Partida Rol por web

Llega el turno de vuestra guardia. Serían dos horas antes de que tuvierais que despertar a Volgar y Sato. Vais al centro del campamento y ves como Argus reaviva la fogata. Te costó dormir de la cantidad de preguntas que se te amontonan en tu cabecita, y esperabas que Argus las respondiera pero... ¿cómo le preguntas?

Me levanto para mi guardia, quedaban unas pocas horas para el amanecer, pero tampoco me importaba. A la que creo que si le importaba era a mi  hurona Michi, la cual estaba durmiendo encima de mi pecho y se metió dentro de mi chaleco para estar más a gusto durmiendo. "Dormilona interesada" pensé, aunque no es que me molestara que lo hiciera, en parte era culpa mía ya que la acostumbré desde pequeña. Preparo el fuego, avivandolo un poco para que no se terminara de apagar y me siento mirándolo y estando atento a cualquier movimiento o sonido extraño.

Me quede mirando el fuego, y a mi mente venían imágenes no muy gratificantes... imágenes del pasado. Mi puño se aprieta de tal manera, que si apretara algo más fijo que lo haría sangrar.

Ester bostezó ampliamente. Mira que lo había dicho, que ella prefería la última o la primera guardia, ¡pero nooooo, habían pasado de ella y le habían asignado la tercera guardia! Meh, haga usted amigos para esto... Pero bueno, no valía la pena llorar por la leche derramada, ya se encargaría de echarse una siesta al día siguiente si tenía demasiado sueño. Además, tenía otro asunto del que ocuparse más importante que reñir a sus compañeros por no concederle un capricho.

 -Bueno, ¿me vas a contar lo que te pasa o prefieres no hacerlo? Porque la archimaga me ha pedido que cuide de ti y te vigile, pero no sé de qué tengo que cuidarte ni qué tengo que vigilar, la verdad sea dicha.

Había sonado más enfadada de lo que pretendía, pero el recuerdo de su dolor de cuello aún seguía reciente en su memoria. Aún así no quería dar la impresión de que estaba cabreada con Argus, por lo que respiró hondo y en un tono más suave y calmado, añadió:

 -Sé que te pasa algo. Algo muy importante. Si es un tema muy sensible y no me lo quieres contar, lo entenderé. Aún así cumpliré lo mejor que pueda con las indicaciones de la Archimaga. No sólo porque ella me lo ha pedido, sino porque eres mi amigo y me preocupo por ti.

Me sorprende inicialmente el tono de Ester... y aun más la pregunta que me hace. Suspiro un poco, ya que era un tema que no me gustaba hablar; normalmente no lo haría pero había algo en Ester que me permitía confiar en ella.

- Si la archimaga te ha dicho eso, imagino que Carrot también habrá soltado la lengua. Vaya con la coneja (digo entre risas) Dime, no te suena de nada mi apellido? O te da una pista?

La bruja se quedó pensativa un momento. Sabía que Lady Carrot le había comentado también la importancia del apellido de Argus. Hizo memoria de nuevo, recopilando mentalmente los datos que conocía.

 -Creo que algo me suena. Una familia con tu mismo apellido que fue ejecutada por traición al reino. Sin juicio, sin que interviniera el senado... Todo bastante sospechoso, si quieres mi opinión.

Era de esas cosas que olían a corrupción a kilómetros de distancia. Pero lo más importante de todo aquello era...

 -¿Eran tu familia, Argus?

Aprieto mis puños otra vez, y mis dientes casi chirrian, mientras mi cara se llena de un rictus de odio e ira.

- Todos fueron ejecutados, solamente porque no aceptaron que yo naciera... Una unión supuestamente prohibida, pero que la probabilidad de que ocurra un nacimiento es casi nula. (miro a Ester, aun con la cara iracunda) Esos bastardos mataron a mi familia, violaron a las sirvientas, a mi madre y a mi hermana... Y LUEGO LOS CRUCIFICARON TRAS ABRIRLES LAS ENTRAÑAS (en tono oscuro estas últimas palabras) Pude sobrevivir gracias a una de mis guardianas... (mi cara, antes iracunda, se sume en la más absoluta y profunda tristeza) Mi madre era de la realeza de ese reino, no iba a heredar el trono, pero eso no les importó; y mi padre... era un jefe de una tribu demi-humana. Carrot me recogió cuando no tenía más que 5 años; pero la tribu de mi padre renegó de mí ya que no era como ellos.

Decido intentar controlar el flujo de mis sentimientos, además del flujo mágico a mi alrededor, ya que si me descontrolaba...

