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La hora cero (DM 05/2021)

La hora cero (III)

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28/05/2021, 21:58
Narrador

El trayecto por el bosque fue tranquilo. Quizás demasiado, pues el silencio que reinaba en aquel lugar era similar al de un camposanto. El calor había hecho que los animales se refugiasen de la influencia del astro rey, pero no en aquel lugar. Se habían ido, hace algún tiempo.

Algunos árboles mostraban marcas, que sin lugar a duda Karl y Martha reconocieron. Los tentáculos de aquellas extrañas criaturas habían mellado la madera e incluso habían tumbado algún árbol hueco o demasiado joven para resistir el envite.

Un extraño sonido se deslizó entre las hojas y ambos cónyuges notaron como se les ponía la carne de gallina. Era un presagio de muerte.

Una vez que llegaron a la entrada de la cueva, comprobaron que no estaba vigilada. De su interior se escucharon unos susurros. Voces infantiles mezcladas en una cacofonía entonan una extraña canción.

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29/05/2021, 02:17
Karl Stevenson

El silencio, la antesala del peor de los panoramas.

Karl empuñaba el revólver con firmeza, mientras caminaba unos pasos por delante de su mujer, abarcando con la mirada todo el terreno que se extendía frente a ellos. De prometerse, minutos atrás, no coger un arma nunca más, a tener que sujetar otra. Así estaban las cosas. Sin embargo, era inevitable. Si querían terminar de una vez con el mal que asolaba el pueblo y que probablemente se extendería hacia otros lugares de la región, necesitaban algo para defenderse. Y tal vez no fuese suficiente con eso. No sabían lo que se iban a encontrar dentro de la cueva. Qué clase de ser(es) les recibirían en el interior de esa cueva, desencadenante del horror en Pleasentville.

Los rayos de sol eran inclementes, azotando sus cuerpos sin compasión; el calor estaba provocando que la travesía se volviera aún más dura. Entonces, fue cuando se escuchó ese extraño ruido que le erizó el vello de la piel. Desconocía su origen, pero no presagiaba nada bueno. Continuaron caminando, prestos, hasta plantarse en la cueva de la que surgían voces susurradas y un cántico que desconocía. Se dio media vuelta, sujetando la mano de Martha con suavidad. "Es demasiada responsabilidad para los dos" —se dijo.

Cariño... No tienes por qué entrar si no quieres —le comentó, acariciando brevemente el dorso de la mano—. No sabemos lo que nos espera ahí dentro. Solo sé que quiero acabar con esto ya —murmuró, amartillando el arma. Seis balas en el tambor preparadas para lo que viniera.

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29/05/2021, 22:20
Martha Stevenson

Martha había pillado un buen bate de beisbol que le serviría para la labor, ella no se veía empuñando un arma y disparando como su esposo porque era más de lo físico. Así que mientras viajaron por ese extenso camino, claramente adentrándose al bosque, pudo notar como la ausencia de los animales reveló el panorama y el desastre que la criatura había provocado. Esto le daba muchísima mala espina, pero no tenían más opciones que hacerle frente. 

Por ello cuando se detuvo el auto, el camino era más que distinguible debido a las huellas que iba dejando esa cosa con sus tentáculos y ante las palabras de Karl, ella lo miró y negó con un gesto de cabeza. 

No amor mío, de a dos. 

Y tras dejar un dulce beso en los labios, miró a sus chiquillos. 

No salgan de aquí, no abran la puerta por más que estemos tardando y mantengan apenas el vidrio bajo para que siempre tengan aire—dijo a modo de consejo—. Los quiero mis niños, con papá terminaremos de una vez con esto. Ya verán. 

Ya sin más que decir, Martha Stevenson salió con su bate y ese vestido bonito de satén. Los tacones claramente iban incluidos, ella no perdería demasiado el glamour pese a la situación y las manchas de la sangre del bicho que tenía en la tela. Lo importante ahora era que debían adentrarse, así que linterna, armas y coraje. Sólo eso. 

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29/05/2021, 23:59
Narrador

El matrimonio Stevenson se acercó con cautela a la cueva. Su entrada no era tan amplia como habían esperado y tuvieron que entrar encorvados. La única galería se bifurcó a los pocos metros. El camino principal terminó en una gruesa pared de roca, que sin duda se trataba de algún derrumbamiento antiguo.

