Partida Rol por web

Y entonces abrís los ojos...

Estáis de nuevo en aquella pequeña casa de los trasgos, el mismo lugar donde Solkan hiciera su última aparición, y mientras vuestras miradas recuperan la lucidez para poder ver con nitidez, sentís como unas gruesas y firmes cuerdas rodean vuestras muñecas y piernas, impidiendo que las mováis.

Poco a poco, todo a vuestro alrededor se hace más claro, y no tardáis más que unos segundos en descubrir que tan solo vosotros tres habéis logrado volver de aquel lugar. Lucius no está, pero en su lugar, observáis dos rostros familiares, dos caras que ya habéis visto en otra ocasión, las sacerdotisa que en su día os apresaron. Ambas están a varios metros del lugar donde permanecéis estirados, y en silencio, os observan despertar mientras analizan cada uno de vuestros mínimos movimientos. Irina, la mujer de rojizos cabellos, sostiene la daga de Zenram en sus manos, ahora una simple daga de aspecto sucio y poco valioso. A su lado, veis la única fuente de luz, una lámpara.

Poco a poco, y haciendo un tremendo esfuerzo, pues os sentís mareados y extenuados, lográis incorporaros lo justo para acabar sentados. A parte de ellas y la lámpara, divisáis una bolsa de tela, grande, así como una buena cantidad de sangre seca que mancha la mayor parte del suelo.

Bienvenidos. - os saluda Ariana, clavando su mirada en la vuestra, sin permitir, ni por un instante, que su rostro, desafiante, varíe un solo ápice. - Nos alegra que hayais logrado volver, pero antes de que os liberemos, necesitamos saber que ha sucedido, cual ha sido la elección. - agrega, suspirando levemente, como si en aquel preciso instante estuviese realizando un duro esfuerzo.

Al ver el suspiro de esfuerzo de la sacerdotisa, sientes, percibes como a su alrededor fluye la magia. Sin duda, la mujer está manteniendo algún conjuro, aunque no sabes discernir cual...

 No,no,noooo...la daga,noooo

Despierto sobresaltado,sudando y con la respiración entrecortada.Tardo en darme cuenta donde me encuentro.El lugar me recuerda la cruel aparición de SOlkan,y el no menos cruel de mi asesinato al pequeño trasgo,que nos guió.

Observo  a Ariana,pero no logro saber quien es...

Corre, Noooo!!!! Grita el guerrero justo en el momento en que abre sus ojos, en su frente el sudor comienza a aflorar hasta que Zenram se da cuenta que no hay nadie persiguiéndole, cerca de allí, su amada, aun inconsciente... Al menos no hemos muerto y si lo hicimos la tortura posterior no incluye el separarnos... Es entonces cuando el guerrero repara en la mujer y en sus palabras las cuales no dejan de ser confusas aun cuando ya se imagina a lo que se refieren, tranquilamente el guerrero responde... Creo que el hecho de seguir con vida es prueba de nuestra elección, no lo crees?

Corro veloz, como me dice Él, no miro atrás, tan solo sigo adelante, rápida, Zenram me ha dado una oportunidad de vivir, de amar, Él me permite conservarla, el poder me inunda, nunca había sentido nada igual, me llena por completo, ahora sé con seguridad que si he de sacrificarme por mi amado no será en vano, sonrío mientras corro, Ella me alcanza, toca mi rostro, pero Él la vuelve a acosar, escapo, no sin cicatrices, pero no duele, es el precio a pagar por dejarla, me siento bien, realmente bien, le hago una promesa, al momento caigo...

Abro los ojos, estoy maniatada, miro al techo, una choza, busco con mi mirada a mi amado, Por favor, se que tienes que estar, veo a Ugluk y a su lado está Zenram, sonrío, suspiro aliviada, como puedo me incorporo, no noto ninguna presencia hasta que me requieren, la pregunta es sencilla, decir la verdad posiblemente conlleve la muerte o algo peor, pero estoy a salvo, Él me protege, además se lo debo, he de asumir las consecuencias sean cuales sean, una lágrima perla mi mejilla al recordar la traición de Ella, el poder que tanto atesoraba ha desaparecido, pero no tengo miedo, la sensación de bienestar es inmensa.

Renunciar a Ella, las palabras brotan como un torrente por mis labios, sin miedo, sin temor, sonrío mientras las pronuncio, así que ahora sois mis ex-hermanas podríamos decir, clavo mi mirada en Ariana, este es el regalo que me otorgó por servirla tan bien, bajo la mirada a mi cicatriz, la llevaré con orgullo.

Intenta hacer algún tipo de hechizo, preparo mis defensas, temo por mis compañeros, bien, ya me tenéis donde queríais, a ellos supongo que no los necesitáis, así que si no os sabe mal, que se vayan, y gustosa responderé a vuestras preguntas.

Uno a una vais reaccionando a la presencia de las sacerdotisas, pero tan solo Zenram y Daenerys osan alzar la voz, algo débil. Ugluk, se mantiene en silencio, observando. Cuando el rostro de Daenerys desciende, lográis divisar una fea cicatriz o quemadura en una de sus mejillas, negra y de aspecto doloroso, que no existía antes de vuestro difícil y último viaje.