Justo en ese momento, el espíritu de invocación que Argus invocó en la ciudad aparece detrás de él, abrazándolo por la espalda, como reconfortandolo. No era un cuerpo físico, sino como si fuera un espectro. Pero lo que más te sorprendió era su cara, una cara compungida de dolor y tristeza... Tan pronto apareció como desapareció.

Al escuchar la terrible revelación sobre el pasado de Argus, Ester se tapó la boca con las manos en un gesto horrorizado. Se arrepentía como nunca de haber abierto la boca para preguntar. Quiso acercarse a confortar a Argus, pero antes de llegar a moverse del sitio vio cómo uno de sus espíritus de invocación le rodeaba con los brazos, consolándole.

 -Argus yo... Siento haber preguntado. No sabía que hubiera sido tu familia la que... De verdad que lo siento.

Sabiendo eso ahora ya se explicaba por qué el invocador no quería realizar aquella misión. Lo que no se explicaba era que, si Carrot y Jana sabían del pasado de Argus, ¿por qué le mandaban a un lugar en el que se vería obligado a revivir recuerdos tan dolorosos? ¿Cómo de importante sería la misión que Argus y ella tenían que realizar en esa ciudad?

- Da igual Ester... creo saber la razón por la que me mandaron a esta misión... para cerrar las heridas que aun sangran y enfrentarme a mi pasado. Creo que los que están detrás de todo este lío, estaban detrás de lo de mi familia y el mandarme a mí sería el cebo perfecto para hacerles salir. (respiro hondo) Alguna vez te has preguntado como alguien se vuelve un invocador?

Las palabras de Argus hicieron que se sintiera un poco menos mal. Ciertamente sanar las heridas de una buena vez era un buen motivo para mandar a alguien a enfrentarse a su doloroso pasado. ¡No, si ya decía ella que la Archimaga Jana no haría sufrir a alguien sin un motivo de peso real!

En cuanto a la pregunta que le había hecho, era una buena pregunta. Ella había estudiado poco sobre los invocadores, principalmente porque había poca información disponible en su biblioteca. Así que por supuesto que desconocía la respuesta a aquella cuestión.

 -No, la verdad es que no lo sé. ¿Cómo se vuelve alguien un invocador?

- Los espíritus de invocación no se aparecen así como así ante cualquiera. Tiene que haber pasado un trauma muy fuerte, algo que le haya quebrado y dejado un hueco en su ser. Ellos rellenan ese hueco; en mi caso, la pérdida de mi familia y el trauma de haber visto como violaban a mi madre y hermana hicieron el resto. (miro hacia el cielo) Y con todo y eso, solo el 10% de los que lo intentan consiguen ser invocadores, el resto muere en el proceso. El espíritu que se te une por primera vez, suele ser alguno que se adapte a lo que has perdido. En mi caso, se llama Shiva, el espíritu del frío, ya que refleja claramente como es mi corazón: frío como el hielo. (miro a Ester) Sentimientos como el cariño, el amor y esas cosas... no me es fácil sentirlo. (en eso, sale mi hurona de entre mis ropas) La única que ha conseguido que sienta algo de eso es esta pequeña. Y en el caso de llegar a ser Alto Invocador, es obligatorio que tengamos un mínimo de tres esposas, para dar continuidad a la estirpe. Pero tal y como soy, difícilmente consiga obtener apego de alguna mujer; eso si no me la imponen.

Ester atendió en silencio a las explicaciones de Argus. Sin embargo, al escuchar lo del matrimonio múltiple, simplemente no pudo mantener la boca cerrada.

 -Espera, ¿tres esposas? ¿Significa eso que las Altas Invocadoras tienen que tener un mínimo de tres maridos?

Porque de ser así, igual se había equivocado de especialidad mágica...

 -De todas maneras, si tú no quieres casarte, nadie debería obligarte. El amor es algo que se da y se recibe libremente. Si es obligatorio o impuesto, no es amor. Punto.

Ese tema sí que le era conocido. Entre las muchachas de la nobleza se estilaban mucho los matrimonios de conveniencia, que normalmente acababan muy mal para ambos contrayentes. Menos mal que sus padres eran gente más inteligente y moderna que la media nobiliaria del reino y no le iban a hacer pasar por ese mal trago...

- Lo curioso de eso, es que las Altas Invocadoras no abundan, y las que salen, eligen solo a un marido. En cambio a los Altos Invocadores... (hago un gesto de desdén) Ellas eligen como quieren y nosotros somos tratados como ganado. Si yo fuera Alto Invocador, lo primero que haría sería quitar eso pero... quien iba a apoyar esa medida?