Del túnel que se desvió a la izquierda se podían escuchar los cánticos de los niños, además de una luminiscencia verdosa y un ligero hedor que flotaba en el ambiente.

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30/05/2021, 00:12
Narrador

Los intrusos en la cueva se asomaron desde la esquina para ver lo que sucedía en el camino de la izquierda. Lo que vieron les hizo abrir los ojos como platos. Los niños se encontraban sentados en el suelo, formando un semicírculo frente a una entidad aterradora.

Dicha entidad permanecía en la oscuridad, salvo por la luminiscencia que emitía un cristal de múltiples facetas, que tenía incrustado en la frente. Aquella criatura de rostro infantil y cuerpo rechoncho, estaba rodeado de un hedor cada vez más apestoso. Varios tentáculos surgían de su espalda. Aunque poseía brazos y piernas de escasa longitud, dotados de pies y manos de dedos cortos, era incapaz de caminar o de sujetar objetos con sus manos. Estaba claro que para ello usaba sus tentáculos.

Aquella grotesca figura, que tenía una vaga similitud con sus fieles, babeó mientras emitía un gorjeo de satisfacción.

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30/05/2021, 13:29
Karl Stevenson

Aquello era el horror personificado. Karl se mantuvo en su escondrijo, con su esposa al lado, observando desde una esquina lo que sucedía con la extraña criatura y su grupo de fieles e infantes adeptos; parecía una especie de ritual o credo que estaban llevando a cabo justo en ese momento en el interior de la cueva. Los ojos del hombre se fueron directos al cristal que emanaba ese color verdoso de diferentes tonalidades. ¿Sería una especie de fuente de energía con la que conseguía controlar las frágiles mentes de los pequeños? Ya no sabía en qué creer. Pero sí que vio la oportunidad de atacar porque esa cosa estaba despistada y en una especie de trance. Debían acabar de una vez por todas con el asunto. Sin importar que pudiera tener un vago aspecto similar al de un niño.

Eh, tú. Cosa del demonio... —dijo, con una mueca de enfado, mientras salía de su escondite, para quedar a la vista de todos—. ¡Deja en paz a los niños del pueblo y vuelve al lugar del que nunca debiste salir! —sentenció, apuntando con el revólver al cristal de su frente. Cerró un ojo para calibrar el disparo y... apretó el gatillo. 

- Tiradas (1)
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30/05/2021, 22:08
Narrador

Apuntar al cristal que estaba incrustado en la frente de la criatura fue fácil, era el único punto de luz que había en la cueva. La detonación de la pólvora inundó la oquedad, su aroma se perdió entre la pestilencia. Todos los infantes se taparon los oídos y dejaron de cantar, cayendo al suelo.

La criatura emitió un lamento muy similar al llanto de un bebé y se desplazó hacia adelante usando sus tentáculos. Era una bestia babeante y enfurecida. Pasó entre sus fieles sin hacerles daño, pues su intención era arrebatarle la vida a su agresor.

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30/05/2021, 22:16
Director
Sólo para el director

Notas de juego

Alienígena herido leve.

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30/05/2021, 23:52
Martha Stevenson

Su esposo estaba decidido y ella también, así que no tardaron nada en verdad para adentrarse a esa cueva llena de oscuridad y perturbación. No le gustaba para nada como se veía, pero Martha era consciente de que esto debía acabarse cuanto antes por una simple razón: Esos niños que allí estaban como en trance y sus hijos, los cuales podían estar expuestos de la misma manera que aquellos sentados en círculo. 

Por esa razón tras la acción del disparo, no dudó en adelantarse para golpear con el bate de beisbol una vez la criatura reaccionó al ataque. Quería dejarla medio tonta así Karl podía vaciar si era necesario el cargador en ella. Lo que sea era capaz de hacer, incluso si la vida dependiera de ello. 

- Tiradas (1)
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31/05/2021, 00:04
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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31/05/2021, 00:04
Director
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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31/05/2021, 00:05
Narrador

Tras el disparo y el breve aturdimiento que pudiese haber sufrido, Martha se adelantó entre los cuerpos de los infantes catatónicos. Reunió sus fuerzas y golpeó al extraño ser con un bate de beisbol. Tan sólo consiguió enfurecer a la criatura y que su llanto sonase más fuerte.

