Partida Rol por web

La flecha disparada por Sheila atraviesa el ojo de uno de esos seres, que cae de bruces contra el suelo, mientras los otros tres se abalanzan sobre Matías, Ea y Juanjo.

Ea consigue esquivar a su perseguidor y se adentra en el apartamento, agarrando una silla que se encontraba junto a la puerta principal (en el hall). Mientras lleva a cabo su acción, uno de los zombies se abalanza sobre ella, dispuesto a morderla. Matías falla en su intento de acabar con otro de los zmobies, y este se le echa encima dispuesto a acabar con él.

Solo Juanjo tiene algo más de éxito y acaba con su atacante de un golpe en la cabeza, aunque la imagen lo deja bastante aturdido y no puede evitar dar unos pasos hacia atrás y alejarse un poco de la violenta escena...

Me abalancé hacia un zombie con mi cuchillo y me dirigí hacia su cuello para matarlo. Con el cuchillo en alto y corriendo me tiré encima y puf!

Disparo una nueva flecha al zombie restante, el cual cae rotundamente en el suelo...

Ahora sí, acabais con el resto de enemigos. Mientras Juanjo y Matías retiran los cadaveres de la puerta, Sheila recupera las dos flechas que ha disparado...  una pena las que no pudo recuperar anteriormente.

Con el camino despejado podeis poner en marcha el plan que os llevó a entrar en el apartamento en primer lugar, distraer a los zombies para que Ea pueda hacer un puente a uno de los coches y salir de allí, esperando encontrar algo que os sea útil en la siguiente parada...

- Ufff, por que poco. – exclamó al conseguir esquivar la mordedura del zombi y ver como Sheila acababa con él. – Gracias. – la muchacha rubia parece que se había convertido en su ángel de la guarda.

- Bueno, hagamos lo que hemos venido a hacer. Tened cuidado, no vaya a ser que haya más de esos bichos aquí dentro. Busquemos cualquier cosa que haga ruido, si puede ser algo que permanezca haciendo ruido mientras nosotros nos vamos del edificio mejor, como una radio o algo así. – dicho esto, se dirigió hacia el interior de la vivienda, bate en mano y comenzó a buscar cualquier aparato que hiciera bastante ruido y que pudiera dejar funcionando.

- Bien chicos, ¿vamos allá? Hay que salir de este sitio ya.

Comprobamos mejor el lugar y una vez que todo listo nos preparamos para llevar a cabo el plan...

Ea y Matías poneros en el portal de la puerta. En cuanto os demos la señal, Ea sal rápidamente hacia el coche y haz lo propio. Ya sabes, si consigues arrancarlo sin problema tienes que ponerlo justo delante del portal para que entremos sin problemas y obstaculizar cualquier zombie que nos quiera coger.

Matías, no hace falta que busques nada que haga ruido, yo seré el señuelo con mi cuerpo, además no queremos a atraer a mas de los necesarios, deja al resto lejos. Ahora, dentro del plan, tu seras el encargado de la puerta del edificio. Si Ea necesita volver tendrás que abrirle y cerrarla rápidamente. Si hay algún zombie que la obstaculice tendrás avisaras y tendremos que ocuparnos de el antes de que llegue Ea.

Juanjo, tu yo a la ventana ya. No tenemos que dar voces ni nada por el estilo, solo atraedlos con el ruido suficientes y que se queden intentando entrar para alcanzarnos, por lo que estaremos hablándoles y en continuo movimiento.

Que todos tengas sus pertenencias preparadas y sus armas listas para cualquier emergencia. ¡Adelante!

Una vez que todos están en sus puestos, me dirijo a la ventana, la abro y empiezo a atraer a los 5 zombies que había por allí con palabras y gestos. Iré subiendo gradualmente la intensidad del ruido hasta que hayan caído los cinco en la trampa. Cuando ello ocurra y estén en la ventana, haré el gesto a Matías para que Ea se marche...

Era mi turno. Primero visualicé en mi cabeza lo que tenía que hacer. Correr hacia el coche, abrirlo y hacer el puente. Fácil.

Abrí la puerta y me fui hacia el coche pasando desapercibida. Luego abrí el coche y me puse dentro. Una vez dentro, solo tenía que coger los cables y cruzarlos entre ellos.

Parece que Sheila, en un intento por agilizar la situación, se ha puesto al frente del grupo, convirtiendose en la lider del mismo. Su plan parece estar bien pensado y elaborado, y una vez que han acabado con las amenazas, nada les impide ponerlo en marcha.

Juanjo y ella se acercan a la ventana, la abren y empiezan a hacer ruido para atraer a los zombies más cercanos primero, y después al resto. Juanjo está un poco nervioso y su tono es demasiado alto, pero parece dar resultado, ya que los cinco zombies empiezan a caminar hacia la ventana con paso lento. Una vez llegan allí, intentan alcanzar a Juanjo y a Sheila, pero los barrotes de la ventana se lo impide.

En ese momento Sheila hace la señal a Matias, que se encontraba en el vestibulo, para que empiece la fase 2 del plan. Matías corre a la puerta, le hace una señal a Ea, y abre la puerta. Su compañera entonces empieza a correr como alma que lleva el diablo hacia el coche, que se encontraba a unos pocos metros. Nada más salir, la puerta del edificio se cierra tras ella.

Ahora todo dependía de Ea. Llegar al coche fue sencillo, el entrenamiento militar le había enseñado a desenvolverse en situaciones como esta. La parte dificil venía ahora...

Al estar la ventanilla abierta, Ea accedió al coche sin problemas. Una vez dentro, sacó los cables y comenzó con el trabajo. Estaba un poco más oxidada de lo que quería reconocer, pero al final el coche arrancó. El problema es que los zombies también lo escucharon, y empezaron a alejarse de la ventana. Aun así, el plan iba muy bien, y Sheila y Juanjo corrieron hacia la entrada, donde Matías les estaba esperando con la puerta entreabierta. Los zombies eran más lentos lo que les dio los segundos de ventaja que necesitaban.

El coche dió la vuelta, Sheila y Juanjo salieron disparados a los asientos traseros, y Matías instantes después al asiento del copiloto. Acto seguido, Ea empezó a acelerar y les alejó de aquella casa.

El plan había salido a la perfección. Sheila no parecía desenvolverse mal en este tipo de situaciones y eso, unido a la habilidad de la militar, les hacían mantenerse con vida. Matías no era un chico que se arrugara en estas situaciones, no como Juanjo, pero sabía cuando debía dejar que otras personas tomaran las decisiones, siempre que éstas fueran las correctas.

Corrió todo lo que pudo, intentando cubrir la escapada de Sheila y Juanjo hasta que llegó al coche y logró subirse. – Dale Ea! Que el coche es robao!... Siempre quise decir esto, jeje. – no era el momento ni el lugar de soltar una gracieta, pero si no lo decía explotaba.  – Bien. – carraspeó. - ¿Hacia dónde nos dirigimos? Yo barajaría dos opciones. Ea, tu no pares ehh… .- comentó interrumpiéndose a si mismo. – O bien el hospital, o bien la comisaría. El primero porque seguramente allí haya mas supervivientes y por que podríamos coger “prestado” algunos medicamentos. La comisaría, porque allí están los defensores de la ley… ellos sabrán que hacer. ¿No?.-