Las sacerdotisas escuchan vuestras palabras, y se permiten una leve y sorprendente mueca de agrado, y, creéis, o al menos esas sensación os da, que aliviadas, se miran entre ellas, al parecer compartiendo una información que no lográis escuchar.

Al ver la cicatriz en el rostro de Daenerys, la rabia y la impotencia parecen preparadas para abordarte, pero en ese instante, mientras la miras, sientes una cruel punzada de dolor allí donde Ella te toco...

Al ver la cicatriz en el rostro de Daenerys, tus recuerdos vuelan a tu ultima vivencia, e irremediablemente recuerdas el roce de Ella en tu brazo derecho, donde, de repente, sientes pequeñas, aunque tolerables, punzadas de dolor...

No, Daenerys, ahora es cuando realmente somos hermanas. Ambas os damos la bienvenida, pues ahora, Ella ya no rige vuestro destino. - afirma, devolviendo su mirada hacia vosotros, y con su rostro, ahora si mostrando un intenso cansancio una este abandona su desafiante expresión. - Como nosotras, sois libres de su maldad.

No gastes más fuerza, hermana. Guarda silencio y deja que yo hable. - interviene Irina, con voz tranquila pero sin duda preocupada, logrando que Ariana asienta, al parecer de acuerdo.

Llevamos casi tres días velando por vosotros, pero parece que el esfuerzo y el sacrificio han valido la pena. Ahora, tenemos muchas cosas que contaros, quizás más de las que podemos comunicaros en el poco tiempo que nos queda, así que os pedimos paciencia y sobretodo que nos otorguéis la oportunidad de explicarnos. Si es así, no tendremos inconveniente en liberaros. - Con una leve sonrisa, la sacerdotisas se pone en pie, acercándose a vuestra posición, donde os observa, expectante y a la espera de vuestras palabras.

La información otorgada me deja estupefacta, perpleja ante la situación, que nueva forma de manipulación es esta, así que hermanas?, e imagino que sino hubiésemos contestado lo que queríais escuchar, hubiésemos perecido a vuestras manos, les digo con un deje de ironía en la voz, soy toda oídos, aunque me gustaría hablar en privado contigo Ariana, querida hermana, hay cosas que no tengo claro, quizás puedas ayudarme a entenderlas, quizás...

Vuelvo a mirar a mi amado, llenándome de él y alzo ligeramente la vista por un instante, gracias nuevamente por traerlo.

 Estará enamorada,realmente?

Pienso al ver el gesto cariñoso entre los enamorados.

Escucho antentamente a las sacerdotisas,que aunque me suenan de algo,no logro recordar más que un roce.

Y bién,por que seguimos con vida?

El guerrero siente un punzante dolor en su pecho que sin embargo es mucho menos intenso que el placer que le embarga al saber que su amada continua con vida, sus músculos se tensan un poco como probando las cuerdas y comprueba satisfecho que de ser necesario podría romperlas sin demasiada dificultad. Pues si ahora son sus hermanas lo mejor que pueden hacer es liberarnos pues mucho me temo que lo que hemos hecho muy pronto tendrá consecuencias no solo para nosotros sino para todo Azerandos, hemos venido aquí a rescatar a alguien que ustedes tenían prisionero pero o mucho me equivoco o ahora seria lo peor que podríamos hacer...

Ante un gesto afirmativo por parte de Ariana, Irina hace uso de la daga de Zenram, y con facilidad, corta las cuerdas que os tienen inmovilizados. Acto seguido, y sin dejar de observaros, le tiende el arma al guerrero.

Esto es tuyo, aunque ahora no se parece en nada a lo que era hace un día. - afirma, antes de dar varios pasos atrás, reuniéndose con su compañera.

Ahora que sois libres, debemos deciros algunas cosas, importantes. Primero, y por si no lo habéis deducido aún, nosotras no somos Sacerdotisas de esa bruja. Nuestra alma, así como nuestra fe, no le pertenece ni le perteneció jamás. Y por ello, estamos aquí, para ayudaros todo... toso y vuestros actos.

Dada la información, Irina guarda silencio, dejando que entendáis lo que ello supone, lo que esa información implica teniendo en cuenta lo sucedido desde vuestra llegada al pueblo de Astraf y las acusaciones vertidas sobre vosotros, en especial la del asesinato de una de sus compañeras.

Tras unos segundos, largos segundos, la pelirroja parece dispuesta a volver a hablar, pero finalmente calla, al parecer permitiendo que seáis vosotros quienes lo hagáis antes de que ella continúe.

 Ugluk no paraba de observar y escuchar a la sacerdotisas,serio y pensativo.

Así que son ellas...

EN cuanto la sacerdotisa pelirroja,termina de hablar,Ugluk a probecha la oportunidad para decir:

Me parece perfecto que queráis ayudarnos,mucho me temo que nos queráis utilizar,como nos utilizaron a nosotros.AL menos a mi,ya que me ofrecieron espiaros,como bien recordaréis...