Partida Rol por web

Ocurre que, a veces, nos marcamos objetivos, metas, que sólo tienen sentido para nosotros mismos. Son esos propósitos que cuando únicamente dependen de uno mismo, hacemos lo posible por cumplirlos. Y este, pudiera parecer, era uno de ellos.

Juntos, o por separado, según se mire habéis conseguido apartar a esos niños de las sucias manos de los bandidos. Han salvado a los niños, sí, ¿pero que pasa ahora con el resto de bandidos?

Eso se descubrirá tan solo por vuestras decisiones. De momento parece que lo mejor será ir hacia Aguas Fuertes. Quien sabe lo que esconderá el camino de vuelta.

La elfa aparece hablando con un, curioso y vagamente familiar personaje:

El muchacho sale de su "escondrijo" junto a Sejmet y quizá se deje llevar demasiado por la codicia. Su aspecto es de un crío cansado pero dispuesto a dar su ultimo aliento por los otros "muchachos" que hay detrás de él, junto a Racalín y Caesar.

-¡Deteneos!, dice sacándose una daga oxidada y fracturada de la bota. Eres uno de ellos, ¡te ví!- El brazo que sostiene la daga apunta hacia el elfo, y tiembla invadido por el pánico esperando una respuesta.

Tranquilo, baja esa daga comienza a hablarle al niño con calma y confianza intentando que se relaje es un conocido y no os hará daño... además aunque quisiera, no le dejaría sonríe os prometí que os llevaría a casa y así será, seguramente le verías cuando acudió en ayuda de otros niños y ahora está aquí para ayudarnos a protegeros de los bandidos

Espero no equivocarme con él, será mejor que le mantenga viilado, por si acaso..

Me adelanto y digo:

Y porque tiene que bajar la daga?..qué sabes cuales son las intenciones de este extraño individuo.Digo,sin dejar de observar a Minsk,a quien le exclamo,señalándolo con mi bastón:

Tú!extraño,preséntate y pídele disculpas a mi amigo.

Me refiero a "...."

Sejmet no dice nada.

Primero mira a la elfa, preguntándose si está tan segura de lo que dice como pretende hacer creer, y luego al extraño, con semblante sereno.

Asiente mentalmente cuando Racalín habla, y espera la respuesta.

El elfo, extrañado por todo el circo que se había montado en un momento, guarda el estoque y se acerca al mediano desafiante, con las manos lejos de las empuñaduras de sus armas.

Creo que nadie quiere que corra la sangre, ¿verdad?, tu única alternativa es confiar pequeño...- se queda mirando a los ojos del mediano sin esperar respuesta- Tengo dos espadas, un arco con casi treinta flechas y cinco dagas ¿cuantos podrían morir si eliges mal?- le susurra al mediano.

Tras hablar con el mediano un paseo mirando la posición de todo quien hay a su alrededor.

Vine con el capitán de la guardia y mi compañero Quérelar hasta una casa no muy lejos de aquí, allí dejamos a el capitán con cuatro niños, yo salí corriendo tras un bandido medio humano, que según me han dicho ya ha muerto.

Mira al niño de reojo unos instantes.

No, no me voy a disculpar, no he hecho nada que me obligue a hacerlo.

Cita:

SIn dejar de apuntarle con mi cetro,le respondo:

Uno.

No sentía ya casi dolor. Sólo una sensación de bienestar y placidez, nunca antes conocida. La sensación de estar rodeado de aventureros formidables me engrandece y al mismo tiempo me empequeñece. Fuera, tras esas cortinas de ábroles la luz de Sol quería entrar, pero es tan frondoso el bosque que ni siquiera puede traspasar la luz del Sol a su antojo.

Recuerdo la última mañana en casa de mamá. Los primeros rayos del día, que se colaban en la habitación, jugaban a iluminar cada rincón. La brisa, venida de más allá de las montañas por las que el sol se levantaba, refrescaba el ambiente, y daba vida a mi hermana cada mañana, alrededor de la cama. Habían sido un buen regalo de cumpleaños. Los tres gatitos que le acompañaban habían cambiado la monotonía dentro de aquellas cuatro paredes, y sustituido soledad por compañía.

Miré a mi hermana y dejé caer la daga al suelo al mismo tiempo que hincaba las rodillas en él. Mi hermana se coloco junto a mi y se agarró tan fuerte de mi cuello que casi me tira al suelo. La volví a mirar: -Pronto estaremos en casa pequeña. Me gustaría haberle dicho, pero lo primero que hice fue levantarme y con la maestría que me había enseñado mi padre me encaré al elfo. Disculpadme, si es que creéis que merezco una disculpa. Me pareció confundiros con uno de esos bandidos, ruego que me disculpéis. Eso que dices, lo de que estuvistes con el Capitán, ¿es cierto?. Pregunta al elfo, el cual no tiene ninguna duda. Es mi tio..-

-Soy Bastian, sobrino del Capitán Hojaflecha y primo de Sebastian, su hijo. Se presentó mirando al mediano, el cual no dejaba de lanzar puyitas al recién llegado. Podrías, podriáis llevadnos a casa..- Concluyó con una mirada sincera y de cansancio hacia Methgar.

El resto de muchachos se acercaron a Bastian, mirandoos a todos en silencio y deseosos de que lo último que quieren ver es una pelea entre vosotros.

En realidad no era el capitán, pues el capitán estaba ausente en ese momento, era un suplente que se llamaba Hima o algo así, nos acompañó para asegurarse del peligro y al final acabamos metidos en la boca del lobo-  mirando a la niña se agacha hasta estar a su altura. - Te prometo que tarde o temprano acabareis llegando a casa, aunque me cueste la vida.