 -Te apoyarán todos los que se sientan tratados como ganado como tú, evidentemente. De todas maneras, creo que la medida correcta sería permitir la elección de matrimonio o no matrimonio, poligamia o monogamia, poliandria o monoandria a todo aquel que llegue a Alto Invocador. Digo yo que no estará todo en la sangre, que si uno llega hasta ese puesto será esfuerzo. Especialmente en una especialidad mágica que se basa en la experiencia vital de las personas, no en los poderes heredados de sus padres, ¿no? Así que si llegas a Alto Invocador, tú propón la medida. Seguro que alguien te apoyará si ofreces más libertad de la que hay ahora.

Poca gente se negaba a recibir más libertad en su vida y sus decisiones, o al menos ella no se negaría de presentársele la ocasión.

 -Por cierto, qué tranquilo está todo, ¿no? Que no es que me queje, cuantos menos problemas haya en el viaje, mejor para el grupo.

Me río ante su inocencia.

- Crees que los Altos Invocadores me respaldarían? Lo dudo, ellos son los más encantados con la poligamia. (me pongo serio) No me sorprendería que en el momento de proponerlo, intentaran liquidarme.

Era cierto que pocos vemos bien la poligamia, pero... abundan mucho más los que la prefieren. Cuando me dice Ester que está todo tranquilo, sonrío.

- Demasiado, no escucho ni un solo ruido. Lo normal es escuchar la naturaleza, pero este silencio es sepulcral. No me gusta nada; pero por fortuna, aquí esta golfa (señalando a Michi) si hubiera algún peligro lo habría sentido desde hace rato.

Los dos mirais a donde el bosque y veis entre sus ramas lo siguiente:

Tan pronto apareció, desapareció. Estaba claro que alguien os vigilaba, pero... sería amigo o enemigo?

Cuando Argus resaltó lo del silencio anormal, Ester se puso a escuchar má atentamente. Y comprobó que el invocador tenía toda la razón. No se oía nada, ni grillos, ni aves nocturnas... Ni siquiera se oía el viento en las hojas. Ester miró hacia el bosque. Seguro que era cosa de las hadas. De hecho, ahí había una, mirándoles con sus grandes ojos y su brillante corona... ¿QUÉ?

 -¡Mira eso!

De no haber estado sentada en el suelo, de seguro que se habría caído de culo de la impresión. Pero tan pronto como aquella extraña criatura apareció, desapareció.

 -¡Espera! ¡No vamos a hacerte daño! Vaya...- la bruja miró a su compañero de guardia -¿Qué crees que era eso? Parecía un búho o un mochuelo, pero llevaba una corona. A ver, sé que existe un tipo de búho llamado búho real, pero creo que no llevan coronas como esas... ¿Crees que podría ser un hada?

Que la criatura podría ser peligrosa, eso no había que descartarlo, ¡pero no quitaba que fuera fascinante!

Veo aquel magistral ser, que tanto apareció, desapareció.

- El mundo esta lleno de espíritus, podría ser un buho, un espíritu tomando forma, o vete a saber. (miro a Ester) Respóndeme a esta pregunta, si no es indiscreción. Como una hija de un noble sale por ahí de aventuras? Te has escapado?

La joven bruja no pudo evitar reírse ante la pregunta de si se había escapado de casa.

 -¡Qué va! Estoy de viaje por cuestiones religiosas. ¡Extendiendo la palabra del Dios de la Magia! Sólo que aún no tengo terminado su Evangelio del todo, por lo que es poco lo que puedo decir sobre Él. ¡Pero mis padres me animaron mucho a hacer este viaje! Yo siempre quise ser unausuaria de magia, ¿sabes? Intenté aprender todo lo que pude cuando era pequeña, pero mis maestros no podían ayudarme a conseguir el talento que me faltaba. ¡Hasta que le conocí a Él! El Dios de la Magia escuchó mis plegarias y me concedió el poder que necesitaba. Lo único que me pidió a cambio fue devoción absoluta. Por eso es el único Dios al que adoro y por eso estoy de viaje para hablar sobre Él. ¿Tú habáis oído hablar del Dios de la Magia? Los invocadores sois usuarios de magia, quizás te suene de algo.

Los ojos de ester brillaban de emoción cuando hablaba de la divinidad que le había otorgado sus poderes. ¡Claro que no era para menos! Hablábamos del ente que había conseguido hacerla pasar de niña sin talento a bruja prometedora en casi un instante. ¡El primer y más fundamental paso para cumplir su sueño de ser la mejor usuaria de magia en la historia de su familia!