que no dejaba entrever nada en su interior.
Un marinero te informó que en unas horas llegarías a las costas frnacesas, y que allí te esperaría un carro.

Notas de juego

Bueno. Felicidades por haber terminado tú prólogo. Espero que te haya gustado.

Ahora te va a tocar esperar un poco. Hay otro que está a punto de acabar, otro que le quedo poco y otro que va muy retrasado. Pero quiero teneros más o menos a la par para lo siguiente.