Así que eres primo de Sebastian, le conocemos.. es un buen chico y muy valiente, al igual que tú. sonríe al muchahco antes de dirigirse a sus compañeros Será mejor que nos pongamos en marcha cuanto antes, el viaje es largo y no debemos desaprobechar las horas de luz. Con un poco de suerte saldremos del bosque antes de que caiga la noche

Aunque hayamos expulsado a los bandidos podrían volver, así que creo que será mejor que vaya por delante explorando para que no nos cojan desprevenidos. [B]Puedes hacer algo con ésto señala la mayor de las heridas recibidas con alguno de tus conjuros, Sejmet? haría las cosas más sencillas la elfa, ciertamente no está en muy buenas condiciones

A Caesar no le interesaba demasiado el destino de los bandidos supervivientes, en realidad algo le decía que no seria la ultima vez que se topase con la bella delincuente sin embargo tenia que estar mejor preparado, seguramente no correrían con la misma suerte.

Vamos, no es tiempo de charlas, debemos darnos prisa. No me sentiré a gusto hasta encontrarnos en el pueblo... El usualmente afable hechicero ahora se notaba serio y meditabundo, era evidente que aquella situación no le agradaba en lo más mínimo.

-¿Hima?. Le conozco..- Responde  sorprendido el muchacho posando una mano sobre el hombro de su hermana, la cual se siente un poco asustada al ver como Minsk se coloca a su altura para prometerla que pronto terminará todo esto y estarán en casa.

Devuelve una sonrisa retraída a Methgar y aprovecha el "parón" para recojer la daga del suelo y guardarla en la bota como tiene acostumbrado a hacer.

-Estoy, estamos listos..- concluye como portavoz de todos los demás niños, y dispuesto a abandonar cuanto antes este lugar.

-Tomad -dice la clériga, tendiéndole una poción a Methgar- Es vuestra, al final no la usé... Creo que si nos damos prisa podré prestar atención a esto más tarde -añade, palmeando suavemente su pierna, aún grave- sin necesidad de pociones...

Que Pelor tenga a bien guiar nuestros pasos y llevarnos sanos y salvos en la vuelta...

-Por cierto, mi nombre es Sejmet. -añade, pasando la mirada de Racalín al extraño. Y, sin esperar respuesta, da media vuelta, preparada para marchar.

A eso me refería, es mejor guardar las pociones para casos urgentes dice mientras coge la poción y la mete en su mochila

Dicho eso, encamina la marcha con el arco preparado y atenta a posibles emboscadas de los bandidos

Como es habitual en el grupo, Methgar es la que inicia la marcha ya que se conoce bastante bien el camino de vuelta. Guíados por sus sentidos, todos os ponéis en marcha hacia la Villa.

Navegar entre la espesa neblina se convierte en una tarea más complicada si queréis percibir algún tipo de emboscada de los bandidos. Una claridad oscurecida mantiene todo en una frágil penumbra. El ambiente, calmo, parece reposar tiempos pasados. Un árbol extraviado se vislumbra, mostrando su tenue silueta, forjada a la intemperie. Su tronco, encorvado por el paso del tiempo, se retuerce incesante, posando en cada chasquido un quejido. Sus ramas, quebradas, se alzan resecas.

Así son la mayoría de los árboles que crecen en el Bosque Terrible.

Un frondoso haz de hojas se amontona por los alrededores, dando un aspecto más tétrico. Aquellas Ruinas de un Templo abandonado donde descansastéis la pasada noche -excepto Minsk- se atisban a lo lejos, por lo que ya queda un corto camino para llegar hasta Aguas Fuertes.

Todo está tranquilo, demasiado tranquilo y eso aveces es lo que mas preocupa. Todos esperan el visto bueno de la exploradora.

Vas unos metros por delante de tus compañeros y, crees escuchar un chasquido en medio del bosque. Es un lugar peligroso, un camino de tierra abandonado por el que quizás hace años que nadie pasay sólo la maleza es testigo de lo que aquí pueda suceder.

Atisbas a lo lejos una sombra en movimiento. Quedas un tanto petrificada cuando ves ante tus ojos, la silueta de un perro -de color marrón- zarandeándose bruscamente, tratando de zafarse de la cuerda que le oprime el cuello. Alguien lo ha intentado ahorcar.

Camino junto a mis compañeros,.Cada tanto comento alguna anécdota pasada,como la experiencia que tuve en aquella mazmorra,donde intentábamos recuperar el Tottem,o alguna más reciente,cuando combatimos con aquella criatura picuda y terrorífica.Cuando ya no había anécdotas que contar,Racalín,se acerca a Minsk,e intenta conversar con él:

Cómo te llamas?,le digo a MInsk.Yo me llamo Racalín...

Estad atentos, he oído algo.. Alguien ha intentado ahorcar un perro más adelante, voy a ayudarle.. les dice a sus compañeros lo más bajo que puede para que la oigan.

Es probable que sea una trampa pero no voy a dejar que muera ahorcado..

Preparada y atenta a la posible trampa que la situación representa, avanza rápidamente hacia el perro

Espera... Merthgar ha visto algo- dice desenvainando la espada larga que sustrajo del botín de los trasgos que habían dejado atrás tiempo atrás - salgamos de aquí primero, ya habré tiempo de presentaciones en la taberna, cuando lleguemos a aguasfuertes.

El  elfo salvaje deja atrás al mediano y se adelanta hacia la elfa a todo correr.

-No debe ir sola, puede ser una trampa- piensa el elfo mientras corre.

-Si, claro, qué fácil es engañarte a ti mismo, - le dice la irritante voz de su cabeza -¿no cuenta que sea la única elfa salvaje en millas?

-¿qué dices, inútil?, eso no tiene que ver, es mi compañera y la tengo que proteger.

- ¿y Quérelar? ¿el es "menos compañero"?

-Oh, callate.