Partida Rol por web

-Una dama bendecida con la belleza de las hadas y proveniente de la corte del Rey Roble... ¡Vaya, vaya!--medita Hadarai atento a la conversación entre su compañera y el preso--¿Y se casa con un vulgar molinero? ¡Mmm! O este hombre no es lo que parece o es cierto aquello de que el amor es ciego, me temo.

-Sí, por favor, cuentanos por qué sabes que trataron de ahogarla y que, por ejemplo, no fue un intento de suicidio--anima el mago eladrín al humano para que continue hablando--Y luego sobre la desaparición, ¿dónde se produjo? ¿En el templo mientras la atendían o una vez ya había regresado a casa?

Se que la trataron de ahogar porque la encontré inconsciente flotando en el río, mi señora. ¿Por qué querria suicidarse? Estoy seguro que fue alguien, ella me contó que la arrastraron al río, y no tengo por qué dudar de mi amada Ellessandra. Mi esposa nunca fue muy bien recibida en Riverbend.
A los pocos días de suceder esto fue cuando ella desapareció, puede que a manos del mismo malandrín o puede que de alguno de los trasgos que últimamente asaltan los caminos.

Cita:

¡Trasgos!, repite Aelar en tono neutro, y todos pueden ver que, inconscientemente, su mano izquierda se cierra sobre la empuñadura de su espada a la vez que sus labios se curvan en una sonrisa feral.

Mi buen Froderick, ¿de dónde pueden salir esos trasgos? Y ya puestos, ¿de dónde procede tu esposa, es una elfa nativa de aquí, o procede de las tierras Salvajes de las hadas?

Cita :

Sureya se ha mantenido en un discreto segundo plano, pero no puede reprimir el impulso de participar en la conversación:

- ¿Y no te dijo quien la arrastró? Algo tuvo que ver o notar, ¿Cuantos eran? ¿Hablaban? ¿La conocían?

Mientras ekl interrogatorio se sucedía, Faust observaba con atención la escena, en un silencioso segundo plano. Él mismo se había enconteado en una situación muy similar tras una terrible pérdida, y sabía lo horrible que podía resultar. Añadir una voz más a la conversación no haría sino perjudicar su buen desarrollo y agobiar más al molinero.

Ella no supo mucho más, fue asaltada a traición y por la espalda. Respecto a los trasgos, supongo que vendrán el resto de seres feericos, pero desconozco el lugar exacto.

Cita:

.
Ya me lo figuro, pero seguro que tendrás una idea aproximada. No nos has aclarado si tu esposa es de aquí o de allá, por cierto.

Nadie duda del origen feerico de mi Elassandra, pero ella no pertenece a la corte del Rey del Río, sino a la de otro rey. No sé cual es el lugar de entrada de estos seres os dice Froderik

Os dais cuenta como el molinero duda momentaneamente al afirmar que no conoce de donde vienen las hadas.

-¡Ejem! ¡Ejem! ¿Cómo dices?--inquiere Hadarai metiendo a conciencia el dedo en la llaga--¿Has dicho "yo" sé cuál es el lugar de entrada de esos seres?

-Creo que sí, ¿no? Pues nada. Una buena manera de ayudarte a salvar el pellejo, si no la única, sería contárnoslo con todo lujo de detalles, me temo.

Veamos, amigo Froderick, continua Aelar en tono casual. No sé si te das cuenta de cómo están las cosas. Si nadie hace nada para evitarlo, el condestable te colgará como culpable de la desaparición y posible muerte de tu esposa. Y los únicos que estamos aquí y ahora en posición de hacer ese "algo" somos nosotros que, casualmente, aún no hemos hecho la buena acción del mes.

Ahora bien, si nos facilitas -y rapidito- la manera de llegar a las tierras salvajes de las Hadas a través del portal que conoces (y por el que probablemente vino tu Ellesandra), a lo mejor la encontramos con vida, a lo mejor la rescatamos, y a lo mejor volvemos con ella a tiempo de impedir que bailes al extremo de una soga.

¿Qué te parece, a que es genial?

Teneis razón. Puede que vosotros seais mi única esperanza. Lo mantengo oculto porque no sé como actuaría la gente de este pueblo si supieran que el acceso a los reinos de las hadas está bajo las aguas del estanque junto a mi molino. os dice avergonzado Froderick.

Cita:

Ajá, asiente Aelar, eso encaja. Los ataques de los goblin a las lavanderas, la aparición del bugbear, la propia desaparición de Ellesandra, ... Todo junto al río y cerca del portal. Muy bien. Froderick, ¿y qué hay que hacer para acceder?

Mientras espera la respuesta del molinero, Aelar llama al guardia: Mi buen Maese Pelham: vamos a seguir investigando el caso por lo que, cuando llegue vuestro relevo, os pedimos que tengáis la bondad de ir a rogar de nuestra parte al condestable, que se abstenga de ejecutar a Froderick por lo menos hasta nuestro regreso con más información sobre el caso. Teniendo el cuenta el interés que nos estamos tomando por este tema, sería una descortesía por su parte que [saca su espada larga y examina el filo de forma casual antes de volverla a envainar] podría acarrear consecuencias inesperadas.

Repentinamente y al ver la reacción amenazadora de la elfa, como si fuese una persona perfectamente normal después de todo, pero con unos reflejos dignos de una lagatija, Faust frenó la muñeca de Aelar y añadió en impecable dicción y sin trastabillarse:

-Y es que nosotros puede que no seamos aquí la justicia, pero sería lamentable que el condestable tuviera que explicar por qué ajustició a un hombre inocente con pruebas insuficientes, en lugar de permitir que se pudriera en su calabozo hasta aclararse el caso, cuando, muy probablemente en breve, aparezcamos con pruebas indicativas de ello. Y si al pueblo no le importara, que lo dudo, estoy bastante más seguro de la importancia que le daría la Orden de Melora de ello.- musitó terminando la frase en una sonrisa tan angelical como desequilibrada.

Luego se volvió hacia el molinero y mirándolo muy fijamente indicó:

-Continúa.

- Nadie pierde nada por mantenerlo encarcelado mientras investigamos. El riesgo es matar a un inocente sin pruebas de su culpabilidad... y el condestable es la máxima autoridad aquí, pero seguro que al Rey no le gusta esa forma de administrar justicia entre sus súdbitos, luego hay malestar y terminan cambiando de rey...

Cita:

Aelar aceptó graciosamente el gesto de Faust, con un simple comentario: Buenos reflejos.

Luego chasqueó la lengua y dijo al grupo: ¿Vamos?

-Sí, vamos--asiente Hadarai satisfecho con la respuesta del molinero--Será mejor que nos pongamos manos a la obra para tratar de arreglar buenamente todo este desaguisado.

-Ojalá sea cierto lo que nos has contado--comenta el mago eladrín volviéndose hacia el hombre antes de salir de la celda--y, sobre todo, ojalá podamos ayudarte a demostrarlo. ¡Hasta pronto!

Lo siento, mi buena señora, desconozco como entran y salen del lago las hadas y trasgos. Le juro que esta es la verdad. contesta Froderik a la pregunta de Aelar.