Aquel ser se movió con la celeridad del rayo y asió a la mujer con uno de sus tentáculos, oprimiendo con una fuerza inaudita su frágil cuerpo. Apretando sin piedad hasta dejarla sin aire. Sin más abrió su boca, hasta que alcanzó un tamaño desmesurado y trató de engullirla de un solo bocado.

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31/05/2021, 00:15
Director

Notas de juego

Martha pasa a tener una herida seria.

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31/05/2021, 00:24
Karl Stevenson

Realmente creía que el disparo al cristal iba a ser suficiente para acabar con ella, pero estaba muy equivocado. A pesar de que los niños se habían caído al suelo al unísono como marionetas desmadejadas, la criatura no se había resentido al impacto de la bala y se acercaba amenazante hacia él agitando sus tentáculos. Karl tiró del martillo del revólver hacia atrás e introdujo una nueva bala en la recámara. El hombre observó por el rabillo del ojo el intrépido movimiento de su esposa, quien se lanzó bate en mano para pegarle un batazo al ser. Lo que ocurrió después le dejó estupefacto.

¡Cariño, cuidado! —trató de advertirla cuando uno de los tentáculos la atrapó, haciendo presión sobre su cuerpo para asfixiarla.

Enfurecido y conmocionado, sintiendo que la adrenalina recorría cada poro de su piel, al ver lo que intentaba hacer con su bella mujer, Karl no se lo pensó ni un segundo más. Volvió a apuntar al cristal y disparó sin miramientos. Confiaba en que ese fuera su punto débil, porque de lo contrario Martha estaría en verdaderos apuros.

- Tiradas (1)
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31/05/2021, 00:35
Narrador

La segunda bala salió rugiendo al apretar el gatillo y su detonación se impuso al balbuceante parloteo de la criatura, al igual que el aroma de la pólvora se impuso brevemente a su hedor. El cristal facetado recibió el impacto y soltó muchas esquirlas. Aun así la criatura no se amilanó y siguió apretando a su presa.

Un hilo de sangre brotó de su boca, manchado su rostro infantil.

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31/05/2021, 00:58
Martha Stevenson

Estaba por ser engullida por esa cosa y no había forma de salvarse de esta, así que no había duda. Cogió con sus manos la boca de este bicho y busco arrancar lo que sea que tuviera dentro. Le daba igual morir, pero lo destrozaría de aquella manera, por más asco que le esté dando. Tal vez la lengua o algo más vulnerable, Martha se las arreglará. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto el punto de drama

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31/05/2021, 01:16
Karl Stevenson

"¡Es imposible!" —pensó al comprobar que el cristal solo se resquebrajaba, pero sin romperse en añicos por completo. La criatura seguía apretando el tentáculo sobre la cintura de Martha, inmovilizándola y haciendo que sus fuerzas se fueran desvaneciendo lentamente. De repente su mujer, con la mirada ida, pareció estar poseída por un espíritu salvaje, porque intentó arrancar de cuajo algún órgano del ser. Era como si cualquier rastro de humanidad en su esposa hubiese desaparecido y se comportara de un modo salvaje, sádico incluso. Tal vez la clave para vencer a una criatura que se alimentaba de la fragilidad de la mente y del temor, fuese esa misma; había que ponerse a su altura. 

Suelta a mi esposa... ¡Maldito cabrón! —gritó, a pleno pulmón, asiendo uno de los tentáculos con fuerza para separarlo del resto de su cuerpo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
31/05/2021, 11:39
Director
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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31/05/2021, 11:40
Director
Sólo para el director
- Tiradas (5)
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31/05/2021, 11:50
Narrador

Martha, envalentonada y con el último aliento que le quedaba antes de ser engullida, asió con fuerza la úvula de la criatura con la intención de arrancársela. Sus fuerzas eran escasas y no consiguió su propósito. Aun así el monstruoso ser no consiguió comérsela, pues el bate de beisbol se quedo atascado en su boca, impidiendo que cerrase las mandíbulas.
Aunque aquel pedazo de madera tan bien trabajado, no duraría mucho.

Por su parte Karl asió con fuerza uno de los tentáculos con los que el ser constreñía a su esposa. Estaba decidido a terminar con todo aquel asunto y salvar a su mujer.